lunes, mayo 09, 2016

NOTICIA 1601ª DESDE EL BAR: LOS DÍAS ROTOS DEL DIARIO DE ALCALÁ

El 1 de mayo, Día del Trabajador, ocurrió el sarcasmo del anuncio del cierre definitivo de Diario de Alcalá. Los pocos trabajadores que quedaban en esa editorial periodística se vieron en la calle y el desempleo. El periódico había publicado su cabecera por primera vez el 21 de agosto de 1992, coincidiendo con las ferias y fiestas de Alcalá de Henares. Yo tenía 13 años y mis padres comenzaron a comprarlo desde ese mismo momento. Hubo épocas que se compraba varias veces a la semana y otras épocas que se compraba todos y cada uno de los días. Igualmente, durante aún más tiempo, compramos el semanario Puerta de Madrid. El Diario de Alcalá ha tenido diferentes etapas, al menos en lo informativo. Quien lo ha leído a menudo sabría diferenciarlas. Me sorprende que algunos de los lectores que han decidido decir algo sobre el final del periódico hayan dicho que cuando leyeron la editorial donde se anunciaba el final creían que se referían a la edición en papel, porque la edición en papel hace uno o dos años, no recuerdo con exactitud, quizá tres años, desapareció. Tras algún tiempo de convivencia con la edición digital, en los últimos tiempos sólo se podía leer por ordenador. Yo lo seguía leyendo a diario, en algún momento comenté con pseudónimo. No me gustaban muchos de los hilos de los comentarios que se iniciaban, había demasiadas intolerancias e insultos en esos hilos. Leía las noticias y los hilos, pero en muchos casos no veía algo sano en esos hilos, a veces parecían auténticas campañas ideológicas de los lectores, a veces pensaba si algunos de esos comentarios no sería parte de una trampa de determinados intereses en hacer prevalecer su voz. Diario de Alcalá, por otra parte, no siempre publicó todos los comentarios, pero no precisamente por insultos, en alguna ocasión se comentaba algo crítico con lo escrito en el periódico y no se publicaba, si les escribías una segunda vez quejándote de esa ausencia, te publicaban. Algo extraño. Como sea, aunque el Diario de Alcalá no tenía en los últimos años una línea ideológica que compartiera conmigo, y que incluso en 2010 tuvimos un choque breve, a mí, como prensa que era, me parecía bien leerlo y lo respetaba como informativo, otra cosa es lo dicho, que yo no compartiera algunos o muchos de los puntos de vista con los que enfocaban las noticias en los últimos años. 

El trabajo periodístico es algo importante. Yo no creo en las personas que te dicen que no leen periódicos o no ven telediarios porque no les gusta que les mientan, palabras de ellos, o cosas similares, porque luego esas personas son capaces de hablarte de la actualidad con pelos y señales. Obviamente se han informado recurriendo al periodismo. Es por ello que la labor periodística siempre es importante. El darnos a conocer la noticia nos hace poder pensar y reflexionar el mundo que nos rodea. El punto de vista con el que se escriba la noticia, si la noticia está sesgada o no, si se prioriza una noticia u otra, son otras cuestiones que nos ayudan a pensar esa noticia y su contexto, para eso está, entre otras cosas, no sólo la propia reflexión, está el poder leer diferentes medios de comunicación para poder reunir pluralidad de voces con los que establecer un debate dentro de ti. Por ello, cuando Diario de Alcalá anunció su cierre definitivo por todo tipo de medio me sorprendió y a la vez no me sorprendió la gran cantidad de personas que en las redes sociales expresaban su alegría y no su pesar por perder un informativo local. De acuerdo que el diario necesitaba una revisión, necesitaba quitarse de encima el exceso de partidismo a favor del Partido Popular, ya que en los últimos tiempos parecía más el vocero de ese partido que un periódico. Muchos de sus lectores los perdieron precisamente por eso, se sentían desinformados más que informados, manipulados al leer siempre en esa misma dirección, y si no, hablad, hablad del periódico con cuantas personas más mejor, y veréis y oiréis precisamente esta causa como la causa de pérdida no sólo de lectores, sino de credibilidad, lo que para un periódico es aún peor. Ahora bien, sí, digitalmente sumaban muchos lectores y muchas entradas a sus páginas cibernéticas, porque quien más quien menos, hasta el que lo niegue, lo leía. Y si no, ¿dónde se informaban de los asuntos de la ciudad para opinar del periódico como opinan? A mí por eso no me parece desdeñable este diario, referencia para muchas noticias, a pesar de que no compartiera el sesgo ideológico de su linea editorial. Y de acuerdo, a veces algunas noticias salían publicadas más tarde que en otros sitios, pero incluso eso es parte del declive. 

