viernes, noviembre 09, 2012

NOTICIA 1154ª DESDE EL BAR: ALCINE 42, O CÓMO SOBREVIVIR CUANDO PUEDES MORIR

Doce años siendo jurado del público del Festival de Cine de Alcalá de Henares, Alcine. Lo he dicho ya varias veces por esta bitácora. Iba ya a las proyecciones de este festival antes de comenzar yo mismo a ser un ininterrumpido jurado del público desde el 2000. Sólo en el año 2003, por la enfermedad letal de mi padre, hice un pequeño paréntesis como jurado. Es un festival de gran tradición complutense, pero que además es muy relevante a nivel nacional en cuanto a que da la oportunidad en largometraje y en cortometraje a estrenarse a numerosas personas del ámbito cinematográfico, ya sean productores, realizadores, actores, técnicos, etcétera. Es el evento de cine en cortometrajes más importante de España, y desde hace años es una cita obligada para una gran mayoría de cortometrajistas europeos que comienzan su carrera ahora. Es algo que le ha dado cierto empuje a Alcalá de Henares desde su cultura como referencia española y europea. Desde Alcine 38 vengo comentando el festival por esta bitácora de un modo crítico tanto en organización, como en desarrollo, como en cuanto a los metrajes que yo he ido en persona a ver, así como los que han ganado. Las críticas de este año vienen siendo las mismas en un primer momento. El ayuntamiento, miope y astigmático total, dejó que se perdieran del todo la ya muy apreciada sala de cine de los Cines Cisneros, que luego fue cine y sala de fiestas El Sueño de Lola. Han abierto ahí un nuevo bar, Brighton '68, y lo que venía vaticinando desde hace años se cumplió, se perdió la sala y Alcine sufre un grave problema. El ayuntamiento demuestra así su nefasta preocupación real por la Cultura de verdad de la ciudad. Ay, si hubiera sido otro mercadillo de esos que tanto le gusta montar con gente disfrazada... Los lugares emblemáticos y de importancia social (y en este caso cultural también) hay que mantenerlos, aquí y en cualquier lugar, de hecho en otros lugares lo mantienen. 

Pero habrá que ser benévolos, porque Alcine está enfermo, aquejado de una enfermedad grave que sufre todo el cine español, y hay que cuidarle más que reprocharle este año. El problema citado lo han intentado solucionar abriendo las puertas del Corral de Comedias (teatro en activo fundado a comienzos del siglo XVII). Tal teatro había sido en el comienzo del siglo XX un cine, y se les ha ocurrido la idea de que aparte del Teatro Salón Cervantes se use el Corral de Comedias, fomentando así su Historia relativamente reciente como cine que fue. Incluso expondrán unos carteles de mediados de siglo que tuvieron sus paredes en su día para promocionar los metrajes semanales. No es el mejor de los sitios. Conozco a una de las organizadoras y me ha comentado que la acústica es muy buena, y desde luego el lugar es bonito y evocador, pero cuando he ido a ver alguna obra allí como mínimo uno ha terminado con un dolor de espalda. Sus asientos no son los mejores, no sé cómo se habrán apañado con esto.

