Ayer por la noche pude conocer un poco mejor que leyendo sus libros a Isabel Allende.
Una amiga y antigua compañera de trabajo de archivos, MJ (que me entrevistó el día previo a mi 31º cumpleaños), una persona dinámica y apasionada de las cosas en las que se implica y empeñada en enseñarnos a jugar al golf, desde el primer día... para que lo vivamos como toda una experiencia, me llamó para invitarme a ir al Teatro Salón Cervantes para verla en una charla que iba a dar a y con los alcalaínos. Tenía dos invitaciones que había conseguido de modo que no me queda claro, porque el misterio también es muy de MJ cuando lo desea, pero eran de tercera fila y centrados, cosa impresionante.
La verdad es que sólo me he leído un sólo libro de Isabel Allende, Eva Luna, aunque la he seguido en algún artículo de prensa que ha publicado peregrinamente, y en alguna noticia que de Pascuas a Ramos se ha publicado sobre ella o, sobre todo (y reconozco que lo he seguido aún más), sobre noticias relacionadas con el primo de su padre, Salvador Allende. La cosa es que Alcalá de Henares concedió antes de ayer el Premio Ciudad de Alcalá de Henares de las Artes y las Letras 2011, y tras recogerlo el Domingo 9, ayer, Lunes 10, se decidió por conceder esta conferencia y charla a la vez a y con los alcalaínos. Yo me he presentado a los Premios Ciudad de Alcalá de Poesía y de Narrativa en años pasados... hace ya tiempo, y fui invitado a ver estas otras entregas de premios cuando fueron entregados en su día a Fernando Fernán Gómez y a Adolfo Marsillach, pero he de reconocer que la iniciativa de Isabel Allende era más cercana a la gente común. Tan cercana que incluso cuando recogió su premio ella apoyó las protestas ciudadanas que piden más democracia y más justicia social en España representadas por el movimiento 15 de mayo (15-M), tan afín a algunas reivindicaciones que se viven a la vez ahora mismo en su país natal, Chile. Supongo que sería algo que le revolvería las tripas al alcalde complutense del Partido Popular, Bartolomé González, tan empeñado en demonizar incluso con manipulaciones y mentiras al 15-M activo en Alcalá de Henares. Pero en fin, supongo que haría lo que hizo a lo largo de la charla de anoche, sonreír en todo momento encantado con la invitada pero también demostrando que la sonrisa no le va bien a su rostro, le da un aspecto digamos que... que sus asesores de imagen debieran asesorarle. Pero en fin, es que un alcalde que eliminó la Fundación Colegio Del Rey (dedicada a crear cultura por cultura en la ciudad) para sustituírla por una empresa (parece que ahora con el beneplácito de un concejal de Izquierda Unida, metido en su consejo), que pone trabas a las iniciativas de la Universidad de Alcalá y más trabas todavía a fundaciones como La Caixa en el Hospital Santa María la Rica, que no ayuda a promocionar nada que no tenga que ver con las iniciativas de la empresa citada y siempre en torno a Cervantes... que no apoya a los creadores de diferentes ramas artísticas de Alcalá y mucho menos si tienen ideas de arte contemporáneo o simplemente no renacentista o barroco, pues muy alcalde de la cultura no es... por mucho que Isabel Allende creyera equivocadamente en su discurso de ayer que la ciudad se dedicaba a la cultura en tiempos de crisis. No en vano Alcalá de Henares fue más que rechazada como Capital de la Cultura para 2016.
Isabel Allende, con sus 69 años de edad, vino con su baja estatura vestida de jovencita muy elegantemente, peinada muy elegante con su abundante pelo pelirrojo, y con una lucidez y un sentido del humor abundante muy sorprendentes. Pero también vino con su guardaespaldas y con su representante en España, que es de Plaza & Janes. Era muy cercana a la gente, sí, pero su discurso, por muy fresco y humorístico que resultó, me pareció que estaba prefabricado en unas formas de hacer muy norteamericanas. Todo parecía espontáneo, pero a la vez todo me parecía artificial. Los chistes cuidados, las palabras precisas, los movimientos vigilados. Sutilezas que quien no conozca ese mundo de las grandes promociones pasa por alto y otorga a quien habla una espontaneidad sincera que en parte puede no tener. Esta mujer de Chile que se vio obligada a exiliarse a Venezuela con el golpe de Estado de Pinochet en 1973, y que actualmente vive con su esposo Willy en California (Estados Unidos de América, donde está nacionalizada desde 2003), tiene mucho de ese mundo de los negocios del espectáculo que tanto han desarrollado los norteamericanos. Los chistes continuos a que desearía encontrarse con el actor Antonio Banderas, o que sea protagonista de películas sobre sus libros, no es más que la referencia que les llega a Estados Unidos de España, por lo que mencionar a un español presuntamente triunfante allí es un guiño para empatizar con el público, para ganárselo, pero nada más.
