lunes, noviembre 04, 2013

NOTICIA 1265ª DESDE EL BAR: INTERNET, ¿UN NUEVO AUTORITARISMO O UNA NUEVA LIBERTAD?

"(...) Tal es el asunto que las dictaduras censuran Internet, los régimenes autoritarios no dictatoriales (monarquías absolutas o casi absolutas) también lo censuran, incluso las grandes democracias censuran por medio de las grandes empresas determinados contenidos. Pero lo que es imparable es imparable y al final de este siglo XXI, quizá ya en 2050, el mundo habrá cambiado socialmente de una manera tan espectacular como el cambio producido entre 1950 y 2000. (...) 

Los blogs llevan unos dos o tres años siendo la vanguardia de la libertad de expresión y del intercambio de información, vivencias, ideas, opiniones, creaciones, arte, etcétera. Son, en mi opinión quienes están formando a la gente. Es otra forma de pedagogía: la de conocer al otro. En un mundo donde no todos pueden viajar para conocer, e incluso los que pueden viajar nunca viajarán a todos los lugares y contextos del mundo, los blogs nos hace comunicarnos y conocer.  (...)"

(Canichu, el espía del bar, Noticias de un Espía en el Bar, Noticia 377ª, 29 de diciembre de 2007.)

"(...) Ahora, en minúscula y mayúscula se van escribiendo los blogs, y no está mal recordar de dónde vienen las cosas, porque entre todos vamos construyendo un mundo nuevo culturalmente, y este tiene derecho a gozar de su pasado. No obstante siempre vi la blogosfera como un mundo donde enriquecernos unos a otros de un modo o de otro. (...)"

 (Canichu, el espía del bar, Noticias de un Espía en el Bar, Noticia 568ª, 29 de diciembre de 2008.)

 Esto es lo que yo mismo escribía en el segundo y en el tercer aniversario de esta bitácora (blog, en inglés). Desde entonces han cobrado gran fuerza las redes sociales inmediatas donde las comunicaciones son breves por obligación y necesidad tecnológica del servicio que las ofrece, a menudo intrascendentes a causa de esto en manos de muchos usuarios que o no desean explorar sus posibilidades o no saben sacarles mayores provechos. Se trata de servicios como Twitter o Facebook. Hay incluso redes sociales donde se nos anima a subir únicamente imágenes, nada de texto, como Pinterest, Flickr o Instagram, o sólo vídeos, como Youtube. Es paradigmático que la temática más compartida y consultada del mundo sean fotos y videos de gatos domésticos. Algo totalmente inocente sin mensaje político, religioso, cultural, de opinión o reflexión, artístico o vanguardista detrás.  Hace apenas dos años el ideador de Instagram dejaba claro en una entrevista en España que su objetivo era simplemente que la gente compartiera imágenes bonitas sin necesidad de pensar, porque "pensar", para él, era un obstáculo para disfrutar, preocupaba a la gente, según él. Buscad en hemeroteca de 2011, porque encontraréis estas palabras en su boca. 

Llegó 2011 y con él la Primavera Árabe, las revueltas griegas y el 15 de Mayo Español, los cuáles rápidamente se extendieron en su modelo revolucionario contemporáneo por toda Europa y por toda Norteamérica, y actualmente hasta en Argentina, Chile y Brasil. Allí es donde se vio varias cosas: por un lado que las bitácoras (blogs) siguen más vigentes que nunca como medio de expresión de la ciudadanía, que los periódicos convencionales se rendían al modelo de las bitácoras para informar, que surgieron periódicos alternativos cibernéticos, y que todos esos medios breves de comunicación (Twitter, Facebook, Twenty, Flickr, Pinterest, Instagram, Youtube, etcétera), fueron rápida y a veces ingeniosamente puestos al servicio de los intereses de los ciudadanos por los propios individuos de la ciudadanía para comunicarse rápidamente y poder coordinarse en sus acciones de protesta o bien para informar a cualquier lugar del planeta de lo que estaba ocurriendo en el lugar donde el que ponía el mensaje estaba. No era algo nuevo, ya había ocurrido durante los atentados de New York en 2001, y también durante la represión contra los monjes budistas de Myanmar en 2007, entre otras ocasiones, pero sí era nuevo el gran alcance organizativo y repercusiones asociativas que iban a tener entre las personas receptoras. A todo esto les unía un nuevo servicio tecnológico no existente en aquel 2007, las conversaciones a tiempo real en mensajería corta telefónica por Whatsapp.

