domingo, abril 01, 2007

NOTICIA 251ª DESDE EL BAR: 30º ANIVERSARIO DEL MITIN DEL '77

Tal como anuncié en la Noticia 149ª, el reciente Viernes 30 la Fundación Aurora organizó la conmemoración del 30º aniversario del primer mitin de CNT (Central Nacional de Trabajadores, de carácter anarquista y anarcosindicalista) después de la dictadura franquista. El acto conmemorativo se produjo en el Ateneo de Madrid al anochecer. Allí estuve con algún otro conocido y amigo, sentados en la sala de reuniones; esa sala llena de antiguos y muertos presidentes de gobierno, ministros, militares e intelectuales, observándonos desde sus cuadros que rodean la zona superior de esa habitáción octogonal de tribuna y butacas, con símbolos masónicos de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX en algunas paredes. No obstante el Ateneo de Madrid es un referente en la Historia española de cara a los republicanos y liberales de esas últimas y primeras décadas en el traspaso de los siglos citados. La dictadura no cerró el Ateneo y lo usó dentro de los parámetros ideológicos de su régimen. Hoy en día, en la Monarquía Parlamentaria, sigue cumpliendo su misión intelectual, aunque con menos repercusión que en su pasado, y dando cabida a todas las ideologías que abrazan la democracia en todas sus formas.

CNT es de los últimos sindicatos legalizados durante los años de la Transición política de la dictadura a la Monarquía Parlamentaria (la cual, como he dicho alguna vez, funciona actualmente casi como una República). Sin embargo fue el segundo sindicato con los que los políticos elegidos por el Rey Juan Carlos I de Borbón (aún no habían existido elecciones) contaron para pasarlos a la legalización. De hecho se llamó primero a la Unión General de Trabajadores (UGT, socialdemócrata), después a CNT, y después a Comisiones Obreras (CCOO, que si bien empezó con componentes anarquistas al comienzo de los 1960' en la clandestinidad, acabó siendo controlado mayoritariamente por los comunistas marxistas). La tardanza en la legalización de CNT radicó en su negación a que la Transición política fuera forzosamente hacia una Monarquía, aunque fuera parlamentaria y de corte altamente democrática (aunque nunca del todo, pues no deja de ser monarquía). Por ello el patrimonio que el gobierno Suárez se comprometió a devolver a los sindicatos de entre los que la dictadura les quitó, es mayoritariamente no devuelto a CNT (pese a que hay una madeja judicial de por medio), mientras que el resto de sindicatos han recuperado una gran parte (que no todo). Por ello, cuando se llamó a los sindicatos poco tiempo más tarde a reunión con el gobierno y CNT se negó a suscribir el Pacto de la Moncloa, se la aisló aún más.

Con todo CNT es un sindicato legal, pacifista y legítimo, abierto a todo trabajador de cualquier tendencia izquierdista, aunque de dirección anarquista, según sus estatutos. De hecho, actualmente, puedes estar sindicado en CNT y a la vez ser militante afiliado de un partido político siempre que no ocupes cargos en ese partido, según otra vez los estatutos de CNT. La tardanza en su reconocimiento legal durante la Transición tardó en llegar, pero llegó y se realizó el primer mitin tras la dictadura el 27 de marzo de 1977, en la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid). El lugar elegido fue asignado por el gobierno de Adolfo Suárez, y no se debió a una petición populista de CNT, si no a un intento de aislar al sindicato, de ahogarlo, pues se prefería potenciar a UGT y a CCOO de cara a los españoles que deseaban sindicarse en sindicatos de la izquierda recién legalizada en España. San Sebastián de los Reyes por entonces era un pueblecito al norte de Madrid capital mal comunicado, no como ahora donde no sólo hay unas magníficas carreteras y tren, sino que se proyecta hasta una de las ramas del metro (tren suburbano) de Madrid. Llegar a San Sebastián de los Reyes en 1977 podía suponer un viaje complicado. Pero aquel mitín desbordó las previsiones del gobierno Suárez, pues acudieron miles de personas. CNT pudo contratar algunos autobuses e, incluso, usar de un método propio de los años 1930': poner en Madrid capital camiones dispuestos a cargar gente que desease ir a aquel primer mitin anarquista en la legalidad tras los cuarenta años de dictadura. Aún más, la gente con automóvil se prestó a ir y venir de Madrid a San Sebastián de los Reyes varias veces, dándose casos de SEAT 600 cargados hasta con ocho personas, cosa complicada dado el tamaño mínimo de esos automóviles. O de motos con tres personas.

