martes, febrero 17, 2015

NOTICIA 1449ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (parte 10)

EL PRINCIPIO DEL FIN

1968 va a ser un año definitivo para los Beatles. Tras la muerte de Brian Epstein en el verano de 1967 Paul McCartney se había hecho cargo de la representación del grupo, obteniendo un gran fracaso televisivo en su época, pero un gran acierto discográfico con Magical Mystery Tour. Habían fundado su compañía Apple, eran músicos pioneros en tener su propia discográfica, cuyos detalles de inversión ya hemos comentado. Era una empresa bastante ruinosa. Y aunque aún se divertían juntos, fue durante ese periodo que ya surgieron algunos roces entre ellos a costa del control de McCartney, que solía caer en el egocentrismo, y a costa de cuestiones de parejas de ellos que vamos a comentar ahora, el año 1968 sería el año en el que todos los elementos que forzaron la ruptura del grupo y de su amistad estarían ahora en pura ebullición. De momento tenían que cumplir con la entrega de los dos álbumes anuales. En realidad entregaron uno sólo en medio de la irritación de EMI, que creía que no iban a cumplir el contrato. La cuestión es que el disco que entregaron era doble, uno de los primeros discos dobles de la Historia del rock, les antecedía el Blonde on Blonde (Claro sobre claro) de Bob Dylan en 1966, el Freak Out! (¡A desmadrarse!) de Fran Zappa en 1967 y el Electric Ladyland (La Tierra de la Dama Eléctrica) de The Jimi Hendrix Experience de aquel mismo 1968. Técnicamente un álbum doble era totalmente legal en su contrato con EMI, pues tenían contratados dos discos creados por ellos al año. EMI se dio por satisfecha cuando supo del proyecto. Ellos llevaban tiempo queriendo hacer algo así desde el disco de Dylan en 1966. El único problema que tenía EMI eran sus muchas dudas acerca de si el álbum nuevo era lo más apropiado, pues un álbum doble era forzosamente más caro que un álbum sencillo, lo que podía hacerles perder mucho dinero. No fue así, el disco fue muy vendido y algunos de los seguidores más acérrimos de los Beatles lo consideran su mejor disco, en esto hay discusión. De momento anticiparé algo que ya se dijo en la anterior entrega, el empacho de psicodelia de 1967 produjo en ellos una reacción contraria, la cual se puede palpar en sus dos únicos singles sacados antes de que saliera el álbum, en buena parte para tranquilizar a EMI. Ya hablé de estos singles en aquella entrega anterior.

Antes de hablar del disco es necesario hablar de todo lo concerniente a ellos en 1968, porque 1968 va a ser un año crucial tanto en la Historia del Mundo como en la Historia del Rock, otra vez. La década de 1960 es una década en la que no pararon de sucederse una gran cantidad de sucesos relevantes.

Para empezar, el liderazgo de los Beatles seguiría ejerciéndolo Paul McCartney, pero según iba aumentando su ego, según John Lennon fuese tensando sus relaciones con los otros Beatles, según Harrison se iba sintiendo más y más despreciado en el grupo, y según aumentó la percepción de fracaso ante la película de Magical Mystery Tour como proyecto salido de la cabeza de McCartney, en varias ocasiones según pasaban los meses se planteó contratar a un manager profesional, con el fin de que ellos se ocuparan sólo de la música y el manager de los negocios. Ese forcejeo a lo largo del año va a ser algo que vaya en aumento y va a ser peor cuando McCartney ofrezca como manager del grupo a Lee Eastman, el padre de su novia Linda. Este movimiento fue interpretado por los otros tres Beatles como una tomadura de pelo y una mala jugada de McCartney para seguir ejerciendo el control, a pesar de que Lee Eastman era un gran empresario que conocía muy bien el mundo de los negocios, aunque no el de la música. Así que John, George y Ringo eligieron a Allen Klein, quien hasta ese año ejerció de manager de los Rolling Stones hasta la producción de su disco Beggars Banquet (Banquete de Pordioseros), que saldría a la venta el 6 de diciembre. Por un tiempo Lee Eastman representaría a McCartney y Allen Klein representaría a los otros tres Beatles. Esto provocaría más tensiones entre ellos, pero también desigualdades económicas que saldrían a flote en las demandas posteriores a 1970. En todo caso, en 1968 la cuestión de la representación de los Beatles era un campo de forcejeo y batalla. Finalmente a finales de 1968 Allen Klein sería aceptado como manager de todos los Beatles, ya que comprendieron que tener managers diferentes no era muy bueno ni ágil para el grupo como negocio. Allen Klein comenzaría a ejercer como manager de los cuatro Beatles sobre todo desde el comienzo de 1969, por una cuestión técnica de cómo se sucedieron las cosas, pero de eso hablaremos en la siguiente entrega.

