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Otras personas habrán tenido la oportunidad de salir estos dos meses, mucho o poco, ya sea para ir y venir al trabajo, o porque en su familia sean varios y necesiten de más volumen de compra, o porque tengan perros que pasear, o porque tuvieran personas mayores al cargo o familia mayor al que llevarles algo de la calle. Quien tuviera hijos los ha podido acompañar en su paseo desde hace una semana antes de que ayer todos pudiéramos salir. Pero gente como yo, solteros, sin hijos, sin perro, ni persona mayor al cargo, viviendo sin más comunicación que con mi gata (de la que gozo) y, extremando más el cabo, en mi caso sin plataformas televisivas, ni de Internet, sin cámara-web con la que hacer video llamadas o participar de encuentros digitales, sin whatsapp en el teléfono y en plena época en la que los chats clásicos nadie se acuerda de ellos, salvo del de Facebook y este es relegado por la gran mayoría en favor del whatsapp, he de reconocer que, aunque me está dando para escribir una nueva novela, cosa que agradezco, para reencontrarme con muchos de mis discos, disfrutar de algunas películas, reubicar algunas cosas del hogar y pensar que hay que poner en cuanto se pueda un determinado espacio de mi casa, pues he de reconocer que, con todo esto y habiendo respetado el no salir, con muy pocas llamadas de teléfono, la gran mayoría de ellas realizadas por mí mismo o bien hay una diaria mutua a otra amistad que está en idénticas condiciones a las mías pero en una casa de menores dimensiones y sin gato, la soledad está ahí. El reencuentro con la calle, y yo que no tengo coche y ando mucho y he andado toda la ciudad mil veces mil, ha sido algo importante. Volver a ver espacios tan cercanos a mi casa como cruzar la calle o caminar dos o tres calles más allá, ha sido importante para mí, porque durante dos meses han estado a diez mil años luz de las posibilidades. Y la primavera estaba ahí, viva y llena de colores, con flores de todos los colores nacidas sin necesidad de los servicios de jardinería municipales, y era y es bonito, y me da igual que hubiera quien me mirara al pararme a hacer una foto y dijera en voz alta a su acompañante una queja sobre "las personas que lo fotografían todo", que yo haga una foto a una flor no hace mal a nadie. El desconocimiento sobre las causas y motivos del otro están ahí. Eso tampoco cambia
Comprendo que he vuelto a dejar crecer mi barba como hace años, al estilo salvaje y me ha crecido el pelo y vuelvo a tener la forma de vientre plano y las formas de cuando era mucho más joven, entiendo algunas miradas vecinales, por el mucho tiempo sin vernos, por mi aspecto, o porque no entendieran mi disfrute de cosas que de normal llevo toda la vida entre ellas, entiendo que quien ha tenido oportunidad de salir más a diario no entenderá a quien no ha podido o no lo ha hecho, entiendo que quien haya tenido contacto social no entienda lo que es volver a tener presencia entre la gente, presencia física, después de dos meses, entiendo que no se entienda mis ganas de hablar con alguien persona a persona, aunque no tuve ocasión de ello, pero un matrimonio vecino me saludó y tuvimos un poco más de frases de las que normalmente hemos tenido. Entiendo que quien no esté acostumbrado a caminar todos los días para ir a cualquier parte no entienda a quien haciéndolo no ha podido hacerlo en dos meses.
Lo que no entiendo es que una mujer acompañada por su perro le diga a otra persona con perro mirándome a mí que era un asco de día porque había más gente de lo habitual y a ver si volvíamos a nuestras casas... Como si acaso cuando se recupere la normalidad fuese solo para unos pocos y nadie jamás volviera a hacer su vida común y diaria nunca más. Poder salir poco a poco, por pasos, se hace con esa idea de recuperar la normalidad. Hay que volver a la vida. No entiendo tampoco que un grupo de cinco personas se paren a hablar con otro grupo de tres personas aturullando el ancho de una acera, justo además donde está el comienzo de un paso de cebra, y una mujer se queje de la gente porque "pasa muy cerca"... normal... primero: no hagáis grupos, segundo: no ocupéis todo el ancho de acera, tercero: no bloqueéis el paso de cebra, de ese modo ni yo ni nadie pasará tan cerca de todos vosotros.