Pero es que había algo que me ponía en guardia en su discurso, por muy simpático que fuera, primero no tanto esa artificialidad pasada por espontaneidad, sino por ejemplo algo que yo creo que nunca se debería hacer en un escenario frente a un teatro abarrotado de gente, como es hacer humor a costa de reirte de alguien, en este caso de su marido (y menos con las alusiones sexuales de sus intimidades que le degradaban). Pero mucho peor criticar el estilo y temáticas de otros escritores; en el caso de su marido (escritor de novelas policiacas) le criticó que escribiera once minutos al día, cuando le apetecía hacerlo, y que lo hiciera por divertirse, mientras ella sí que escribía todos los días desde la siete de la mañana hasta siete horas más tarde, intentando introducirse en los sentimientos más íntimos de sus personajes. Son dos estilos diferentes de escritor, y ninguno es desdeñable, tal cómo ella sí desdeñó. Su marido quizá no pase a los anales de la alta literatura, como ella, pero su marido tiene varios libros traducidos ya a varios idiomas, lo que quiere decir que tiene lectores a los que gusta... y la literatura a veces no busca más que el placer de la lectura, de contar historias. Eso debiera tenerlo en cuenta... Como debiera tener en cuenta no meterse, como hizo, contra los escritores que eligen temáticas del tipo crímenes, épica, magia de aventuras, conspiraciones de Estado, etcétera, para valorar su propia temática de historias simplemente humanas. Y tampoco debió meterse tanto con los escritores varones de Sudamérica que componen el Realismo Mágico al que ella mismo pertenece en parte. Si bien es cierto que, como dijo ella, Pablo Neruda le dijo que era la peor periodista de Chile antes de ser famosa, pero que inventaba bonitas noticias, también es verdad que eso se completaba con que le dijo además que se metiera a novelista pues mentir en narración es una virtud. Lo que cambia mucho el mensaje inicial. Y tampoco comprendo los ataques continuos a Gabriel García Márquez, ya sea contra la cantidad de personajes de mismo nombre en 100 Años de Soledad, o en los soterrados mensajes de que sea famoso por ser hombre y escritor.
No es de recibo tampoco tanto ataque a los hombres y el mundo masculino como si fuera el mal de todas las cosas, y las alabanzas a la mujer y el mundo femenino como si fuera el bien supremo... porque es irreal, porque el mundo no es así, porque es un tópico, porque no es una cuestión de sexos, porque simplifica muchas cuestiones sociales y culturales en algunos lugares del planeta, porque elimina los matices, las mentalidades, porque no todos los hombres, además, somos el diablo misógino, ni todas las mujeres son santas virtuosas. Porque ella preguntó "¿conocéis a alguna mujer débil? yo no", y el público, mayoritariamente femenino, la aplaude... pues yo si conozco mujeres débiles, igual que hombres débiles, y lo contrario también... que el mundo no es un tópico demagógico, que la vida es más compleja... pero le viene bien ese discurso. Como le hizo notar un librero de la ciudad invitado a preguntarla, entre unas doce personas invitadas a lo mismo (y de extraña elección, a mi parecer más política que literaria, no obstante entre ellos estaba el alcalde y algún edil más), su público lector es mayoritariamente femenino, y completó la pregunta en cómo haría leer a un joven varón uno de sus libros... Pero no contestó en serio ella... supongo que no le importa mucho el público masculino. En este sentido, pese a lo agradable de su conversación y lo divertido de sus bromas, yo me sentí altamente incómodo, y MJ, cuando acabó el acto y nos fuimos a tomar algo, me dijo que ella también había notado esa especie de animadversión hacia los hombres que, si ella hubiera sido hombre, también estaría molesta en la sala. Y es que el teatro estaba repleto de mujeres, lo que no pasa nada, y es que Allende ha dedicado mucho al mundo femenino. Incluso tiene una fundación para ayudar a las mujeres más desfavorecidas del planeta, eso sí está muy bien.