Otro asunto pendiente era el de la vida personal de John Lennon. Su matrimonio con Cinthya Lennon no iba bien desde hacía años y su vida familiar tampoco era ejemplar. Desde 1965 una artista japonesa siete años mayor que Lennon estaba por Londres mostrando su Arte. Se trata de Yoko Ono. John Lennon la conoció en septiembre de 1966 durante la visita de una exposición temporal de ella. Ella pertenecía a la corriente conceptual del Arte abstracto. Si McCartney se había interesado por el Arte y la alta cultura a través de Jane Asher, con lo que era algo autodidacta, Lennon no lo había hecho y se quedó fascinado con esa exposición y con Yoko Ono, sobre todo con una obra en la que subiéndote a una escalera podías ver como se pudría una manzana a tiempo real a lo largo de los días que duraba la exposición. El Arte conceptual se basa sobre todo en lanzar conceptos y muchas de sus obras son perecederas en el tiempo, también como alegoría de lo perecedero de la vida, de los sentimientos o de las situaciones, de la fragilidad del mundo. Como sea, hubo un primer acercamiento entre Yoko Ono y John Lennon en 1966, pero como vimos en 1967 la artista japonesa, separada de su esposo y con una hija, Kioko, intentó flirtear con Paul McCartney, quien realmente acabó con Linda Eastman de pareja, la cual nunca terminó de llevarse bien con Yoko Ono. La artista se fijó entonces en John Lennon, con quien estableció una relación muy fluida. Ella le instruía en el Arte conceptual y John Lennon se sentía estimulado en sus nuevas apetencias creativas mientras escribía y dibujaba. A lo largo de 1968 los Beatles visitarían la India. Con Lennon viajó con su esposa Cinthya, aunque regresó sólo a Reino Unido. Tras aquella aparición conjunta del matrimonio, que hacía ya algunos años que era conocido públicamente, hubo una gran pelea en el domicilio de los Lennon. Cinthya se sentía menospreciada y llena de celos respecto a Yoko Ono. John Lennon, con su hijo Julian delante, le gritó que a lo largo de su matrimonio habían habido cientos, miles de mujeres con las que se había acostado. Le gritó que hubo cientos de seguidoras y también citó como amantes a personas tan conocidas como la cantante Joan Baez, la periodista Maureen Cleave o la propia artista Yoko Ono. Cinthya decidió irse de vacaciones al Mediterráneo con su hijo Julian y varios amigos de la pareja que también eran músicos famosos. La idea era reflexionar los dos por separado para mejorar la situación. Cuando regresó a su casa se encontró la doliente situación real de encontrar a Yoko Ono y a John Lennon en su propia cama matrimonial. Lejos de pedir perdón o de intentar cubrirse, Lennon y Ono le hablaron de su amor. Como sea lo que pasase ese día, por otro lado bastante predecible, el divorcio de Lennon y Cinthya fue inmediato y fulminante. En este contexto se produjo el single compuesto por McCartney de "Hey Jude" para Julian, como ya se comentó.

Cinthya Lennon, quizá el personaje del mundo Beatle más desdichado y traumatizado, se volvería a casar en 1970 con el italiano dueño de hoteles Roberto Bassanini. Este matrimonio arrastraba demasiado lastre de los traumas del anterior matrimonio y acabó en divorcio en 1973. En 1976 se casó por tercera vez con el ingeniero John Twist. Este matrimonio le duró hasta 1983, otra vez acabó en divorcio. Tras este divorció ella cambió su nuevo apellido (los anglosajones hacen que sus esposas pierdan su apellido por el de su esposo) para recuperar de manera legal el apellido Lennon. Así que Cinthya Lennon se enamoró ahora de Jim Christie, con quien mantuvo una relación de pareja sin casarse a lo largo de diecisiete años. Fue su pareja más duradera hasta ese momento. Sin embargo, Jim Christie aspiraba a poder vivir económicamente de algo de los Beatles. Gracias a Cinthya escribió varios libros al respecto y ella misma también publicó varios libros de memorias sobre ella y Lennon. Daban entrevistas y animaban a Julian Lennon a hacer carrera musical, no muy bien lograda, a diferencia del breve éxito de la carrera musical del hijo que tuvo John Lennon con Yoko Ono, Sean Ono Lennon. En 2002 Cinthya volvió a casarse, pero no con Christie, cuya pareja duró lo que pudo durar, si no que se casó con el propietario de un club de música nocturno, Noel Charles. Con este hombre fue feliz hasta la muerte de él en 2013. En este periodo Cinthya y Julian tendrían problemas económicos y volveremos a reencontrarlos en las siguientes entregas para explicar porqué reapareció.

De todos estos asuntos tendremos que Yoko Ono y John Lennon se harían inseparables. Iban juntos a todos los sitios. Incluso se vestían de manera conceptual dentro de la dualidad del Yin y el Yang (el bien y el mal) de la religión taoísta, a veces vestían totalmente de negro, a veces vestirían totalmente de blanco, aunque esto ocurriría más hacia 1969. El círculo de la llamada "familia" Beatle era un círculo muy cerrado. A su estudio podían entrar muy pocas personas cuando grababan o cuando ellos estaban dentro. Lennon siempre aparecía con Yoko Ono, que era una persona muy callada y con una sonrisa oriental que ponía nerviosos a todos. Cuando hablaba sentenciaba. Observaba todo y daba opiniones que para Lennon eran tan vitales que terminaba aplicándolas a lo que estaban haciendo. Era como si Yoko Ono se hubiera convertido en otro componente de los Beatles dando ideas, sin que nadie la hubiera elegido para serlo. Irritaba a Paul, George y Ringo, aunque Ringo casi siempre se adaptaba de manera conciliadora a todas las situaciones. Linda Eastman no soportaba a Yoko, esto era un sentimiento mutuo. Tenían personalidades muy diferentes. Una era más práctica y una fotógrafa profesional y artística, Yoko Ono era más idealista y una artista conceptual. Sus rencillas se transmitían a sus parejas respectivas y se extendían a todo el equipo que trabajaba con ellos. A estas tensiones hay que sumarle la presencia del particular amigo de Lennon, Alex el Mágico, ya comentado en la anterior entrega. Aparte, Yoko Ono convenció por insistencia a John Lennon sobre que él era los Beatles y que los Beatles no eran nadie musicalmente sin él, quizá por contraposición al ego subido de McCartney. Cuando Lennon se autoconvenció de que él sólo era la clave del éxito de los Beatles comenzó a desentenderse de sus compañeros y a crear cosas en solitario o bien a no presentarse en los días de grabación. Según se acercaban los últimos meses del año esto se agudizó. El malestar en el ambiente de los estudios de Apple era enorme. La tensión acumulada por explotar de vez en cuando explotaba.

