sábado, abril 13, 2024

NOTICIA 2309ª DESDE EL BAR: 93º ANIVERSARIO REPUBLICANO, REFLEXIONES SOBRE LA MEMORIA Y LA CONCORDIA

Ayer en un grupo de una red social alguien escribió comparando el coste del humorista Broncano por Televisión Española (85.000 € en este 2024) con el que en su día le costó al mismo ente fichar al periodista Carlos Herrera (330.000 € en 2017), muchísimo más elevado. Esta polémica me parece una politización más innecesaria que sirve para la bronca política absurda y enervante. Sea como sea, los evidentes anzuelos para la bronca por la bronca en redes sociales suelo pasarlas de largo, pero en esta ocasión se me ocurrió escribir algo que se pasaba por alto, y es que la idea de que la televisión pública sea competitiva con la privada, que es la base de ese fichaje a pesar de que la gente de derechas acusan de todo tipo de paranoias políticas de conspiraciones de izquierdas inexistentes, pues esa idea de que la pública pudiera ser competitiva con la privada en audiencias y hacer caja venía de la época del gobierno del Partido Popular con Mariano Rajoy. De hecho el fichaje elevadísimo de dinero de Herrera fue con Rajoy gobernando, pero yo sólo di el dato de que esa reorientación de cómo quieren que marche Televisión Española viene de la época de Rajoy, obviando todo el debate que hay de hace años sobre cual debe ser el papel de la televisión y la radio pública respecto a la sociedad y a los medios privados. Hay que recordar, se puede mirar en hemeroteca, que Zapatero planteó una televisión neutral de profesionales dedicados a la información de interés general, tuviera esta o no audiencias altas, es más, Zapatero eliminó los anuncios comerciales de la televisión pública. Rajoy pensó el ente público más hacia las audiencias para que fuera sostenible, decía él por entonces. Para ser competitivo evidentemente  hay que invertir en determinados productos y en determinadas personas. No es una idea nueva, no me remonto ya ni a la etapa de Rajoy, el año pasado mismo Televisión Española ya actuó competitivamente por la audiencia con éxito, con el regreso de El Grand Prix, presentado por Ramonchu. A lo que vamos es que hoy al despertar encontré numerosos mensajes a lo largo de la noche de una misma persona, por la fotografía suya ya con pelo blanco, que además abrió debate con otra, la cual me acusaba sin venir a cuento de nada de remover la memoria y a Franco y defendía la necesidad de no hablar del pasado, porque, además, en sus largos e interminables mensajes, quedaba claro que a él el franquismo le parecía una buena etapa y todo lo dicho sobre él eran mentiras. Evidentemente yo no había hablado de Franco, ni del franquismo, ni de Historia, ni de nada de eso, yo sólo había señalado que la política iniciada sobre que Televisión Española sea competitiva con la televisión privada la inició Rajoy, no Sánchez. No tiene nada ni bueno, ni malo, es sólo una política mediática, hubo otras épocas que se consideraba que debía ser informativa, otra que se consideró que mejor debía ser pedagógica, se llegó a barajar si debía ser del entretenimiento, ahora estamos en ese paradigma de debate sobre si debe competir con las privadas (esto es ahondar en el entretenimiento) o bien ser informativa, lejos quedan los tiempos del carácter pedagógico. Puedes tener tu opinión propia, puedes apoyar un punto de vista u otro, cambiarlo si en algún momento crees que llega el momento de cambiar porque en televisión a veces hay que ir alternando contenidos y formas, etcétera, pero cómo se van sucediendo las etapas son hechos que son como son y se producen cuando se producen. En otras palabras, lo único que hice fue periodizar el inicio de la nueva orientación, que fue con Rajoy, no con Sánchez, luego puedes estar más o menos a gusto con quienes se eligen para que lo lleven adelante, aunque es innegable que Broncano hoy por hoy es uno de los humoristas más seguidos y con más éxito, si es por competir con programas similares al que va a presentar él, él es el más indicado para competir. Si lo prefiere el lector que lo reflexione en términos de fútbol y los fichajes de futbolistas. 