Claro está que cuando yo escribía aquello en 2007 y 2008 no estaba en mi mente una revolución social más allá de una revolución social pacífica y cultural al estilo de las vividas en los años 1960 y 1970. Pero el giro dado en 2011, demostrando esa capacidad organizativa, de crear pasiones y demás, fue rápidamente contestado por los gobiernos. En los países del norte de África y de Oriente Próximo cortaban las comunicaciones de los satélites que ofrecían los servicios telemáticos a sus ciudadanos. Creaban a la vez inhibidores de señales, y aquello de los inhibidores de señales lo repitieron en su uso en España en las protestas que se dieron tanto en ese 2011 como en 2012. Por lo que todos esos datos personales estaban siendo fácilmente censurados, en algunos casos manipulados, todos recordamos casos de informaciones periodísticas con fotos que decían cosas malvadas contra el 15-M que al cabo de unas horas o de un día, eran contradichas por alguien que captó la misma imagen con una videocámara sin acceso a Internet. Más aún, en enero de este 2013 el Ministerio de Defensa anunciaba que iba a crear una unidad especial cibernética por los ataques sufridos y peligros sufridos desde Internet en 2012, palabras suyas que se pueden leer en las declaraciones del Ministro de Defensa durante la Pascua Militar, a pesar de que las haya repetido actualmente hace poco. ¿Qué peligros evidentes sufrió España desde Internet? Si los hubo muy graves no se nos informó, si son "evidentes", sólo se me ocurre lo que el gobierno puede considerar un peligro: la ciudadanía comunicándose entre sí para organizar una o varias protestas contra sus leyes o sus modos de gobierno. Pero también hemos visto como Estados Unidos de América ha desarrollado desde 2001 una infraestructura de espionaje cibernético de tal calibre que hace sólo una o dos semanas que ha destapado un gran escándalo de espionaje incluso a sus aliados, y no sólo a jefes de Estado de Europa, sino también a ciudadanos simples. Millones de llamadas y mensajes interceptados y analizados. Todo ello además con ayuda del resto de los gobernantes de los países anglosajones desarrollados, Reino Unido, Irlanda, Canadá y Australia, y con colaboraciones de los gobiernos de España, Francia, Italia y otros. Claros abusos contra la libertad y la democracia desde todos aquellos sectores que los han llevado a cabo o planean hacerlo o seguir haciéndolo.

