lunes, febrero 16, 2015

NOTICIA 1448ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (parte 9)

Y LOS BEATLES PIDIERON PERDÓN

Los Beatles habían cambiado el rumbo de la música rock con Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band en julio de 1967. Aparte, los fabricantes de instrumentos musicales y aparatos de sonido comenzaron a investigar e innovar en nuevos aparatos y nuevos avances para poder adaptarse a todos los nuevos sonidos que se habían producido en concreto con este álbum y en general con otros de la psicodelia, ya que mucha gente aspiraba a sonar igual o similar. Los Beatles también habían contribuido a la revolución social en Occidente que se estaba produciendo a través del cambio de costumbres sociales y de movimientos pacifistas y vanguardistas. La muerte de su manager (representante) a finales de agosto les tomó por sorpresa y buscaron refugio en un gurú hindú que se encontraba en Inglaterra fomentando la meditación trascendental. John Lennon y McCartney se fueron a colaborar con un proyecto benéfico de UNICEF, Ringo rodaba una película y Harrison venía de estar de incógnito en California, donde se estaba viviendo el estallido del Movimiento Hippie con el Verano del Amor. Recorrió varias ciudades justo en ese momento de libertad comunal cercana a valores anarquistas. Se produjo entonces uno de los grandes macroconciertos de los años 1960, el Festival Pop de Monterey. Era un encuentro contracultural al que acudieron infinidad de bandas noveles y aficionadas, muchas de ellas venidas de ámbitos universitarios, pero claramente inconformistas con su sociedad de consumo capitalista. Allí estuvo Harrison de público cuando fue descubierto por motoristas de Los Ángeles del Infierno, con los que hizo amistad creyendo que eran parte de aquel ambiente de amor y fraternidad. Les invitó a visitarle en Liverpool, cosa de la que se arrepentiría al año siguiente. En aquel festival, en el que estaba trabajando como fotografa Linda Eastman, se hicieron famosos gente como el grupo de Janis Joplin y ella misma, que era la Big Brother and The Holding Company, también The Doors, se afianzó notablemente Jimi Hendrix con su grupo The Jimi Hendrix Experience (La Experiencia Jimi Hendrix), el cual quemó su guitarra en respuesta a The Who, que destrozaron sus instrumentos, estaba también su amigo Ravi Shankar, tocó Otis Redding, estaba el periodista Derek Taylor, bien conocido por Harrison, etcétera. Duró tres días de junio, del 16 al 18, y allí comprendió que desde el año anterior a ese se había mejorado mucho en equipos de sonido. Con equipos como aquel sí se podía dar un concierto para miles de personas, aunque siguiera habiendo deficiencias. Allí había doscientas mil personas. El ambiente de cambio social, de paz, de amor, de comuna, de nuevos estilos psicodélicos, de grupos fundamentales en esa segunda mitad de los años 1960 y decisivos en el rock que ha evolucionado posteriormente, son cosas que se llevó consigo Harrison y que transmitió a sus compañeros a lo largo de aquel verano.

El 27 de agosto murió Epstein y tras los primeros días de impacto traumático por lo inesperado de la muerte y el cómo se produjo, aunque recibieron palabras y consejos del Maharishi hindú, era vital saber cómo estaba organizado su archivo personal y ver en qué punto había dejado los asuntos de los Beatles para poder seguir adelante con todo ello. Aunque aún no supieron todos los problemas económicos que les estaba produciendo la gestión de sus primeros contratos entre 1962 y 1963, sí que descubrieron que perdían mucho dinero en impuestos. O más bien lo descubrieron sus personas más allegadas en la "familia" Beatle.