Hay que cuidar al enfermo, y es que el presupuesto del Gobierno para el cine español para el periodo de 2012 a 2013 está tan recortado que es insuficiente, y la subida de impuestos a las entradas de cine desde septiembre es tan alta que la gente ha dejado de ir tanto como antes iba, lo que son más pérdidas económicas. Muchos festivales de cine han cerrado o van a cerrar, y con ellos algunos Institutos de Cinematografía avalados en su día por la UNESCO por su labor social de importancia para la Humanidad (así lo avala la UNESCO). Nuestro festival ALCINE no es ajeno a esto. Los recortes presupuestarios de 2011-2012 también les llegó a ellos. Tienen menos personas trabajando en él, estas han hecho el doble o el triple de trabajo que hacían por el mismo o más bajo sueldo que antes. Los recursos han sido menores también. Y sin embargo es el año que más metrajes se han enviado para participar. Un éxito de convocatoria en cuanto a participantes queriendo mostrar su obra, pero un preocupante recurso a la saturación de trabajo sobre menos trabajadores y a la imaginación para resolver problemas materiales evidentes. Es el ALCINE que menos dinero ha costado, y aún así hay alguno que se queja, quizá porque ignora que hay quien incluso aporta recursos y trabajo este año sin cobrar dinero o cobrando lo mínimo. Pero peor aún, el presupuesto de 2012-2013 amenaza con que desaparezca ALCINE, y esta vez va de verdad el aviso para navegantes del barco llamado "Cine en España". El dinero asignado es tan bajo que obligará a despedir o no renovar contratos a gente de la organización. Tampoco se podrán contratar determinados servicios imprescindibles para el desarrrollo del festival y, en fin, se acumularán una serie de problemas según me comentaba la persona citada de la organización, que se corre el serio riesgo de que si el ayuntamiento no se implica más, o la Universidad, por muchas flores que se tiren sobre Alcine y la Cultura de Alcalá de Henares, se corre el riesgo de que se tenga que colgar el cartel de "Alcine: cerrado por defunción".

 El programa de este año viene recortado en tiempo y proyecciones, y ya digo que este año, sin embargo, se enviaron más metrajes que en el resto de las cuarenta y una ediciones anteriores, pero ocurre que la falta de presupuesto y de salas ha recortado la posibilidad de disponer de pantallas, maquinas y espacios para proyectar. Si esto es así este año, ¿qué será del año que viene? Si hubo épocas en las que se pudo contar con cuatro pantallas, y en el último año con tres, este año sólo se cuenta con dos pantallas y dos proyectores. Por mucho empaque que se le ponga a la Historia de los edificios elegidos, dos pantallas siguen siendo dos pantallas y sus posibilidades, que son tan limitadas como es evidente. Eso implica también, obviamente, la no necesidad de la dirección de la organización de tener trabajando para ellos tanta gente como en años anteriores... ¿Qué será del año que viene que habrá menos dinero y menos medios? Quizá por eso si uno mira el programa de este año se deja sentir en él de manera notoria el efecto de la convocada huelga general del miércoles 14 de Noviembre. Sólo hay anunciadas dos proyecciones, nada más, obviamente con eso la organización de Alcine y su personal han  anunciado de manera indirecta que ellos van a hacer la huelga y que, como parte del sector público que son, mantienen el servicio mínimo, que supongo que son dos proyecciones. 

Las actividades paralelas también han sufrido su merma y problemas, pero aún hay gente creativa y valiente, como Pedro Toro, que se atreve a traer artistas y cortometrajistas para animar bares que ponen su negocio como extensión de los lugares donde seguir realizando la parte del Festival que no tiene que ver tanto con la proyección de metrajes. Y es digno también la aparición de talleres y conferencias (por cierto que vendrá Carlo Padial a dar una charla) con presupuesto cero... Sí, gente que lo va a hacer porque quieren o bien por el menor precio posible.

De momento Alcine no agoniza este año, que no es poco, y en parte por la gente de la organización, de gran valía humana, y por gente que colabora con ellos, como el citado Pedro Toro. Pero nada es posible si los propios alcalaínos en concreto, los asistentes al festival en general y los amantes del cine en abierto a todo el mundo, no apoyamos más dentro de nuestras posibilidades todo esto.

 Quien quiera ver el programa, aquí lo tiene.

 Por cuestiones de huelga y laborales (a ver si me pagan lo que me deben de una vez) no podré asistir al festival del miércoles al viernes, pero intentaré informaros debidamente de lo que pueda cuando pueda. Saludos y que la cerveza os acompañe.

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

Post data: Por cierto, es la primera vez que algunos cortometrajes se podrán ver a la ver por Internet.