Desde hace dos o tres años, por otro lado, nos venden la idea de que van a desaparecer los ordenadores cuya memoria se almacene en discos duros, discos o pendrives. Nos proponen a cambio ordenadores sin elementos que nos permitan esas opciones para guardar nuestros propios archivos y datos, sino ordenadores que te ayuden a guardarlos en una "nube", en una especie de almacen de datos vía Internet. Los datos no se almacenan en el aire, se almacenan en lugares. Esos lugares pueden estar en un satélte o en unos grandes edificios de una empresa en mitad de Estados Unidos o de Alemania o de donde sea. Te dicen que los dueños de los datos serán los generadores de los mismos, o sea: los usuarios. Tus facturas, tus curriculum vitae, tus escritos diversos, fotos, videos, etcétera, estarían en teoría en tu poder, pero en realidad: no; en realidad lo estarían en manos de las empresas o gobiernos que lo gestionen, y de que las tecnologías funcionen, lo que no está garantizado, por ejemplo en una guerra o en un cataclismo natural. Al igual que en 2011 le fue fácil a determinados gobiernos bloquear el acceso a la información cibernética, o que en China existe una férrea censura en ese sentido, podemos recordar el caso de una gran empresa mundial, Megaupload, el portal donde se subían películas y videos. Fue cerrado en 2012 a causa de compartir películas sin pagar derechos de autor, pero el portal acogía todo tipo de vídeos. Millones de personas guardaban allí muy diversos archivos personales. Así por ejemplo yo tengo una amiga que guardaba allí las fotografías de su boda, al cerrar Megaupload esas fotografías desaparecieron, nunca se las han devuelto, las ha perdido. Y este es el modelo que nos proponen ahora, uno donde, además, no sólo estamos a merced de empresas y gobiernos, sino donde además nuestras contraseñas para entrar las gestionan ellos mismos. No hace más que un mes, por ejemplo, el correo electrónico Hotmail nos bloqueaba la entrada a numerosos usuarios si aparte de nuestra contraseña no dábamos nuestro número de teléfono para comprobar vaya usted a saber qué cosa que, aunque nos la nombren, no tiene porqué ser real. Hace una semana y media Europa sufría un ataque D-DoS, esto es: un ataque cibernético por el cual se saturó la red europea con el envio masivo de publicidad, denegando así el servicio a millones de usuaros particulares o bien ralentizando su navegación. El autor parece ser que era una gran empresa y una serie de cibernautas avanzados que querían con ello forzar a la Unión Europea a que hiciera una serie de leyes a favor de sus intereses particulares (que creen paradójicamente que son los intereses de todos los ciudadanos) y también de una cantidad de dinero en forma de ayuda, o lo que quiera que fuese. Coincidió con otro particular ataque en España, el de un grupo de ultraderecha que paralizó el servicio de las múltiples páginas informativas que sostiene el servidor cibernético llamado Nodo-50, del que dependen periódicos tales como Diagonal, asociaciones como las de los Foros por la Memoria y otros.

¿Con qué amanecemos hoy en el buscador Google, el más usado de la red? Pues que entraba en vigor las nuevas normas Google. ¿Qué pasa con esto? Pues que personas que como yo, o como cualquiera, use diversos servicios de esta empresa (el buscador Google, Google Maps, Gmail, Hotmail, Youtube, Blogger, LinkedIn, Fotolog, etcétera) no hace distingos entre tu nombre para Internet, o en mi caso, para mis escritos en general, y tu nombre real, por ejemplo para tu correo privado, y pone tu nombre real en todos los sitios. Si vas a Google a cambiar opciones resulta que te dicen que si pones tu pseudónimo en un sitio se pondrá automáticamente en todos. De esta manera, si como yo tienes un pseudónimo que te has trabajado durante años, Canichu, trabajado tanto dentro como fuera de la red, pero a la vez tienes tu nombre real para un correo que usas para escribirle por ejemplo a las empresas para mandarles solicitudes de empleo, resulta que Google pone tu nombre real en todos los sitios donde estás inscrito, fastidiándote esa labor de años. Pero si cambias a tu nombre ficticio, resulta que tu email privado pasa a ser Canichu, o sea: el pseudónimo, lo que no es serio para mandar solicitudes de empleo u otras cosas. Y encima tienen la prepotencia de decirte que si decides cambiar el nombre del perfil de Google, como la gente no cambia tanto de nombre en la vida real, tienes "un número limitado de veces para hacerlo". Tócate los pies, como si todos los que están en Internet fueran reales, o como si hubiera alguien que en la vida real se llame Tingle Winkle, porque sea ese el primer nombre que usó en Internet y no el suyo propio, y cosas así. Pero, peor aún, ¿qué ocurrirá con esas personas que se ven acosadas por otras y han decidido cambiar sus nombres en Internet si por esta nueva política vuelve a aparecer su nombre original aunque sea unos días, hasta que se dé cuenta el usuario? Voy a ver si encuentro la dirección para mandarle una queja formal a google, que no servirá de nada, pero de menos servirá si nadie se queja. Aunque, ¡oh, sorpresa que no sorprende!, Google, como Wikipedia que está asociado a ellos, no tienen buzón de quejas. 

