miércoles, febrero 19, 2025

NOTICIA 2374ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2020-2024 (adulto, primera mitad de cuarentena, 2 de 5)

Seguimos con el serial con algo de retraso por asuntos personales que van ocurriendo en la vida. Lo siento.

2021: 42 años.
Leí 31 libros, de los cuales 10 eran novelas gráficas, más más de una veintena de viejas revistas de cómic con varias historias y personajes.

Fue un año lleno de lecturas de cómic. Esto fue así tanto por gusto como por la investigación para mi libro Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco, cuya publicación seguía retrasándose en contra de mi voluntad. Aproveché para sacar adelante y publicar hacia el final de año otro libro de Historia, el cual se comenzó a vender en las últimas semanas de diciembre pero se presentó en los primeros días de enero de 2022, pasados los Reyes. Era La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941). Ya quedan pocos ejemplares en mi casa. Fue muy bien acogido hasta por el ayuntamiento. Igualmente acabé dos libros de poesía que se habían venido urdiendo en mi cabeza desde 2018 ó 2017. Aún inéditos. También fue el año de la gran nevada y en el que me robaron el sombrero, por lo que hube de comprar otro similar. Murió otro de mis tíos, pero no me avisó la familia. Me enteré meses más tarde tras leer una publicación de mi tía paterna, esposa de él, tras lo que me hice una hipótesis de la posible muerte del tío, llamé a otro tío y me confirmó la muerte, sin poderse explicarse él tampoco porque nadie me dijo nada. De este año yo hubiera destacado tres libros, pero me ceñí en enero de 2022 a destacar los dos de siempre y una sola novela gráfica. Quede dicho que de esos tres que destacaría pondría al mismo nivel tanto al que destaco primero, Lolita, como al que descarto, El espía que surgió del frío, de John LeCarré. Ambos libros me han atraído sin poder parar de leer. He tenido, sin embargo, que leerlos en los trayectos de carretera a mis trabajos, en autobús o en tren, aunque también fue otro año de desempleo. Como sea, me parecen novelas perfectas y definen muy bien las décadas centrales del siglo XX y esa cultura occidental de la que España es partícipe, americanizada y con puntos y lugares comunes de encuentro, lleno de referencias para el lector que vivió aquella segunda mitad del dicho siglo. En los primeros meses de 2021 aún estaría en un muy mal momento de mi vida, pero pasados los primeros meses algo mejoró, aún cuando vino una etapa de desempleo en verano, pero vino otro empleo en otoño. Ahora disponía algo más de mi casa.

Lolita (Nobokov, 1955): Fue uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas de 2021 en la Noticia 2104ª. Compré el libro de segunda mano en Domiduca. Toca un temas que me interesa especialmente, el tema de la censura, aunque de manera indirecta, a través del tema de una libertad sexual mal entendida como pederastia y también como manipulación y extorsión. Me parece un libro muy atractivo y creo que mucha gente habla de él más pensando en la película que en el libro en sí. Creo que a menudo se ha achacado a los personajes actitudes y formas de actuar que en realidad no se perciben en el libro, tengo la impresión de que en determinado momento alguien hizo una lectura determinada para crear las películas y mucha gente ha reproducido esa interpretación sin hacer la suya propia. El libro es muy rico en varias direcciones. Me llama la atención, por ejemplo, ese breve pasaje del pensamiento del hombre que llega incluso a pensar de manera fugaz en el asesinato de la chica cuando ya no le atraiga sexualmente por haber crecido, previo posible embarazo para usar a la hija como usó a la posible madre. Ese pasaje está en el libro, muy breve, muy fugaz, pero me impactó leerlo. Rompe esa visión del hombre como víctima manipulada por la niña Lolita que todo el mundo tiene en mente. Y sin embargo, hay otros pasajes donde es evidente que ella no es una víctima total, ella es víctima, pero también es verdugo en cuanto a que es consciente del poder que ejerce sobre el hombre al proporcionarle estímulos sexuales insatisfechos pero con promesa de que se podrían satisfacer en pago a algo que le dé. Por ello mismo, y por muchas otras cosas, como explica Nabokov en unas palabras reflexivas, la obra sufrió mucha censura y le costó publicarlo, pero lo logró publicar y es una de las grandes novelas del siglo XX. Lo cierto es que haber escrito el libro como si fuera el documento escrito de las reflexiones del hombre es todo un ejercicio de conocimiento psicológico muy importante. A mí me llama mucho la atención esa construcción de psicologías perturbadas que hace, los rusos son expertos en todo esto, y ese deslizamiento entre lo moral y lo amoral que hace Nabokov, cayendo en la ruptura de las convenciones sociales y sexuales que hacen que sea condenado y censurado en su vida real. En parte esa ruptura de convencionalidades estaban latentes a mediados de ese siglo XX, sobre todo en el Estados Unidos donde se desarrolla esta historia, aunque Nobokov dijo que en principio pensó en ubicarlo en Francia, por ser más liberal, pero buscó el contraste con una sociedad más conservadora. En la siguiente década de 1960 algunas de las cosas que narra Nabokov pasaron a ir normalizándose entre la juventud, a pesar de que el conjunto pedófilo y casi de prostitución, el del rapto y el del asesinato, son condenables, me refiero, en cuanto a la normalidad, al amor libre, al amor intergeneracional, al amor sin matrimonio, al sexo disfrutado con libertad, etcétera. fue uno de los libros que leí en los trayectos al trabajo.

