NOTICIA 626ª DESDE EL BAR: GOTHAM BAR

Esta noche abren un nuevo bar de rock en Alcalá de Henares, el Gotham Bar, en Ronda de Pescadería, junto al Insomnio Bar (este otro de música heavy). Ante tan tentador nombre para amantes del cómic, ¿cómo no estrenarlo? Claro que también podría llamarse así por el Gótico... no por el estilo musical llamado gótico, sino por el Gótico. Alguien me chivó que en realidad es el nombre de un bar mítico de Holanda. Ni idea, a mí me gusta imaginar que es por Gotham City, que Batman pasea por allí en su alter ego de millonario, o que incluso el Jocker a veces toma copas con Dos Caras. Sea como sea, esta noche bautizamos nuevo bar, por otra parte, y a juzgar por quienes me han dicho son los dueños, será hijo parejo de (que no parte de los negocios de) Kajuna. Más que nada porque son clientes habituales de allí. Hummm... Promete. Ya se verá.

Yo entretanto os dejo con un poema que encontré de un poeta español, exactamente de un español de Al-Andalus, ya sabéis uno de esos poetas importantes que tenemos y que casi nadie conoce porque el sistema educativo español se niega a enseñarlos como parte de nuestra cultura y de nuestra Historia... claro que eso también les pasa a algunos del siglo XX, como Marcos Ana, cuya memoria pretende sacar de la ignorancia Pedro Almodovar. El poeta de Al-Andalus que os presento se llama Ibn Suhayd, vivió en el siglo XI, entre 992 y 1035. Se quedó crecientemente sordo desde adolescente, lo que le impidió continuar el oficio de su padre, ministro de Almanzor. La enfermedad que le formó la sordera le creó una personalidad introspectiva y llena de amargura. Supo ver que el reinado de Al-Andalus entraba en decadencia y por ello hablaba con arrogancia a muchos de sus coetaneos, incluso de la corte de Abderramán III. Sin embargo muchas de sus suposiciones se cumplieron, como el asesinato de 30.000 árabes a manos de berebéres en Córdoba o la destrucción de Medina Azahara. Se entregó a una vida de vicios que fue muy criticada y polémica. Su inteligencia y sus excesos crearon en torno a él amor y odio, pero no indiferencia. Su principal obra poética es calificada de obscena, pero de gran calidad.

Al ver que la vida me vuelve el rostro

y que la muerte me ha de atrapar

sin remedio,

sólo anhelo vivir escondido

en la cima de un monte,

donde el viento sopla;

solitario,

comiendo lo que me resta de vida

las semillas del campo

y bebiendo en los hoyos de las peñas.

Ibn Suhayd (siglo XI, Al-Andalus)

Falla la rima, hay que tener en cuenta que pese a ser uno de nuestros autores españoles escribía en árabe, asíque es una traducción. Es tan válido como cuando leemos poemas traducidos de Bukowski, Rimbaud, Dante o Goethe. Un saludo y que la cerveza os acompañe.