Aparte del manager, ellos tenían tres road manager (representantes de gira o de carretera). Hemos hablado varias veces de dos de ellos. Uno era Mal Evans, que tenía mucha confianza con ellos incluso para intervenir en sus grabaciones, se encargaba de los hoteles, de cierta asistencia personal, de su correspondencia y demás. Otro era Peter Brown, que se encargaba fundamentalmente de todos los pagos y burocracias referentes a sus desplazamientos. Este era el más profesional y muchos consideraban que hubiera sido lógico que ejerciera de manager a partir de ahora. El tercero era de la edad de Ringo Starr, se trataba de Neil Aspinall. Los cuatro conocían a Neil Aspinall desde que eran estudiantes de instituto. Él había estado con ellos desde antes de que fueran famosos. Les llevaba los instrumentos, participaba de sus conversaciones más delicadas, les atendía si estaban enfermos, ejercía de asistente personal en cada detalle de sus vidas incluso privadas, en fin, aunque no le necesitaban ya como road manager desde hacía años, nunca se deshicieron de él porque era un amigo antiguo. Le renovaron los contratos siempre y se las apañaron para que siempre estuviera a su lado. Les conocía tan bien que hubo quien creía que este era el otro candidato obvio para ser el nuevo manager que gestionara todos sus asuntos discográficos. Pero no fue así. Ellos antes de ser famosos ya habían tenido al padre de Pete Best como una especie de representante bevemente, y antes de tener a Brian Epstein habían probado con el famoso Dick James, que incluso grabó sus primeros singles, pero aquello no había funcionado. La elección del manager era un asunto delicado porque en esa persona, en su brillantez o no, había que depositar mucha información, mucho dinero y mucha confianza. Brian habia sido como un padre, y psicológicamente nadie quiere sustituir a un padre por otro nada más morir el primero. De manera implícita y callada todos dejaron que ejerciera como manager el que tenía una personalidad más dominante y emprendedora, Paul McCartney, que en ese preciso momento se valoraba a sí mismo en cotas muy altas gracias al éxito de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, cuya autoría era en gran parte suya, ya que es el que más ideas aportó. Nadie le había elegido, ni él se había postulado, pero fue su vitalidad la que tiró del grupo para que siguiera haciendo cosas, mientras Harrison les daba sosiego espiritual a través del hinduísmo que él conocía.

Sus road manager y otras personas cercanas, al ver las grandes pérdidas de dinero a través del pago de impuestos, les recomendaron una solución tópica: que gastaran mucho dinero, todo el que pudieran. Y lo hicieron, aunque sin demasiada reflexión. Se pusieron de acuerdo con EMI para dejar de depender del sello Parlophone y fundaron su propio sello discográfico, la compañía Apple Corps. (Corporación  de la Manzana). Su logotipo es el dibujo de una manzana basado en un cuadro de Arte Pop que vio Paul McCartney y que le gustó. Esta corporación nace en los últimos meses de 1967, por lo que su principal actividad comenzará con fuerza en 1968. Tendría varias filiales dedicadas a diferentes cosas, entre ellas una tienda de ropa hippie e hindú en la calle Baker de Londres. El negocio fue un fracaso económico que hubo de cerrarse meses más tarde en 1968. La cuestión es que la ropa era cara y los ingresos no alcanzaban a los gastos del mantenimiento de aquel edificio. Decidieron anunciar que regalarían todo lo que alguien pudiera llevarse en el último día de la tienda, como consecuencia es una anécdota conocida que dentro de la tienda sólo quedaron las paredes, literalmente. Se lo tomaron con humor. Pero igual que ocurrió esta mala gestión ocurrieron otras. Apple fue la empresa más ruinosa de la Historia a pesar de que también era la que probablemente más ingresos inmediatos generaba a través de los Beatles. Por ejemplo, en 1968 se animaron al fin a hacer cotizar los discos de los Beatles en bolsa. Ningún grupo de música ni artista había hecho algo así. Era algo muy arriesgado porque dependía de demasiados factores personales tanto de los artistas como de los consumidores de su Arte, o sea: de su música. Como los Beatles estaban ya en su fase final, es de imaginar también lo ruinoso que resultaron igualmente aquellas acciones de bolsa. La idea de la fundación de Apple recogía otras ideas más allá de negocios mejor intencionados que afortunados. Por un lado los Beatles pretendían gestionar ellos mismos sus propios asuntos discográficos, pero por otro lado querían revertir en la sociedad lo que la sociedad les daba, uno de los pilares de la corporación era ayudar a creadores de todo tipo a desarrollar sus propias ideas, o sea: querían dar una oportunidad económica y unas facilidades a todo tipo de jóvenes, cosa que ellos hubieran agradecido en sus primeros años. Pero de todo esto hablaremos más en la próxima entrega. De momento, la tienda de ropa de Apple, o de los Beatles, como se la llamó popularmente, dio una nota de color a Londres, no sólo por su ropa hippie, sino porque pintaron las paredes del edificio de colores muy llamativos y psicodélicos. Una pequeña obra de Arte urbano que daba algo de alegría a un Londres de ladrillo rojo.