La cosa es que ese señor de la red social me había acusado de algo que no había ocurrido: remover la memoria histórica y traer a Franco al debate... La persona que le contestó en debate con él le hizo ver que la única persona que había mencionado a Franco, y decir que se sentía cómodo con él, había sido precisamente él, el que me acusaba a mí, que ni por asomo había mencionado nada de eso. A fin de cuentas es algo muy común de ver en los grupos sociales de las redes sociales últimamente, cualquier excusa le sirve a un grupo de personas o a algunas personas para mencionar a Franco con la finalidad de mostrar su adhesión al franquismo y en ocasiones para atacar a todos los que creen que no piensan como ellos, especialmente contra la gente de izquierdas, a las que atacan, en fin, con todo tipo de barbaridades. Visto lo visto, esta mañana temprano, cuando me levanté y vi este panorama, dado que todo ese discurso acusatorio y a la vez para ensalzar a Franco estaba desarrollado a partir de un hilo de comentarios que partían de mi comentario, borré mi comentario y con eso se borró todo el hilo, por lo que desapareció toda esa apología del franquismo. Si yo realmente hubiera iniciado un debate histórico de verdad, o bien en una conversación sobre el tema inicial se hubiera derivado a un debate histórico, lo hubiera dejado, pero como entendí que realmente se había utilizado mi comentario como excusa para soltar todo un discurso propagandístico disfrazado de persona que se siente ofendida y agraviada por mi maldad al remover la Historia y cambiarla en torno a Franco, cosa que no había ocurrido ni por pajolera casualidad, pues no me presto a que algo mío dé pie a la propaganda franquista que, a la vez, me ataca personalmente por algo que no he hecho y yendo el que ataca de presunta víctima moral. Borrado el asunto se acabaron las Pascuas. El que haya leído toda la tela a lo largo de este viernes noche, pues eso que se lleva para bien o para mal. No tengo necesidad alguna de entrar en debate y forcejeo tan absurdo e innecesario con nadie.

Pero hay una cosa en todo aquello que dijo este señor sobre mí en concreto, por otro lado (por lo que vi en su perfil público): dedicado al mundo de los tractores agrícolas desde lo empresarial, que no lleva razón: no estoy desinformado y, aunque yo no hablé de Franco ni de Historia, soy licenciado de Historia desde 2004, con cursos de tercer ciclo en 2005, investigador desde entonces y archivero desde 2009 que trabaja con la Historia y los documentos, estoy especializado en la Historia actual y contemporánea. He participado en la colaboración de la investigación para dos tesis doctorales de historiadores que se han transformado en doctores de Historia, uno de ellos va a dar una conferencia en el Ateneo de Madrid dentro de poco, he ayudado a investigar unos doce a quince libros de Historia de otros colegas de carrera, he publicado artículos, dado conferencias, tengo dos libros de Historia propios publicados, he colaborado con la investigación para exposiciones destacadas en Alcalá y en Madrid, he identificado y descrito archivos personales de personas muy relevantes del siglo XX español, algunos de mis trabajos permitieron a historiadores muy famosos a sacar biografías publicadas muy conocidas, he trabajado innumerable documentación desclasificada de asuntos exteriores españoles durante el franquismo y de la Transición y de política interior para ponerlos a disposición de los ciudadanos, y no sigo que la lista es larga. Creo que si hubiese hablado, algo de propiedad al hablar tendré. 

Pero estamos en esta semana en la que ayer vimos en telediarios como un exalcalde gallego del PSOE era agredido por un individuo de un grupo de personas de extrema derecha bandera de España en mano. En ese panorama llevamos inmersos tiempo largo. Un panorama que posiblemente se acabaría antes si el PP apostara de una vez por todas sin dar lugar a dudas ni "sí, pero" por su carácter democrático sin callar ni seguir todo lo que la extrema derecha azuze, y creo que saben quien la encabeza ahora mismo. Hoy la izquierda somos los malos, mañana señalarán a los de PP y a sectores católicos conservadores que no comulguen con su idea de qué es y qué debe ser España y su sociedad, es más, en alguna ocasión ya les señalaron incluso dentro del Parlamento y se ha visto por televisión, por Canal 24 horas, anda mira: la televisión pública. Al menos, afortunadamente, el PP condenó esta vez sin "sí, pero" esa agresión al exalcalde gallego del PSOE. Pero eso no quita para que existan personas que en redes sociales busquen su hueco para apologías que no vienen al caso. A ver si un día alguien va a escribir lo mucho que le gustaba ver de niño "Érase una vez el Cuerpo Humano" y le van a acusar de izquierdoso y de atacar a Franco con ello. Esto es un desmadre, y los políticos deberían abrir ya los ojos de qué cosas no se pueden azuzar. O como dice un dicho: cuidado, que las armas las carga el diablo.