Por otra parte, los anarquistas en España, que habían sido los últimos maquis resistentes y existentes en la península en los 1950', se habían dividido mucho en la clandestinidad y en el exilio en los 1960'. Existían los anarquistas, los anarcosindicalistas, los anarquistas cristianos, anarquistas trotskistas, los exiliados, los treintistas (partidarios de formar un partido político anarquista para llegar al gobierno y desde él alcanzar medidas de educación anarquista para obtener la sociedad anarquista), los anarquistas de la FAI (Federación Anarquista Ibérica, brazo político de mayor empuje entre los que existían), los de CGT (Central General de Trabajadores), el FRAP (que a finales de la dictadura estos aún abogaban por el uso de las armas y cometían atentados), gropúsculos diversos nuevos de diversa índole, los cincopuntistas (anarcosindicalistas partidarios de colaborar con el Sindicato Vertical de Falange, o sea de la dictadura, para frenar a los comunistas y a la vez intentar soslayadamente reeducar a los simpatizantes de falange hacia el anarquismo, por cierto que estos nacieron a partir de una oferta de los propios falangistas de colaboración para frenar a los comunistas), los anarquistas viejos, los anarquistas jóvenes, los hippies, los naturalistas, los ecologistas, los anarquistas del POUM, feministas y una amalgama diversa más. Pero en ese mitin de 1977 todos se reunieron sin problema alguno para celebrar su legalización y su regreso al panorama social y político español. Se aparcaron las discusiones entre las diferentes familias, ramas y tendencias anarquistas. Cosa que, en este homenaje del pasado viernes, también ocurrió, leyendo los ponentes una autocrítica antes de presentar al final del acto la película de quince minutos que se grabó de aquella jornada histórica.

El mitin ocurrió y desbordó al gobierno, que tuvo que ver que realmente el anarquissmo en España no estaba extinguido ni era minoritario. Pero sí era cierta una realidad: faltaba una generación completa. Existían muchos ancianos que habían vivido la guerra civil, y existían muchos jóvenes que les atraía una ansia de libertad basada en el antiautoritarismo por una parte, y por otra en las corrientes anarquistas y las libertarias hippies de Europa. ¿La generación adulta no anciana? Practicamente inexistente. La gran mayoría había muerto a manos de la dictadura, habían abandonado sus ideas tras años de cárcel, estaban aún en el exilio, se les había impedido su desarrollo con el acoso y derribo practicado por la policía, etcétera. Asique casi mayoritariamente había dos bloques: los ancianos y los jóvenes.

Los ancianos no comprendían a los jóvenes, decían de ellos que sólo querían emborracharse y follar (literalmente), sobre todo aquellos que eran hippies, mientras que los jóvenes no comprendían a los ancianos pese a respetarles en la mayor parte de los casos (hay un incidente anecdótico que cuenta como en una asamblea de una determinada ciudad los jóvenes llegaron a pedir silencio a los ancianos de mal modo diciéndoles básicamente que dejaran de contar batallas de la guerra porque ya estaban los '70 y no en los '30 y había otras necesidades y otra cultura). Por otra parte cuando los jóvenes llamaban a la acción a los ancianos, con mítines o huelgas, los ancianos siempre pedían no hacerlo en busca de tiempo y calma, quizá con la cabeza en los cuarenta años de represión de la dictadura. Y con todo el mitin del '77 se realizó en paz y harmonía.

El mitin debió ser muy difícil. La plaza de toros estaba a rebosar, sobre todo de jóvenes, no se ven huecos. En el exterior de la plaza igualmente había más gente aún colapsando la calle. Los ancianos ocupaban las gradas y los jóvenes parte de ellas, el suelo y la arena. Aquello debió ser una gran fiesta. Ininterrumpidamente hay cánticos, frases de consigna, bailes en grupo, gente saltando, banderas ondeando por todas partes, euforia y más euforia, alcohol en algunos grupos asistentes... Por los micrófonos, muestra la película, apenas se oía a los representantes del mitin, que se esforzaban por pedir un poco de silencio que no lograban. Aunque poco decían, practicamente frases del tipo "ya estamos aquí tras la dictadura", "nos han callado pero ahora hasta gritamos" y cosas por el estilo. En otras palabras aquel mitin, más que mitín era la fiesta exaltada de la felicidad de haber podido ser reconocidos al final. No obstante, los anarquistas fue el grupo que más vidas dejó por el camino en aquellos años.