Yo me acuerdo hace muchos años, siendo más joven, que mandé mi curriculum allí, no me llamaron, pero es cierto que muchos periodistas y fotoperiodistas pasaron entre 1992 y 2016 por sus rotativas. Es cierto que incluso tenían otros periódicos en el Corredor del Henares, una radio y una televisión. Pero también es cierto que en los últimos años, quizá desde 2008, comenzó un proceso que tenía que ver con la crisis económica y la crisis del periodismo (la gente no compra, pero lee en Internet si les dan la oportunidad) que llevó a diversos despidos, hay quien dice que era como un expediente de regulación de empleo encubierto, y no cito quien lo dijo, ni me meto en ello. Conozco a varias, bastantes, personas que trabajaron para ellos, algunos llegaron a casos de conciliación laboral, otros no sé si a juicio por el asunto de su despido. No sé. la cuestión es que económicamente el proyecto no parecía que fuera bien. La iniciativa de que los lectores mandaran sus fotografías o sus breves noticias para hacer del periódico algo participativo, a la vez era una merma de periodistas, si te envían las noticias de manera gratuita te ahorras el sueldo de alguien que tenga que ir a buscarla y a escribir de ella. No le hizo bien a la imagen del informativo que el Ministro de Hacienda, Montoro, señalara con el dedo al director de ese medio. No le hizo bien que se supiera desde hace mucho el dinero de subvención que recibía del ayuntamiento, ni tampoco de parte del Partido Popular, o al menos eso se decía por varios foros. Bien es cierto que en el último año el propio diario anunciaba que ya no recibían ese dinero de subvención. También se quejaban, ahora los periodistas, sobre que el actual gobierno municipal del PSOE-Somos Alcalá-IU les vetasen, cosa que desde el informativo Alcalá Hoy pusieron en duda razonando que sí eran llamados a las ruedas de prensa pero no se les contestaba si no se ceñían al tema de la rueda de prensa.

No creo tampoco que les hiciera un favor que durante muchos de los últimos años las editoriales tuvieran por eje el lanzar la idea básica de que los problemas de Alcalá de Henares eran tres: la izquierda política, la Universidad de Alcalá y los blogueros que generan opinión. En este sentido, cuando el 15 de mayo de 2011 comenzaron a cubrir la noticia del Movimiento 15M, es sorprendente que si bien los primeros días el periódico demostró una serie de noticias más o menos simpatizantes, en seguida comenzaron a publicar todo tipo de cuestiones, algunas no muy bien informadas, a la contra. Recurriendo a hemeroteca, podremos ver en ese 2011 varias editoriales donde no se daba a basto en culpar de todos los males de la ciudad a ese tridente izquierda-universidad-blogueros, como si fuera una obsesión. Daba igual lo que ocurriera, aquello era lo destacable. En este sentido, siempre me pareció que algunas cosas noticiosas las silenciaban si no eran del agrado del periódico, aunque fueran cosas positivas, o esa impresión me dio varias veces de unos años a esta parte cuando leía en otros medios o sabía de mano directa determinados acontecimientos que en Diario de Alcalá no se publicaban. Digo esto como lector y desde lo que me hubiera gustado leer también en sus páginas.

Pero insisto que a mí el periódico me parecía bien que existiera, yo lo leía. Algunas noticias me parecieron interesantes, normalmente sobre todo las que se alejaban de ese componente ideológico tan marcado. Incluso algunos de los que escribían  artículos de opinión me parecieron siempre interesantes de leer. Alguno desapareció hace años, pero de los que quedaron quizá el más interesante Antonio Campuzano, con quien en algunas cosas coincidí o me aproximé a su análisis. 

Yo recuerdo cuando era adolescente en aquellos años 1990 y el periódico tenía una sección de noticias internacionales, leía también allí sobre la Guerra de Bosnia-Herzegovina. Una vez, en 1994 ó 1995, creo que en 1994, salí en una gran foto de interior junto a unas chicas en una sentada que hicimos durante el bachillerato en la Plaza de Cervantes pidiendo al ayuntamiento que se sumara a reclamar al gobierno central el 0'7% de los impuestos a ayuda al Tercer Mundo. 

Hoy día Alcalá tenía bastantes medios periodísticos, aparte de este y del semanario Puerta de Madrid, estaban los también ya veteranos Gente y Cambi Henares, pero en los últimos tiempos estaban en papel Somos de Alcalá y Quijotes, que cambió su formato de revista al de periódico quincenal. Todos ellos periódicos que leo. Pienso que el error está en ofrecer por Internet las mismas noticias que en papel. Si yo tuviera un periódico, cosa muy alejada por mi propia economía de desempleado eterno, no sacaría edición en Internet. Experiencias como las de un par de los mencionados, sólo disponibles en papel, me demuestra que la gente quiere informarse y recurre al papel. Claro que hay que pagar prensa, porque así mantienes empleos y mantienes vidas, aparte de mantener un oficio de información. En Internet, de todos modos, hay otros informativos muy interesantes, como Alcalá Hoy, El Cigüeñal, La Luna de Alcalá, Walskium, Agenda del Henares, Calle Mayor y algún otro, a los que sumar las radios con asiento local como Radio Universidad de Alcalá, Cadena Ser-Henares, Onda Cero-Onda Henares, COPE... Todos me parecen imprescindibles, todos tienen una voz propia, Diario de Alcalá era uno de los más conservadores, pero era necesario también. Por cierto que en mi búsqueda de empleo en algún momento a casi todos les mandé un curriculum, ninguno contestó jamás. 