Claro que tenemos también este año esas comunidades autónomas que gobierna el PP con ayuda de Vox donde han decidido hacer algo que el propio Feijoo promete hacer si él gobierna algún día a España entera, cambiar la Ley de Memoria Democrática, heredera de la de Memoria Histórica, para crear otra de Concordia que, bien leída, poca o ninguna concordia crea cuando se niega a llamar a una dictadura, dictadura, a un golpe de Estado, golpe de Estado, o a recordar los sucesos más represivos de Franco. Unas leyes que obvian que desde el mismo momento de la guerra civil de allí por los sitios que iban ganando los franquistas sus víctimas iban siendo enterradas dignamente e iban siendo reparadas ellas y sus familiares, a veces cometiendo abusos contra los republicanos, por cierto, y que se les colocó cruces en todos los municipios y menciones en casi todas las iglesias de España, y se pretende ignorar que hay republicanos que siguen desaparecidos o en cunetas. Del mismo modo que en cuarenta años de dictadura hubo censura y manipulación sobre el relato de la República y la guerra civil, y silencio sobre lo que ocurría durante el gobierno de Franco menos favorecedor a una buena imagen de su régimen, silencio que por otras razones se prolongó en la Transición, aunque permitiendo arrojar luz a las cosas generales de la Historia que ya se conocían en el exilio y fuera de España; silencio que se heredó en el resto del siglo XX con algunas excepciones, y que ha empezado a romperse en el siglo XXI con los que somos las nuevas generaciones de historiadores y las oportunidades nuevas de nueva documentación a consultar, antes imposibles de consultar. 

Repito, yo soy historiador, me licencié entre 1999-2004, y luego seguí en tercer ciclo hasta 2005, y luego he ejercido de investigador, y desde 2009 soy archivero también... Y los historiadores (no los famosos) nunca somos consultados de nada cuando hablamos, sea con gente común o gente no común pero no historiadora, se considera en general que lo que digamos es falso, porque la gente prefiere tópicos, cosas de redes sociales o, casi siempre, política. Los que somos desconocidos no cobramos dinero, tenemos problemas para investigar y publicar, a menudo pagamos nosotros o/y trabajamos de otras cosas para ir viviendo, pero somos más libres sin el ojo de los políticos. A nosotros no nos llama Pedro Sánchez o Aznar para decirnos qué tenemos que escribir o decir. Nosotros investigamos libremente, elegimos nuestros temas, llamamos a las cosas libremente, contrastamos hipótesis con antítesis con método científico humanístico y llegamos a las conclusiones que creemos más certeras. Estas leyes sólo son importantes en el relato de los historiadores "oficiales" que suelen darle repercusión los medios de comunicación, aunque evidentemente tienen su peso en la opinión pública y en la apertura de un debate que tiene más de postura política que de Historia y su conocimiento. Me parece mal que se quiera entorpecer la labor investigadora seria, pero creo que aún está peor que implícitamente se viene a decir que los historiadores somos mentirosos de parte. Pero por supuesto, tampoco se escapa la alta carga de injusticia histórica y social, especialmente dirigida contra la gente de izquierdas o republicanos en general (que también los hay de derechas) y un aparente blanqueamiento de una dictadura de extrema derecha y ultracatólica y sus represiones a sus contrarios  que contiene esa enmienda llamada "de concordia". Olvida, además, el origen de golpe de Estado fallido que derivó en guerra civil, y da pábulo a recuperar ideas neofranquistas que recuperan el relato franquista y de Falange iniciado durante la guerra civil sobre que los responsables de la guerra eran los propios republicanos, cosa que se lee incluso en la Ley de Responsabilidades Política que elaboró Franco y que fijaba el comienzo de la guerra y las responsabilidades no en julio de 1936 con el alzamiento de Franco, Goded, Mola y otros generales, sino en octubre de 1934 con la huelga general llamada revolucionaria que, aún con todos los sucesos graves que ocurrieron durante ella, no contenía revolución  ni derivó en revolución alguna. Trastocamiento de la Historia que ya hicieron los historiadores franquistas de la década de 1940, pero que se recuperó durante el gobierno del PP con Aznar (1996-2004), especialmente desde el año 2000, cuando la fundación FAES, fundada por Aznar, potenció a personas que sin tener formación de historiador se metieron a historiadores recuperando esos relatos de la Historia elaborados en la década de 1940, cuando Franco simpatizaba con Hitler y Mussolini, libros escritos por gente como Pío Moa (reconvertido de la banda terrorista GRAPO) o César Vidal (comunicador).
 

