jueves, mayo 19, 2022

NOTICIA 2139ª DESDE EL BAR: TEMPUS ROMAE

 

El pasado 6 de abril el diario El País, entre otros de tirada estatal en los días siguientes, nos dio por primera vez la noticia de que se habían descubierto en Complutum, origen romano de Alcalá de Henares, los frescos de lo que era la cara de una mujer, a la que los arqueólogos asocian con una de las que fueran dueñas de la Casa de los Grifos sin que sepamos muy bien porqué esa conclusión, y la cara del dios Baco, al estilo como se representaba en la zona oriental del Imperio, con influencia griega. Baco es un dios que ha aparecido en varios restos de la antigua Roma en Alcalá de Henares, entre ellos el famoso mosaico que guarda el Museo Arqueológico Regional de Madrid, sito en la Plaza de las Bernardas de Alcalá de Henares. La prensa local, como Alcalá Hoy, se hizo eco de la noticia un poco más de una semana después, coincidiendo con la Semana Santa de este año. Hay pocas pinturas conservadas de la antigua Roma en todo lo que fue su territorio, y figurativas prácticamente son anómalas. Estas de Complutum son tan exclusivas y únicas como las halladas en Pompeya o en la Casa Áurea de Roma, palacio de Nerón. Las de Complutum son del siglo I después de Cristo. Son toda una sensación que además casi recuerdan al Renacimiento. Aún no se pueden ver en público, porque la Casa de los Grifos está cerrada por ampliación de las excavaciones arqueológicas, aunque intuyo que estas acabarán en un museo y allí quizá se ponga una reproducción. No lo sé.

Del 29 de abril al 2 de mayo se celebró el evento Complutum Renacida, con recreaciones por actores y una asociación de legionarios romanos desfilando, juegos de gladiadores y otras cuestiones, como un mercado lleno todo de serios anacronismos y relativos errores, pero como era algo lúdico para el turismo, no le pidamos mucho más que entretenernos, si bien los soldados romanos estaban bastante bien ambientados en época imperial, aunque con algunos detalles que tendríamos que fijarnos más si lo quisiéramos ver con ojos más allá que los de hacer caja con el ciudadano y el turista.

Pero, mejor aún, El Museo Arqueológico Regional acoge estos días, del 3 de mayo pasado al 8 de enero de 2023, una exposición temporal llamada Tempus Romae, que es lo mejor que he visto en varios años en este museo. De hecho en los años más recientes me habían decepcionado varias de las exposiciones temporales. Está es altamente recomendable. Yo fui a verla ayer miércoles por la tarde, con un sol que parecía verano. Apenas estábamos tres personas y resultó que una de ellas era una anciano que se empeñaba en ir pasando de vitrina en vitrina de las que yo iba dejando de tal modo que hasta carraspeaba para que me fuera sin leer las cartelas. En fin, que el museo estaba muy vacío y los maleducados pueden serlo de todas las edades... y la seguridad del museo bien podría haberle dicho: "caballero, disfrute usted sin molestar a los demás", pero la seguridad el museo estaba en la entrada, no en la sala.

Como sea, recomiendo mucho esta exposición. Sus comisarias han sido Carmen Fernández Ochoa y Mar Zarzalejos Prieto. Se trata de mostrar la presencia romana en la zona que fue la Carpetania, que es la región donde vivieron los carpetanos, pueblo celtíbero del centro peninsular. Comprende Madrid Comunidad y partes de Ávila, Segovia, Toledo, Guadalajara, más o menos. En realidad el origen de Alcalá de Henares no era romano, sino ya en la Prehistoria hay presencia en sus cuevas, y en cuanto a la Protohistoria, nuestro primer asentamiento, nuestra primera localidad, fue Iplacea, en el Cerro del Viso. Los carpetanos eran un pueblo más bien agricultor, belicoso cuando tocaba, como el resto de íberos, que tenían por costumbre hacerse aliados de aquellos pueblos que los derrotaban, como muestra de sumisión. Cuento esto último porque los carpetanos estuvieron del lado de los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica. Es en estas guerras que los romanos llegan a la Carpetania con una invasión militar a comienzos del siglo I antes de Cristo, y terminada la Segunda Guerra Púnica seguirán la invasión para la conquista de Celtiberia. La primera oleada invasora romana llegará desde Ávila y Guadalajara, por lo que Iplacea es uno de los primeros pueblos que se enfrentan y que conquistan en la zona. Estas guerras de conquista se combinarán con la dictadura de Sila en la República Romana y al morir este uno de sus generales, Sertorio, huirá a la península donde forzará una guerra civil para crear una monarquía, con los ideales republicanos que estaban en crisis. Para ellos volvió a derrotar a los de Iplacea, que se pusieron de su lado, y se sabe que Sertorio practicaba la romanización de sus aliados para crear una integración social. La guerra de Sertorio llevó a que fuera derrotado por Pompeyo, por lo que la primigenia Complutum estaría con Pompeyo. Y la subsiguiente y futura nueva guerra civil haría que Pompeyo fuera derrotado por Julio César. Y precisamente en todos estos conflictos sabemos que Iplacea y Compluto sale o salió mencionada en varias crónicas de la época. Todas estas etapas se abarcan en el comienzo de la exposición, donde podremos ver diversos objetos de aquellos años, más otros que vienen de Ávila, Segovia, Titulcia y otros lugares de la Carpetania.