Pero en fin, tanto meterse, con humor, repito, con otros escritores, y no se daba cuenta que de lo único que le preguntaban de sus libros era por ese Eva Luna y por La Casa de los Espíritus, el resto de sus libros sólo los mencionó ella, incluido su reciente Cuaderno de Maya, de este mismo año, que supongo debería haber mencionado más ya que iba su editora y repartieron abanicos de cartón con su anuncio. Debiera reflexionar sobre eso. Se mencionó la posibilidad de que algún día gane el Premio Cervantes, que es el equivalente del Premio Nobel de Literatura en lengua castellana, yo no sé si lo hará, pero desde luego a fecha de hoy, tras la charla de ayer, debiera reflexionar sobre estas cosas antes de volver al ataque sutil contra el resto de escritores de estilos, técnicas y temáticas diferentes a los suyos.
En todo caso, y aunque con la lectura de este post pueda parecer lo contrario, fue muy agradable. Siempre está bien conocer en persona las opiniones de las personas que normalmente te llegan por noticias. Fue una mujer con muy buen sentido del humor y se la notaba feliz con el premio. No se sentía encasillada en el Realismo Mágico, del que decía que no siempre escribía dentro de él, que no era propio sólo de Sudamérica, y que quizá es algo más de aquel tirón inicial latinoamericano de la segunda mitad de los 1960' y los 1970' que de los 2010', de los que decía que los jóvenes escritores de allí empiezan a renunciar a él, si no a atacarlo... Curioso, cuando en España aún hay una parte de jóvenes escritores que se fijan en este estilo literario. También nos contó cuestiones como que La Casa de los Espíritus está escrita sobre sus recuerdos familiares, como casi todas las primeras novelas, según ella, y que su editora en España, Carmen Balcells, le dijo que le parecía una buena novela, pero que los escritores lo son a partir de su segunda novela. Por otra parte también confesó su desorganización aparente que llevó a que necesitase de un cuadro de personajes colgado en su casa para saber qué había escrito sobre quién para poder seguir escribiendo. Fue una buena noche, con una conferencia interesante en todo caso y una grata compañía personal. Además, en el teatro encontré varias caras conocidas, una dueña de bar al que voy habitualmente, una bibliotecaria antigua conocida mía desde épocas universitarias, una periodista veterana... Muchas caras conocidas femeninas.
Que la cerveza os acompañe.
Una amiga y antigua compañera de trabajo de archivos, MJ (que me entrevistó el día previo a mi 31º cumpleaños), una persona dinámica y apasionada de las cosas en las que se implica y empeñada en enseñarnos a jugar al golf, desde el primer día... para que lo vivamos como toda una experiencia, me llamó para invitarme a ir al Teatro Salón Cervantes para verla en una charla que iba a dar a y con los alcalaínos. Tenía dos invitaciones que había conseguido de modo que no me queda claro, porque el misterio también es muy de MJ cuando lo desea, pero eran de tercera fila y centrados, cosa impresionante.
La verdad es que sólo me he leído un sólo libro de Isabel Allende, Eva Luna, aunque la he seguido en algún artículo de prensa que ha publicado peregrinamente, y en alguna noticia que de Pascuas a Ramos se ha publicado sobre ella o, sobre todo (y reconozco que lo he seguido aún más), sobre noticias relacionadas con el primo de su padre, Salvador Allende. La cosa es que Alcalá de Henares concedió antes de ayer el Premio Ciudad de Alcalá de Henares de las Artes y las Letras 2011, y tras recogerlo el Domingo 9, ayer, Lunes 10, se decidió por conceder esta conferencia y charla a la vez a y con los alcalaínos. Yo me he presentado a los Premios Ciudad de Alcalá de Poesía y de Narrativa en años pasados... hace ya tiempo, y fui invitado a ver estas otras entregas de premios cuando fueron entregados en su día a Fernando Fernán Gómez y a Adolfo Marsillach, pero he de reconocer que la iniciativa de Isabel Allende era más cercana a la gente común. Tan cercana que incluso cuando recogió su premio ella apoyó las protestas ciudadanas que piden más democracia y más justicia social en España representadas por el movimiento 15 de mayo (15-M), tan afín a algunas reivindicaciones que se viven a la vez ahora mismo en su país natal, Chile. Supongo que sería algo que le revolvería las tripas al alcalde complutense del Partido Popular, Bartolomé González, tan empeñado en demonizar incluso con manipulaciones y mentiras al 15-M activo en Alcalá de Henares. Pero en fin, supongo que haría lo que hizo a lo largo de la charla de anoche, sonreír en todo momento encantado con la invitada pero también demostrando que la sonrisa no le va bien a su rostro, le da un aspecto digamos que... que sus asesores de imagen debieran asesorarle. Pero en fin, es que un alcalde que eliminó la Fundación Colegio Del Rey (dedicada a crear cultura por cultura en la ciudad) para sustituírla por una empresa (parece que ahora con el beneplácito de un concejal de Izquierda Unida, metido en su consejo), que pone trabas a las iniciativas de la Universidad de Alcalá y más trabas todavía a fundaciones como La Caixa en el Hospital Santa María la Rica, que no ayuda a promocionar nada que no tenga que ver con las iniciativas de la empresa citada y siempre en torno a Cervantes... que no apoya a los creadores de diferentes ramas artísticas de Alcalá y mucho menos si tienen ideas de arte contemporáneo o simplemente no renacentista o barroco, pues muy alcalde de la cultura no es... por mucho que Isabel Allende creyera equivocadamente en su discurso de ayer que la ciudad se dedicaba a la cultura en tiempos de crisis. No en vano Alcalá de Henares fue más que rechazada como Capital de la Cultura para 2016.
