jueves, marzo 22, 2018

NOTICIA 1777ª DESDE EL BAR: UNA PLACA PARA MÁS DE DOSCIENTOS FUSILADOS

Sin olvidar que os compartí dos de mis más recientes poemas por el Día Internacional de la Poesía, en la Noticia 1776ª, me quiero hacer eco de la noticia que saltó a toda la prensa local tras aprobarse una propuesta muy determinada en el pleno municipal de Alcalá de Henares del reciente día 20 de marzo, martes por la tarde. Así por ejemplo podréis leerla en Alcalá Hoy, entre cualquier otro informativo. Se trata de la aprobación de la propuesta de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares (ARMHADH) de poder colocar una placa de homenaje y recuerdo a todos los fusilados por la dictadura de Franco en la ciudad. 

Se colocará en la Playa de los Alemanes, del río Henares, detrás de la ermita de la Virgen del Val. Como ya se ha comentado bastantes veces en esta misma bitácora, en libros de Historia local recientes y en artículos de Historia, así como en las memorias de ancianos que han ido muriendo diciendo lo que sabían, fue allí donde la dictadura, en sus primeros años, en la década de 1940, fusiló a la gran mayoría de republicanos y disidentes del régimen. Otro foco de fusilamientos fue el cementerio viejo, pero el lugar por excelencia fue aquella Playa de los Alemanes. Así por ejemplo, en las memorias póstumas de Fernando Nacarino, recogidas por Urbano Brihuega en 2009, se puede leer como los vecinos pagaban a los niños para que espiaran quien daba el tiro de gracia a los fusilados, y que, en esa zona, los niños decían que lo daba Cervantitos, que era el sacerdote Cervantes, uno de los que en los expedientes de depuración de maestros y funcionarios aparece su nombre y sus testimonios y firmas, junto a los del sacerdote Utrera, para decir quién era buena persona, por ser de derechas, o mala persona, por ser de izquierdas; esos expedientes se pueden leer en el Archivo General de la Administración, entre otros archivos relacionados con los asuntos oscuros de esos años de imposición y violencia.

Hubo unos doscientos fusilados republicanos en Alcalá de Henares, redondeando la cifra más elevada que recuerde que se barajó hace tiempo, aunque lo cierto es que sé que hay estudios recientes que hablan de cifras entre los doscientos setenta y los trescientos. Existe una horquilla entre los ciento cincuenta y los doscientos setenta, en términos generales. No son pocos. Alcalá de Henares fue constantemente republicana y leal a la República desde su proclamación en 1931 hasta incluso un día más después de la caída de Madrid en los últimos días de marzo de 1939 en el exacto final de la guerra civil. Eso conllevó un precio muy alto en represión de los vencedores contra los vencidos. Ninguno fue honrado institucionalmente hasta la placa de los ocho inocentes fusilados  en 1948 por la explosión del polvorín (Noticia 1736ª), puesta en 2017 en la pasarela sobre el río Henares que sustituye el puente del Zulema que reventó con aquella detonación. Ahora, en 2018, el resto de fusilados tendrán su placa general. Han pasado unos ochenta años contando desde los casos de los fusilados en 1939, cuarenta y uno de esos años en democracia. 

Entre los fusilados no sólo podemos recordar a aquellos inocentes de la explosión del polvorín, sino también otros nombres inocentes de las acusaciones vertidas contra ellos, como el maestro y secretario de la FETE Ángel García. Son varias las publicaciones e investigaciones salidas a la luz tan reciente como tardíamente sobre muchas de estas personas y sus casos. Se podrían citar muchos títulos locales de artículos y de libros, pero baste las reseñas de dos libros que recogen muchos nombres de personas que sufrieron la represión tanto con penas de muerte como con penas de cárcel, torturas, postergamientos, etcétera. Hablo de las reseñas de los libros El movimiento obrero en Alcalá de Henares, 1868-1939, y  La explosión del polvorín en Alcalá de Henares (1947), ambas en Las notas de los cíclopes libreros.

Ya en abril de 2012 se colocó por parte de diversas organizaciones de izquierdas de la ciudad una placa en la tapia del zanjón del cementerio viejo, donde se halla la fosa común de los fusilados sin indicar ni señalar. Placa que duró apenas unas horas, arrancada por algún desconocido. Placa que el PSOE no colaboró en ella, pero que una vez colocada arrancó de su propia voz y en ese mismo momento y lugar del candidato a alcalde por entonces, hoy alcalde, Javier Rodríguez, un compromiso de honrar a los fusilados con una placa donde se vieran todos representados. Hoy esa placa parece tomar forma institucional, a pesar de que el PSOE accedió al ayuntamiento en 2015 y estemos en 2018. Pero es cierto que el actual ayuntamiento está demostrando una preocupación por recuperar memoria  y honrar a los que defendieron la democracia que anteriores ayuntamientos no han tenido, habiendo sido estos de diferentes tendencias políticas. Los detalles de aquella placa de 2012, y su foto, se pueden consultar en Noticia 1070ª.

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