miércoles, diciembre 03, 2008

NOTICIA 560ª DESDE EL BAR: VEN A LOS SENTIDOS

Me dijo que le hablase a la piedra, que ella me oiría desde el otro lado del césped. Asíque le hablé a la piedra y no sé si ella me oyó, pero yo la oí a ella a través de la piedra. Luego caminamos por el césped con el resto del grupo y sonó una nota musical, miramos abajo y había una "piedra" de cuero que exhalaba un sonido con la opresión de nuestras pisadas. Nos dimos cuenta que a nuestro alrededor, bajo el cielo encapotado, montones de columpios de madera destacaban por su competición de colores rojos, amarillos, azules y verdes, envueltos en el frío y el viento que te cortaba la piel. Sentarnos a comprender en uno de los bancos del parque suponía pedalear sin parar, y apoyarse en un poste: dar vueltas a una manivela. Así que caminamos por una fingida callecita verde del parque donde de uno y otro lado nos venían aromas de romeros, ajenjos, laureles y numerosas plantas aromáticas más. Al final todo se reducía a caminar entre madroños, manzanos decorativos y repollos de colores a modo de flores. El parque era ancho, y todo un viaje por los sentidos. Quizá por eso lo llamaron Parque de los Sentidos, y el nombre se conservó popularmente cuando se lo cambiaron por Parque Juan Pablo II en 2006, cuando murió ese Papa. Una estatua de bronce del Pontífice arrodillado y con la cara baja, apoyado en una cruz de hierro, cansado y viejo, lo recordaba. Juan Pablo II fue quien nombró catedral a la Iglesia Magistral de Alcalá de Henares, quizá por eso le dieron su nombre al Parque de los Sentidos, del barrio del Ensanche, en la zona norte de Alcalá de Henares. Un parque plenamente pedagógico, bonito, verde y otros coloridos naturales, enorme, divertido, nuevo (quizá de apenas 5 años, no mucho más, quizá 10) que yo no conocía hasta que mi trabajo no me ha llevado hasta allí a vigilarlo medioambientalmente. A veces, este trabajo tiene cosas buenas, pero a veces disiento de él. Menos mal que a veces vuelvo a la "base de decisiones", en el centro sociocultural Gilitos, y recibo alguna llamada amiga que me recuerda que mi vida privada puede hacerme descansar de lo que no me hace sentir cómodo en ocasiones en mi vida laboral, me devuelve agradablemente a mis sentidos.

Que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

Bardamu dijo...

Suena bien lo del parque de los sentidos. Tomo nota por si bajo a Madrid. Y en cuanto al trabajo... no realiza. Hay otras cosas en la vida.

Canichu, el espía del bar dijo...

Ya, pero en un trabajo estás la mayor parte de las horas de tu vida. Es bueno estar a buenas en él. Bueno, ya veremos como evoluciona esto. Un saludo.