Si uno cogiera uno de esos viejos aviones que venían dibujados en algunas libretas francesas de la década de 1970', con trazos tan de Noveno Arte que es el cómic, entonces quizá iría a sitios exóticos. Como Tartarín de Tarascón, de Alfonso Daudet, quisiera encontrar ese mundo aún virgen e inocente donde encontrar bellos paisajes y aventuras, pero al igual que ese particular Don Quijote francés del siglo XIX, se encontraría que la realidad de los tiempos actuales también ha llegado allí. Y la realidad es que el mismo hambre que ya se fotografió entre la población negra del continente en el siglo XIX, continúa en el siglo XXI, aún más, que la crisis mundial iniciada en 2007-2008, nos ha llevado a situaciones tan estrambóticas que los culpables de la misma siguen mandando y declarando como malos a los que simplemente son sus víctimas. Bajando de ese avión de cómic quizá encontraríamos otra imagen de cómic donde una madre le pida a su hijo que no diga que tiene hambre, por si le toman por un antisistema y le represalian. Y es que esa es la cuestión de hoy día, que los grandes empresarios y los grandes banqueros parecen empeñados en hacernos creer que todos somos los malos y ellos los buenos. Salvadores incapaces de salvarnos porque no paramos de quejarnos porque no tenemos más que hambre y deudas. En África la situación es grave desde hace muchas décadas, pero también a ellos les afecta la crisis, y por supuesto, en Europa, aunque no estamos en esos límites, también sufrimos gravemente la crisis, muchas son las personas que no reciben nada de ayuda económica y sobreviven de los esfuerzos de familiares también agobiados, ese es mi caso. Y que nos digan que hay que salvar a los bancos y ver cómo el gobierno les da más y más dinero público, para luego escuchar noticias donde hay banqueros que han decidido jubilarse por valor de veintitrés millones de euros, nos suena igual que si se lo dijeran en la vida real a los africanos que nos encontráramos en aquel viaje propuesto.
Fatal para todos los que padecemos las codicias de las grandes empresas y bancos, se sea del continente que se sea, aunque unos padecen más que otros, como el caso africano.
La verdad es que las fotografías dicen mucho de las cosas que están ocurriendo en el mundo. Y por ello el fotorreporterismo ha sido fundamental para las denuncias e informar. No hace falta trucar fotos para usar de humor negro para hacer denuncias sociales, aunque es muy efectiva esta técnica, como hizo en la foto que os he mostrado Acción Contra el Hambre. Primero de forma independiente, como Robert Capa, y luego en agencias como MAGNUM, FEBUS, EFE y muchas otras que desde los años 1930' a nuestros días han ido surgiendo, unas perdurando y otras no.
Precisamente llega a Alcalá de Henares una nueva exposición de la agencia MAGNUM. Hay que recordar que en la Noticia 465ª de esta bitácora, en mayo de 2008, ya anuncié que se realizó una exposición de Henri Cartier-Bresson para inaugurar la sala de exposiciones que tantas alegrías nos ha dado, y que de verdad trae cultura de la buena a la ciudad (de la mano de la Obra Social la Caixa y de la Comunidad de Madrid), llamada Antiguo Hospital de Santa María la Rica, en el número 3 de la calle Santa María la Rica, detrás de la catedral de los Santos Niños. Pues ahora traen a otra fotógrafa de esa agencia, no es una fundadora, ya que los fundadores de la agencia en 1947 eran cuatro hombres (los citados Capa y Cartier-Bresson, más Rodger y Seymour). De hecho no hubo una mujer en la agencia hasta ocho años después, en 1955, Inge Morath. Pocas mujeres más han habido en la agencia, aunque ellos, desde 2007 han declarado su intención de querer equilibrar el número de hombres y fotógrafos en esta agencia de fotorreporteros tan selecta y difícil de ingresar en ella. Hasta un año antes, en 2006, habían compuesto la agencia 69 personas, de las cuales sólo seis eran mujeres. Se trata de una exposición de fotografías de la única mujer española que ha ingresado en MAGNUM, Cristina García Rodero. Llegó a la agencia en 2009, y ahora, dos años después, Alcalá de Henares muestra su obra fotográfica del periodo 1975 - 1988, que es la fotografía que ella se dedicó a hacer a la sociedad española más profunda en aquellos años de Transición política de una dictadura a una Monarquía Parlamentaria con aires de libertad democrática. Tiene un gran valor histórico, antropológico y educativo.
Cristina García Rodero tiene además otro tipo de fotografías en MAGNUM, pero esta exposición puede ser muy digna de ser vista. Y a pesar de una feria del libro antiguo que ha comenzado ya esta semana (y excesivamente mala este año) y de un mercado Cervantino que sin duda este fin de semana atraerá a múltiples turistas, no dejéis escapar esta exposición. Estará abierta gratis desde el próximo Jueves 6 de Octubre hasta el Domingo 11 de Diciembre. Yo no me la voy a perder, ya se lo dejo escrito así al Alto Mando del Servicio de Espionaje de Bares. Sin más, un saludo y que la cerveza os acompañe.
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