Entre tanto, la empresa Apple fue un problema en sí mismo. Ya hemos comentado en la anterior entrega sus innumerables inversiones fracasadas, pero que en 1968 estaban funcionando, o a mejor decir: intentando hacer que funcionaran. El principal problema de que los cuatro Beatles fueran dueños de Apple es que tenían que ejercer de músicos y de empresarios a la vez, y en el caso de McCartney incluso de manager. Eran demasiadas tareas. Iban a Apple como quien va a la oficina a trabajar por obligación. Estaban perdiendo la diversión, y con ella el interés. En las fotografías de aquella época hay imágenes donde se ve cómo todavía tenían momentos alegres y de disfrute entre ellos, pero muchas de esas fotos son todo lo contrario. Habían contratado innumerables técnicos de sonido y personal de toda clase, entre ellos: oficinistas y financieros. El descontrol sobre las cuentas económicas de Apple fue total. A la madeja heredada de Epstein le sumaron las entradas y salidas de dinero de todos los proyectos que acogían, que no fueron pocos. Los Beatles no se encargaron directamente de las cuentas, así que se produjo algo predecible: la gran mayoría de los empleados realizaban desfalcos y robos menores o mayores, según el caso, de material de la empresa. Apple era un agujero negro del dinero, pero como los Beatles generaban mucho dinero ellos no lo notaban en cuestión material, seguían disfrutando de todo lo que habían disfrutado, así que no notaban los desfalcos, que eran enormes. Era una cueva de ladrones, llegó a decir alguien en los juicios posteriores a 1970. Alí Babá se hubiera sentido cómodo. Además los Beatles mismos eran muy desprendidos para financiar todo tipo de caprichos suyos o de empleados a fondo perdido. Uno de los desfalcos más de agradecer de todos los desfalcos que se realizaron, y es curioso escribirlo así, fue el que realizó uno de los técnicos para financiar el primer álbum mundial de unos jovencísimos chicos australianos que habian sacado algunos álbumes muy exitosos en Australia, ellos eran los aún por conocer Bee Gees (Las Abejas Gees, en realidad: Hermanos Gibb, o sea: BG). Cuando los Beatles les felicitaron por su éxito y alabaron su nuevo estilo de música disco (música de baile de discoteca) en los años 1970, les reclamaron el dinero con el que empezaron, pero ellos, sin perder la amistad con los Beatles, les contestaron que no lo devolvían porque entendían que ese dinero no lo solicitaron ellos, sino que les fue dado por uno de sus empleados, por lo que era a él a quien tenían que reivindicarle el dinero.

Entre los empleados de Apple los Beatles dieron puestos directivos a la gente de la "familia" Beatle que siempre estaban con ellos. George Martin era el director del equipo de ingenieros, pues ahora tenían a muchos ingenieros de sonido, bastantes habían trabajado con los Rolling Stones, o estaban trabajando con ellos o trabajarían en poco tiempo después. El segundo ingeniero en importancia era Geoff Emerick. Derek Taylor era su director de servicios prensa. Tony Barrow tenía otro alto cargo en este mismo sentido. Robert Fraser era su principal asesor de cuestiones de diseño y publicidad. Neil Aspinall, sin aumentar cargos, era quien más influencia tenía a la hora de crear órdenes en todos los departamentos de Apple. Y así con el resto de miembros de la "familia".

Como los Beatles querían revertir sus ganancias en la sociedad financiando proyectos, como ya se explicó, McCartney y Lennon volvieron a componer letras de canciones para grupos que estaban comenzando, como por ejemplo Badfinger (Dedomalo, por una calle de Swansea), que fue uno de los grupos noveles con más éxito de los que salieron de Apple. Sus estudios eran los más modernos tecnológicamente, por lo que a veces se los prestaban o alquilaban a algunos amigos ya famosos y consagrados para que grabaran sus nuevas canciones o sus nuevos discos. Por Apple pasó todo tipo de gente, aquello era una locura para trabajar de una manera sana o concienzuda, pero es que en la idea de los Beatles se incluía la diversión en el trabajo. Harrison se arripintió de su invitación del verano de 1967 en San Francisco a los Ángeles del Infierno norteamericanos para que le visitasen en Inglaterra. Eran la misma asociación que en 1969 se encargarían de la seguridad del concierto ofrecido por los Rolling Stones en Altamont, cuando mataron a un espectador de raza negra delante de ellos. Los Ángeles del Infierno se presentaron en Apple en 1968 y ocuparon las instalaciones creando diversos destrozos y un ambiente casi de amenaza violenta. Fue difícil que se fueran. Otros invitados peculiares de Harrison en los estudios eran unos sacerdotes Hare Krishna con los que a veces se entretenía tocando música u orando, lo que en alguna ocasión irritaba a Paul o a Lennon.

Antes de ponerse a grabar las canciones del nuevo álbum, por tanto antes de que todos sus problemas cobraran una vida álgida, se fueron juntos a La India para meditar con el Maharishi Mahes Yogui, que era su gurú personal desde 1967. Este prometía una Regeneración Espiritual mediante el hinduismo. Llevaba tiempo viajando a Londres, donde tenía una especie de templo desde hacía algunos años. Los Beatles fueron con él para vivir acordes con la Naturaleza y la espiritualidad con los dioses hindúes en aquel 1968. Que ellos fueran para allá con él en busca de estas cuestiones tan elevadas del espíritu llamó la atención a varios de sus amigos, que también les siguieron o les imitaron, hablamos de gente como The Who, The Rolling Stones, The Beach Boys, Mike Love, Marianne Faithfull, Alex el Mágico y otros. Aquel templo y propiedades del templo del Maharishi parecían un campamento para famosos millonarios del mundo del espectáculo. Hubo periodistas que sospecharon de una posible estafa del gurú y advirtieron de ella, pero fueron los menos. Lo llamativo de este asunto es que la unión de todos estos artistas en un ambiente casi sin productos de la teconología del momento, hizo que por las noches se reunieran y disfrutaran cantando. Todos los que estuvieron allí compusieron un gran número de canciones, algunas de gran éxito. Los Beatles no fueron diferentes en esto. Varias de las canciones del nuevo álbum comenzaron a componerse durante su tiempo de estancia en la India, ya fuera de manera individual como resultado de sus meditaciones o como resultado de improvisaciones con los demás en jam sessions. Sin entrar en muchos detalles de esos días, los primeros en irse de India fueron Ringo Starr y Maureen. Ellos eran más de una vida urbana y más casera y occidental. Paul duró más tiempo, pero Linda tenía trabajo que cubrir y él un montón de cuestiones que hacer para que Apple siguiera funcionando. Cinthya se fue sola y Lennon también, como ya hemos visto. Lennon creyó encontrar respuestas en el Maharishi, pero descubrió un gran escándalo. El gurú, cuando se quedaba a solas con las mujeres, mantenía relaciones sexuales con ellas o lo intentaba, mientras que predicaba la abstinencia sexual, el no a las drogas y el alcohol, la vida vegetariana, el autocontrol, etcétera. John Lennon entró en cólera llamándole farsante y sintiéndose engañado. Su cancion "Sexie Sadie" (Sádico Sexy) del álbum que iban a grabar estaba inspirada con todo su rencor al Maharishi. No es la única canción en la que sale, pero sí la más explícita. Quienes permanecieron más tiempo fueron Harrison y Patti. Ellos, más bien él, fueron convencidos hinduístas, lo que se reflejaría en su obra posterior, dotada siempe de cierta espiritualidad y pacifismo innato de origen religioso. En todo caso, de esta época data que tanto Paul, como Lennon, como Harrison y sus parejas se hicieran vegetarianos, Ringo no. Los tres Beatles mencionados intentaron dejar las drogas, aunque Lennon con el tiempo probó con cosas algo más duras y McCartney sería un adicto a la marihuana. Sólo Harrison se desintoxicó de las drogas y el alcohol de manera total desde esa época. Ringo, aunque había tomado marihuana, nunca fue muy de drogas, pero sí de alcohol, y no lo dejó.

