martes, junio 24, 2008

NOTICIA 477ª DESDE EL BAR: ALGO MÁS

Pues mi malestar de ayer no sólo era algo anímico, era algo más. Asíque ahora me pregunto a fecha de hoy si lo anímico derivó a lo físico o si lo físico derivó a lo anímico. A últimas horas del día sentía un malestar generalizado al que el calor no hacía mucho bien. Justo a la hora de la cena no cené, empecé a vomitar, mi gata también, todo lo de la hora de la comida. Bueno, la gata tiene su comida de lata, yo la tengo de humanos, obviamente, pero ambos compartimos una fuente común: el agua del grifo. En recipientes diferentes también, obviamente. Aunque ni idea de si pudo ser el agua. Amo y gata nos pasamos la tarde vomitando, eso sí y tirados donde podíamos cuando el calor no nos dejaba de hacer que nos moviéramos de puro agobio. A eso se unió un poco más de ansiedad y después un estado de cansancio total, de debilidad total. Estaba en la cama antes de que se ocultara el sol. Luego la tormenta de la noche tampoco ayudó con los truenos que parecían estar sobre la ciudad. Ni los múltiples aviones militares de la base de Torrejón de Ardoz, supongo que quizá por los funerales de la abuela de la Princesa, o por algún otro motivo, normalmente pasan mucho cuando hay algún punto caliente en el planeta con militares españoles allá.
Y después, cuando pude dormir al fin, sueños extraños, muy extraños, y entre ellos más de una cara conocida del día anterior. Entre los sueños extraños había un cubo en la calle al que me acerqué extrañado. Dentro había alguien durmiendo recubierto por algo verde que sólo dejaba ver los pies. Yo creía que quien durmiese allí estaba atrapado, pero el cubo, que no tenía las esquinas cerradas, comenzó a cerrarse. Asustado me subí a una columna o una farola, y vi como quien fuese seguía allí dentro. Se acercó alguien a verlo también, una chica conocida con la que últimamente hablo bastante y le he mandado mis libros, y de las paredes del cubo salió la misma sustancia verde de la que salían manos que la atraparon y la arrastraban dentro del cubo. Era muy desesperante, quería sacarla de allí, rescatarla, pero las manos también me atraparon a mí y no me dejaban mover, me arrastraban al cubo. Nos tragaba el cubo y no podía hacer nada. Y desperté lleno de sudor. Luego más sueños extraños, uno de un viaje en tren con la gente saliendo de debajo de las vías, como fantasmas, uno de ellos me robaba mi sombrero y el chico gris lo recuperaba. Otro de una casa llena de seres extraños... y un gato gigante, y hasta una jirafa y un león que era el que menos temor me daba. Tenía la sensación de que sólo el león era de confiar para mi seguridad, pero el sueño avanzaba y alguién se llevaba al león y me dejaban en la casa con esos seres extraños a los que después me confiaba.
Hoy me he levantado mejor, pero tengo el estómago vacío, hasta que no coma no creo que pueda estar recuperado del todo. He visto a la gata por el pasillo, también parece mejor. Hace un calor horrible y no he dormido muy bien. ¿Lo físico llevó a lo anímico, o lo anímico llevó a la físico? ¿pero si alguna de estas dos premisas es cierta, por qué la gata también vomitó? Bueno, quizá vomitó al verme vomitar, lo que querría decir que tengo una gata de estómago fino, si no fuera porque empezó ella. ¿Autoinmune quizá? Creo que he visto demasiado la serie del doctor House. Al menos hoy estoy mejor. Hala, mañana otra cosa.

4 comentarios:

EL CHICO GRIS dijo...

El malestar físico puede ser por el cambio brutal que ha habido de temperaturas y presión. A veces al cuerpo le cuesta adaptarse.

Sobre los aviones, es que andan de maniobras (Ya sabes, mis fuentes...).

txustine dijo...

madre mia, que sueño mas dificil de interpretar, lo de manos que te arrastran vale, pero un cubo? y algo verde? bufff que laberinto es el subconsciente

por otra parte que guay que te acuerdes de lo que sueñas, aunque sean pesadillas porque la tranquilidad que da cuando te despiertas...

bueno, todo el mundo tiene malos dias y lo bueno que tienen los amigos es que saben cuando son malos dias y nos los perdonan, por eso son amigos :D

Doctor Spawlding dijo...

Sniff, casi se me saltan las lágrimas con ese sueño tan dulce que has tenido, me recuerda tanto alos míos.

Canichu, el espía del bar dijo...

lo malo de los sueños, a veces también lo bueno, es que todo lo que aparece en ellos es en realidad tú mismo siendo sincero contigo... en clave, eso sí. En cierto modo sé que son mis frustraciones transformadas en miedo a... eso ya me lo callo, es muy personal. Un saludo, doctor Spawlding.

Y también un saludo a los demás.