Conozco bien el tema, esa gente sacó sus libros de revisión histórica cuando yo estaba en la carrera y leí cosas que escribieron, como leí a Pío Moa mientras a la vez leía textos y libros de historiadores de los años 1940 para formarme en historiografías, los paralelismos eran reproducciones con lenguaje de sesenta años después. Había medias verdades, alguna interpretación que podría ser objeto de debate entre historiadores, no se recurría a todos los testimonios posibles, sólo a los que más interesaban para defender una tesis sin someter a antítesis, y sí que aportaba testimonios que en la década de 1940 o no existían o no se conocían públicamente, pero eran usados en los mismos términos descritos. Tengo la impresión que estas versiones de la Historia es la que quiere defender en igualdad de condiciones los que defienden unas leyes "de concordia" frente a libros de Historia, ya sean de historiadores conservadores o de historiadores de izquierdas, que trabajan más seriamente siendo conscientes de que a veces sus hipótesis iniciales pueden alterarse y cambiar tras someterlo a la tesis y la antítesis de la investigación, con lo que la síntesis puede serle más o menos favorable a su hipótesis. Claro que el método científico, en este caso humanístico, es algo que viene del siglo XIX con Hegel y, hoy día, aunque parezca mentira, hay sectores de la extrema derecha que es contraria a Hegel y en consecuencia no cree en el método científico. Ojalá fuera una broma, pero ocurre en algunos sectores de la extrema derecha. Cosa curiosa, porque hay otros sectores de la extrema derecha que... ponen en valor a Hegel por cuanto una parte de su filosofía defendía fortalecer el Estado y sus mecanismos.

Tampoco perdamos de vista que la denominación "de concordia" que PP y Vox le dan a su ley para intentar quitar la de "memoria democrática" implícitamente viene a indicar que lo anterior era contrario a la concordia, que no había concordia, que no crea concordia que los familiares de los ejecutados que no saben dónde están enterrados los puedan buscar y enterrar, o que en los sitios oficiales se llame dictadura a una dictadura o golpe de Estado a lo que sí fue un golpe de Estado, o indicar quiénes defendieron el gobierno legítimo elegido en las urnas y quiénes recurrieron a las armas para acabar ese gobierno. Que no crea concordia, parece ser que quieren indicar, que podamos ir esclareciendo todo lo que implicó y sucedió en el gobierno de Franco, que si bien muchos de nuestros padres y madres, abuelos y abuelas, vivieron el franquismo en sus diferentes etapas y más o menos hay ahora mismo vivas unas generaciones que les pilló jóvenes el segundo franquismo, y le recuerdan con gente con coches, o con vacaciones o que ellos mismos tuvieron guateques y demás, no es menos cierto la existencia de ejecutados, de presos políticos, de torturas, de exiliados, de censura, de falta de pluralidad y de libertades, etcétera. Y lo que está por saberse... palabrita de historiador que trabaja en archivos y en los últimos tres proyectos he estado dejando bien archivados para su consulta documentos que este año tocaba desclasificar.

En fin, mañana es 14 de abril, 93º aniversario de la Segunda República y así estamos aún... Así estamos aún, noventa y tres años después de los avances que ella supuso y ochenta y cinco después del final de la guerra civil y el inicio del gobierno de Franco en toda España, cuarenta y nueve desde la muerte del dictador y cuarenta y seis desde la Constitución actual.

No hay comentarios: