miércoles, marzo 03, 2021

NOTICIA 2033ª DESDE EL BAR: LA ESPERA

Últimamente escucho mucho a los Rolling Stones. Estoy completando su discografía gracias a la colección que el diario El País está sacando y que en algunos casos, aunque parezcan precio de tienda, son precios rebajados. Le falta el último álbum, Blue and Lonesome, lo sacaron en 2016, y en teoría en 2020 estaban preparando otro, pero no salió, no sé si al final saldrá. Cuando vuelva a tener ingresos me lo compraré, supongo, el que con seguridad no está, digo, el otro estaría por salir si es que lo hacen. No obstante, Charlie Watts, el batería, cumple 80 años este 2021 y por muy Rolling Stones que sean no se puede decir que sean unos chavales para dar muchas giras. Aunque es más viejo Bill Wyman, que este año cumplirá 85 años. Es uno de los fundadores, pero dejó la banda en 1997 diciendo que estaban ya muy viejos para seguir haciendo rock y toda su parafernalia, así que se montó un grupo de jazz que tontea con el rhythm & blues, los Bill Wyman's Rhythm Kings y dio giras con él y sacó algún álbum. 

Bill Wyman no es la única baja de los Rolling Stones desde que se fundaron en 1962. Otro de los fundadores, Brian Jones, dejó el grupo en 1969 porque consideraba que se estaban alejando de la idea original del grupo, de rock y de rhythm & blues, al poco murió en un accidente en su piscina en medio de rumores nunca confirmados de alcohol, drogas e incluso una posible incitación de un trabajador que podría rozar o ser homicidio. A Jones le sustituyó Mick Taylor, que dio la etapa más valorada del grupo y la más dura musicalmente, y tal vez en escándalos a causa de las vidas de Mick Jagger y Keith Richards, pero Taylor dejó el grupo en 1975, porque buscaba otros caminos en la música menos espectaculares y llenos de escándalos, más en sintonía con inquietudes musicales de rock de diferente línea a lo que venían haciendo. Solo ha colaborado con los Stones puntualmente muy pocas veces después, como invitado en algún concierto. Una pena, porque quizá fue su mejor guitarrista. A Taylor le sustituyó Ron Wood, que sigue con ellos. Pero, aparte de las bajas de Brian Jones, Mick Taylor y Bill Wyman, hay que sumar otra baja de un miembro de los Rolling Stones que no fue reconocido oficialmente como tal, pero estaba en todas las grabaciones, conciertos y composiciones musicales, Ian Steward, hasta que murió en diciembre de 1985. Y otro organista que estuvo desde el principio con ellos, además era un amigo desde la infancia de los principales Rolling, Nicky Hopkins, que murió en 1994. No es el único Stone no oficial, desde que Wyman se fue en 1997 es Darryl Jones el que toca el bajo. Este músico de raza negra es el miembro más joven de los Stones, nació en 1961, apenas un año antes de la fundación del grupo. 

La cosa es que a la colección no solo le falta aquel último álbum que sacaron en 2016, el último hasta la fecha actual, ya veremos si este año o el año que viene, que cumplirán sesenta años como banda en activo. Si los Beatles tenían por contrato sacar dos álbumes al año, los Rolling Stones firmaron por tres discos al año. Esto lo supieron suplir adaptando sus primeros discos en diferentes versiones y a veces con diferente título según fuera para el mercado europeo o para el estadounidense. A fecha actual esto no ha sido suplido y completar la discografía stoniana implica tener que buscar sus primeros álbumes entre 1964 y 1967 tanto en su versión norteamericana como en su versión europea. Son los correspondientes a la discográfica ABKCO, luego los Rolling firmaron con Virgin y ya no hicieron esos duplicados ni tenían porqué sacar tres discos al año. Sea como sea, a causa de ese primer contrato se publicaron a veces también recopilatorios con canciones entonces inéditas y en 1966 innovaron en el rock sacando un álbum de concierto. 

La colección sigue la discografía norteamericana. Si bien yo ya tenía algunos álbumes de la discografía europea, no los tengo todos, así que cuando termine la colección me faltará ese disco de 2016 más algunos de las versiones europeas de los primeros discos. 

