lunes, junio 06, 2016

NOTICIA 1611ª DESDE EL BAR: DESPUÉS DE QUE ALCALÁ SEA MÚSICA

Alcalá es Música duró tres días este segundo año de su convocatoria. Tuvo otra novedad, en lugar de celebrarse en el Día de la Música, que es el primer día del verano, como fue el año pasado, lo ubicaron en este primer fin de semana de junio. Este encuentro de músicos que fomenta los grupos complutenses fundamentalmente nació de la cabeza de César Gallegos, que fue quien organizó una asociación de músicos de Alcalá hace ya varios años, por entonces fomentando los conciertos en los bares de la ciudad. En este evento que por segundo año saca esos músicos en una especie de macroconcierto con escenario todo el centro histórico de Alcalá de Henares estuvo ayudado de algunas personas como Sergio Barreiro, una persona ya casi frecuente en todos los actos más modernos que se organizan a través de la colaboración entre Universidad y ayuntamiento. Bien es cierto que el color de izquierdas del tripartito que gobierna desde el año pasado es más favorable a estos espectáculos, aunque, seamos sinceros, no los vetó el anterior gobierno conservador, recordemos que el Partido Popular, a su modo, celebraba las Noches en Blanco. La diferencia no es mucha, aunque alguna hay. Pensemos por ejemplo en que en el gobierno que hubo en los primeros años del 2000, de un pacto PSOE-IU, se celebraban conciertos en la Huerta de los Leones (hoy indignantemente llamado Jardín de las Palabras) y en la Plaza de la Victoria, por poner un ejemplo, y que fueron determinadas voces vecinales con capacidad de ser oídas las que acabaron con aquello en cuanto el PP recuperó el gobierno. No voy a entrar a analizar estos "vas y vienes" ahora mismo, aunque sin duda entre unas acciones y otras aquella aclamada vida cultural que deseamos que regrese, mermó. Estamos a lunes 6 de junio, y los conciertos de Alcalá es Música que se celebraron del día 3 al 5 se han quedado ya en buenos recuerdos y montones de buenas fotografías que circulan por las redes sociales y por los medios informativos locales. Pero ahora, después de los conciertos, ¿qué podemos contar?

Muchos fueron los grupos que actuaron de todos los estilos, desde el folk y regional española y la música clásica, al blues, el soul, el rock, la electrónica, el heavy o el punk. Estar en todos los conciertos era imposible. La agenda impedía que si te interesaba un grupo pudieras estar en otro, y las distancias hacían que si querías oírlos estando un rato en un sitio e irte rápido a otro, en realidad ni oyeras algo ni disfrutaras. Así que se impuso tener que elegir "o con papá o con mamá", y aunque se disfrutaron los conciertos, me fastidia mucho no haber podido ir en condiciones a gente como Band 2, The Zoo Keepers, El Artista del Hambre (que además tienen músicos que se combinan como componentes entre ellos), el cuarteto de cuerda de la Orquesta Ciudad de Alcalá, Fran Calvo Quinteto, Contrabandeando, Musselman, Gizzard, Violante Blues, Kike Sabaté, Sugar and Beer, Hunters y otros muchos de los sesenta y ocho programados. Bien es cierto que, como alguien dijo, todo estaba muy bien, pero que estos bloques por plazas que se formaron no sólo te impedían ver a algunos, sino que además eran como bloques temáticos de estilos musicales afines o iguales, y eso hacía que si elegías grupo también elegías estilo, y así había escenarios muy melancólicos y otros muy animados. Hubo quien dijo que faltaban grupos conocidos, recordando que en el pasado Alcalá de Henares había llegado a acoger conciertos porque sí de Celtas Cortos, Bob Dylan o Sobrinus. Pero yo pienso que, al margen de que se quiera fomentar la música local, se impone la falta de dinero, pues tengo la impresión que, como el año pasado, hubo mucho músico voluntario, de igual modo que cuando se hace poesía se hace sin cobrar ni un céntimo. Se saca adelante una programación cultural de esta ciudad por el altruismo de los creadores, a menudo pagado con actitudes poco agradecidas de algunos ciudadanos y con demasiada vanagloria de algún político que hace del hecho de sacar su programa electoral cultural adelante gratis sea un logro personal de conseguir colaboración ciudadana, cuando en realidad no es así, es el hacer de los que hacemos cosas, que, si bien todo concejal cobra su sueldo, también quisieran, quisieramos, ver algo del dinero que se suele pagar por aquello de trabajar. Alguna vez, algún día, quizá. ¿Que sería impensable organizar algo así cobrando todo el mundo? Es probable, pero es un problema al que hacer frente. Colaborar está bien, yo lo hago, pero los que creamos tenemos la cosa esta de comer y pagar facturas. Aunque nos gusta lo altruista y que nos pongan un lugar donde poder mostrarnos, a veces también habría que cobrar. Se debería pensar en ello cada vez que se organiza algo. De algún modo, algún concepto, que sea legal, por supuesto, siempre.  

