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Nunca llegarán a figurar entre los grandes literatos españoles del siglo XX, como digo, sólo en esas otras recopilaciones generales de escritos del exilio. Ni con reconocidos exiliados, ni con reconocidos no exiliados. Ni con Antonio Machado, ni con Leopoldo Panero; ni con Juan Ramón Jiménez, ni con Dionisio Ridruejo; ni con Vicente Alexaindre, ni con Gerardo Diego; ni con Rafael Alberti, ni con Rafael Sánchez Mazas. Coinciden con estos conocidos autores estos desconocidos exiliados de los que yo hablo, gente de a pie de la calle, normal y corriente, en querer expresar en poesía sus vivencias, ideas y sensaciones y sentimientos. Mala poesía, como he dicho, pero poesía a fin de cuentas. Sus penurias lejos de la tierra donde crecieron y a donde ya no podían volver, tras vivir dos guerras para sobrevivirlas a ellas y a la post guerra, quedan reflejadas en esos versos. A menudo oscilan entre la ideología democrática y las vivencias cotidianas en el exilio francés. A veces tienen algún acierto entre sus versos. Así, en el poema "Las ovejas salvajes y la fiesta del lugar", de una página y media a doble columna, manuscrito con pluma estilográfica, Domingo González, un afiliado al reconstituido Grupo Socialista de París, escribía unos versos en un fragmento del poema que reflejan cierto ambiente entre lo erótico y lo amoroso que, en realidad, nos hablan de una libertad sensual y sexual, la cual, tras ser gozada durante la II República en España y en esos momentos en la República de Francia recién liberada, no existía en España permitidamente. Esos mismos versos, sacados del contexto del resto de sus versos, podrían tomarse (o confundirse) como metáfora de su exilio respecto a España, quizá subconscientemente así fuera... Sin embargo, tengo mis dudas sobre esa intencionalidad (conscientemente no, de eso estoy seguro, inconscientemente, tal vez, no obstante el nombre de Dulcinea no era ya un nombre habitual entre las españolas desde hacía siglos -si es que acaso alguna vez lo fue- y sí un recordatorio y una alegoría a la española castellana por referencia a la novela "Don Quijote de la Mancha", de Miguel de Cervantes).
(...)
Pierdo con gusto y me voy.
La cena está preparada,
Dulcinea enamorada
que los jóvenes abrazan
hasta llegar la mañana.
(...)
(Domingo González, "Las ovejas salvajes y la fiesta del lugar", 28 de agosto de 1945, Bois de Bay-Faurilles-Dordogne, Francia).
P.D.: La fotografía pertenece a un membrete de un documento oficial del gobierno de la II República Española en el exilio, no recuerdo si de 1948 ó de 1954. Llama la atención que en pleno exilio existiera un "Ministerio de Emigración".
5 comentarios:
En estos momentos has logrado que envidie tu trabajo. ¡Con lo que me gusta husmear en correpondencias ajenas y papelajos del siglo pasado! ¡Ayyyy!
Bueno, todo el año pasado ya tenía un trabajo de lo mismo, pero en otros dos archivos diferentes y uno de ellos, te recuerdo, era con expediente judiciales del siglo XVIII. Saludos.
Buena documentación para un escritor
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro temas muy interesantes.
Pues muchas gracias. Espero que siga gustándote. Saludos y que la cerveza te acompañe.
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