En 1967 llama la atención de esta compañía otro de esos proyectos ruinosos que en principio ellos no lo creían ruinoso. Desde que fueron a Grecia buscando una isla que comprar conocían a un chico joven llamado Alexander Mardas, al que ellos apodaron Alex el Mágico. Le conocían por tanto desde el periodo 1964-1965. Les había estado rondando de manera habitual. Incluso se había hecho amigo de John Lennon, que era al que quizá caía mejor. En 1967 Alex el Mágico tenía 23 años, uno menos que George Harrison, que era el más joven de los Beatles, y cuatro menos que Ringo y Lennon, que eran los más viejos. Alex estaba entusiasmado con el resultado del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, pero lejos de admirarlo de una forma más o menos aceptable, lo admiraba prometiendo a Lennon que con sus conocimientos podría mejorar sus sonidos de una manera exponencialmente superior. Por ejemplo, les prometió a los cuatro Beatles que crearía una mesa de pistas de sonido de 78 pistas de grabación. Aunque ahora esa mesa no es algo descabellado, hay que recordar que en ese preciso año de 1967 las mesas eran de cuatro pistas. Los Beatles le creyeron, le pidieron que guardara el secreto de su trabajo y le contrataron, sobre todo porque Lennon quedó maravillado con una caja que en realidad eran un montón de bombillas que se encendian y se apagaban. Con Alex el Mágico se abrió una filial de Apple dedicada a la investigación y desarrollo. Lo normal es que se le viera poco a Alex investigando, aunque tenía un laboratorio propio y usaba bata blanca. Todos los técnicos de los Beatles estaban hartos de él, especialmente George Martin. Al parecer solía rondar por todos los sitios de Apple sin pedir permiso si podía o no estar en determinados sitios y en determinados momentos. Les preguntaba por todo tipo de detalles de qué hacían y qué no hacían, qué grababan, cómo lo grababan, qué planeaban... y a veces hacía coletillas de abogado del diablo o acerca de cómo él iba a mejorar todas aquellas ideas, por lo que debía conocer todos los detalles de las mismas. A lo largo de las grabaciones de 1968 fue especialmente molesto en medio de un ambiente ya de por sí tenso entre los músicos. Quizá una de sus principales cualidades era su facilidad para conseguir drogas para Lennon, se solía decir. El punto más conflictivo fue cuando dijo que iba a lograr unos avances técnicos para mejorar la grabación del sonido de la batería de Ringo. Todo lo que hizo fue retirar las mamparas que los técnicos tenían en torno a la batería, y colocó un micrófono delante. Dijo que había creado un aparato invisible de resonancia acústica. Aquello fue bastante bochornoso y George Harrison estalló con un ataque sarcástico sobre Alex, sus cualidades y el rumbo de los Beatles. El sarcasmo de Harrison no pasó por alto a Lennon, que seguía confiando en su amigo Alex. Cuando llegó la fecha de vencimiento de la entrega de la mesa de 78 pistas, descubrieron que sólo había fabricado una de 16 pistas, que si bien era una mesa muy avanzada en 1969, ya no era innovadora. Cuando llegó Allen Klein como nuevo manager, su primer objetivo fue sanear las cuentas. La primera filial de Apple que cerró y el primer empleado de Apple que despidió fue a Alex el Mágico, que había sido también su primer contratado en 1967 por 40 libras a la semana. Se despidió con una nota diciendo que él era un científico y un poeta y que dependiendo del día podría hacer una cosa u otra. Era un auténtico vendedor de aire. Ahora bien, no le fue muy mal, cuando mataron al presidente de gobierno de España en noviembre de 1973, el príncipe Juan Carlos, futuro rey Juan Carlos I en 1975, que entre 1974 y 1975 sustituía a Franco en la presidencia de la jefatura del Estado cuando el dictador se ponía enfermo, le encargó un coche blindado en la primavera de 1974, porque Alex el Mágico había convencido a la Casa Real española tras el atentado de que él era capaz de crear un coche totalmente inmune a todo tipo de bombas y de balas. Como se puede ver, el actual caso del pequeño Nicolás no nos es tan nuevo en España. Siempre hubo Nicolases.