Aunque en 1968 aún sonaban muchos de los discos psicodélicos de 1967 de todo tipo de bandas, y aunque en 1967 habían nacido bandas netamente psicodélicas que seguían componiendo en ese estilo, 1968 supuso un año de reacción contra la psicodelia en una gran mayoría de rockeros. Es cierto que en ese año nació por ejemplo Deep Purple (Púrpura Profundo), cuyos tres primeros discos eran psicodelia pura, por cierto que incluían versiones de "Help!" y de "We can work it out" muy peculiares que fueron alabadas y defendidas por McCatney mientras los críticos las describían muy negativamente. También nacieron Led Zeppelin (Zeppelin del Plomo) con ritmos rhythm and blues mezclados con psicodelia, y Black Sabbath (Sabbath Negro), con un extraño sonido pesado de metales en cierto modo entre la psicodelia y otra cosa de origen muy lúgubre. Los norteamericanos MC5 (Motor City 5, o sea Ciudad del Motor 5) estaría también en este conjunto de bandas nuevas. Estos tres grupos, o cuatro, segun se valore, serían los iniciadores de lo que se ha llamado Hard Rock (Rock Duro), término cuyo origen aparece por primera vez en boca de George Martin para referirse a la versión del single "Revolution" que los Beatles publicaron en otoño, ya lo expliqué en la anterior entrega. Como sea, y a pesar de esto, Bob Dylan, The Rolling Stones, The Byrds, The Kinks, Janis Joplin, en cierto modo Jimi Hendrix y Cream, y otros muchos, abandonaban el sonido psicodélico para regresar a los orígenes en el blues, el rhythm and blues, el country, el folk, el soul más primario, y todos esos sonidos de los que nació en rock and roll, sólo que ahora de vez en cuando aún conservaban algún toque psicodélico o bien tenían planteamientos que admitían composiciones largas, solos instrumentales destacados, sobre todo de guitarra, instrumentos no clásicos en esos estilos, letras como novelas breves en poesía o bien todo lo contrario, letras simples y repetidas, algunos ponían coros, etcétera. Se tendía a la pureza del sonido del que venían pero con una mezcla ya no de rock and roll sino de rock, a secas. Era otro nivel. The Beatles no fueron agenos a todo esto.

Paul McCartney, quizá por el fracaso de la película, y Lennon, atraído por lo conceptual y ya cada vez menos por el surrealismo, planearon un álbum que fuera todo lo contrario a lo que habían estado haciendo en 1967. Para demostrar visualmente esto el décimo álbum se iba a llamar de manera homónima The Beatles. Aunque en realidad estuvieron muchos meses trabajando sin nombre para el disco. No se ponían de acuerdo entre varias posibilidades. Cuando cobró fuerza la intención de Lennon de llamarlo A Doll's House (Una Casa de Múñecas), en honor a la novela de Henrik Ibsen, el nombre fue usado antes por Roger Chapman and Family (Roger Chapman y Familia). Así que lo desecharon. Iba a ser su segundo disco homónimo, pero ya sabemos que el primero terminó siendo conocido como Please please me, en este caso su segundo disco homónimo es también conocido por otro nombre de manera popular The White Album (El Álbum Blanco). Se debía a que McCartney no quería ninguno de los excesos psicodélicos de la otra vez en la portada, para reforzar la idea de que aquel disco era otra cosa. Se barajaron muchas posibilidades, entre ellas un cuadro de Alan Albridge que recordaba los murales mexicanos de Siqueiros de los años 1930 y 1940. Fue desechado pero se usó en el recopilatorio The Beatles Ballads (Las Baladas de los Beatles), de 1980. La portada más interesante era una preciosa ilustración en cómic underground de sus caras en una cornisa geológica que caía verticalmente sobre el mar y contenía sus caras frente a una gaviota y un barco. Al final el proyecto fue encargado al artista que había comenzado oficialmente el Arte Pop, Richard Hamilton, por sugerencia de Robert Fraser. Cuando Paul McCartney le explicó que huían de la psicodelia y todo lo que habían hecho anteriormente, Hamilton les dio una sola idea que era muy ilustrativa de lo que era comenzar de nuevo: la portada debía ser totalmente blanca. De ahí el nombre popular del disco. En principio el nombre The Beatles sobre la carátula servía como nombre del grupo y del disco a la vez. Originalmente no era gris, como aparece ahora en las ediciones en CD, sino que estaba troquelado sobre el mismo cartón blanco de la carpeta. Y aunque se iban a editar millones de copias, a modo de broma Hamilton dijo que numeraran con troquel todas las que editasen en la primera edición para reforzar la idea Pop del industrialismo y la cultura popular, como si la gente creyera tener algo exclusivo y dedicado a ellos mismos individualmente cuando en nuestros tiempos no es así. Lo cierto es que casi nadie entendió ese humor de Hamilton y mucha gente creyó tener una joya. De hecho algunos de esos discos se han vendido por cifras muy altas y millonarias en décadas posteriores. Los veinte primeros ejemplares los tienen los Beatles y miembros de su "familia". El interior de la portada Paul se decantaba por dejarla en blanco o bien poner un dibujo de una mancha de una taza de café. Como la carpeta iba a ser desplegable, Hamilton le indicó que eso iba a ser muy decepcionante para sus seguidores, más habiéndose comprado un álbum más caro de lo habitual. Así que incluyeron las letras de las canciones, un póster con fotos sueltas de ellos, y cuatro fotografías de cada uno de ellos por separado. Quizá Hamilton intuía ya que los Beatles estaban en proceso de individualizarse. Lennon y McCartney aparecían afeitados, aunque McCartney tenía barba de tres días. Todos tenían el pelo más largo que nunca y por primera vez se podría decir, ahora sí, que no estaban uniformados en ningún sentido. Las fotografías las realizó Linda Eastman buscando imágenes de vida común. Lo conceptual de todo esto entusiasmó a Yoko Ono, que comenzaba a pensar en la dualidad blanco-negro, asíque entusiasmó a Lennon.