La calles se llenaban de pintadas y coros... "tranquilos abuelos, hemos vuelto de nuevo", "a follar, a follar, que el mundo se va a acabar", "no somos representantes de mujeres libres, somos mujeres libres", "no es el '69, es el '77", "mi mente siempre ha pensado libre", "amnistía y libertad", y decenas más.

Luego, vino el rechazo al Pacto de la Moncloa, y el surgimiento cultural de La Movida trajo entre otras cosas a los punkis. Estos se adscribían en buena parte al anarquismo, pero casi ninguno estaba sindicado ni se interesaba realmente por otra interpretación del anarquismo que la suya (según algunos de los asistentes al acto de este viernes). Hasta el punto que los sindicatos anarquistas (principalmente CNT) les avalaron, asumiendo su libertad anarquista (como han hecho siempre con las personas ya sean anarquistas o anarcosindicalistas, y con la libertad de las personas en general, sean cual sean sus ideas), pero sufriendo con ello la mala imagen que provocaban cuando se dedicaban los punkis al vandalismo en manifestaciones o fiestas nocturnas, o cuando abusaban de las drogas. Le restó simpatizantes aquello, pero de todos modos CNT tenía otros problemas internos en los 1980' que de por sí no avalaba una buena marcha, no recuperándose de ellos hasta los 1990', y no poniéndose a la autocrítica y reflexiones pragmáticas e ideológicas hasta los 2000' (con antecedente en esos 1990'). Actualmente su eficaz lucha laboral en los juzgados, su lucha por la vivienda, por la paz y por la ecología, les tiene en auge.

Podría extenderme más sobre el tema, tocar diversos puntos, pero veo que me ha quedado un post largo y de Historia lo que en principio pretendía ser un post sobre mi presencia en el Ateneo de Madrid en este acto conmemorativo. Por no extenderme más, no contaré lo que realmente quería contar, lo dicho: mi experiencia en ese acto, mis impresiones. En parte he contado la impresión que me ha dado la película filmada, de mala calidad. Por cierto, en esa pélícula no se filmó la cara de los ponentes del mitín, sólo se filmó a las multitudes, a veces haciendo hincapié en algunas personas y grupos, en pintadas y en actitudes, con el sonido de fondo de lo que se coreaba, de las voces y de más fondo aún de las voces de los ponentes del mitin. Anoto una curiosidad de mi presencia en el Ateneo, entre otras personas que conocí, tuve la ocasión de conocer en persona a una de las descendientes indirectas de Mauro Bajatierra, que tendrá pocos años más que yo. Un saludo.

7 comentarios:

Liliana dijo...

Qué historia, canichu! Debe haber sido conmovedor estar allí y ver, aunque fuera a través de una peli, que más que eso es un verdadero documento, aquella reunión del 77. Me ha llamado la atención la convocatoria y la libertad con que reciben a todos los grupos (que es de una variedad increíble). Me ha impactado lo que dices de la generación faltante. No puedo dejar de relacionarla con la que falta hoy en mi país. Creo que nos debes otro post con todo lo que sentiste en esa reunión. Un saludo.

Anónimo dijo...

¡Viva la unidad de los trabajadores!

Anónimo dijo...

"los viejos a la tumba , los jóvenes al poder", diría el anarquista por execelencia peruano Gozalez Prada.

Pues que siga la CGTP

Canichu, el espía del bar dijo...

LILIANA: El anarquismo tiene una gran variedad de vertientes, quizá porque se deja libertad total a la persona y no se trata de crear dogmas o "verdades de partido". Quizá en España, y esto es una opinión personal, sea la FAI la vertiente anarquista que más quiere imponer su punto de vista sobre el resto de vertientes, incluidas las de simplemente anarquistas al margen de organizaciones. Pero esas son cuestiones internas. Pero fuera de eso hay una cosa clara: hoy día de lo que se trata es de la educación y la concienciación como medio pragmático (entre otros medios pragmáticos para sobrevivir) para llegar a esa forma de vida. Muchos de los grupos y gupúsculos de los 1970' hoy día están extintos o fusionados en otros grupos. Aunque bien es cierto que han cobrado fuerza grupos nuevos, como los "Okupas" o ciertos grupos anarquistas antiglobalización. Sea como sea, si he de decir algo acerca del acto conmemorativo del viernes en el ateneo, díré que fue muy satisfactorio, en cuanto a reunión con gente conocida y el poder ver un documento filmado de aquel mitin hasta la fecha inédito al público. Pero, si bien es cierto que ese acto dio alegrías, también es cierto que la empañaron dos cosas: una menor, y es que por falta de tiempo no pudo haber un turno de preguntas y debates donde posiblemente las generaciones que fueron jóvenes en los '70 hubieran podido hablarnos a los jóvenes de hoy y dejar su testimonio histórico más allá del dado por los ponentes durante dos horas. Por otra parte, la triste noticia de la muerte de un hombre mayor, Nacarino, del PCE de Alcalá de Henares, el cual había colaborado intensamente en sus últimos meses de vida con el grupo de investigación histórica para el que últimamente investigo. Pero en general, la noche fue divertida.