Poesías (Catulo, siglo I a.C.): Fue el otro libro que destaqué de mis lecturas de 2021 en la Noticia 2104ª. Lo compré de primera mano en librería Diógenes. Fui a buscarlo intencionadamente. Bueno, no creo que sea una sorpresa que destaque este libro de dos mil años de existencia, porque ya en su época se publicó como libro, aunque en el formato de aquel momento: en rollo. No creo que sea una sorpresa porque ya hablé de Catulo a través de la poesía neotérica en la Noticia 2084ª, el pasado 19 de octubre. Catulo vivió entre el 87 y el 57 antes de Cristo. Era de una familia rica que hacía negocios en provincias. Catulo formó parte así de los políticos-militares que acompañaron a Julio César en la campaña de la Galia. Se distancian de él cuando la conquista de Bretaña y en la guerra civil, pero debió reconciliarse con posterioridad. Ya hablé de estas cosas en aquella Noticia. Este libro me ha ocupado bastante tiempo leerlo, porque lo quería leer con detenimiento. Incluía además el análisis de la poesía neotérica y también le dediqué tiempo. Este tipo de poesía me ha llamado mucho la atención, hasta el punto que estoy escribiendo un nuevo libro de poesía con bastantes poemas que he escrito siguiendo algunas de las pautas de esta corriente literaria del final de la República Romana. En cierto modo los neotéricos tenían un rupturismo contracultural con los valores de su tiempo al estilo de Bukowski en el siglo XX. La elevación de lo soez, de la palabrota y la ruptura con todo tipo de comportamiento sexual conservador, la transgresión política y contra la sociedad que se las da de refinada, los vicios de toda clase, todo está aquí, dos mil años antes que Bukowski. Este libro me ha marcado en la composición poética de 2021, indudablemente. Cuatro de esos poemas los leí de improviso, por sorpresa, en el Pub O'Mailley's de la calle Goya de Alcalá de Henares invitado a hacerlo por Chus López al final de su propio recital de poemas el pasado mes de octubre o noviembre, no recuerdo el mes exacto ahora mismo. Gustaron y divirtieron. Rupturismo. 

