Disposiciones generales
Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial.
Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones.
Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.
Artículo 5. La capitalidad de la República se fija en Madrid.
Artículo 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Artículo 7. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial.
Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones.
Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.
Artículo 5. La capitalidad de la República se fija en Madrid.
Artículo 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Artículo 7. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.
(Constitución de la República Española, 1931).
A lo largo de este blog se han mencionado algunos aspectos históricos de la II República Española, y en algún caso hasta de la I. En las fechas del aniversario de la II República se ha llegado alguna vez a comentar como debería ser una III República. Este año, este 14 de Abril, presento el Título Preliminar del texto de 1931 (que desde luego no debería ser el de la III, pues el de la III debería ser más consecuente con los tiempos de hoy), y para completarlo os dejo esta puerta por la que podéis acceder vía Internet al texto completo, por aquí. Historiadores, gente de Leyes, o simplemente republicanos nostálgicos o bien republicanos que desean conocer, o tal vez gente en general interesada en saber, puede venirle bien. Yo tengo el texto (entre otras Constituciones) en libro de papel, ocupa apenas 34 páginas, así que como podéis ver es muy breve. Realmente era una Constitución que dejaba establecida una base legal de libertades que se desarrollarían posteriormente con otras leyes adicionales que no eran parte del texto constitucional. A los más curiosos les invitó ir al Museo de la Biblioteca Nacional de Madrid, donde en determinada sala tienen réplicas fac-simil de los volúmenes originales de las siete constituciones que ha tenido España (1812, 1837, 1845, 1869, 1876, 1931 y 1978). El volumen de 1931 es el más llamativo por su colorido y sus dibujos, nada sobrios, desde luego; por cierto que como curiosidad se puede ver en la de 1978 el escudo franquista y no el monárquico actual, áún no se había aprobado).
Destacaré en este Título Preliminar que hay que tenerlo en cuenta de cara a los que dicen que la República pretendía romper España, dividir a las personas y meter al Estado en un estado de guerra. Quien lea este texto se dará cuenta que es todo lo contrario. Hace poco, desde mi trabajo de vigilante y educador medioambiental, guié por Alcalá de Henares a un grupo de escolares, de un colegio religioso que no mencionaré, por una ruta ecológica sobre cigüeñas que trataba algunos acontecimientos históricos de la ciudad. La chiquillada supo decirme que Miguel de Cervantes había nacido en la ciudad, e incluso que por aquí anduvo Santa Teresa de Jesús una temporada, y se sabían la vida de los Santos Niños Justo y Pastor, pero ignoraban que había nacido aquí Manuel Azaña, e incluso no sabían quién era. Curioso que se sepan tantas vidas, sobre todo religiosas, y el nulo conocimiento de este político republicano que llegó a ser presidente. Pero su profesorado no debió dejar en la nada esa etapa histórica de la ciudad, ya que al decirles que fue presidente de la República española, absolutamente todos los niños y niñas dijeron que entonces era, según ellos, el que trajo la guerra a España y quemaba los conventos... Triste, muy triste, que profesorado así ande suelto... y lo hacen gracias a determinados colegios que permiten estas enseñanzas sesgadas... porque me da igual que haya colegios religiosos, siempre que estos no tergiversen las realidades... sobre todo porque los profesores crean mentalidades adultas con el tiempo. Enseñar en la división es peligroso. Más aún cuando esta es falsa. Peor aún cuando se tapa que el gobierno legítimo fue elegido en las urnas con los votos, que era legal y democrático, que se declaraba aconfesional porque su Constitución permitía cualquier religión y el ateísmo sin que ninguna de estas creencias se impusiera, que Niceto Alcalá-Zamora, primer presidente, era de hecho católico y que ni él pudo controlar la quema de iglesias de los primeros días, producto del resentimiento hacia esta institución que tanto cobijo había dado a la dictadura reciente de Miguel Primo de Rivera, peor aún cuando se pretende ignorar que la República daba libertades y pluralidad a todos y que en cuestión de autonomías no hablaba de división estatal, sino de pluralidad dentro de España, como se lee aquí, y peor y más feo aún pretender que los niños no sepan que la guerra empezó por unos militares golpistas que terminaron metiendo al Estado en una guerra civil que acabó con el triunfo de su golpe de Estado dictatorial.
Pero más vale unir, más vale ir todos juntos y juntas, más vale no odiar, más vale que algún día se reconozca el carácter democrático de aquel periodo, cuando hasta Juan Carlos I reconoció a Azaña como un gobernante español tan respetable como otros, y alabó de él sus ideas democráticas.
Sea como sea, que tras las vacaciones de Semana Santa trabajo hasta el viernes y otra vez vacaciones hasta el día 23 (inclusive), que más me vale a mí ver qué puede haber por ahí para rellenar mis vacaciones... a tenor de que el 14 de mayo se me acaba el contrato de trabajo, que no era renovable... ubs... qué largas son las colas del desempleo... Qué la cerveza os acompañe.
6 comentarios:
La historia que se imparte depende de la mente que lo haga, lo pude comparar viviendo en dos comunidades distintas y cada una se apropiaba de lo que la otra decía que le pertenecía...Besicos
Es que además, esto que comentas no sólo presenta una versión deformada y sesgada de la historia de España sino también puede tener efectos negativos en la comprensión general de la historia contemporánea universal. Puede que tenga algo que ver que en cierto sentido vivamos en un país un tanto extraño en el que la izquierda, o al menos buena parte de ella, ha tomado como suyas las reivindicaciones regionalistas cuando no separatistas y la derecha el centralismo, lo que contrasta con los países de nuestro entorno. Quizá la limitada penetración del jacobinismo en España, y la erradicación drástica de su semilla, más la exaltación del ancionalismo español durante el franquismo tenga algo que ver con esto...no sé qué os parecerá a los demás.
Una cosa es la política hablando de Historia, y otra es un historiador hablando de Historia, luego opiniones tenemos todos. Historiadores que sean buenos profesionales hay pocos. Profesores de Historia que tenga por objetivo crear mentes pensantes y no mentes repetitivas de esterotipos, pocos. Reconozcámoslo, uno de los problemas de la educación, y de otros campos de empleo público (aunque en este caso hablábamos de profesores de un privado), pues uno de los problemas es que no se reconoce la vocación o la validez efectiva para el puesto, sino que aprobando un examen de oposición tienes el puesto. Y sí, cuesta mucho sacar adelante una oposición, pero lo triste es que muchos la sacan sin más vocación que la de tener un puesto fijo de trabajo. El sistema educativo, a mi juicio, debe renovarse empezando por las bases pedagógicas, por la vocación auténtica.
Canichu, eso es una utopía...¿qué porcentaje habrá de gente con vocación? Eso sí, hasta la gente con vocación se agota y agoniza y se torna pasiva y conformista, qué miedo...
Besicos
no es tanto utopía, no hace falta que sea un vocacional incondicional, pero sí que tenga vocación. Muchas veces a los profesores que le hechan entusiasmo de verdad le ponen tantas pegas burocráticas que se desilusionan, por ejemplo con las calificaciones numéricas, son absurdas, y sin embargo tanto instituciones como padres las exigen.
Saludos.
Muchos profesosre, oras, deberían ir al cole de nuevo.
Yo creo que no se trata de vocación, se trata de rigor en la información y de quitar "pañujos" al conocimiento. Por una enseñanza laica!
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