A través de Apple los Beatles compraron un coche que promocionara el disco, a modo de espectáculo. El coche sería totalmente blanco, ¿qué más espectacular que un lujoso Rolls Royce blanco? Ese es el origen de ese famoso coche, que, por cierto, en algún momento tuvo flores pintadas. El grupo de heavy metal Metallica homenajearía con sarcasmo esta portada de los Beatles en su propio álbum cuya carpeta era totalmente negra y troquelada, que popularmente se conoce como el álbum Black (Negro), de 1991.

El Álbum Blanco salió a la venta el 22 de noviembre de 1968, mientras que a lo largo del año sólo sacaron dos singles, que son los mencionados en la anterior entrega. Esto explica el nerviosismo de EMI respecto a su contrato con ellos. El técnico que lo produjo fue George Martin, que lo pasó especialmente mal. Sufrió mucho con las peleas de los cuatro Beatles, a los que consideraba "los chicos", no olvidemos que él era mucho mayor que ellos. Hubo más técnicos interviniendo, Geoff Emerick, que se había transformado en el segundo más importante, Chris Thomas, Ken Scott, Barry Shefield, John Smith, Gordon House, Jeremy Banks y John Kelly. Todos los sonidos de orquesta sinfónica y todos los sonidos de instrumentos de música clásica fueron a cargo de la dirección de George Martin sobre músicos de su propia orquesta. Además, en algunas canciones usaron a Mal Evans y a Kevin para que realizaran sonidos o tocaran determinados instrumentos musicales sencillos. El Álbum contiene treinta canciones, de las que diecisiete están en el primer disco, y trece en el segundo disco. Veinticinco eran de McCartney / Lennon, aunque muchas eran muy en concreto de uno de los dos y el resto eran de ambos porque George Martin les sugería combinar diferentes partes que compusieron y grabaron individualmente. Cuatro canciones eran de George Harrison. Y por primera vez una canción era creada por Ringo Starr.

Lo habitual de la creación de este disco es que coincidieran los cuatro Beatles en el estudio cada vez menos según avanzaba el año. A veces grababan sus partes en soledad en estudios diferentes del mismo edificio, a veces coincidían dos o tres. Se reunían los cuatro bajo estricta vigilancia de Yoko Ono para poner ideas en común o mostrarles a los demás algunas de sus composiciones y recibir ideas. Con el tiempo, por hartazgo, en alguna ocasión Paul llevó a Linda al estudio como reflejo a la presencia de Ono, pero Linda no entró en el juego demasiadas veces. George Martin hizo todo un trabajo de diplomacia a la hora de combinar las grabaciones de las diferentes partes. Era muy extraño en 1968 que los músicos grabaran por separado sus instrumentos, aunque los ingenieros que trabajaron allí lo extendieron enseguida al resto de discográficas como método de trabajo habitual en un estudio. Ante un ambiente de opresión, el primero en abandonar el grupo fue el más inesperado, Ringo Starr, cuya personalidad siempre tendía a la reconciliación y a la mediación. Ringo también sufría mucho con todas aquellas peleas entre sus amigos. Así que cuando ellos hacían sus partes sin necesidad de la batería, que normalmente él acomodaba a lo que ya estaba grabado, se pasaba horas jugando a las cartas en el estudio con Mal Evans y Neil Aspinall. Cuando terminaba alguno de sus compañeros y se debía meter la batería, Ringo escuchaba lo grabado y se ponía a trabajar con George Martin para acomodar la batería a la canción. Sin embargo, cuando se iba a su casa, Paul McCartney se quedaba en el estudio si Ringo había grabado la batería de alguna de sus canciones y daba la orden de volver a grabar esa parte con él tocando la batería como consideraba que debía sonar, en lugar de pedírselo o indicárselo a Ringo. Ringo se daba cuenta y no dijo nada la primera vez, pero cuando ocurrió la segunda vez se sintió tan insultado que tras una bronca con McCartney echándole en cara que parecía que él quería ser los cuatro Beatles a la vez, recogió sus cosas y se fue del estudio para no volver. Se había ido de los Beatles. De hecho se fue incluso de Reino Unido. Estaba con su esposa Maureen y sus hijos disfrutando de la playa, la paella y las frituras de pescado de España en las Islas Baleares. Allí se le ocurrió una canción entera a raíz de las actividades pesqueras de los habitantes de la isla, "Octopus's Garden" (El Jardín de los Pulpos). Se trataba de un mundo fantástico debajo del mar donde él decía querer vivir para ser feliz con su pareja. Por medio de sus road managers los otros tres Beatles contactaron con Ringo y le convencieron para regresar al grupo. Ringo regresó poniendo como condición que su batería sólo la tocaba él y que si alguien quería grabar otra batería que lo dijera. En otras palabras: pidió la verdad y la lealtad por delante. Regresó a regañadientes. El enfado se le pasó cuando encontró que le habían comprado una batería nueva y la habían cubierto de flores. El regalo le gustó mucho. La idea fue copiada por Oasis en 1996, en la portada de su single "Don't look back in anger" (No lo recuerdes con odio), en esa ocasión era un piano. La canción de Ringo no fue incluída en este álbum, pero quedó reservada. Compuso otra canción que fue de gran éxito para sorpresa de los otros tres Beatles, "Don't pass me by" (No pases de mí).