Hace unos años hice dos cursos de inglés online que me ocuparon un par de meses. Daba una clase a la semana, con ejercicios y examen. Uno trataba de The Beatles y el otro de The Rolling Stones. Yo conocí por primera vez a The Beatles a través de mi madre, que me regaló un recopilatorio en las Navidades de 1993. A ella le gustaban de joven y ya los había escuchado en casa antes, pero aquel año The Beatles comenzaron su plan de revivir, era el comienzo de ese vuelta a traer el rock británico de vuelta a la vez que se iniciaba una nueva era de brit-pop con grupos nuevos, mientras Estados Unidos estaban con el grunge. De los Rolling Stones no me dio nada, aunque también los oía de cintas de ella a través de las versiones españolas de Los Salvajes. Además, en los años 1980 había una serie de Viet-Nam que los tenía en su banda sonora y ya los conocía en sus éxitos más importantes. Eran salvajes. Mi padre prefería a los Beatles, en alguna conversación me decía que los Rolling eran de mal vivir y que los Beatles eran sanos y hablaba, junto a mi madre, del concierto de Madrid, al que ninguno de los dos estaba ni medio cerca de poder haber ido, aunque eran adolescentes en Madrid. Un tío paterno mío sí era el más seguidor de los Beatles, él tenía discos sencillos en vinilo y mi padre había oído toda esa música en su casa a través de los discos de mi tío, aunque mi padre prefería otras músicas. 

Como sea, yo seguí ahondando en la música rock de los años 1960 y 1970 y fue mi propia madre, en otras Navidades, las de 1996, la que me regaló mi primer disco de los Rolling Stones, el concierto The Rolling Stones Rock & Roll Circus, que fue grabado para televisión británica en 1968 y fue censurado, salía por primera vez a la luz de forma oficial y con el sonido limpio aquel 1996. El primer álbum que yo me compré de ellos fue Between the Buttons, versión americana, en una tienda desaparecida de Alcalá, en Ronda Ancha, y después Goats Head Soup, y más tarde Their Satanic Majestic Request, y me regalaron Black and Blue. Me grabaron mis amigos un par de discos más, toda vez que la película Entrevista con el vampiro popularizó más de lo que ya lo era otra de sus canciones desde 1994, aunque a mí siempre me gustó la versión del disco Rock & Roll Circus, hasta me hice con una camiseta roja igual a la de Jagger. Por otro lado, otro viejo amigo me prestó un vinilo de sus padres con un concierto de los años 1970. En fin, a lo largo de los años yo había escuchado mucho de los Rolling, pero no había comprado una buena parte de sus discos. Oía más veces a The Beatles, ya tenía todos sus discos, y a los Who. Terminé antes esas discografías de The Beatles y The Who, pero también de Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Cream, MC5, The Doors, Los Bravos, la mitad de Janis Joplin, una parte grande de Bob Dylan, varios de Deep Purple, The Kinks, The Troggs, etcétera, pero estanqué la compra de The Rolling Stones. Hice una compra de varios en Madrid cuando trabajé en el Archivo Gráfico de la Filmoteca Española, hace unos años, pero me quedaban muchos y ahora los estoy completando, como digo.

Por supuesto cosas actuales también, y heavy metal, y cantautores, y soul, y funk, y jazz, y clásica, y blues...

Escucho últimamente mucho Rolling Stones. Algunos de los álbumes no los conocía del todo y me llevo gratas sorpresas, como por ejemplo con los compuestos entre 1964 y 1967, pero también con Emotional Rescue, por ejemplo, o con It's Only Rock & Roll, que no había escuchado enteros antes hasta la fecha de hoy.

En estos tiempos de desempleo y espera en medio de una aparente parálisis de todo, los Rolling Stones me están dando algo similar a lo que me dieron los Beatles en una parte de mi juventud y los Who en otra parte de la adolescencia. Ambos se quedaron para siempre en mí y creo que los Rolling se están ligando a este momento vital como aquellos a aquel momento vital, y eso hace que un grupo y su música pase a tu banda sonora. He descubierto y redescubierto innumerables grupos y músicos últimamente, he aumentado a base de la segunda mano una parte de mi discografía. Y se mete en mí.

Disfruto de la música, no queda otra. Mientras, la espera.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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