Luces y tumbas (Alberto Cerezo, 2021): La novela gráfica que destaqué de mis lecturas de 2021 en la Noticia 2104ª. Hablé de esta novela gráfica en Las notas de los cíclopes libreros. Me remito a que leáis allí de ella si queréis saber. Para mí es la mejor obra de cómic que he leído este año y que probablemente se ha publicado este año en España. Es puro arte, pero también es pura filosofía y mundos oscuros. Una introspección psicológica en abismos. Versiona varios libros de los siglos XIX y XX. Una delicia que no podéis dejar pasar. De verdad, me remito a que leáis sobre ella en lo que dije en Las notas de los cíclopes libreros. Haceros con un ejemplar contactando con Alberto Cerezo, merece la pena y mucho, sobre todo si te gusta el cómic o el arte en sí, no deberías quedarte sin esta obra. A mí me adentró en todo mundo de sugerencias tanto en imágenes como por el guion. Oscuridad pura y de manera muy inteligente. Se lo compré directamente al autor en el mismo recital antes mencionado. Es de lo mejor que tiene Alberto y tiene cosas muy buenas.

El espía que surgió del frío (John LeCarré, 1963):  Estaría al mismo nivel de intensidad para mí que Lolita en mis lecturas de ese año. Este también toca un tema que me interesaba especialmente. El tema del espionaje, la doble verdad, lo aparente y lo real, que en cierto modo se liga al de la censura. Lo compré de segunda mano en Domiduca. Yo ya había leído algo de este autor, como dije en otras entregas. En cierto modo me ata un poco a mi padre y sus lecturas. Este es una historia clásica de espías en el siglo XX. Una construcción impecable que además me recuerda también el cine que vi en mi infancia y juventud, vía mi padre. Se ambienta en el Berlín de la Guerra Fría y algunos otros lugares, cuando un espía del bloque soviético desea cambiar de bando y dejar el espionaje, cosa que sabe es algo casi imposible. una obra muy inteligente que no es simplemente acción. Lanza también toda una lección sobre los servicios secretos y cómo funcionaban dentro de las lógicas de bloques.

Rimas y leyendas (Gustavo Adolfo Bécquer, 1871): Yo ya había leído este libro, como ya dije, pero el ejemplar de mi juventud no era mío, aunque estaba en casa. Así que este lo compré de segunda mano en Domiduca. Bécquer escribió su prólogo en 1868, por lo que lo tendría ya acabado por entonces, pero se publicó en 1871. En realidad escribió muchas más leyendas de las que aquí se incluyen, pero este es el libro tal como lo sacó él. Yo tengo una edición de 1959. A comienzos de diciembre de 2020 la asociación Arkana me invitó a participar del ciento cincuenta aniversario de la muerte del poeta que alteró el rumbo de la poesía española. Llegué a promocionar el acto y estuve en la reunión para su comienzo, llegué a ocupar mi asiento, sin embargo me fui antes de empezar, y lo siento, porque me pareció, no sé si estaba equivocado, que puede, que el aforo recomendado para evitar los contagios de Covid-19 o rozaba lo permitido o ahí andaba. Puede que me equivocara, no lo sé, pero ante la duda decidí desocupar mi sitio sin darme cuenta a comentar mi ida a la persona que me invitó, y lo siento. Se supone que yo iba a leer uno de sus poemas en homenaje, junto a otros poetas y poetisas de Alcalá. Una de ellas me dijo hace poco que el acto se prolongó ni más ni menos que dos horas y media. Como sea, antes de ese acto volví a leerme todas las rimas de Bécquer y ya había leído parte de las leyendas, luego lo estanqué para poderme dedicar a mi investigación sobre censura y ahora lo tengo otra vez enganchado para terminar la lectura completa de esas leyendas. Era un prosista muy rico en imaginación y quizá uno de los autores españoles que mejor describía imágenes. Si se bucea dentro de su romanticismo tardío hay algún  ramalazo que en pocas décadas después pudo ser sugerente a más de un modernista.

Los pétalos pares de las margaritas (Antonio eMe, 2016): La cosa es que estaba leyendo a este poeta y amigo alcalaíno cuando me invitaron a lo de Bécquer, por lo que estanqué su lectura primero por Bécquer y luego por lo de mi investigación de Historia, hacia finales de 2020. Lo retomé al inicio de 2021, pausadamente y combinado con Bécquer. Es el libro de poesía que me quedaba por leer de Antonio eMe en ese momento. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Lo había comprado en un recital de él, pero lo había ido dejando hasta que le tocó el turno de lectura en este momento. Poemas románticos con un pequeño punto de irreverencia y cotidianidad, pero el amor como motor de la vida. 

Arrugas (Paco Roca, 2007): Había visto la película ganadora de Premios Goya hace tiempo, creo recordar que en algún ciclo de Alcine, en pantalla grande. Compré el cómic de segunda mano en Domiduca. No es el libro más alentador de él para mí, pero cosechó en su día premios muy importantes que me hacen pensar si se estaba premiando al cómic o a la temática de la soledad y la depresión de los ancianos en una residencia de ancianos. En esos momentos yo tenía en el recuerdo algunas visitas que hice a mi abuelo paterno en su residencia de ancianos unos pocos años atrás, y otras que hice a mi tío materno en la suya, ambas visitas siempre sin decir nada a nadie, porque, sinceramente, no hay que pregonar lo que se hace porque se hace. Posteriormente, según pasan las cosas en la vida, comprendí que a veces no hubiera venido mal decir en el momento adecuado, oye, yo sí estuve ahí. En fin, el cómic me parece acertado en su denuncia social y en su retrato dramático de los problemas de la senectud en una residencia, pero, la verdad, sigo teniendo dudas sobre los porqués de los premios de este cómic en cuanto a cómic. Paco Roca, al que me acerqué por primera vez a través de mi amiga Esther Claudio, con quien empecé mi libro sobre censura en el cómic, tiene cosas cómo cómic y cómo historia mucho más elaborados.
 
Corazones a la deriva (Susi Corrales, "Suko", 2020):  Se lo compré a la propia autora cuando lo sacó. Quedé con ella en el Jardín de las Palabras, que debería recuperar su nombre de Huerto de los Leones, recordando su origen de palacete de los Mendoza en Alcalá de Henares, pero en fin. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Era un libro de relatos con cierto sentido de visión de historias humanas cotidianas que alejaban a la autora de sus habituales libros de aforismos.

Ars moriendi (Almudena Anés, 2018): Conozco a la autora, aunque no demasiado, creo que he leído más de ella que hablado con ella. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Lo compré de primera mano en Domiduca. Es un libro de poesía en prosa muy rica en referencias intelectuales de autores y pintores, especialmente del siglo XX europeo. Quizá es su libro más interesante de los que yo he leído. 

Historias de clavícula (Almudena Anés, 2019): Como tenía la autora este otro libro, quise completar su bibliografía en mi biblioteca personal y volví a Domiduca para comprar este otro libro. Me lo vendió Asela, amiga de ella. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. En parte también lo escribí para escribir esa reseña. Esta vez son pequeños relatos con referencias a un tatuaje supuestamente de su cuerpo en referencia a alguien. Pero también tiene referencias a pintores del siglo XX europeo.

Cuando todo va bien (Alfonso Rubio, 2020-2021): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Alfonso Rubio, uno de los antiguos dueños originales del bar de rock La Ruina, sacó este libro en 2020. Lo presentó en la terraza del bar, en la Plaza de la Victoria, cuando se podía hacer eso en la pandemia. o fui y le compré un ejemplar. En 2021 volvió a sacarlo en una edición revisada y ampliada y se acercó en coche a mi casa para regalarme un ejemplar. Salía una foto que hice yo. Me leí esta segunda edición. Una historia de una pareja que se acaba de hacer millonaria y se van a hacer un viaje paradisiaco para celebrarlo, pero el paraíso se torna un problema cuando se cruza en su camino un criminal. En parte la historia está construida alegóricamente en paralelo a las fases de una enfermedad grave. El propio autor lo dijo: lo escribió para entretenerse y compartirlo con familia y amigos. Es un ejercicio literario inédito en él. Una curiosidad en mi biblioteca alcalaína.
 
Cuentos para volar en la cama (Chus López, 2021): La poeta y amiga personal Chus López sacó este libro ese año. Quedé con ella en su barrio, fuimos a una terraza de bar y le compré un ejemplar. Aún estaba en el aire algunas restricciones de poder celebrar actos en bares, por la pandemia. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Tras hacer libros de poesía, ahora presentaba este libro de cuentos infantiles, con el que no le ha ido nada mal. Iba completando mi biblioteca alcalaína.

Historia de la FAI (Julián Vadillo, 2021): Mi incansable amigo Vadillo publicó en 2021 este libro, que es parte de una trilogía sobre el anarquismo español, cuya primera entrega, de la que ya hablé en este serial, se ocupó de los orígenes del anarquismo en España y de la CNT hasta 1939. Ahora le tocaba el turno a la FAI, que llegaba igualmente hasta 1939. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. A pesar de que me tiene dicho que me regala sus libros cuando venga a Alcalá, yo no le hago caso, y este, como otros, lo fui a encargar y comprar a Diógenes. Fui a la presentación con posterioridad. Él es doctor en Historia, en Movimiento Obrero, y sobre todo en anarquismo, por lo que es un libro muy bien trabajado y quizá el libro más documentado de todos los que se han escrito sobre el tema, deshaciendo algunos de los tópicos que no se corresponden con lo que en realidad se reflejó en los documentos de la época. No obstante, Julián ha sido llamado para dar conferencias en diversos lugares de España y fuera de España, mientras a la vez le invitan a participar de programas de televisión.

Historia del PCE (José Luis Martín Ramos, 2021): Vadillo me recomendó este libro escrito por un amigo suyo y lo encargué y compré también en Diógenes. Yo ya tenía alguno sobre el tema. Creo que tiene algunas tesis que ignoran algunos de los avances sobre la relación entre comunistas y anarquistas, así como algunos de los temas peliagudos del PCE, que no alude. Al leerlo escribí algunas notas en sus páginas. No obstante, yo soy de Historia Actual. En todo caso sirve como aproximación general al comunismo en España.

Zalacaín el aventurero (Pío Baroja, 1909): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Estaba cansado ya de leer tanto libro seguido de autores de Alcalá de Henares y me apetecía leer algo diferente, Hace un tiempo empecé a leer alguna cosa de las guerras carlistas, como comenté en entregas anteriores del serial, y este título era uno de los que tenía pendiente de leer. En cierto modo se cruza con uno de los libros de Valle-Ínclán sobre el tema, pero los personajes los enfoca de forma diferente, igual que las situaciones históricas donde los ambienta. En parte lo leí también para ir ambientando mi cabeza con la novela aún sin acabar en ese año que estaba escribiendo, la que en 2020 le dí un gran impulso. Esta lectura me gustó y me hizo pensar en que no debía centrarme tanto en lecturas alcalaínas y debía intercalarlas con otras lecturas más buscadas por mí por otros intereses.

Star Wars (Roy Thomas, 1977): Parte de mis amigos más antiguos me regalaron en mi cumpleaños este cómic integral de la película La Guerra de las Galaxias. Se trataba de un cómic integral cuyos textos introductorios me dieron algunos datos para Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Lo cierto es que me lo regalaron porque saben de mi gusto por esta saga desde niño, que vi la tercera película original en cine y de la que tengo el cómic que sacó Marvel. En este caso, este cómic integral de la historia de la primera película rodada en 1977, fue un encargo de Hollywood a Marvel con indicaciones de George Lucas, como producto que debía salir antes que la película para ir creando un público juvenil interesado. Lo curioso es que Lucas pasó parte del guion original, pero no definitivo, a Marvel, que se lo dio a Roy Thomas cuando Marvel estaba arruinándose. Así que publicaron el cómic por entregas sin saber los cambios sustanciales que se estaban produciendo en el guion y en el rodaje. A esto Thomas le sumó alguna idea propia que muchos años después usó Lucas en las continuaciones de la saga. Al final la película se estrenó antes de que se acabaran de publicar los cómic y terminó resultando que hubo una explosión de ventas de estos cómic, lo que obligó a publicar integrales. Eso sacó de la ruina a Marvel, y remató el éxito el remozado que le hicieron años después a Patrulla X. Como sea, este cómic deslizaba cosas que se pensaron para la primera película y que luego no fueron. Algunas las vimos muchos años después en lo que se llama tomas falsas. Estuvo curioso leerlo. Ahora quisiera conseguir el cómic de El imperio contraataca, el de El retorno del jedi ya lo tengo. 

