lunes, abril 19, 2021

NOTICIA 2045ª DESDE EL BAR: TRES PASAPORTES

 

Tengo tres pasaportes. El normal y corriente de mi país, España, que además corresponde con el de ciudadano de la Unión Europea, un pasaporte europeo contra el racismo y el pasaporte de los derechos humanos. Realmente el único válido es el de España, por cierto que los pasaportes españoles son de los mejor valorados en el mundo a causa de ser un país sin conflictos graves ni intereses cainitas internacionalmente, esto no lo aporto yo, lo leí hace meses en un reportaje de un periódico. De hecho si tenéis uno guardadlo y custodiadlo bien porque realmente son especialmente golosos de tener por parte de numerosas personas con todo tipo de motivaciones. Yo cuando leí esto me descubrió un mundo que no sospechaba. Si la memoria no me falla, ese reportaje fue publicado en algún momento antes de la pandemia de la Covid-19. 

Los otros dos pasaportes son de organizaciones no gubernamentales (ONG). Los suelen hacer en campañas de concienciación especialmente para colegios e institutos. De hecho el pasaporte europeo contra el racismo me lo dieron durante el bachillerato, en la década de 1990. Lo hizo la ONG llamada SOS Racismo, que empezó su andadura en 1995, o al menos lo repartieron ellos, porque la verdad es que el logotipo no es el de ellos. El pasaporte de los derechos humanos me lo dieron a comienzos de este mes, sobrante de una campaña escolar. Lo hizo Amnistía Internacional, estos empezaron en 1961. 

Estas campañas de información y sensibilización me parecen útiles. Añadiría algún pasaporte que conciencie en ecología, que es uno que me temo que cada vez vaya haciendo más falta. No hace mucho la activista Greta Thunberg hablaba de la necesidad de concienciar a la gente en la no necesidad real de realizar largos viajes turísticos, especialmente en avión, pensamiento que choca de lleno con las grandes compañías de transportes, las turísticas, el sector hostelero y en países como España supongo que contra el propio gobierno, cuando parece que tu economía gira en torno al turismo especialmente venido del resto de Europa, Japón, China y Estados Unidos. A menudo las concienciaciones son más efectivas cuando los poderes económicos o los motores económicos coinciden con las necesidades de aquello que se quiere promover. Lamentablemente me temo que estas coincidencias suelen ocurrir cuando los acontecimientos van dando malas consecuencias para todos y aquellos que son escollos empiezan a ser puertas para arrimar el hombro. 

Como digo, hace poco me dieron el pasaporte de los derechos humanos. Lo cierto es que los dos pasaportes ficticios, los de las ONG, están rellenados con mis datos, como si realmente fueran pasaportes. Me hace cuando menos cierta gracia estos simbolismos. Los guardo. Cuando me dieron este pasaporte me acordé con una sonrisa el que me dieron años atrás sobre el racismo. Me retrotrajo a otras épocas de mi vida. 

Por razones que desconozco, hoy me apetecía compartiros esto. He hecho caso a un impulso sobre estos pasaportes. No sé, algo me llevaba a compartiros la existencias de estos documentos que se suelen dar en campañas educativas. Saludos y que la cerveza os acompañe.

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