ARGONAUTA: Eso es del POUM, que lo sé yo, y tú sabes que lo sé. Un saludo.

MARI: Pues así leída la frase de González Prada me parece bastante radical, digna de refrexionar si correspondería con un buen entendimiento del anarquismo... pero también es precipitarse decir esto, habría que ver en qué contexto y porqué la dijo. La verdad es que de Prada sé más bien poco. Un saludo.

Destructor dijo...

Que la CNT es un sindicato pacifista no se lo cree nadie. Ni en su pasado criminal, ni en su presente en la sombra.

Canichu, el espía del bar dijo...

Reconozco que tu comentario se fundamenta en la fama que arrastra el anarquismo en general. Ciertamente siempre ha existido una doble vertiente en el anarquismo por las cuales existe una pacifista y otra que se basa en la violencia, de acuerdo a la teoría acción-reacción. Sin embargo, CNT se manifiesta pacifista. El recurso a la defensa armada en sus días (guerra civil y dictadura) es un recurso que usaron absolutamente todos, y digo todos, los contratios a la dictadura. Hubo guerrilleros en la dictadura y terroristas de todos los grupos políticos, mal que pese a veces. Durante la guerra obviamente todos usaron de la violencia. Anterior a eso hubo anarquistas que usaron del terrorismo, si se investiga caso por caso, y no hablo en vano, se encuentra que aunque algunos estaban afiliados en CNT, ninguno estaba respaldado ni cubiertas suis acciones por CNT. El anarquismo es amplio, y CNT, por otra parte, no tiene la exclusiva de él ni la interpretación única, la cual depende de cada individuo. Pero resulta Que en los años 1920', años de máxima activida terrorista anarquista la teoría acción-reacción, respondía al mismo uso de esa teoría usada por el pistolerismo del terrorismo blanco abandederado por la patronal y por Mártinez Anido. No justifico la violencia en ninguno de los dos sentidos. Quede claro. LA CnT actualmente es pacifista. Otra historia muy diferente son los chavalines que se ponen los colores de CNT y se lían actualmente a hacer el vándalo en las manifestaciones, ya te lo aclaro yo: esos no son admitidos en CNT actualmente. Si se detecta a uno así se le expulsa. Normalmente no están sindicados. De hecho, la gente que realmente es del sindicato trata de alejarse de estos. Otra historia diferente es la que enseñan los telediarios. CNT no está en la sombra hoy día, está a plena luz. De hecho, como digo, hasta se les ha cedido el Ateneo de Madrid para sus actos en varias ocasiones. Como sabes, por otra parte, ninguna asociación que no rechace explicitamente la violencia puede ser legal en este país. CNT es perfectamente legal. Tú frase está en boca de mucha gente, soy consciente de ello. Pero hoy día es más un tópico que una realidad, ese es mi juicio, como el otro es el tuyo. Pero bueno, conocer puntos de vista no es malo. Un saludo. Y por cierto, es la primera vez que te veo firmar por aquí, asíque allá va una cerveza bien fría para ti (hombre dicen que no se debe brindar con cerveza, asique en tal caso choquemos las jarras).

Canichu, el espía del bar dijo...

NOTA NECROLÓGICA QUE PUBLIQUÉ POR FACEBOOK EN 2015:

Que la tierra le sea leve a Moncho Alpuente, compañero de la CNT en la Transición y anarcosindicalista en general tras aquellas épocas. Yo estuve escuchándole en el Ateneo de Madrid en 2007 en el 30º aniversario de la legalización de la CNT en la Transición, precisamente.

En 2007 escribí en Noticias de un Espía en el Bar sobre aquellas jornadas del Ateneo de Madrid donde él, entre otras personas, tomaron la palabra. No le mencioné en su día como participante, como al resto de los que estuvimos allí.

Por cierto, el otro Moncho, Moncho Borrajo (este no ha muerto) también es de la CNT. No hace mucho escribió una carta dirigida a Pabo Iglesias, muy crítico contra su personalismo.