Lamento  que no se mencione en la exposición a Iplacea, aunque evidentemente ronda en todo lo que se narra en las cartelas. Al no informado le puede crear la falsa sensación de que solo existió Complutum. Del mismo modo que lamento que en los mapas hayan dado tanta importancia a Madrid, que en aquellos tiempos era prácticamente nada. En el centro peninsular cada vez está mejor testimoniado por los hallazgos e indicios eran Titulcia y Complutum los núcleos importantes. Pero aún con esto, la exposición merece la pena.

Podremos ver allí desde la estatua de un fauno borracho recostado sobre una tinaja, a frescos originales de la Casa de los Grifos (no los de los rostros comentados), la pintura de un conductor de cuadriga, joyería romana, lucernas, la reproducción en ilustración de algunas de las casas de Complutum como la taberna (de la que nos enteramos por cartela que se encontraron restos del material de trabajo de un pintor de cuadros), el mercado, las casas señoriales de la villa del Val, etcétera, encontraremos también cuchillos, utensilios de la vida diaria, cerámicas diversas, algunas con inscripciones griegas, otras con el negro propio de Italia, restos de sandalias, túmulos y dos piezas que yo vi en el Taller Escuela de Arqueología (TEAR) cuando era niño y me llevó el colegio: una vasija sellada con dibujos de órganos sexuales, por ser quizá de algún ritual de fertilidad, y el esqueleto de una mujer de Complutum. Efectivamente, la mayor parte de la exposición versa de Complutum, y son interesantes las cartelas. Mucho de lo expuesto no suele verse, por estar en los depósitos para su mejor conservación o por falta de espacio en otros casos. 

Yo fui bautizado en la capilla que hubo al construirse el barrio de Nuestra Señora de Belén, el cual guardaba en sí un trozo de muro de la antigua basílica de Complutum (zona de justicia y de gobierno), llamado paredón del milagro, por creerse que allí se martirizó a los Santos Niños Justo y Pastor. Hoy la capilla no existe, el muro está al aire, y me hizo gracia escuchar algún comentario sobre esa capilla donde quien hizo los comentarios, dos profesoras de secundaria, mostraban un profundo respeto por la Historia antigua y ninguno por la actual. Mal que pese, aquella capilla tuvo un sentido de ser y fue un comienzo de una barriada de población humilde. Tenía un aspecto propio de la década de 1970 y eso, que no se valoró en su momento, tuvo un valor relativo, pero evidentemente la Historia de Roma y el origen remoto de Alcalá tiene más peso, indudablemente, que la historia reciente de la ciudad, aunque esta sea la de los trabajadores más humildes y la formación del Distrito II. Por otra parte, tal capilla evidentemente se construyó para proteger y venerar ese muro considerado sagrado, y a la vez daba una identidad al barrio. Este barrio pobre ha crecido con la idea de que nosotros estamos en el origen de la ciudad. Ahora bien, el muro, pues también en tiempo de mi catequesis pasé por esa capilla, lo usaban los dos curas que llevaban el lugar, dos curas obreros, Moncho y Rufino, para dividir la zona de culto de la zona donde ellos tenían sus cosas para cambiarse y los objetos para oficiar oficios. Quizá en los recorridos de Complutum no vendría mal un pequeño epígrafe que recordara este comienzo nuevo de Alcalá en su primera gran expansión en el siglo XX, en lugar de la denigración continuada. Cada cosa tiene su tiempo, y esto sería historia social que conforma la Historia general de la ciudad.

Complutum en todo caso comenzó en el Cerro del Viso, no sabemos muy bien si reutilizando los restos de Iplacea arrasada, o bien construyéndose a partir de esta. Complutum ya en el valle se hizo a partir de comienzos del siglo I después de Cristo, o quizá a finales del siglo anterior. Los dos núcleos convivieron un tiempo, pero a mediados o finales del siglo I después de Cristo se abandonó el Cerro del Viso y ya solo quedó habitado el valle, aunque algunos sospechan que quizá se usaron puntualmente algunas edificaciones de la Complutum vieja. 

Sea como sea, buena exposición. Id a verla, tenéis hasta el 8 de enero. Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

Jotabé dijo...

Me ha emocionado recordar el tiempo pasado dentro de la ermita, era todo tal y como lo describías. Te dejo este enlace que habla de ella e incluye fotos:
https://www.jccanalda.es/jccanalda_doc/jccanalda_alcala/artic-alcala/artic-ssnn/ermitasalcala-02.htm

Canichu dijo...

Muchas gracias. Conozco la página de Canalda. Ahora miro la página que me mandas.