viernes, noviembre 02, 2012

NOTICIA 1152ª DESDE EL BAR: TRABAJAR SIN COBRAR

Trabajar para no cobrar el dinero por tu trabajo. No soy el único en el país al que le pasa, pero en estos momentos estoy en una situación excesivamente delicada en lo económico y lo estoy pasando, ciertamente, mal. Otros también lo estarán pasando mal, pero como esta es mi bitácora hoy me apetece hablar de esto personalizando mi caso. Soy becario de archivo desde hace un mes, a pesar de que ya he trabajado como archivero con contrato previamente. Las razones del porqué soy becario ahora son cosas que ya he hablado muchas veces, incluso recientemente, no es una cosa mía, sino del gobierno empleador que no predica con el ejemplo laboral y abusa de un determinado tipo de trabajo. Un becario no está reconocido como un trabajador, de hecho yo hoy he renovado mi carnet del paro. Sin embargo un becario trabaja, a veces incluso asumiendo más funciones y responsabilidades de las que debería. Al becario no se le puede pedir productividad, eso dice la ley, ya que su labor es aprender, eso dice la ley, pero la realidad es que trabajamos como si fuéramos un trabajador contratado más. Un becario, hasta noviembre-diciembre de 2011, ni siquiera cotizaba en la seguridad social, a pesar de que podía pasarse años en una beca o de beca en beca. Ahora cotizamos, y cotizamos el mínimo posible. Me corrijo, nuestra entidad responsable cotiza por cada uno de sus becarios lo mínimo posible, ese es mi caso actualmente, pero fíjate por donde también soy a la vez otro caso: los becarios anteriores al periodo de noviembre-diciembre 2011 tenían opción de cotizar el tiempo de becas que hayan tenido con carácter retroactivo; en este caso es la persona que fue becaria la que debe aportar el dinero a la seguridad social y... cotizamos lo máximo posible... el doble e injusto rasero del gobierno. Pero, fijate por donde, y a pesar de que ni siquiera te aseguran de que el día de mañana tu cotización te sea útil en una pensión de jubilación, en ambos casos (cotización retroactica y cotización actual de becario) en absoluto sirve para poder cobrar el subsidio de desempleo, sino sólo para una hipotética jubilación futura cuya pensión por la que estás cotizando no está garantizada. De vergüenza. Ingreso dinero por mi trabajo de beca pasado y por el actual, o sea: ingreso dinero a la seguridad social por partida doble, y no tengo derechos al mismo nivel que un ciudadano cotizante cualquiera ni en los servicios médicos. De vergüenza.

Como sea, la cosa es que debería haber cobrado mi dinero de becario en los días finales de Octubre, pero no ha sido así. Yo antes de esta beca estaba en el paro sin subsidio de desempleo y no tenía por tanto ingresos. Estiré mis ahorros todo lo que pude... Y se agotaron, literalmente, al completo. Mi madre me dio un préstamo y justo en esos días coincidió que me dieron esta beca. Esperaba poder devolverle el dinero prestado esta semana, me había dejado lo justo para que lo estirase un mes con bastantes privaciones, pues ella tampoco está económicamente para tirar cohetes al ser una pensionista por viudedad y por edad. Con ese dinero pagué las facturas obligadas normales y... se agotó a final de Octubre. Y no he cobrado... así que he vuelto a pedirle otro préstamo a mi madre para poder pagar el abono transporte para poder ir a trabajar a ese trabajo de becario donde no me pagan pero prometen con palabras llegar a hacerlo. Y no dudo que lo harán, pero... ¿cuándo? Hay dos compañeras becarias que llevan dos años con esta misma beca en el mismo lugar y me comentan que todos los años es igual, no pagan a tiempo y la paga se puede retrasar, sin exagerar, hasta final de noviembre... Todo a costa de que alguien del Ministerio de Hacienda, del que depende nuestro dinero, o el de Educación, Cultura y Deporte, del que depende nuestra beca, no ha rellenado los papeles que nos conciernen a finales de Septiembre o principios de Octubre, cuando empezamos. No es algo puntual de este año, no es un despiste, es algo que se ha dado dos años y con este tres. O sea que alguna persona lumbreras considerará que como somos becarios que nos pongamos a la cola que ya nos pagarán lo último. Sin derecho a cobrar a tiempo y con el deber de trabajar sí o sí bajo amenaza de que se nos retiraría la beca si no. Pero, para rizar el rizo, otra compañera becaria llamó por teléfono a nuestro responsable en lo económico para preguntar por el retraso y le contestaron que, en fin, nuestro responsable más directo estaba en un congreso en otro país cuando ingresamos en nuestros puestos, que cuando regresó se fue de vacaciones a otro país diferente, que cuando regresó pidió una baja médica, y que esta semana tiene puente porque se ha cogido un día libre entre los días de fiesta (yo a todo esto no he tenido puente, como becario he tenido que ir a trabajar, pese a no haber cobrado)... pero es que la semana que viene... ¡hay otro puente festivo en Madrid capital! Como resultado de todo esto: no ha firmado los papeles que acreditan que hemos acudido todos los días a nuestro puesto de trabajo becario, así que mientras el Ministerio no tenga esa firma, no tiene constancia de que estemos yendo a trabajar de becario... y por tanto no pueden iniciar ningún otro papeleo para ingresarnos el dinero que hemos trabajado. Irónico, ¿no?