Un incendio (Carlos Mazarío, 2015): Lo leí en versión digital gratuita. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Mazarío es un historiador y poeta amigo mío. Buen autor. Bueno de verdad. este es un libro de poesía muy sincero, intimista y algo visceral. Fue una lectura que me gustó. Aunque lo leí en principio por amistad y por escribir su reseña, pero es un buen libro.

La censura en el rock (Jordi Bianciotto, 1997): Este libro lo compré en la desaparecida tienda Tipo, de discos, en la Calle Mayor de Alcalá de Henares en los años de 1990. Lo dejé excesivamente en tiempo de espera. Cuando empecé la carrera de Historia en 1999 pensé en orientarme a escribir una tesis futura sobre los cambios sociales de la segunda mitad del siglo XX potenciados por la música popular. Pero las circunstancias de la carrera universitaria me forzaron a abandonar ese proyecto en 2004. Así que simplemente lo usaba de libro de consulta para la Historia Actual Ahora lo leí entero para mi libro sobre la censura en el cómic, Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Era un libro comercial orientado a adolescentes a los que entrar en la Historia actual a través del rock, pero tenía buenos datos. Y alguna conversación de anécdotas me ha dado, aparte de conocimiento.

La revolución sexual en el rock (Jordi Bianciotto, 2000): Es el mismo caso que el anterior. En todo. Sólo que este tenía algo más de morbo. Le hice alguna anotación.

Historia de la Tierra Media (Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet, 2021): Alberto sacó este año este otro cómic con una visión personal y altamente artística de la obra de Tolkien. Quedé con él en los bares del Winchester y La Dulce Harley y se lo compré. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Leer este cómic es una delicia visual. No obstante, Alberto es Premio Ciudad de Alcalá de pintura y eso se nota. Tienen un valor artístico que sobrepasa lo comercial, pero comercialmente, si hubiera sido aceptado por las grandes editoriales, hubiera sido una obra de culto. De hecho lo es, aunque sea en nivel Alcalá. Es el problema de las grandes editoriales, tan obcecadas en no dar altavoz a personas emergentes, tan obsesionadas en buscar nombres que de antemano creen que ya vienen con miles de lectores. Las grandes editoriales ya ni apuestan ni arriesgan, es su pecado.
 
Un extraño en el espejo (Sidney Sheldon, 1976): Es una novela de crimen y fama en Hollywood típica de los libros de bolsillo que se vendían para vacaciones o viajes. Lo compré de segunda mano en Domiduca, pero tras leerlo lo regalé. Fue un entretenimiento y una relajación mental. No lo niego. Como decía Cervantes, toda lectura sirve para algo.

Varios cómic de la editorial Bruguera (varios autores, 1975-1985) y de diversos personajes de otras editoriales (varios autores, 1954 y 1981): Compré un lote de revistas de cómic de segunda mano de la editorial Bruguera en Domiduca. Mortadelos, Zipis y Zapes y otros. De pequeño tenía muchos, pero no pude tenerlos conservados, parece ser, en fin, quizá por ello tengo querencias de comprarlas cuando las veo. Lo leí también para mi libro sobre el cómic. También conseguí cómic de Azañas bélicas, Guerrero del Antifaz, Marvel en Fórum y hasta uno de Argentina con un original de Hugo Pratt.

Antología de la poesía latina (varios autores, 1981): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Era una selección realizada por unos poetas importantes de España en la contracultura de la década de 1970. Selección previa a La Movida. Rescataban poesías de autores de la antigua Roma que rompían los moldes de lo que hasta ese momento se había promocionado en la España de Franco en torno a la épica. Ahora mostraban poetas sarcásticos, eróticos, de crítica política y demás. De aquí me interesaron varios autores, entre ellos el citado Catulo. Me animó a buscar a Catulo. Las traducciones variaban, pero es un fenomenal libro para conocer otro aspecto del mundo antiguo y a la vez para revolucionar tu cabeza. Aunque parezca mentira son unos rupturistas totales muy acordes al siglo XX y al XXI. Recomendable.