Isabel Allende, con sus 69 años de edad, vino con su baja estatura vestida de jovencita muy elegantemente, peinada muy elegante con su abundante pelo pelirrojo, y con una lucidez y un sentido del humor abundante muy sorprendentes. Pero también vino con su guardaespaldas y con su representante en España, que es de Plaza & Janes. Era muy cercana a la gente, sí, pero su discurso, por muy fresco y humorístico que resultó, me pareció que estaba prefabricado en unas formas de hacer muy norteamericanas. Todo parecía espontáneo, pero a la vez todo me parecía artificial. Los chistes cuidados, las palabras precisas, los movimientos vigilados. Sutilezas que quien no conozca ese mundo de las grandes promociones pasa por alto y otorga a quien habla una espontaneidad sincera que en parte puede no tener. Esta mujer de Chile que se vio obligada a exiliarse a Venezuela con el golpe de Estado de Pinochet en 1973, y que actualmente vive con su esposo Willy en California (Estados Unidos de América, donde está nacionalizada desde 2003), tiene mucho de ese mundo de los negocios del espectáculo que tanto han desarrollado los norteamericanos. Los chistes continuos a que desearía encontrarse con el actor Antonio Banderas, o que sea protagonista de películas sobre sus libros, no es más que la referencia que les llega a Estados Unidos de España, por lo que mencionar a un español presuntamente triunfante allí es un guiño para empatizar con el público, para ganárselo, pero nada más.
Pero es que había algo que me ponía en guardia en su discurso, por muy simpático que fuera, primero no tanto esa artificialidad pasada por espontaneidad, sino por ejemplo algo que yo creo que nunca se debería hacer en un escenario frente a un teatro abarrotado de gente, como es hacer humor a costa de reirte de alguien, en este caso de su marido (y menos con las alusiones sexuales de sus intimidades que le degradaban). Pero mucho peor criticar el estilo y temáticas de otros escritores; en el caso de su marido (escritor de novelas policiacas) le criticó que escribiera once minutos al día, cuando le apetecía hacerlo, y que lo hiciera por divertirse, mientras ella sí que escribía todos los días desde la siete de la mañana hasta siete horas más tarde, intentando introducirse en los sentimientos más íntimos de sus personajes. Son dos estilos diferentes de escritor, y ninguno es desdeñable, tal cómo ella sí desdeñó. Su marido quizá no pase a los anales de la alta literatura, como ella, pero su marido tiene varios libros traducidos ya a varios idiomas, lo que quiere decir que tiene lectores a los que gusta... y la literatura a veces no busca más que el placer de la lectura, de contar historias. Eso debiera tenerlo en cuenta... Como debiera tener en cuenta no meterse, como hizo, contra los escritores que eligen temáticas del tipo crímenes, épica, magia de aventuras, conspiraciones de Estado, etcétera, para valorar su propia temática de historias simplemente humanas. Y tampoco debió meterse tanto con los escritores varones de Sudamérica que componen el Realismo Mágico al que ella mismo pertenece en parte. Si bien es cierto que, como dijo ella, Pablo Neruda le dijo que era la peor periodista de Chile antes de ser famosa, pero que inventaba bonitas noticias, también es verdad que eso se completaba con que le dijo además que se metiera a novelista pues mentir en narración es una virtud. Lo que cambia mucho el mensaje inicial. Y tampoco comprendo los ataques continuos a Gabriel García Márquez, ya sea contra la cantidad de personajes de mismo nombre en 100 Años de Soledad, o en los soterrados mensajes de que sea famoso por ser hombre y escritor.
