007: Operación Skyfall ya llegó a las pantallas de cine el pasado 9 de noviembre. Yo, gracias a un regalo, pude llegar a Skyfall el domingo 11. Lo que nos pone en que este espía pudo hablar largo y tendido de James Bond en un artículo de crítica de cine para El Tornillo de Klaus. La película es de Sam Mendes, que es un director que no ha hecho demasiadas incursiones en este género del cine. En el artículo citado podréis leer en la crítica detalles históricos reales en torno al personaje y a su escritor, Ian Fleming (que tambié fue espía), así como comparaciones con otros metrajes de la saga, que cumplen cincuenta años en las salas de cine, a pesar de que el primer metraje del agente secreto 007 data de 1954, y no era Sean Connery, y la primera novela es de 1952. A los apasionados de 007, o bien a los cinéfilos, les abro una puerta a ese artículo.
La verdad es que esta bitácora rinde en su título homenaje a ese mundillo del espionaje, aunque no sólo de aquel espionaje del periodo de las Guerras Mundiales, la entreguerra y de la Guerra Fría del siglo XX. Ya he explicado numerosas veces que el autor de esta bitácora no se dedica a espiar bares, como algunos se encabezonan en creer y avalar. Ni lo más remoto. Quien sea asiduo lector podrá confirmarlo. En entrevistas publicadas ya he confesado más de una vez que en realidad era un guiño a ese servicio secreto que me llama la atención desde su lado más aventurero y nevelesco. La palabra "noticias", por ejemplo, no está en el sentido actual de un acontecimiento importante del que se nos informa, sino en el sentido más arcaico del siglo XVI, cuando los espías del Emperador Felipe II llamaban a sus informaciones secretas desde el Imperio Turco Otomano "noticias". Y la cuestión del bar es por la razón de esos espías cuya parte de sus informaciones las sacan en los bares, o bien que están ociosos en los bares, como muchas veces se ha visto al propio James Bond, del que he visto todas sus películas, y tantos otros personajes con actividades secretas, como el detective ficticio Philipe Marlowe, que interpretó el actor Humphrey Bogard, por ejemplo en 1941 en El Halcón Maltés.
Las películas de James Bond rápidamente se hicieron populares en una época en la que la Guerra Fría estaba más caliente que nunca... Guerra en Vietnam, incidentes sociales en Europa Oriental, ocasionales tramas de espionaje descubiertas en Berlín Occidental y en Berlín Oriental, revoluciones y contrarrevoluciones en Iberoamérica, dos bombas nucleares norteamericanas caídas por accidente, afortunadamente sin explotar, en España, y, cuando se estrenó en octubre de 1962 la primera 007 contra el doctor No, todo un intento de la Unión Soviética de instalar misiles nucleares en Cuba en ese mismo año, después de que Estados Unidos hubiera intentado matar a Fidel Castro y financiar a varias guerrillas contrarias a él. El personaje dio pie a documentales incluso en aquella época, fiestas de gente famosa (el Príncipe de Gales es un seguidor incondicional del personaje, se dio el caso de que en las Olimpiadas de este año el actor Daniel Craigh acompañó en imágenes a la reina de Inglaterra como si fuera 007), productos televisivos, la continuación de la saga de novelas, una gran producción de cómics, canciones dedicadas a él, como por ejemplo en la banda sonora que The Beatles compuso para su película Help!, de 1965. Y la cuestión es que en el cine ha tenido también homenajes, películas que le mencionan y películas imitadoras desde muy temprano, como la citada de The Beatles o Matt Helm, agente muy especial (1966) u Operación Lady Chaplin (1967).
También ha tenido parodias simpáticas, empezando por la que se incluye dentro del personaje James Bond en sí mismo, el 007, Casino Royale de 1967.
O incluso películas más ligeras y divertidas, como la infantil El Super Agente Picapiedra (1966). O bien, y teniendo en cuenta que las novelas de 007 son producto de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría desde la óptica británica, esa otra película de humor español que pretendía revalorizar los valores españoles de presunta sencillez y aborrecer de determinadas libertades éticas de fuera de España, siempre desde la óptica social del nacional catolicismo de la dictadura de Franco, cuestión que hoy día, algunos la ven a la primera, y otros simplemente la pasan por una mera película de humor, me refiero a La llamaban "La Madrina" (1973). Por cierto que hay que tener en cuenta que España fue uno de los epicentros del espionaje internacional del periodo entre la Segunda Guerra Mundial y el final de la Guerra Fría, o al menos hasta el final de la dictadura de Franco o mediados de los años 1980.