Pero algunas aceras son estrechas, eso es cierto, pese a la tendencia natural de mucha gente, con y sin enfermedad en el ambiente, de pararse ocupando aceras completas, esquinas, pasos de cebra, puertas de entrada y salida o puertas de medios de transporte. Sentido común, pedía el gobierno, y eso quizá es lo que hay que tener junto a tolerancia y mano abierta, comprensión y empatía de unos a otros, porque, por ejemplo, aquel grupo citado antes, lo mismo eran gente con unos lazos muy fuertes entre ellos que se encontraron y necesitaban hablar entre ellos, no conozco qué tenían que contarse. Por eso: yo de ellos no me quejo. Ignoro sus causas y razones, no puedo juzgarles. Ayer, además, siendo el primer día que muchos podíamos salir en mucho tiempo, era normal que se dieran determinadas situaciones.
Sí que es cierto que entre las 20:00 pm y las 21:00 pm que yo estuve fuera vi a todos los grupos sociales juntos en la calle y revueltos, sin respeto a la diferenciación horaria que hizo el gobierno. La verdad es que creo que con sentido común y tolerancia esto no es inconveniente, el problema es que en muchos espacios ese sentido común no existía. Y aunque en muchos lugares se respetaban las distancias dadas para evitar posibles contagios de la enfermedad, en otros tantos muchos ayer eso no es que no fuera posible, que sí era posible, como en el Parque Magallanes, es que la gente simplemente no le hacía caso, empezando por esa mezcla de todas las edades y grupos sociales a la vez e interactuando entre sí. E insisto, en la ruta que yo escogí, apurando los límites de mi kilómetro de radio, vi un poco de todo y también había espacios con mucha gente, con algunos grupos sociales que no debían estar en la calle según el decreto del gobierno, pero con respeto a las distancias sanitarias recomendadas. Si alguien me preguntara hoy, 3 de mayo, 50º día de confinamiento a nivel estatal y 51º a nivel de la Comunidad de Madrid, sobre el resultado del primer día de autorización general para pasear o hacer deporte, diría que su respeto y su falta de respeto en cuanto a los términos legales establecidos estuvo al 50% por lo que yo vi, aunque, si me preguntan más diré que sentido común, tolerancia, comprensión, mano abierta y empatía es lo que debería valorarse más ahora mismo, pero siempre con ese sentido común consciente de que la pandemia no ha terminado y que en todos los países que la han sufrido y han pasado sus máximos de infección y mortandad al poco han tenido un repunte, raro sería que España no lo tuviera, la cosa es que ese repunte no agrave la situación por encima de lo ya grave que ha sido hasta ahora, siendo España el segundo país del mundo oficialmente en el que la enfermedad ha sido especialmente virulenta.
En una metáfora con tintes tremendistas de parte del profesor universitario que se hace llamar "Rufus Tiberius" en red social, persona con la que comparto bastantes puntos de vista y muchas aficiones y gustos, persona que me parece además siempre cabal, con una fuerza de realidad a tener en cuenta, pues es la realidad, nos dice: "¿Para qué nos quedábamos en casa? Para evitar un apocalipsis sanitario. ¿Para qué hemos salido de casa? Para evitar un apocalipsis económico. Las soluciones para estos apocalipsis son, como vemos, absolutamente contrarias. Excepto si aplicamos una solución que supera las dos anteriores: ser responsables con las normas. Si no somos responsables con las normas, ambos apocalipsis seguirán cumpliéndose".
Que tengáis buen domingo. Yo otra vez entre unas tareas y otras he perdido la posibilidad de pasear por la mañana, pero mañana creo que lo haré con total seguridad por la mañana, así que hoy pasearé de nuevo a las 20:00 pm. A fin de cuentas, tengo que aprovechar esta semana, porque siendo archivero, y siendo los archivos algo ya anunciado que se reactivará en cuanto comience la Fase 1ª el 11 de mayo, por lo que deberé volver al trabajo (salvo que se retarde en la Comunidad de Madrid por ascenso de infectados), teniendo en cuenta que para los solteros, sin hijos, ni perro, ni persona mayor, ni dependiente al cargo, los horarios de paseo aprobados y que comienzan hoy son de 6:00 am a 10:00 y de 20:00 a 23:00, si debo levantarme a las 6:00 am para ir a Madrid, luego trabajar, volver y no poder salir, pero a las 20:00 preparar la cena para cenar en torno a las 21:00 y ducha para ir a la cama en torno las 22:00 para levantarme a las 6:00, está claro que mi teórico permiso para pasear no existirá en la práctica. Esta es otra cosa que el gobierno, en términos generales para casos similares, no ha pensado bien. Creo que es el mejor gobierno posible en esta crisis con decisiones acertadas, solo que hay algunas que, como él mismo reconoce, pueden tener equivocaciones. En fin, que todo se intentará, y como mi trabajo actualmente está en un archivo militar, pues lo que diga el coronel, que será lo que diga el general. A ver si poco a poco salimos de esto, remontamos el vuelo en todos los aspectos, que de eso se trata la desescalada y para eso hay que ir a trabajar todos, y pronto volvemos a unas fases de desescalada y a un final del proceso que nos regrese a la normalidad, no a una nueva normalidad, que eso es contradictorio en sí mismo, si no a la normalidad. Cuando me llamen me tocará aportar a todo esto más allá de quedarme en casa y comprar de tarde en tarde lo que necesite (porque no tengo claro que mis escritos en Noticias de un espía en el bar o en Las notas de los cíclopes libreros, o los libros que tengo publicados o cualquier tontería de facebook o twitter, o los videos de youtube os hayan aportado algo). Toca aportar el trabajar de ir reactivando mediante la actividad económica y en mi caso archivístico, la cultural e histórica, de servicio al ciudadano... que por otro lado, con humor, dado todo lo que se ha dicho y escrito estos dos meses en redes sociales y en medidas tomadas, creía que los archiveros e historiadores, los escritores por descontado, no éramos ni esenciales, ni útiles ni nada de nada... y dado eso, me parece gracioso que estemos en la primera fase de regreso al curro... si siendo unos inútiles para la sociedad deberíamos ser los últimos.