Así que aquí estoy, con un mes de Octubre que he pasado en casa o paseando o tratando de que mis amigos vengan a mi casa a ver una película... aunque sólo vino una misma persona (lo que es de agradecerle) cada vez que lo ofrecí... Y en esto echo de menos la respuesta de mis amigos más antiguos... que no han venido a estas llamadas. Las pocas veces que he salido ha sido para ayudar a algún amigo en algo, celebrar alguna fiesta donde no hubiera que hacer gasto, y algún  compromiso social ineludible. Aparte, claro está, de mi compromiso con el programa de radio que hago por las tardes de los viernes o algún evento gratuito que me llamó la atención. 

Y noviembre ha comenzado sin esos ingresos... con mis cuentas a deber a mi madre... Mi dinero de octubre, cuando lo cobre, ya está enajenado, comprometido, entre el dinero a devolverle a ella, las facturas habituales y la ayuda familiar que he de dar... Y no hay manera de eludir de este modo un noviembre tan duro o más que octubre, quién sabe si un diciembre. Pero oye, que ahí están determinadas personas de las que depende tu "sueldo" que cuando te ven por el pasillo te preguntan por el fin de semana o por el puente festivo... Ay, si te dijera lo que deseo... pero es mi primer mes, hay que ser paciente, pese a todo. Trabajar para no cobrar... Cobraré, sí, pero ¿cuándo? Yo espero que ya, ojalá la semana que viene misma. Que no se retrase más.

En fin, entre tanto, ¿qué puedo hacer? Pues pasear por esos sitios otoñales de Alcalá que me gustan, como esos viejos aeródromos en sus ruinas semiolvidadas, o como ese lugar que conserva graffitis de 1986, o por mi barrio, que aún tiene lugares que me sorprenden a pesar de que vivo aquí desde que nací, como esa escuela popular que descubrí en abril-mayo. De hecho el Lianchi (Polígono Puerta de Madrid, Distrito II de Alcalá de Henares, mi barrio) ha vuelto a sorprenderme estos días. A pesar de los 33 años de mi vida aquí, a pesar de que ya había descubierto esa escuela citada, o de saber que existe un club de ornitología, una iglesia enorme de Testigos de Jehová y quizá la más antigua de Alcalá, y otras dos de evangelistas gitanos, a pesar de saber que existe aquí la asociación de alcohólicos anónimos y un club deortivo juvenil de los más veteranos en la ciudad, entre otras muchas cosas, aún no había topado con esta puerta de la fotografía: el Centro Obrero Católico de Alcalá, el cual no sé si es una de sus oficinas o bien la oficina central o bien lo fue y ahora están en otro sitio, no obstante la página del obispado de Alcalá de Henares los ubica en la Calle Nueva, y no en mi barrio.  Tampoco sé muy bien si se trata de un sindicato católico o bien de una asociación católica dedicada a los asuntos laborales desde la óptica social de la Iglesia. No obstante mi barrio fue durante la dictadura de Franco en el tardofranquismo y posteriormente en la Transición y buena parte del gobierno de Felipe González (lo que nos pone en las dácadas de 1970 y 1980) un epicentro del catolicismo salido del Concilio Vaticano II, con sacerdotes llamados obreros, o bien "curas rojos" en boca de la extrema derecha política. Los curas que me bautizaron y me dieron la comunión eran quienes comenzaron esa trayectoria en el barrio, ya lo conté en 2008.

En fin, como sea... que aparte de que hace años que Noviembre me hace sentir incómodo, este año por asuntos económicos es especialmente más desagradable de lo habitual. Necesito dinero, o al menos a mis amigos más antiguos. A ver si viene pronto esa paga retrasada y no a finales de noviembre como les ocurrió a las compañeras de beca en los dos últimos años.

En fin, viernes noche, uno más que me dedicaré a estar por casa buceando en películas o libros. Os deseo, a los que podáis, un buen y feliz fin de semana, al menos mejor que el mío. Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

escuchar conversaciones dijo...

buenas,
la verdad es que mucha gente no tiene en cuenta diferentes situaciones, a veces personales y otras generales que stan a la orden del dia, por lo menos, lo unico que consuela es poder refugiarse en algo bueno, que al final es lo q quieren para tenernos despistados y desviar nuestra intencion...
saludos

Canichu, el espía del bar dijo...

Sí, así es, al gobierno les conviene que nos refugiemos en cosas de carácter positivo como vía de escape, sin embargo cada vez hay más protestas en la calle, y lo saben. Tarde o temprano tendrán que abrir los ojos a la realidad social y a las demandas de sus gobernados, no sólo a las de los bancos, o les desboerdará.