Astérix y Latraviata (Uderzo, 2001): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Volver a Astérix siempre es algo relajante y que me devuelve a la infancia. Quizá no es el más divertido de la serie, pero me ayudaba a completar la colección. Además, tras el anterior libro el cuerpo me pedía leer esto... y a Catulo.

Corto Maltés. Océano Negro (Quenehen y Vivès, 2021): Hablé de él en Noticias de un espía en el bar. Yo soy un seguidor incondicional de Corto Maltés. No es ningún secreto. Este año sacaron esta experimentación donde Corto aparece en el siglo XXI. Fue impactante y algo extraño. Creo que quizá podían haber construido esa historia con un personaje nuevo. Parecía que querían rentabilizar a los lectores de Pratt. Ahora, con el paso del tiempo, creo que tiene un algo, aunque sigo prefiriendo al Corto clásico. Como sea, es una experimentación curiosa. Lo compré en Diógenes y no pude evitar leerlo en el tren camino de Madrid un día festivo.

Astérix legionario (Goscinny y Uderzo, 1967): Lo compré en Diógenes. Quería ir completando mi colección poco a poco. Aún me quedan títulos. Este es de la época más plena de los autores. Divertido.

Astérix y Cleopatra (Goscinny y Uderzo, 1965): Le regalé uno de primera mano a una amiga muy cercana a mí, porque era su cómic favorito de niña y su ejemplar se lo quedó una hermana suya. Este otro lo compré para mí en Domiduca de segunda mano, así que pude comparar ediciones y vi que de la primera edición española a las ediciones actuales hubo algunos cambios de color en algunas viñetas. Tal vez alguien debiera estudiar y escribir sobre esto, en este personaje y en otros. Como algo que entienda el cómic como Arte y como producto de consumo, pero también por cómo lo recibe cada generación.

La puerta abierta (Luis de Blas, 1978): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Domiduca reeditó el primer poemario del poeta alcalaíno Luis de Blas usando los originales conservados por su hijo. Un libro de poesía experimental en plena Transición que trata de explorar también las nuevas libertades ganadas tras el franquismo. Tiene una libertad muy notable en todos los ámbitos, empezando por su composición. Lo triste de todo esto es que tal como está el panorama editorial actual, que sólo busca autores que previamente tengan numerosos seguidores en Internet, y estos  suelen tenerlos por poner cosas fáciles y con gancho para las masas, no podría salir adelante hoy día. Claro, que en ese sentido, los editores actuales, en busca del negocio brutal, tampoco publicarían a Lorca si este fuera un desconocido. Un poemario inusual para la Alcalá de la década de 1970, pero parte de esa cultura de ruptura que iba habiendo en España, construyendo las nuevas libertades.

Alcalá Azaña (Sánchez Moltó, 2021): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Un pequeño librito escrito por el cronista oficial de Alcalá. Se regaló en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Lo cierto es que está desfasado en algunos datos biográficos y repite algunos tópicos ya superados, así como da algún dato que ya no es tan cierto en vista de los nuevos documentos de archivo que van apareciendo, pero es el cronista oficial y el ayuntamiento le publica sin  pedirle una revisión crítica. Todo dicho con afán de aportar algo positivo, pues siendo estos libritos de regalo una marca de cultura en Alcalá, deberían tener unos mínimos. Aún con todo, sirve como aproximación.

A voz de comunidad (Franciso Peña, 2020): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Es una breve obra de teatro basado en el libro de Historia de Ángel Carrasco, que actualizó la Historia de Alcalá al descubrir y poner de relieve que fue una de las ciudades comuneras en 1520. Lo compré en Domiduca. Era muy formal y un teatro bastante ceñido a un estilo de teatro histórico romantizado más propio del siglo XIX. En todo caso, contribuyó a dar a conocer los avances que van habiendo sobre el pasado de la ciudad.

Astérix gladiador (Goscinny y Uderzo, 1962): Lo compré en Diógenes, creo. Intentaba ir completando los primeros cómic.

