sábado, agosto 16, 2008

NOTICIA 509ª DESDE EL BAR: LA GUERRA DE LOS MUNDOS

Un avión llega a una ciudad que no conoce y suelta unas bombas. Unos tanques llegan tiempo después y lim pian lo que haya dejado el avión, la infantería va detrás a pie y saquea la ciudad mientras mata los supervivientes o los concentra en plazas. La guerra, ojos observantes, se nos muestra en la televisión y no se nos explica.
H.G. Wells escribió "La Guerra de los Mundos" a principios del siglo XX. Era un relato de ciencia ficción donde el planeta Tierra era invadido por unos alienígenas que sin dar razón alguna empieza a aniquilar a la Humanidad entera. Originalmente Wells quería criticar de ese modo la barbarie del mundo occidental al colonizar el mundo, sobre todo África, a finales del siglo XIX. Wells, que confiaba en el progreso del hombre y en que sus avances tecnológicos y científicos sólo podían llevar a la hermandad y la paz entre todas las naciones y seres del mundo, comenzó a no creer en ello cuando esa carrera por colonizar el mundo llevó a la I Guerra Mundial en 1914, usándose la ciencia entonces para la muerte y la destrucción. Pero Wells era muy suyo, y aunque algunos de sus relatos nos puedan gustar, la verdad es que a nivel personal dejaba algunas cosas que desear, pero no es asunto de este post. La cosa es que "La Guerra de los Mundos" se revalorizó en los años 1930', cuando en 1938 un famoso actor, Orson Welles, realizó un noticiario de una hora de duración donde utilizó el relato de H. G. Wells para radiar lo que aparentemente eran noticias reales de una invasión alienígena a La Tierra y su consecuente destrucción progresiva. La televisión, aunque inventada, no estaba difundida, por lo que la radio era el medio de comunicación más importante del momento. De ese modo montones de personas no se dieron cuenta de que se les estaba contando un relato de ficción. Durante una hora de emisión montones de personas se pegaron a sus transistores preparándose para lo peor muertos de miedo. Suicidios aparte en una histeria colectiva sin precedentes, tras todo aquello se comprobó el poder que tenían los nuevos medios de comunicación que estaban naciendo... y las nuevas capacidades del cuarto poder: el periodismo. El relato de H. G. Wells fue llevado al cine muchas veces, hace unos cuatro años tuvo incluso su última versión hasta la fecha. Su revalorización y connotaciones durante la Guerra Fría publicitaron aún más esta historia, sobre todo en los 1950', la década por excelencia de esta clase de relatos de ciencia ficción. Aunque en el fondo esta ciencia ficción habla de algo muy real. La guerra. La guerra para quienes la viven en sus ciudades, que quizá están complicados en la elaboración mental de los sucesos que les aturden mortalmente, que les amenaza, o tal vez no. Pues aquí presento al Alto Mando del Servicio de Espionaje de Bares el enlace a la grabación conservada de la voz de Orson Wells, enhorabuena a los que tengan un buen nivel de inglés: LA GUERRA DE LOS MUNDOS, RETRANSMITIDA POR ORSON WELLES.
Otra película ya contó las guerras que nos muestran los telediarios. Un poblado se encuentra harando sus tierras y forjando sus hierros. Un día llega alguien de no se sabe donde. Son muchos hombres a caballo. Entran al galope por la calle principal del poblado y matan a todos sus hombres a espada. Violan a sus mujeres y también las matan. Destruyen las casas y mandan a sus perros a rebañar a los muertos. Sólo salvan un niño, para hacerle esclavo después de ver todo aquello. Conan. También es una ficción, pero también es una realidad. No hemos cambiado demasiado.

2 comentarios:

Bayadère dijo...

Da miedo saber todo el poder que manejan algunas personas entre sus manos (desde presidentes, hasta, como tú dices, periodistas) y ver que generalmente el uso que se le da no es ni de lejos el más conveniente.
Cierto es que no hemos cambiado tanto, pero muchos de esos pequeños cambios que sí se dan, parece que son hacia atrás. Una pena.

Canichu, el espía del bar dijo...

también hay muchas cosas positivas en nuestra avanzar, para ser justos. Un saludo.