El pasado viernes 25 de junio me pusieron la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19, de la de Pfizer. Me avisaron con menos de un día de antelación, aunque a un amigo mío le avisaron con menos de una hora. Bien por la vacuna, mal por los modos. En todo caso, no me tocó ir a vacunarme al Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, donde por cierto sí están avisando días antes, sino a un punto de vacunación que se ha habilitado en la parte de atrás del ambulatorio médico que hay en el barrio de La Garena. Como vivo relativamente cerca, a unos diez a quince minutos andando desde otro barrio, me pedí el día libre y fui para allá. Decidí desayunar en un bar que ya conocía de bastante tiempo atrás, aunque desde hace uno o dos años debe tener nueva gente al cargo o bien un cambio de rumbo. El bar cafetería se llama La Caja Fuerte, está en la avenida Juan Carlos I, en el cruce de caminos con una rotonda que delimita el final del complejo de la Torre de la Garena y, si tuerces tal complejo, vas directo a la estación de tren de La Garena. O en otras palabras, desde la estación de tren, si sigues recto hasta la avenida Juan Carlos I, verás este bar, cruzando la avenida y haciendo esquina en la rotonda, si se puede decir "hacer esquina" en una rotonda. El bar es un bar adornado de manera acogedora y familiar, con apartados incluidos, acabados en maderas, columnas, algún mármol... Aunque tiene pinta de que es un bar de tapas para familias y amigos en las horas del aperitivo y las tardes, lo cierto es que en su propia carta y en sus murales dicen expresamente que se dedican a los desayunos. Se enorgullecen de sus desayunos. Y no es para menos. Merece mucho la pena desayunar allí. Se nota la veteranía de sus camareros y la profesionalidad de su camarera, respetuosos y a la vez familiares con las personas que conocen o mínimamente les comenta algo. El café es buen café y saben controlar a la perfección la temperatura que les pides, no te ponen esa temperatura lava que te suelen poner en casi todos los sitios, da igual lo que les hayas dicho. El café, digo, es buen café, deja buen sabor y te deja bien. Yo pedí una tosta con tomate. El tomate estaba triturado por ellos mismos, se notaba muy bien, y debía ser tomate pera, el mejor para estas cosas. Tenía un sabor muy intenso y bueno. Pero el pan chapata elegido es lo mejor, era el tamaño ideal, ni enorme, que parece que en lugar de desayunar has pedido comer o un bocadillo, ni enano que no se encuentre, y al ser chapata es la clase de pan ideal, no es ese pan de molde con sus azúcares incluidos ni esos otros panes más propios para otro tipo de cosas. Lo calientan y tuestan en un horno y eso le da una característica peculiar. De verdad que para desayunar es un lugar recomendable y agradable. De sus tapas y comidas no sé nada. Pero lo recomiendo al menos para desayunar, aunque quede tan lejos para la mayoría de los alcalaínos.
La verdad es que ese día dio para muchas cosas que no esperaba, pero que por circunstancias se fueron concatenando una tras otra ellas solas, pura casualidad. En fin, por una de esas circunstancias, acabé a primeras horas de la tarde en la calle Río Arlanza, en el barrio de la Nueva Rinconada, que mucha gente confunde con una extensión del Barrio Venecia porque tiene nombre de ríos igual que ese barrio, pero son dos barrios lejos entre sí y no tienen en origen nada que ver el uno con el otro. Este es extensión del barrio de la Rinconada, por ello se llama Nueva Rinconada, Más allá de los Gorriones, también. Para entendernos mejor para encontrar el bar que voy a citar ahora, si estás en Reyes Católicos y entras en la calle San Vidal, la sigues toda recta hacia el sur, esto es hacia yendo a la Ronda Fiscal. Pasas la Ronda Fiscal y entras, todo recto, a la calle Río Arlanza. Allí, pasado un parque ajardinado y un bloque de casas, encontrarás dos bares. Los dos están bien. El primero si vienes en esa dirección es un bar de barrio de toda la vida y como tal no está mal. El siguiente también es un bar de barrio, pero está algo más arreglado. Se autodenomina tapería, y se llama Nuevo Arlanza. Igualmente al otro está pensado para grupos de amigos y familias, aunque muchas tardes a primera hora lo he visto con trabajadores comiendo. Está ubicado justo enfrente de la primera parada del autobús número 5. Tiene también columnas y maderas y todo un comedor diferenciado de la zona bar, aunque todo en sí funciona como bar, solo que si alguien quiere ir a comer, se le da servicio de restaurante. Efectivamente tienen tapas, y para ser un barrio no son tapas para cumplir, son tapas que son sencillas, populares, pero muy bien elaboradas. No recurren a lo refrito, ni recurren a lo precocinado. Alguna vez que otra, como aquella tarde, he tenido que comer allí tras hacer el reparto de la prensa de El Salto a los suscriptores de la ciudad, y aunque he comido de tapa he visto gente comiendo y tiene muy buena pinta y muy buen olor. Ahora bien, no me hagáis como la chica de un grupo que estaba ese día, que pidiendo calamares a la romana pidió kétchup para echar... la comida puede ser buena, pero las barbaridades son barbaridades. Ahora, que en gustos... pero yo ese no le avalo.
Hechas estas dos recomendaciones de bares, que hacía tiempo que no mencionaba bares, saludos y que la cerveza os acompañe. Los bares de barrio en Alcalá están superando a los del centro ciudad, será porque se centran en la gente común y no tanto en turismo y vender no sé qué de estilo.
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