Otro con problemas con la aceptación de sus composiciones en el grupo era George Harrison. Ya había demostrado que muchas de sus canciones, que eran desplazadas con frecuencia a las cara B, eran éxitos y favoritas de muchos seguidores de los Beatles, pero Lennon y McCartney le trataban como si fuera inferior a ellos. La gran mayoría de sus canciones se las rechazaban. Durante el Álbum Blanco George Harrison grabó un gran número de canciones que terminarían tiempo después en su álbum All Things Must Past (Todas las cosas deben pasar), de 1970. En el álbum de 1968 Harrison incluyó dos de sus canciones de más éxito: "While my guitar gently weeps" (Mientras mi guitarra llora gentilmente) y "Savoy Truffle" (Trufa de Saboya). En ambas composiciones una de las guitarras que suenan no está tocada por él. Se permitió el lujo de invitar a su mejor amigo para que tocara, al "Mano Lenta" Eric Clapton, cuyo grupo Cream (Crema) comenzaba también a disolverse por problemas de egos entre sus miembros. Clapton, que se metía cada vez más en el blues, incluso alabado por B. B. King, sacaría un disco con John Mayall cuando se produjo la ruptura total de Cream. Así que Harrison y Clapton estaban viviendo algo similar en sus grupos. Eric Clapton no sale en los créditos del disco, pues prefirió estar en el anonimato. Se supo que la guitarra era suya muchos años después. De hecho "Savoy Truffle" estaba dedicada a él por su afición a comer dulces a todas horas. Mientras que "While my guitar gently weeps" era de una inspiración muy íntima de los sentimientos de Harrison. Ambas canciones tenían un ambiente muy sofísticado que anticipaban en cierto modo el sonido que tanto desde lo íntimo como desde lo bailable se asentarían en los años 1970. Otra de las canciones era "Long, long long" (Largo, largo, largo tiempo), una canción que recuerda a la meditación. Y por último estaba "Piggies" (Cerditos), una canción de protesta política y social contra los banqueros, políticos y grandes empresarios. No era normal que los Beatles hicieran comentarios políticos en sus discos, aunque Harrison hizo "Taxman" en 1966. Aquí es necesario hablar de 1968.

Los Beatles habían optado por hacer sarcasmos contra aquello que no les gustaba, pero en general fueron muy comedidos a la hora de hacer declaraciones políticas. En este sentido la anécdota más destacada, al margen de aquel concierto para la Realeza en 1963, había sido el rechazo a actuar en 1964 en USA si no se retiraba la clausula del contrato que implicaba hacer una segregación racial del público. Actuaron, su público era mayoritariamente blanco porque eran los que tenían dinero para pagar la entrada, pero en principio no había segregación racial por normativa para ir a verles. Otro momento político fue en 1965 cuando Lennon ofendió al Gobernador General del Reino Unido en las Bahamas durante el rodaje de Help!, al creer que les estaba insultando al darles todo tipo de consejos de superioridad moral. Ese mismo año encontraron a un grupo pequeño de jóvenes que en una pequeña manifestación les pedían que regresaran a sus casas cuando estuvieron grabando la película en los Alpes austriacos. También ese año fueron los sucesos de España ya comentados y a partir de ahí todo lo ya narrado a lo largo de 1966 y los singles de ese mismo 1968. Había grupos de jóvenes que venían del underground o/y de opciones políticas de izquierdas socialistas por todo el mundo que consideraban que los Beatles no eran revolucionarios ni ayudaban al cambio social, porque se estaban enriqueciendo con su música, por lo que eran unos explotadores más. La verdad es que los Beatles habían vivido también en 1965 la famosa declaración de Lennon donde se autodefinió socialista de corazón pero votante del partido conservador británico por cuestiones de impuestos. En general los Beatles tomaron posturas revolucionarias en cuestiones de cambio social y moral, como por ejemplo su apoyo a las causas contra el racismo, contra la discriminación sexual, contra la guerra o contra el hambre en el mundo. Fue Harrison el que tocó el tema político de los impuestos y ahora con "Piggies" tomaba postura contra los banqueros, políticos profesionales y empresarios. The Beatles encabezaban la revolución social del hippiesmo, basada en el amor, a través de sus canciones, pero esto era otra cosa. Salvo los cantautores, en general los grupos de rock no se habían casi mojado en temas políticos. Los que más lo estaban haciendo eran los MC5, desde posturas comunistas. La toma de postura de los Beatles con su single "Revolution", de Lennon, comentado en la entrada anterior, y ahora con Harrison, era clara. Eran partidarios de una revolución, pero no de una cualquiera. Como decía Lennon, no se podía contar con ellos para apoyar una revolución violenta o una dictadura. Su apuesta era por una revolución pacífica basada en el amor y el inconformismo.