Para recuperar la normalidad, tenemos que recuperar la tonalidad muscular y nuestras capacidades físicas. Pasear ahora mismo puede ser por varias razones tan importante para recuperar la normalidad personal como respetar las normas del confinamiento en su fase final precisamente para acabar con el confinamiento.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
Lo que no entiendo es que una mujer acompañada por su perro le diga a otra persona con perro mirándome a mí que era un asco de día porque había más gente de lo habitual y a ver si volvíamos a nuestras casas... Como si acaso cuando se recupere la normalidad fuese solo para unos pocos y nadie jamás volviera a hacer su vida común y diaria nunca más. Poder salir poco a poco, por pasos, se hace con esa idea de recuperar la normalidad. Hay que volver a la vida. No entiendo tampoco que un grupo de cinco personas se paren a hablar con otro grupo de tres personas aturullando el ancho de una acera, justo además donde está el comienzo de un paso de cebra, y una mujer se queje de la gente porque "pasa muy cerca"... normal... primero: no hagáis grupos, segundo: no ocupéis todo el ancho de acera, tercero: no bloqueéis el paso de cebra, de ese modo ni yo ni nadie pasará tan cerca de todos vosotros.
Pero algunas aceras son estrechas, eso es cierto, pese a la tendencia natural de mucha gente, con y sin enfermedad en el ambiente, de pararse ocupando aceras completas, esquinas, pasos de cebra, puertas de entrada y salida o puertas de medios de transporte. Sentido común, pedía el gobierno, y eso quizá es lo que hay que tener junto a tolerancia y mano abierta, comprensión y empatía de unos a otros, porque, por ejemplo, aquel grupo citado antes, lo mismo eran gente con unos lazos muy fuertes entre ellos que se encontraron y necesitaban hablar entre ellos, no conozco qué tenían que contarse. Por eso: yo de ellos no me quejo. Ignoro sus causas y razones, no puedo juzgarles. Ayer, además, siendo el primer día que muchos podíamos salir en mucho tiempo, era normal que se dieran determinadas situaciones.
Sí que es cierto que entre las 20:00 pm y las 21:00 pm que yo estuve fuera vi a todos los grupos sociales juntos en la calle y revueltos, sin respeto a la diferenciación horaria que hizo el gobierno. La verdad es que creo que con sentido común y tolerancia esto no es inconveniente, el problema es que en muchos espacios ese sentido común no existía. Y aunque en muchos lugares se respetaban las distancias dadas para evitar posibles contagios de la enfermedad, en otros tantos muchos ayer eso no es que no fuera posible, que sí era posible, como en el Parque Magallanes, es que la gente simplemente no le hacía caso, empezando por esa mezcla de todas las edades y grupos sociales a la vez e interactuando entre sí. E insisto, en la ruta que yo escogí, apurando los límites de mi kilómetro de radio, vi un poco de todo y también había espacios con mucha gente, con algunos grupos sociales que no debían estar en la calle según el decreto del gobierno, pero con respeto a las distancias sanitarias recomendadas. Si alguien me preguntara hoy, 3 de mayo, 50º día de confinamiento a nivel estatal y 51º a nivel de la Comunidad de Madrid, sobre el resultado del primer día de autorización general para pasear o hacer deporte, diría que su respeto y su falta de respeto en cuanto a los términos legales establecidos estuvo al 50% por lo que yo vi, aunque, si me preguntan más diré que sentido común, tolerancia, comprensión, mano abierta y empatía es lo que debería valorarse más ahora mismo, pero siempre con ese sentido común consciente de que la pandemia no ha terminado y que en todos los países que la han sufrido y han pasado sus máximos de infección y mortandad al poco han tenido un repunte, raro sería que España no lo tuviera, la cosa es que ese repunte no agrave la situación por encima de lo ya grave que ha sido hasta ahora, siendo España el segundo país del mundo oficialmente en el que la enfermedad ha sido especialmente virulenta.