Paul McCartney hizo frente a la petición del segundo álbum del año que tenían que hacer por contrato. Impulsado su ego mucho gracias al anterior disco, se lanzó a un proyecto de televisión que a la vez les iba a dar su noveno álbum, Magical Mystery Tour (La Gira Misteriosamente Mágica), cuyo primer título iba a ser El Círculo Mágico. Se basaba en ideas filosóficas muy poco meditadas. El guión, creado por el propio McCartney era un simple folio con un círculo dividido en varias partes. La idea de crear una película de televisión había venido de la propia televisión británica, de la BBC. En vista del éxito del programa internacional y del gusto de los Beatles por crear videos promocionales de sus canciones, les propuso crear un programa para las Navidades de ese año. Les dio carta blanca y confianza ciega, pensando que hicieran lo que hicieran iba a gustar mucho. La película tenía unas ideas básicas a rodar, pero era totalmente improvisada, incluída la ruta a seguir por el autobús donde se metieron los Beatles junto a parte de su equipo y varias seguidoras y seguidores que participaron gratuitamente sólo por estar con sus ídolos. No se podían cambiar de ropa, ya que se supone que todo transcurría en un día, a pesar de que se rodó en varios días. Fue un auténtico quebradero de cabeza para los road manager. Los directores fueron los cuatro Beatles más un director de producciones televisivas de carácter historicista, Bernard Knowles, pero quien realmente controlaba todo y corregía todo lo que se hacía, era Paul McCartney. Este control metódico irritó a sus compañeros, especialmente a Lennon, aunque todavía no era algo excesivamente marcado y se divirtieron en el rodaje. Lo más desquiciante para ellos fue que McCartney grabara las imagénes de una canción suya por su propia cuenta,  "The fool on the hill" (El tonto en la colina) y que la montara sin que ellos lo supieran hasta que no vieron el metraje terminado. Sobre este metraje ya escribí detalladamente para la revista cibernética El Tornillo de Klaus, me remito a ese texto para saber más detalles. La película era un viaje de los Beatles en un autobús mágico, guiados por una especie de geniecillos que parecían trabajar más con drogas que con pócimas. No había un argumento fijo, se sucedían las canciones en videos que algunos consideran primeros video clips, pero no lo son propiamente dichos, es altamente surrealista, lo que atrajo al pintor Salvador Dalí a admirarles, actúan algunos actores que estuvieron en las dos películas anteriores y es de una ambientación hippie y psicodélica muy polémica. La película no fue comprendida por la audiencia familiar a la que iba destinada en televisión por las fechas que eran. Ha sido una película valorada en positivo por la mayoría de personas posteriormene, aunque siempre hubo quien la creyó un acierto. Se la valoró bien en general a partir de que Queen iniciara los video clips en 1975 y que la cadena de televisión MTV hiciera de ellos su principal emisión desde 1981. Pero en 1967 se les acusó de crear algo horrendo, incomprensible, sin sentido e incitador de tomar drogas alucinógenas en unas fechas donde muchos niños verían la televisión con sus familias. A pesar de que la edición remasterizada en DVD de 2012 no lo dice en sus documentales extra (por cierto que fue la película que más tardaron en dar permiso para que se remasterizara), la película como película en 1967 fue mal valorada, mal criticada y rechazada. Los Beatles tuvieron que salir al día siguiente por televisión para pedir perdón. En concreto lo hizo el principal responsable, Paul McCartney. Era la primera vez que pedían perdón por una obra suya y era la primera vez que recibían críticas negativas. La BBC no debió escarmentar mucho, al año siguiente se lo pidieron a los Rolling Stones, que prepararon un especial de Navidad que era una película llamada The Rolling Stones' Rock and Roll Circus (El Circo de Rock and Roll de los Rolling Stones), en ella aparecían diversos músicos amigos, como los Who, Jethro Tull, Marianne Faithfull, Eric Clapton y Taj Mahal, entre otros, en medio de marabaristas, tragafuegos, contorsionistas y otros personajes de circo. También estaban Lennon y Yoko Ono, aunque se había invitado a los Beatles sólo ellos aceptaron ir, McCartney explícitamente se negó estando esta pareja, pero eso es algo que se contará su porqué en la próxima entrega. Esa película de las Navidades de 1968 ni siquiera se llegó a emitir. La BBC dice que la retiraron de emisión, el resto del mundo hablamos de censura por presuntos excesos con drogas y miedo a que ocurriera lo que el año anterior con la película de los Beatles, no se estrenó hasta 1996. 