El periódico cerró y como se señaló en la última editorial ha sido el periódico complutense con la vida más longeva de toda la Historia de la ciudad y el que más números ha editado, a pesar de que antes de desaparecer en papel pasara a ser de diario a semanario, siempre fue diario en Internet. Ahora es material de hemeroteca y, según pase el tiempo, herramienta de trabajo y estudio para historiadores, como tantos y tantos otros periódicos. El señor Naranjo, director del medio, dejó caer que quizá cabía la posibilidad de regresar con otro proyecto, ya se verá. De momento, se estuviera o no de acuerdo con las editoriales, el periódico no sólo eran las editoriales, eran las noticias. Fue el primero en publicar páginas en idiomas del Este, creo que en polaco o rumano, en consideración a los emigrantes numerosos de esa nacionalidad en Alcalá. El servicio informativo siempre estuvo ahí. Hiciera su labor como la hiciera, para unos de un modo para otros de otro, era parte de la pluralidad periodística de Alcalá. Yo lo leía, como leo los otros medios. Yo lo léia desde mi adolescencia, cuando nació. Sus primeras épocas me parecen mejores que las últimas, pero desde luego siempre informó, de un modo u otro. Es por ello que me parecía de recibo hablar de este cierre, más aún cuando es parte también de la Historia de esta ciudad.

Por las mañanas, buscando trabajo en estos últimos años, me gustaba la cosa de repasar las noticias, todas, y entre los medios disponibles leer la información local por varios de esos medios, entre ellos el Diario de Alcalá. Últimamente muchas noticias eran como anuncios de cosas que iban a suceder en la ciudad, pero aún así, me gustaba leer. No, sea cual sea mi relación con el diario, no creo que sea motivo de alegría el cierre de un medio, mucho menos cuando va gente al desempleo y cuando se deteriora la pluralidad de opiniones disponibles en la prensa, nos resulte esta como a cada uno nos resulte.


Saludos y que la cerveza os acompañe.

5 comentarios:

argonauta dijo...

La prensa, la prensa...

Mister Gutiérrez dijo...

NO es crisis de periodismo, es la crisis de un modelo de negocio, del periódico que necesita la publicidad institucional para sobrevivir, como también podría ser La Razón a nivel nacional. Periódicos no informativos, periódicos propagandísticos.

Anónimo dijo...

Eso por no hablar de todas las veces que directamente te copiaban informaciones a ti de este blog y luego las sacaban reescritas por ellos como una novedad suya. Era algo muy cantoso, sobre todo en temas de historia. Como lo del Parque O'DOnnell y su nombre o lo de la mesa de Salomón... yo me acuerdo hablando contigo que incluso me enseñaste un error que tuviste en una de esas noticias que fuiste a corregir y al poco salía la misma información con el error incluido en el diario. Les hubiera venido bien citar fuentes o haberte llamado y pagado a ti directamente.

Isabel Gómez Gamboa dijo...

Los de Diario de Alcalá han acabado prensados por ellos mismos. Alcalá se merece un buen periódico. El Diario lo fue hace años. Yo desearía que volviera algo potente y que contara contigo.

Daniel Carrillo dijo...

Me sorprendió la alegría que mostraban algunos en las redes sociales. La desaparición de un medio es una mala noticia siempre, especialmente para periodistas y editores.

Como lector habitual del Diario de Alcalá, y sin tener un conocimiento muy profundo, me da la impresión de que en el pecado han llevado la penitencia. Nivel periodístico muy flojito y falta de espíritu crítico. No se buscaba la verdad, sino zurrar a la oposición o al gobierno municipal según fueran en ese momento las relaciones con el Diario. Y en su etapa final mucho sensacionalismo, por ejemplo en el caso de Richi. Diríase que en cuanto les han cortado el grifo de la subvención, no había modelo empresarial alternativo y la nave ha hecho aguas.

Algo que a mí me llamaba la atención era la mala baba que había habitualmente en los comentarios de la web y la práctica unanimidad en el uso del pseudónimo. Me hacía preguntarme cómo se ha llegado hasta este punto en el que uno no se atreva a poner su nombre cuando da una opinión de lo que sea en un medio local, incluso en el caso de opiniones bien argumentadas y sin estridencias.

Por cierto que yo en su día les envíe una pequeña recopilación de mis columnas por si les interesaban, y nunca me respondieron, lo que puede hacerme opinar con parcialidad.