La verdad es que los carteles de 007 siempre son llamativos. Sobre todo desde aquel que pintó el español Macario Gómez (Mac) para los cines españoles y que terminó siendo el oficial internacionalmente, me refiero al primer metraje de 1962, 007 contra el doctor No.
El nuevo 007 presenta igualmente un cartel internacional y otros adaptables según los diferentes países donde se estrena. El internacional se centra en el personaje con el personaje tirado en el suelo apuntando su pistola listo para disparar, mientras por detrás de él sale su número de licencia para matar, 007, siendo la tipología del título, "Skyfall", una tipología de letra más pequeña que el resto de letras, y siendo la parte central de cartel la información técnica del metraje sobre fondo blanco. En la portada que se ha distribuido en España hay dos versiones. En ambas está la mira telescópica de un rifle de francotirador que intenta enfocar a James Bond para matarle, según aparició por primera vez en el metraje de 1962 del director Terence Young, que se perpetuó en todos los demás metrajes de la sala. James Bond iría caminando lateralmente como que no se da cuenta del peligro hasta que de repente se vuelve y dispara de frente, resultando que una capa de sangre se ve deslizándose por esa mira. A partir de ahí comienza la banda sonora musical, que en el primer metraje es la inolvidable sinfonía compuesta por Monty Norman, la cual también se repite en toda la saga en los momentos claves. En una de las versiones del cartel español de "007:Operación Skyfall" aparece James Bond andando a través de esa mira, de modo surrealista. O mejor dicho, en una aparece andando con la pistola suya en la mano, y en otra aparece ya quieto mirando de frente relajado aunque con la pistola en la mano. En ambas vestido elegantemente.
A mí personalmente me gusta más el resultado del primer cartel español, donde James Bond va caminando de frente, y tras ese el segundo cartel español, pero no me gusta tanto el cartel internacional, que no sólo lo he visto dispuesto para países de habla anglosajona, sino que también lo he visto con grafías japonesas. En los tres carteles la idea que se nos lanza es la de un James Bond de acción y sereno calculador incluso en los momentos de peligro de muerte. Pero no nos hablan de lo que se va a ver en el metraje, como en todos los demás carteles de la saga, sino que se incide en la idea del personaje, salvo en el segundo cartel español, que de fondo, casi de pasada, deja ver el techo de edificio del servicio secreto británico del MI6. También nos lanzan otra idea, la idea de Daniel Craigh como actor que se ha completado en todos los sentidos como 007, nos vende al actor, que muchos seguidores, como yo, consideran el mejor Bond desde Sean Connery, a pesar de que tiene detractores. Así que no se sabe muy bien si es un cartel para ensalzar a Bond en su cincuenta cumpleaños de cine, o para ensalzar a Craigh como digno heredero de los otros actores que hicieron de Bond. Pero desde luego lo que hace es presentarnos a un James Bond seguro de sí mismo que ha terminado de refinarse como agente secreto y ya se encuentra dispuesto a ejercer de 007 completo. Y para ello...
2 comentarios:
Muy buenos los dos artículos, también la crítica que has publicado en El Tornillo de Klaus.
Yo creo que en realidad James Bond es un personaje satírico. Sería como el Quijote de las novelas (y las películas) de espionaje popularizadas durante la Guerra Fría. Como cuentas en tu crítica, Fleming fue un auténtico espía, y conoció a muchos de esos personajes pintorescos que por entonces formaban los servicios secretos británicos: unos perfectos caballeros ingleses, elegantes y flemáticos, que se metían en las movidas más impresionantes sin derramar una gota de sus martinis.
James Bond seguramente es una mezcla de varios de estos personajes reales, como Fitzroy MacLean o William Stepehenson. El nombre podía venir de un agente que su hermano conoció en Creta, como cuentas en tu crítica. En mi blog ya he hablado de algunos de estos personajes. De hecho hace unos días conté la historia de Krystyna Skarbek, la que dicen que fue la inspiradora de las "chicas Bond".
Efectivamente, hablaste de Peter Fleming en:
http://nonsei2gm.blogspot.com.es/2012/01/mision-yak.html
Parece ser por lo que cuentan sus primeros realizadores que la película iba totalmente en serio, pero que los toques de humor salieron por casualidad y se dieron cuenta a película rodada. Es todo un personaje, eso sí.
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