No creo andar muy descaminado con esto y no sólo por parte de los músicos. Sin citar nombres, algún dueño de bar de rock que no estaba ubicado en estos escenarios de música se quejó en conversaciones personales conmigo acerca de que estos eventos hacen que ellos tengan un fin de semana completo de pérdidas económicas. La gente en estos eventos bebe, lo que sea, pero bebe. La mayor parte de esas bebidas se compran en tiendas de frutos secos y panaderías. Si hay un bar afortunado que tiene el escenario al pie de puerta se puede permitir el lujo de vender la bebida en vasos de plástico, pero estos no son muchos. Alguno me decía que lo ideal sería reconocer que se bebe en los conciertos, lo que sea, insisto, pero se bebe, por lo que no sería descabellado ofrecer poner barras de bar en la calle a aquellos bares que a lo largo de todo el año se dedican a fomentar la música en la ciudad y que parte del porcentaje que se recaude vaya precisamente a pagar a los músicos participantes para que así todas las partes ganaran, dueños de hostelería que sí se dedican a esto, músicos e incluso ayuntamiento si tuviera que pagar a músicos. Pero eso, hoy por hoy, no se da. Lo peor de todo es que por no darse no se daba ni tener cubos ni papeleras suficientes para poder tirar latas y vasos de plástico, ya que no reforzaron la presencia de esta clase de mobiliario urbano, y lo más horrendo de todo: tampoco pusieron servicios públicos ni ampliaron el horario de los servicios públicos de Plaza de Cervantes. El resultado es el que todo lector se puede imaginar. Hay cosas que ocurren guste o no guste que ocurran, y eso el ayuntamiento lo sabe. Deberían  haber puesto medios para que cierto decoro y civismo se pudiera haber dado, pero sin medios... dificilmente. Cuando ocurre la llamada lógica e inevitable de los ritmos y mecanismos biológicos pues ocurre lo que ocurre. Yo por contra recurrí a usar los baños de los bares, pero como soy persona cumplida, cada vez que entraba a uno consumía algo en el bar, así que creo que el ayuntamiento fomentó en cierto modo mi consumo de líquidos. Cosa que tampoco se lo tomo en cuenta, la verdad, ya tenía idea de ello, aunque no en determinadas circunstacias ni monetarias, pues mi economía es poco menos que deplorable, merced a esta crisis económica de los sin empleo.