The Rolling Stones compondrían aquel año su canción "Street Fighting Man" (Guerrillero Urbano), que no se autorizaría su publicación en Reino Unido hasta 1971. Montones de grupos de rock se envalentonaban ahora a publicar apoyos revolucionarios en sus discos. Beatles y Rollings no eran únicos en esto, aunque sí fueron primeras voces, no las primeras. La cuestión es que en Mayo de 1968 los estudiantes y trabajadores de París, y por extensión: de Francia, se echaron a las calles reivindicando cambios sociales y políticos más solidarios con los intereses de la sociedad. La Cuarta República Francesa caería y se proclamaría la Quinta República. En Checoslovaquia la gente pidió democracia, la Primavera de Praga fue aplastada por los tanques de la dictadura comunista con ayuda de la URSS. En España los estudiantes y los obreros metalúrgicos y mineros del Norte de España y de las grandes capitales se atrevían a manifestarse contra la dictadura de Franco. En México los estudiantes lo hacían contra el PRI, que llevaba décadas gobernando el páis. En Estados Unidos hubo disturbios en Chicago el mismo año que se asesinaba a Robert Kennedy, del Partido Demócrata, y a Martin Luther King, defensor de la igualdad racial. En la República Popular China los cambios culturales del Libro Rojo de Mao provocaba una reacción contra los intelectuales. En todo el mundo hubo aires de cambio, a veces con grandes manifestaciones, a veces con disturbios, a veces con represión. Los grupos de rock daban banda sonora a todos estos fenómenos. Sus canciones eran himnos en las calles. No habían provocado todo aquello, pero animaban a sus participantes. Se dio el curioso caso de que habiendo sido autorizados de manera inédita los Beach Boys en concierto en Checoslovaquia, estos no sabían porqué allí no paraban de pedirles una canción de amor muy simple y no muy buena de sus inicios que era una cara B de uno de sus discos. Resultaba que fonéticamente su estribillo coincidía con palabras checas de apoyo a un cambio democrático. Los grupos de rock y los cantautores comenzarían a ser vistos por algunos gobiernos como parte de una conspiración socialista internacional. El comunismo al servicio de la URSS aterraba al bloque Occidental, pero al ver que también sus países tenían estas contestaciones ciudadanas les dio miedo otra cosa, al fin y al cabo las comunas hippies recordaban a modos de vida propuestos por los anarquistas desde el siglo XIX. No eran violentas, ni las comunas ni las personas, lo que desmontaba la propaganda internacional de presentar al anarquismo como caos y destrucción. El nuevo presidente de USA, Richard Nixon, se encargaría de atacar a hippies y grupos de rock, precisamente sería uno de los grandes enemidos de Lennon.

En todo este sentido revolucionario hay que mencionar igualmente la canción que abre el disco, "Back in the USSR" (De vuelta a la URSS), como parodia a la canción de Chuck Berry "Back in the USA" (De vuelta a los Estados Unidos), donde Berry hablaba con felicidad y añoranza del regreso a un hogar con los valores propios de su sociedad en plena Guerra Fría. Los Beatles demuestran con esta canción lo relativo de los sentimientos sociales y nacionales que dividían al mundo en ese tiempo poniéndolo siempre en la encrucijada de una posible guerra mundial nueva.

El Álbum Blanco contendría muchas canciones acústicas, rock tendiendo a las raíces, algunas de rock con toques psicodélicos aún, breves sonidos melódicos, blues, y un comienzo de profundización en sus canciones tendente a la introspección emocional, o sea a ejercer más como cantautores que como rockeros. Podríamos destacar "Ob-La-Di, Ob-La-Da", una confusa historia que acaba en travestismo como indicador de cómo cambiaba el mundo en sus valores sexuales ("La vida funciona en sujetador", cantaban). "Why don't we do it in the road?" (¿Por qué no lo hacemos en la carretera?), una potente burla de las letras de blues. "Yer Blues" (algo así como Blues aún, o quizá Triste aún), otro blues, que fue el que tocaron Lennon y Ono en la película de Navidades de los Rolling Stones dentro del grupo Dirty Mac (El sucio Mac) junto a Clapton, dos de los Rolling, un Jethro Tull y un Who, ya mencionado en la anterior entrega. "Julia", un acústico dedicada a la madre de Lennon. "Honey Pie" (Tarta de miel), que McCartney compuso en honor a un escarceo sexual de un fin de semana entero en un hotel de Hollywood donde iba de una habitación a otra de dos que alquiló con dos aspirantes a actriz diferentes que no sabían de la existencia la una de la otra, cuyo título es un guiño al argot barriobajero de Liverpool sobre las prácticas sexuales de masturbación femenina en relaciones homosexuales. "Martha my dear" (Marta, cariño mío), que McCartney dedicó a su perra. "Happines is a warm gun" (La felicidad es un arma caliente), donde se combinan diversas partes con diferenes estilos en una sola canción y que incluye la frase acerca de dedos enredados en pelos hirsutos, probablemente púbicos. Y podríamos citar muchas otras, pero nos vamos a centrar en tres más. Por un lado en "Birthday" (Cumpleaños, compuesta en La India por el cumpleaños de Brian Wilson, de los Beach Boys), y en "Helter Skelter" (algo así como Tobogán o Montaña Rusa), esta última la popularizaron Aerosmith en 1991 como parte del heavy metal, aunque la habían grabado en 1975. Ambas canciones entran en la misma definición que George Martin dio a "Revolution", eran hard rock, rock duro. Todo vino a costa de que en una entrevista a The Who ellos declararon que hoy por hoy, por entonces, ellos eran el grupo de rock más duro que existía. Paul McCartney, siempre con un espíritu muy competitivo, les contestó con estas dos canciones y no tuvo reparo para declarar en prensa que los Beatles eran los más duros y que siempre lo fueron. Realmente ambas canciones son los sonidos más potentes que se escuchan de esa época, si bien podrían competir con MC5 o con Hendrix, y no sólo con los Who, incluso con el "Sympathy for the Devil" (Simpatía por el Diablo) que los Rolling Stones publicarían un mes después. En todo caso, "Helter Skelter" no sólo sería un rock duro, insisto: hard rock, sino que pondría un antecedente al heavy metal que estaría por venir y cuyo término también nacería en el ámbito de los Beatles. No quiere decir que el disco fuera de hard rock, nada más lejos de la realidad. The White Album tiene todo tipo de sonidos y de estilos. Todo valía y todo cabía. Como dijo George Martin años después, era un poco un cajón de sastre, una colección de canciones más que un álbum con una orientación.

La otra canción que quería comentar es "Revolution 9" (Revolución 9). Puesto que el single "Revolution" se llamaba así a secas y era hard rock, y su homóloga en el álbum era un rock coral de "dudúa" y se llamó "Revolution 1", Lennon y Yoko Ono compusieron esta otra versión, que no tiene que ver con las otras, aunque la firmaron como Lennon / McCartney. Fue idea de Yoko Ono y la desarrolló Lennon. Dura unos ocho minutos en la cara B del disco 2. Se trata de una creación artística conceptual donde intentaron pintar un cuadro con sonidos. No hay música propiamente dicha, sino que es una combinación y sucesión de sonidos del nacimiento, vida y muerte de un ser humano, a los que se suman sonidos de guerra, de corridas de toros y otros parecidos. Hay balbuceos, risas, lloros, gemidos... Un auténtido galimatías que mucha gente no comprende y que trata de no escuchar cuando pone el disco. Sólo los más predispuestos a encontrar su lado artístico más allá de la música son los que aprecian su mensaje conceptual, aunque eso no quiere decir que en todas las ocasiones que ponen el disco estén dispuestos a gastar los ocho minutos en esta obra conceptual. Rompe el ritmo y el sentido que es reenganchado con la canción "Good Night" (Buenas noches) que cierra todo el álbum y la cual es una nana muy melódica y suave cantada por Lennon con alguna ayuda de Ringo. Lennon y Ono dijeron que "Revolution 9" sería la música del futuro. En torno al final de los años 1960 y principio de los 1970 algunos grupos hicieron pequeñas composiciones similares, por ejemplo The Doors, pero la verdad es que el tiempo les quitaba la razón, salvo en sus propios discos, hasta que a finales de los años 1990 y principios de los 2000 hubo una serie de artistas que en adelante editaron discos y canciones similares, pero más musicalmente orientados.

"Helter skelter" y "Revolution 9" tienen la triste nota necrológica de un asesinato múltiple en su haber. En 1969 un hippie estadounidense pasado de droga alucinógena que había intentado grabar discos y que incluso estuvo en Apple, Charles Manson, creyó que los Beatles le habían mandado un mensaje a través de esas canciones. Se transformó en una especie de gurú para una serie de seguidores también bañados en alucinógenos. En la noche del 9 de agosto de 1969 entraron en la casa de Sharon Tate, actriz y esposa del director de cine Roman Polanski, que no estaba en casa, y asesinaron a todos los presentes. La actriz, embarazada, celebraba una fiesta en su casa de Beverly Hills, en Los Angeles. Los asesinatos fueron especialmente sádicos y mentalmente insanos. Las atrocidades cometidas con los cuerpos fueron brutales. Charles Manson cumple condena en las cárceles norteamericanas desde entonces, aunque eso no ha evitado que edite libros y discos, e incluso que tenga admiradores y admiradoras. Para los Beatles este suceso fue especialmente traumático. Salieron a los medios para defender que ellos no habían lanzado ningún tipo de mensaje. Cada persona era libre de interpretar lo que quisiera con su obra, pero aquella persona estaba especialmente perturbada.

Entre tanto, dentro de 1968, George Harrison se sentía despreciado por Lennon y por McCartney al descartar muchas de sus canciones y al darle posición de cara B a aquellas que le aceptaban. A Harrison, como a McCartney en 1966, le ofrecieron componer la banda sonora de una película y aprovechó la ocasión para demostrar su valía por sí mismo. Está considerada más que una banda sonora, el primer álbum de rock de un Beatle en solitario, aunque no sea así. Por otro lado contiene mucha música india. Se trata de Wonderwall (Muro Maravilloso), que fue un largometraje de Joe Massot. Esa es la película que recomiendo en esta entrega para entender el momento y a Harrison. El guión lo escribió el mismísimo escritor Guillermo Cabrera Infante a partir de una historia de Gerard Brach. Además, el nombre de Wonderwall sirvió de título de canción y single para el grupo de rock británico Oasis en 1995, los cuales son grandes seguidores e imitadores de los Beatles. El disco de la banda sonora compuesta por Harrison salió a la venta el 1 de noviembre.

El Beatles que sí fue el primero en sacar un álbum de música propiamente dicho en solitario fue John Lennon. Lo sacó con Yoko Ono y lo hizo pocos días después de Wonderwall, el 11 de noviembre de 1968. Normalmente cuando alguno de ellos o un amigo había hecho alguna publicación se había guardado un tiempo mínimo de cortesía para no competir en ventas directamente, que Lennon sacara su disco sólo diez días después no sentó nada bien a Harrison. El disco de Lennon y Ono se llamaba Unfinished Music nº 1. Two virgins (Música inacabada nº 1. Dos vírgenes). Se trataba de un álbum conceptual inspirado en gran parte por Yoko Ono, donde se sucedían lo que ellos llamaban poemas sonoros: un conjunto de sonidos de diferente procedencia no necesariamente musicales, o sea un disco entero de temas como el "Revolution 9". El disco entusiasmó a los vanguardistas, pero también desilusionó a muchos músicos y muchos aficionados. Lo más polémico era su portada y contraportada. Por primera vez se veía en una carpeta de música un desnudo integral de una pareja, Lennon y Ono, en cuyo pene de él había unos claros aspectos sintomáticos de haber mantenido relaciones sexuales casi un momento antes. Por detrás era el mismo desnudo, pero de espaldas. Los desnudos en los años 1960 eran altamente amorales para mucha gente adulta, a pesar de que los jóvenes los veían cada vez como algo más natural, sobre todo en lo artístico y en lo contracultural. El Arte de la provocación y el romper tabúes estaba ahí. También es verdad que intentaban favorecer una cultura del amor por encima de una cultura que aceptaba con total naturalidad toda imagen de violencia pero no un desnudo. Como sea, el disco tuvo que ser vendido en bolsas de papel en Reino Unido. En otros sitios fue un disco con censura o al completo o sólo en su carpeta. Poco después de ambos álbumes se publicó The White Album ese mismo mes, el día 22.

1 comentario:

LB dijo...

wonderwall, de la película, es el muro por donde ve a la chica que le mola por aguheros. Los ingleses han asumido la palabra como algo que te embelesa, que te mola. De ahí el significado en al canción de oasis del mismo nombre donde dice tu eres mi wonderwall.