sábado, agosto 14, 2010

NOTICIA 814ª DESDE EL BAR: LA RELACIÓN POETA-MUSA

Una cosa es la relación de un hombre con una mujer y otra cosa es la de un poeta con su musa, lo dijo Eugenio d'Ors en "La Bien Plantada" hace un siglo. El poeta al que se refería d'Ors no dejaba de ser hombre y la mujer no dejaba de ser a la vez mujer y musa. Así que su sentencía es precisamente esa: que el hombre poeta tiene dos relaciones respecto a la mujer que ejerce de musa ocasional o permanente en su obra. Para Miguel Hernández en sus primeros poemas, y también en Leopoldo Panero, parece que la relación entre ellos como hombre respecto a la mujer deseada o amada, que no es lo mismo aunque a veces coincida, es una relación fatídica, pero en otros poemas parecen desatar todos sus anhelos, que no son otra cosa que ello mismo: anhelos. Así pues a menudo la musa es más cercana al poeta que la mujer. O eso parece. Otro caso famoso es el de Gustavo Adolfo Bécquer, el cual en sus famosas rimas crea la poesía más hermosa para su musa amada, pero esta, en cuanto mujer, le huía. O bien Espronceda, que llegó a secuestrar a la mujer que le inspiraba y pasó la frontera portuguesa con ella, si bien ella consintió le abandonó tiempo después. En un caso más retorcido tenemos el pseudónimo de Lewis Carroll, el autor de "Alicia en el País de las Maravillas" compuso su famoso cuento para una Alicia, su musa... pero su relación con ella como mujer era un tanto imposible, ella era una niña de 7 años y la petición de matrimonio que les hizo a sus padres no cayó en gracia.

La reflexión que hizo Eugenio d'Ors hace cien años no es una mala reflexión, ahora bien, cuando en mi libro "Poemas de un Hombre Infame" (1998) incluí por primera vez un poema dedicado a mi mano, ¿en qué queda la relación entre mí y mi musa mano? Todo sea que mi mano derecha empiece a escribir cartas a mi mano izquierda, porque eso sí que es una larga relación entre poeta, mano y musa. Saludos y que la cerveza os acompañe.

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