En una metáfora con tintes tremendistas de parte del profesor universitario que se hace llamar "Rufus Tiberius" en red social, persona con la que comparto bastantes puntos de vista y muchas aficiones y gustos, persona que me parece además siempre cabal, con una fuerza de realidad a tener en cuenta, pues es la realidad, nos dice: "¿Para qué nos quedábamos en casa? Para evitar un apocalipsis sanitario. ¿Para qué hemos salido de casa? Para evitar un apocalipsis económico. Las soluciones para estos apocalipsis son, como vemos, absolutamente contrarias. Excepto si aplicamos una solución que supera las dos anteriores: ser responsables con las normas. Si no somos responsables con las normas, ambos apocalipsis seguirán cumpliéndose".
Que tengáis buen domingo. Yo otra vez entre unas tareas y otras he perdido la posibilidad de pasear por la mañana, pero mañana creo que lo haré con total seguridad por la mañana, así que hoy pasearé de nuevo a las 20:00 pm. A fin de cuentas, tengo que aprovechar esta semana, porque siendo archivero, y siendo los archivos algo ya anunciado que se reactivará en cuanto comience la Fase 1ª el 11 de mayo, por lo que deberé volver al trabajo (salvo que se retarde en la Comunidad de Madrid por ascenso de infectados), teniendo en cuenta que para los solteros, sin hijos, ni perro, ni persona mayor, ni dependiente al cargo, los horarios de paseo aprobados y que comienzan hoy son de 6:00 am a 10:00 y de 20:00 a 23:00, si debo levantarme a las 6:00 am para ir a Madrid, luego trabajar, volver y no poder salir, pero a las 20:00 preparar la cena para cenar en torno a las 21:00 y ducha para ir a la cama en torno las 22:00 para levantarme a las 6:00, está claro que mi teórico permiso para pasear no existirá en la práctica. Esta es otra cosa que el gobierno, en términos generales para casos similares, no ha pensado bien. Creo que es el mejor gobierno posible en esta crisis con decisiones acertadas, solo que hay algunas que, como él mismo reconoce, pueden tener equivocaciones. En fin, que todo se intentará, y como mi trabajo actualmente está en un archivo militar, pues lo que diga el coronel, que será lo que diga el general. A ver si poco a poco salimos de esto, remontamos el vuelo en todos los aspectos, que de eso se trata la desescalada y para eso hay que ir a trabajar todos, y pronto volvemos a unas fases de desescalada y a un final del proceso que nos regrese a la normalidad, no a una nueva normalidad, que eso es contradictorio en sí mismo, si no a la normalidad. Cuando me llamen me tocará aportar a todo esto más allá de quedarme en casa y comprar de tarde en tarde lo que necesite (porque no tengo claro que mis escritos en Noticias de un espía en el bar o en Las notas de los cíclopes libreros, o los libros que tengo publicados o cualquier tontería de facebook o twitter, o los videos de youtube os hayan aportado algo). Toca aportar el trabajar de ir reactivando mediante la actividad económica y en mi caso archivístico, la cultural e histórica, de servicio al ciudadano... que por otro lado, con humor, dado todo lo que se ha dicho y escrito estos dos meses en redes sociales y en medidas tomadas, creía que los archiveros e historiadores, los escritores por descontado, no éramos ni esenciales, ni útiles ni nada de nada... y dado eso, me parece gracioso que estemos en la primera fase de regreso al curro... si siendo unos inútiles para la sociedad deberíamos ser los últimos.
Para recuperar la normalidad, tenemos que recuperar la tonalidad muscular y nuestras capacidades físicas. Pasear ahora mismo puede ser por varias razones tan importante para recuperar la normalidad personal como respetar las normas del confinamiento en su fase final precisamente para acabar con el confinamiento.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
1 comentario:
A partir de mañana se puede hacer obras y reformas en casas vacías y locales sin uso. Dentro de poco le llegará el turno a las obras en las casas donde se vive. Te lo comento para que tomes nota.
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