La película de los Beatles también la transmitió la ABC norteamericana. Uno de sus principales problemas había sido su alto contenido psicodélico, que necesitaba de muchos colores vivos en una época en la que la mayor parte de los hogares familiares con televisor sólo tenían televisores con capacidad de recibir imágenes en blanco y negro. Eso en parte no benefició en nada para obtener críticas favorables. Parte del mensaje visual se perdía. En todo caso, dicho sea de paso, McCartney pretendía con este proyecto animar a sus compañeros, al margen de su egocentrismos que ya comenzaba a despuntar. Él recordaba lo bien que se lo pasaron todos rodando las dos anteriores películas, buscaba ese mismo ambiente tras la muerte de Epstein.

Sin embargo, paradojas de los Beatles, mientras que tuvieron que pedir perdón por la película, la misma que en el futuro será considerada una preciosa pieza en la antesala de los video clips, su disco batía récords de venta. Se vendió en grandes cantidades, quizá en parte por el éxito de las canciones y quizá también impulsado por "las rentas de popularidad" del éxito del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Incluso fue nominado a un premio Grammy. Antes de que saliera la película y el disco, ellos habían anticipado una de las canciones como cara B de un single que no se recogía en ningún disco: "Hello, goodbay / I am the walrus" (Hola, adiós / Yo soy la morsa). Este single salió el 24 de noviembre, un mes antes de que tuviera que salir película y disco. Eran surrealismo y psicodelia en altas dosis, con una serie de letras que serían parte de la polémica de 1969 de la que ya hablaremos, como dije en la anterior entrega. Sonidos instrumentales hacia atrás, cacofonías, sonidos alterados de diversas formas. Era una extensión del álbum anterior pero más extraño aún. La razón de su composición está en que Lennon supo que un antiguo profesor suyo en el colegio usaba de las letras de los Beatles para analizar y enseñar literatura a los jóvenes estudiantes. Lennon hizo unas canciones estruendosas en coros y sonidos, y letras altamente incomprensibles para reírse de esa pretensión y como aviso a sus seguidores que comenzaban a analizar hasta la saciedad la más insignificante cosa que hacían, decían o cantaban.

El disco en realidad era obviamente otra banda sonora. Como tal salió en Reino Unido en EP el 8 de diciembre, intentando crear más espectación en torno al día del estreno de la película. Contenía seis canciones, incluía de nuevo las letras escritas e incluso una anotación como de cuento. Pero para el mercado estadounidense había salido el 27 de noviembre. Por primera vez se había estrenado antes en América que en Europa. Para ellos no presentaron un EP, sino un álbum que se completaba con cinco singles que fueron directos a la cara B. Eran todos los singles de 1967, de los que ya hemos hablado. Magical Mystery Tour en su edición como álbum fue lo que realmente solicitó la gente en las tiendas. Por eso es el noveno álbum, porque no se quedó en un EP. Sin embargo, como álbum, no se recogían las letras de las canciones de la cara B, solo las de la cara A, que eran las propias de la película. La grabación de las canciones se hizo con un simulador de sonido estéreo a partir de cintas magnetofónicas que en principio recibían el sonido en monoauricular. Por lo que se refiere al EP europeo, fue su primer EP en mono y en estéreo, aunque hoy por hoy de este álbum sólo se vendan copias en estéreo.