No es de recibo tampoco tanto ataque a los hombres y el mundo masculino como si fuera el mal de todas las cosas, y las alabanzas a la mujer y el mundo femenino como si fuera el bien supremo... porque es irreal, porque el mundo no es así, porque es un tópico, porque no es una cuestión de sexos, porque simplifica muchas cuestiones sociales y culturales en algunos lugares del planeta, porque elimina los matices, las mentalidades, porque no todos los hombres, además, somos el diablo misógino, ni todas las mujeres son santas virtuosas. Porque ella preguntó "¿conocéis a alguna mujer débil? yo no", y el público, mayoritariamente femenino, la aplaude... pues yo si conozco mujeres débiles, igual que hombres débiles, y lo contrario también... que el mundo no es un tópico demagógico, que la vida es más compleja... pero le viene bien ese discurso. Como le hizo notar un librero de la ciudad invitado a preguntarla, entre unas doce personas invitadas a lo mismo (y de extraña elección, a mi parecer más política que literaria, no obstante entre ellos estaba el alcalde y algún edil más), su público lector es mayoritariamente femenino, y completó la pregunta en cómo haría leer a un joven varón uno de sus libros... Pero no contestó en serio ella... supongo que no le importa mucho el público masculino. En este sentido, pese a lo agradable de su conversación y lo divertido de sus bromas, yo me sentí altamente incómodo, y MJ, cuando acabó el acto y nos fuimos a tomar algo, me dijo que ella también había notado esa especie de animadversión hacia los hombres que, si ella hubiera sido hombre, también estaría molesta en la sala. Y es que el teatro estaba repleto de mujeres, lo que no pasa nada, y es que Allende ha dedicado mucho al mundo femenino. Incluso tiene una fundación para ayudar a las mujeres más desfavorecidas del planeta, eso sí está muy bien.
Pero en fin, tanto meterse, con humor, repito, con otros escritores, y no se daba cuenta que de lo único que le preguntaban de sus libros era por ese Eva Luna y por La Casa de los Espíritus, el resto de sus libros sólo los mencionó ella, incluido su reciente Cuaderno de Maya, de este mismo año, que supongo debería haber mencionado más ya que iba su editora y repartieron abanicos de cartón con su anuncio. Debiera reflexionar sobre eso. Se mencionó la posibilidad de que algún día gane el Premio Cervantes, que es el equivalente del Premio Nobel de Literatura en lengua castellana, yo no sé si lo hará, pero desde luego a fecha de hoy, tras la charla de ayer, debiera reflexionar sobre estas cosas antes de volver al ataque sutil contra el resto de escritores de estilos, técnicas y temáticas diferentes a los suyos.
En todo caso, y aunque con la lectura de este post pueda parecer lo contrario, fue muy agradable. Siempre está bien conocer en persona las opiniones de las personas que normalmente te llegan por noticias. Fue una mujer con muy buen sentido del humor y se la notaba feliz con el premio. No se sentía encasillada en el Realismo Mágico, del que decía que no siempre escribía dentro de él, que no era propio sólo de Sudamérica, y que quizá es algo más de aquel tirón inicial latinoamericano de la segunda mitad de los 1960' y los 1970' que de los 2010', de los que decía que los jóvenes escritores de allí empiezan a renunciar a él, si no a atacarlo... Curioso, cuando en España aún hay una parte de jóvenes escritores que se fijan en este estilo literario. También nos contó cuestiones como que La Casa de los Espíritus está escrita sobre sus recuerdos familiares, como casi todas las primeras novelas, según ella, y que su editora en España, Carmen Balcells, le dijo que le parecía una buena novela, pero que los escritores lo son a partir de su segunda novela. Por otra parte también confesó su desorganización aparente que llevó a que necesitase de un cuadro de personajes colgado en su casa para saber qué había escrito sobre quién para poder seguir escribiendo. Fue una buena noche, con una conferencia interesante en todo caso y una grata compañía personal. Además, en el teatro encontré varias caras conocidas, una dueña de bar al que voy habitualmente, una bibliotecaria antigua conocida mía desde épocas universitarias, una periodista veterana... Muchas caras conocidas femeninas.
Que la cerveza os acompañe.
1 comentario:
P.D.: el presentador de la conferencia-charla era un periodistas de reportajes en Telemadrid, en el programa MAadrid Directo, y es muy triste que para presentar un encuentro como este, el hombre se dedicara a despotricar contra el programa televisivo del corazón "Sálvame" para enlazarlo con una loa por el público presente para ver a Isabel Allende, no venía a cuento de nada, más que a su propio intere´s televisivo...
Por otra parte, mal por la organización por no cubrir los asientos de la cuarta fila, detrás de mí. Era un vacío muy notable cuando entre el público había gente incluso en los peores palcos.
Publicar un comentario