Como escribió un amigo poeta ayer en su muro, y del que no cito nombre tampoco por no compremeter, como le cité ayer: "Fiesta de la Música de Alcalá de Henares.- Dícese del evento organizado para promocionar durante tres días a los músicos de Alcalá con el dinero recaudado multando a los locales donde se los promociona durante todo el año". Y es que eso también es uno de los problemas que han estado sobre la mesa. En el final del concierto de los Royal Flash en la Plaza de Cervantes el sábado por la noche, antes de que subieran los muy vikingos-complutenses Pitmeä Metsä (cosa curiosa un cantante con machete al cinto), César Gallegos despidió la jornada subiendo al baterista de jazz Pablo Zárraga que anunció el nacimiento de una nueva asociación de músicos de la ciudad que deseen ayudar a pedir e impulsar la petición de que se acabe la ley de la Comunidad de Madrid sobre el impedimento de que los bares de música (de copas) celebren conciertos, tal como se ha hecho en Barcelona. Personalmente tengo mis dudas de que los municipios no tengan margen de movimiento como gobierno local respecto al gobierno de la Comunidad Autónoma. De hecho la Ley de Espectáculos sí contempla que un ayuntamiento pueda conceder licencias puntuales de espectáculos a aquellos locales que no tengan licencia de espectáculos y que habitualmente no los celebren. Previo pago, todo sea dicho. En todo caso, seguro que hay siempre un resquicio por el cual los municipios pueden hacer algo. Eso deberían estudiarlo bien los juristas, si es que el tema interesa en serio y a fondo. El actual gobierno de PSOE-Somos Alcalá-IU dice estar a favor de que se pueda apoyar a esos bares que sí se dedican a fomentar la cultura en la ciudad, ya sea con conciertos o con recitales u otras actividades, pero la verdad es que han habido muchas multas y por motivos muy peregrinos estos últimos meses, como si la comisaría de la policía fuera por su cuenta y el ayuntamiento por otra cuenta, y en medio la concejala de Cultura, a la que vi asistiendo a uno de los conciertos de rock, como si fuera una doña nadie en esa disociación actos policiales-gobierno municipal respecto a la celebración de espectáculos en bares de la ciudad. Son ellos realmente los que mantienen y fomentan todo el año la Cultura en la ciudad, junto a otras entidades institucionalizadas, pero ellos, los bares, son una viga fundamental para la cultura complutenses. Muchos creadores tienen en ellos a sus mecenas, por más que por vía de multas el municipio llene de carcoma a esas vigas maestras. Llegué a escuchar decir al dueño de uno de esos bares, nada sospechoso de votante de derechas en absoluto, que cuando gobernaba el PP la policía les avisaba y sólo si se reincidía mucho se multaba, pero que incluso si dejabas pasar un tiempo prudencial podías volver a hacer conciertos hasta nuevo aviso policial, pero que con el tripartito la policía no avisaba, directamente multaba incluso por cuestiones peregrinas, sin celebrar conciertos era frecuente que la policía entrara en el bar con la libreta en la mano como si supiera que ya habría algo que multar aunque fuese la cosa más nimia. No es raro el descontento en silencio de algunos dueños de bar estos días con un espectáculo muy bueno en la ciudad, pero que les invisibiliza a ellos como parte protagonista de un fomento que no es de tres días, sino de todo el año. Se ha podido ver, eso sí, no sólo a la concejala de Cultura, que es del PSOE; sino también a los concejales de Somos Alcalá y al propio alcalde, Javier Rodríguez, del PSOE, a lo largo de los escenarios de la ciudad. Alguno hubo que dijo que era para hacerse la foto, pero conozco a varias de estas personas desde hace años, incluido el alcalde, y sólo puedo decir que si bien la foto está presente, todos ellos llevan muchos años, incluso antes de estar en política, que asisten a conciertos en la ciudad. Para mí no son sospechosos de oportunismo político como público asistente, antes de tener cargos o de estar en política ya iban a los conciertos que se celebraban. Otra cosa es lo que haya podido suscitar a cada cual de los opinantes su presencia a sabiendas de las multas que reciben algunos bares que fomentan la música al margen de estos tres días de música.