McCartney quería crear un mini álbum doble, lo que en realidad sería un doble EP, aunque ya hemos dicho cómo se editó. La idea de la carpeta también fue suya, pero no encontró a ningún diseñador dispuesto o disponible para realizarla. Junto a uno de sus agentes de prensa, Tony Barrow, diseñó todo el folleto interior en cuanto a su contenido escrito. Barrow ofreció incluir algunos dibujos de ellos caricaturizados por Bob Gibson, que a la vez hizo un cómic de la película para venderlo en Navidades. Al final las fotografías de la portada y de la contraportada las tomó John Kelly, haciendo caso a la idea de McCartney. Tiene diferentes versiones según sea el EP o el álbum, y según sea el país. La más extraña y cotizada actualmente es la portada alemana. Se les muestra a ellos disfrazados de animales antropomorfos de color blanco, salvo Paul, que es una morsa negra. Aparecen sobre unas letras coloridas que nacen de un arco iris y donde se lee el nombre del álbum. De fondo hay estrellas de estilo näif que se unen para hacer el nombre "Beatles". Todo eso encuadrado en un fondo de nubes naranjas con sombreados azules con un punteado de Offset muy marcado, recordando el coloreado de los cómics de la época. La portada puede ser divertida, pero también fue implicada en 1969 en la ya muy mencionada polémica que hay que comentar, y que gira en torno a una hipotética muerte de Paul McCartney durante las sesiones de grabación del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Ya lo mencionaremos. De momento, lo destacable es el gran control que ejerció McCartney en todo el proyecto, incluso como para marcar el diseño de la portada. 

El disco es muy psicodélico, quizá más aún que Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Muchos sonidos recuerdan a ese disco, pero todavía más desarrollados y mucho más recurriendo a ellos, incluídas las voces de unos actores de una obra de Shakespeare que se oyen de fondo. El productor era George Martin, también aparece Geoff Emerick y el propio John Kelly que hizo la fotografía de la portada y la contraportada, esta con ayuda de un calidoscopio (es parte del metraje). Había nueve canciones de McCartney / Lennon, una de George Harrison, "Blue jay way" (Camino del Arrendajo Azul), y una compuesta por absolutamente todos, la cual era instrumental (su primera instrumental sacada a venta desde los singles de antes de ser famosos), era "Flying" (Volando), quizá el sonido más psicodélico que hubieran usado nunca. La canción más notable es la que da título al disco, "Magical Mystery Tour" (La gira misteriosamente mágica), creada a ritmo rápido de viaje. Mientras que la canción "Your mother should know" (Tu madre debería conocerlo) recupera un sonido de vieja película musical de los años 1940 y lo reconstruye dentro del rock psicodélico.

Todo este empacho psicodélico de 1967 daría por resultado una reacción contraria a esos sonidos que analizaremos en la próxima entrega, pero que mencionaré ya que se materializa en el single "Lady Madonna / The Inner Light" (Dama Madonna o Dama Señora / La luz interior). La cara B, "The Inner Light", era una canción de Harrison que otra vez mezclaba el rock y la música india, con letras asceticas hindús. Harrison estaba cada vez más imbuido de esto, mientras Lennon se burlaba. Nos interesa la cara A, "Lady Madonna", que era una canción claramente feminista en defensa de los derechos de igualdad de la mujer, al ser una letra en torno a una madre de familia que saca adelante ella sola a su familia sin apenas recompensa o reconocimiento. La cuestión es que con esta canción hay una regresión a un estilo rock cercano al rhythm and blues acelerado, aunque aún contiene algún sonido psicodélico. El single fue sacado el 15 de marzo de 1968. El siguiente single sería "Hey Jude / Revolution" (Hey, Jude / Revolución), que saldría el 26 de agosto. "Hey Jude"  la compuso McCartney para Julian Lennon, que a menudo se sentía abandonado por su padre. Cinthya y John se estaban separando en medio de un escándalo en la prensa rosa que ya mencionaremos. En este caso esta canción rock tiene unos toques de soul, o sea: de música para elevar el espíritu, y grandes coros, nada que ver con la psicodelia. Mientras que "Revolution" era un rock duro que diferiría de la versíón del álbum donde hay otra versión diferente de esta canción de Lennon. John quería poner esta versión en el álbum, pero George Martin le dijo que era un sonido demasiado duro. Era la primera vez que se usaba el término de rock duro (hard rock), y se refería a duro de oírse. Hoy día no nos parece duro de oír, pero hay que ponerse en la época y en lo que hasta ese momento se había escuchado. En el álbum pusieron otra versión más suave con ritmo irónico típico de los coros de "dudúa" propios de grupos corales de raza blanca de los años 1950 norteamericanos. ya hablaremos más de esta canción. Sirva ahora para hacer valer la idea de la reacción contra el sonido psicodélico que ellos mismos tuvieron en 1968.

Obviamente la película que recomiendo para entender este momento de los Beatles es Magical Mystery Tour, de 1967, por ellos mismos más Bernard Knowles. Psicodelia, surrealismo y extraños colores.

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