El caso Wikipedia es todavía peor. Una vez que abres una cuenta para colaborar con ellos registran tu IP, que es como el Documento Nacional de Identidad de tu ordenador, o sea: de ti y de tus acciones dentro de Internet. ¿Y si deseas borrar tu rastro en Wikipedia? ¡No puedes! Podrás borrar lo que directamente has conversado, pero no si alguien ha interactuado contigo. Y si hay aportaciones tuyas que deseas que desaparezcan de una referencia de esa enciclopedia, tampoco puedes, las dejan almacenadas y con tu nombre bien escrito. ¿Y si decides irte de Wikipedia harto de determinadas personas que parecen haberse erigido en guardianes intolerantes de la misma que, además, no comprenden su espíritu y posibilidades aplicando cuadriculadamente las normas que eran guías y no leyes para escribir tal enciclopedia, en resumen: hasta rozar el acoso? Pues no puedes irte. No hay manera de irse. No hay manera de borrarte, de darte de baja. Es verdad. Es imposible. Lo que al menos en España estoy seguro que incumple con numerosas leyes. 

Wikipedia, por otro lado es una de las herramientas más usadas de Internet. Proporciona información a veces errónea pero que todo el mundo usamos. Baste con que alguien con infraestructura suficiente invierta en gente que controle la información que quiere que salga publicada, boicoteando a otros wikipedistas, para que la verdad que se nos dé no sea en busca de la realidad, sino de la verosimilitud. Una herramienta que algún día podría darnos un mundo no muy diferente al imaginado por Zamiatin o por Orwell.


Todo lo dicho es una invasion a la intimidad a nivel planetario, literalmente, y a la libertad real de los individuos. Por estas razones yo no creo que el futuro y la libertad esté en Internet, como ya algunos otros han comenzado a decir. Internet no es un fin en sí mismo, como cada vez más se nos quiere hacer creer, sobre todo creando esa "nube" para que depositemos nuestros datos y archivos, cosa que al final lograrán, cuando decidan no fabricar más ordenadores con capacidad de almacenar información por sí solos. Internet es un medio, una herramienta. Como tal debiéramos tratarlo y usarlo. Es como herramienta que es útil para ser un vehículo para esa revolución social y para mayor democracia y libertad. Pero si caemos en la trampa de creer que Internet nos garantiza la democracia, entonces seremos presa fácil para cualquier poder no democrático, el cual, en nombre de la libertad y la democracia, pondrá todo nuestro ser a disposición de la red cibernética, ¡y quien lo ponga seremos nosotros mismos! Muchos engañados, otros autoengañados. Para que sea la herramienta de la que hablaba yo en los aniversarios de 2007 y 2008, siempre hay que tener en cuenta que es fundamental la persona, que Internet es un medio, no un fin, que Internet no lo es todo, que Internet es importante y nos está revolucionando, pero no hemos de confiar en él del todo, y mucho menos de quienes lo gestionan. Y que el papel, no se olvide, seguirá siendo algo fundamental e imprescindible. 

Está en manos de los usuarios ser conscientes de la realidad. Internet puede ser un medio de control autoritario encubierto, y de manipulación y censura, o bien, teniendo en cuenta estos usos por parte de gobiernos y empresas, puede ser utilizado para lo contrario. Desde luego, yo recomiendo en un uso responsable no deshacerse nunca de los originales y copias privadas de nuestros archivos, siempre que sea posible. Internet no tiene fronteras, no más que las que su señal no logre alcanzar. Es por ello que puede ser usado por sus servidores en un doble sentido: un control de las personas más allá de paises por parte de empresarios o gobiernos fuertes, o un control centrado en un Estado con ayuda de esas grandes empresas que los hacen servir, no obstante han sido empresas como Facebook o Microsoft quienes han dado datos a los servicios de espionaje de Estados Unidos. El uso del usuario común debe ser más inteligente, repito: no confiar en que Internet es el fin, confiar en que es una herramienta a la que usar, y con su uso, usar a quien quiera usarnos. Y no lo olvideis, otros medios de almacenamiento de datos no dejan de ser útiles por ser inventos milenarios, probablemente sean nuestro mejor aliado archivístico como individuos libres de verdad.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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