miércoles, abril 14, 2021

NOTICIA 2044ª DESDE EL BAR: 90º ANIVERSARIO DE LA SEGUNDA REPÚBLICA

Estamos ante un aniversario redondo de los que tanto gustan a la prensa, el 90º aniversario de la Segunda República Española. Quien lee asiduamente esta bitácora sabe que todos los años le dedico unas palabras, unas reflexiones o un análisis histórico o de la actualidad a tal fecha. Hablar este año otra vez de un repaso histórico me parece excesivo, toda vez que toda la prensa estatal y los telediarios se han puesto a fondo a repasar los hitos que marcaron la República, pasando siempre por el tópico aún no superado por muchos de unir República con guerra civil. La Historia española del siglo XX las une por fuerza, pero la República fue algo más allá que la guerra civil. Entiendo que este año es tentador hacerlo, cuando hay una serie de españoles que vuelven a optar por la extrema derecha y se cuestiona o se miente sobre determinados logros de la construcción de la democracia más reciente, la de esta monarquía parlamentaria. No obstante, Abascal, líder del partido ultraderechista Vox, no ha defraudado hoy en el Parlamento en la expectativa de que hablaría contra la República y se negaría a condenar el franquismo, o sea: la dictadura en origen mayoritariamente fascista, luego deslizada hacia lo que se llamó nacionalcatolicismo. 

Hablar sobre la situación de la Monarquía ahora mismo es algo que ya hice hace relativamente poco, en el 40º aniversario del golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981, en la Noticia 2031ª.

Sobre las posibilidades de una Tercera República ya hemos hablado en algún otro aniversario, aunque en este podríamos comentar variantes nuevas, no me apetece este año tampoco ahondar en esto en esta bitácora. En conversaciones privadas con gente que no desee más la polémica que la conversación, tal vez. 

¿Qué me queda entonces para este 90º aniversario, en el que siquiera me he preparado una foto ni un dibujo? Pues quizá poner alguna nota escueta sobre ese hecho de que han pasado noventa años. Estamos a diez años de que se cumplan cien años, un siglo, y la verdad es que la sociedad española sigue discutiendo e incluso enfadándose cuando habla contra la República o cuando alguien desea defenderla ante uno de estos que hablan en contra. De fondo no hay exactamente un debate histórico, aunque se lancen datos históricos a menudo erróneos o desinformados de uno y otro lado, hay otra cosa, otra cosa más peligrosa. Hay exactamente lo mismo que hace que después de noventa años las heridas y las presuntas heridas o las presunts afrentas no hayan cerrado ni sanado, sigan vivas en los hijos, nietos y biznietos de los que vivieron aquello en primera persona. Aquellos que hoy cumplan 100 años y por entonces cumplieran 31 años no están para estos debates que tengo la impresión que hasta para ellos mismos son propios de cerebros momificados y guardados en formol en un punto inamovido del pasado español, como si Azaña siguiera vivo y siguiera debatiendo con Ortega y Gasset en el Parlamento sobre la cuestión catalana, o como si Gil Robles acabara de decir sus palabras más incendiarias tras leer algo en prensa referido a Indalecio Prieto.

En pleno 2021, cuestiones que deberían ser de la Historia parecen hervir en la sangre de algunas personas como si las acabaran de leer en prensa en 1931. No es que la gente hable de tal o cual momento en el que tal o cual ley o reforma de 1932 o de 1933 provocó que cual y para cual. La gente en general, el común  de la gente, ignora en su gran mayoría todos aquellos debates y pormenores de la Historia de la República, aunque sí conocen los hechos más importantes de alguna manera, aunque sea a través de películas y de series, a menudo desenvocantes en la guerra civil como ficciones, no como relato de Historia. Hacen suyo los acontecimientos más gruesos a través de recuerdos familiares a veces, casi todos, distorsionados, y a través de determinados argumentos políticos de los políticos de hoy día que manosean la Historia en su interés hasta el punto que gente afín a Franco se ve capacitado a citar, por ejemplo, a Azaña como si Azaña les diera la razón, nada más retorcido e ignorante, teniendo en cuenta que Azaña murió como murió a causa de Franco y de quienes le seguían y apoyaban. 

En el lado de la izquierda la cosa tiene algunas personas que se comportan igual y mueven algunos hitos democráticos a su conveniencia sin tener en cuenta sus detalles que, por otro lado, los hacen muy diferentes a sus ideas actuales. No lo olvidemos, de 1931 a 2021 van noventa años.

Tengo la impresión además de que sobre todo en el lado de los descendientes de la gente que en aquella época apoyó a Franco hay cierto miedo no confeso a que si se trata la Historia como Historia y se desentierran fosas y documentos de los archivos, se hagan lecturas de los sucesos acordes a la lectura que se hizo en el resto de Europa, pudiera alguien tratar a sus antecesores o a ellos mismos como culpables gigantes. La Historia no está tanto para culpar como para explicar. Luego ya, lo que cada uno crea o no crea es otra cosa. Es difícil creer que quien ideó en Alemania la mejor forma para matar masivamente a judíos presos sea inocente y un alma cándida, eso la Historia no puede dejar de explicarlo, pero no es lo mismo que señalar con el dedo a sus descendientes. Los descendientes responderán ante sus propios actos y estos puede que no sean los de continuar la obra del padre o el abuelo incinerando judíos, sino ayudar a que eso no se repita y señalar eso como error y horror. 

Luego tenemos a aquellos que actualmente van abundando más, los que leen libros de Historia versionados en cómic... y no hay pocos de estos, crecen como setas en las librerías últimamente. Creen saber Historia con ese material, pero como se podrá comprender no es lo mismo leer una investigación de ochocientas páginas, que su adaptación en cómic en unas noventa páginas ilustradas. Digo yo que algunas sutilezas informativas existirán entre una y otra versión como "ligeros" cambios y aportes.

Vivimos en la sociedad que tiende al espectáculo inmediato. En el año 2000 los usuarios de Internet tendían en términos amplios de cantidad de usuarios a leer extensas entradas de todo tipo de contenidos en blogs, en el 2021 el usuario medio de Internet tiende a redes sociales donde con un video en una red social que dure diez segundos bailando o dos o tres minutitos contando algo, la gente está satisfecha, si bien no se dan por totalmente informados de las complejas estructuras económicas de tal o cual ayuda contra la Covid-19 si no es viendo una foto con una broma simpatíca que les haga reir porque comulgue con una idea preconcebida que ya tenían. Pues poco más o menos con el conocimiento histórico.

En este 90º aniversario lo que me apetece comentar es precisamente que a lo que la gente menos le importa es lo que significó la República, ni quieren que les cuenten de ello. Con una fotito con la bandera tricolor que mañana cambiarán por otra foto, les vale. Quizá alguna canción, o comentar alguna noticia del día en clave de la Segunda República. La República es lo que menos importa en el día de la República, pero a la vez si se ponen a ver las noticias hay amplios sectores de la población que pareciera que la República y sus problemas de hace noventa años son los problemas más acuciantes del Parlamento actual y por ello hay prisa por atajar de una vez que si Besteiro dijo tal el día cual de 1934, al fin Abascal en 2021 podrá replicarle. Absurdo, pero a muchos les cuela... ahí están los resultados electorales. Y sigue la rueda.

En fin, saludos y que la cerveza os acompañe.




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