Yo escuché, entre otros a Edi el Amable (donde vi a una gran cantidad de antiguas amistades de la vieja guardia cultural alcalaína), Whisky y Sangría, Los Personajes, Si nos Dejáis, K2, Bonvoajazz, Soulift, La Rock & Punk, Da Groove Machine, Bloco Virado, Super Skinny Bitch, The Royal Flash, Pitmëa Mëtsa, Alambre de Espino, un dúo de un guitarrista y una chica jóvenes a los que les prestaron el escenario de manera improvisada sin estar anunciados, y uno de los que me gustaron mucho que ya había visto en el pasado: Chuzos de Punta, de quien pongo fotografía en esta entrada, su batería era de lo mejor que he visto en bateristas, y el toque del violín daba un punto interesante a este veterano conjunto alcalaíno de potencia explosiva. Me quedé con las ganas de ver a muchos de los que cité más arriba, en otro párrafo, y a Vagos Permanentes, y hubo quien me habló bien de Les New Orleans, Carlos Camarasa o Ángulo Muerto. De entre todos ellos puedo decir bajo mi punto de vista que en los conciertos de rock varios de los temas que más hizo estallar de ilusión al público, bailando y cantando a coro los estribillos, fueron las versiones del rock español de los años 1980-1990, temas de Barricada, Reincidentes o Sociedad Alkoholica con reivindicaciones sociales que veinte años más tarde están más vivas que nunca a base de todos los desmanes del gobierno que vía recortes económicos y leyes laborales abusivas han arruinado y empobrecido las vidas de todos aquellos que en aquellos años éramos los jóvenes que les escuchaban. "¡Sin olvidar que estamos hartos de aguantar!", decía uno de los estribillos de Reincidentes que en voz de Chuzos de Punta fue el que más gente y más fuerte coreó en todo el festival de música habido.  

El concierto más lleno fue el de The Royal Flash, que demostraron una fuerza tremenda, como siempre. Fue uno de los mejores conciertos. A mí personalmente me gustó mucho las tres jornadas. Creo que se hizo un buen trabajo y se notaba mucha ilusión en todos los músicos. Eso se transmitía al público. Fue muy revitalizante. Un pequeño oasis en una ciudad que aspira sin llegar a alcanzar del todo aquello a lo que aspira. Hay trabajo por hacer, pero todo empieza con la implicación de todos. Gente de Madrid capital me decía que les gustaba venir a Alcalá porque siempre teníamos algo entre manos. Lo que pasa es que ese algo siempre lo hacemos unos mismos músicos y unos mismos poetas, pintores y demás, y a menudo no se nos mima, más bien se nos mete palos en la rueda de la bicicleta. Estos tres días de música fue un poco de mimo, y eso no está mal, de vez en cuando. Hay que valorar más y cuidar lo que se tiene.

Y dicho todo esto, "allá en las calles, de aquí pa'llá", me despido. Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

César Gallegos me escribe y completa información por red social. Os lo comparto, me parece necesario:

"Está guay el artículo, y muy acertado en el "...y ahora que..." pero te paso dos apuntes (que si no estas en la organización no se tienen porque conocer está claro....). Todos los artistas cobran, aunque muy poco, en esta edición (la apuesta voluntarista ya la hicimos el año pasado...) y el tema de estilos que se hace asi por sencillez técnica... De todo lo demás bastante de acuerdo, quizá con el matiz en la Noche en Blanco que por mi parte tiene como diferencia, además del presupuesto, el que en esta ocasion la programación ha dependido solo de lo que hemos decidido los músicos.. Por supuesto que se ha planteado el que los bares "musicantes" pusieran barras,etc... pero el resultado pues ya sabemos cual es. Gracias!!"

Canichu, el espía del bar dijo...

A lo que yo contesté:

"Pues a ver si se extiende lo de pagar a todos los que hacemos algo. De lo de la barra a los bares no se cámo lo moveriáis pero por lo que yo he hablado con dueños de esos bares esta claro que ellos no saben nada de que se haya tratado el tema. Al menos lo que conmigo han hablado, insisto. Gracias por los eventos. Fueron tres buenos días."

Quizá añadir que el espíritu de Noche en Blanco y el de Alcalá es Música tienen por objetivo cosas diferentes, pero ambos poneen gran importancia y relevancia en la música. En el primero se hacen visibles muchas más capacidades creativas de la ciudad, no sólo las musicales, si bien lo que se celebraba en esta ocasión era exclusivamene la música. Lo que no está mal teniendo en cuenta que este año no se celebró el Día de la Poesía. Al menos algo es algo.