Astérix, la vuelta a la Galia (Goscinny y Uderzo, 1963): No recuerdo si lo compré en Diógenes o en Domiduca. Pero sin duda las primeras historias de Astérix son de los que más gancho tienen. Es un fetiche en cierto modo para mí.

lunes, febrero 10, 2025

NOTICIA 2373ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2020-2024 (adulto, primera mitad de cuarentena, 1 de 5)

Quien lee esta bitácora sabe que hace unos años empecé un serial comentando todos los libros que he leído a lo largo de mi vida gracias a que los tengo controlados y anotados en diarios personales, y los de la infancia los tenía todos en mi casa. En enero de 2024 avanzamos hasta el final de mi treintena de años. Por entonces mi año 39 caía en 2019, siendo que una parte de ese año era además parte de mis 40 años. Así que ahora vamos a cubrir mi primera mitad de cuarentena de años y cuando acabe este serial, ya a finales de año, cuando escriba los libros que destaco de cada año ya lo haré sumándole la lista entera, más los que destaco. Sea como sea, para consultar el inicio de mis 40 años de edad en 2019 quepa consultar ahora mismo la Noticia 2291ª, y retomemos aquí desde 2020, año que en mi vida está a caballo entre mis 40 y mis 41 años de edad.

2020: 41 años.
Leí 48 libros, de los cuales 22 eran novelas gráficas y 1 era una revista recopilatoria de artículos y ensayos de George Orwell (algunos de estos libros se encontraban juntos en un mismo volumen o tomo).

Las cosas que habían empezado a ir mal un par de años antes seguían yendo mal en todos los aspectos de mi vida. Lo que me dio varios motivos de ansiedad alta y depresión. Entre 2018 y 2021 , como dije en el listado de 2019, fue mi gran pérdida de pelo, yo tenía entradas desde adolescente, pero este fue el momento clave, así como calvas de ansiedad en la barba que se solucionaron hacia 2022, y otros síntomas. El trabajo de archivo de unos veinte meses que logré en 2019 acabaría pasada la mitad de este 2020, aunque he de reconocer que el organismo del Estado que encargo este proyecto decidió mantenernos el trabajo sin hacer ninguna suspensión temporal durante la pandemia ni ningún proceso de regulación  de empleo, así que mantuve el sueldo durante los meses del confinamiento, aunque regresé a mi puesto un poco antes que otros trabajos, aún siendo archivero en esos momentos con documentación histórica. La gente de mis expedientes de ese momento llevaba muerta de ciento veinte a ciento cincuenta años atrás. Personalmente la pandemia no afectó en mi vida tanto como a otras persona. A lo largo de mi vida he tenido muchos periodos de paro sin ahorros varias veces, por lo que estar "confinado" en casa no me pillaba de nuevas. Cuando se pudo salir, salí. La profundización en un estado de depresión estaba ahí, aunque no lo pareciera. La verdad es que fui de los pocos que pueden decir que no me infecté de Covid-19, y me hice diversas pruebas, pero tuve suerte, aunque murieron  tres familiares. Uno directamente por la enfermedad, otro indirectamente por la enfermedad.

Cuantitativamente leí menos libros que el año anterior de 2019, además me recreé mucho con los cómic, ni más ni menos que 22, por lo que son 26 libros que no son novelas gráficas, y de esos uno era una revista especial llena de artículos, reportajes y ensayos escritos por George Orwell. Alguien dirá que cómo es esto posible en el año de la pandemia, pero todo tiene su explicación y es que lo cuantitativo no lo es todo. Varios de esos libros son cualitativamente voluminosos o de reflexión tal que necesitaban lecturas sosegadas y pausadas. Por otro lado, en los meses del confinamiento entre marzo y mayo, aunque leí libros, dediqué una temporada a escribir una nueva novela que no acabaría hasta 2024, pero que avancé mucho en esos meses de confinamiento. A finales de año recibí colecciones que me ayudaron para otro libro de investigación histórica que llevaba realizando desde 2014 sobre censura en el cómic, Superman, Batman y Franco, y me dediqué dos o tres semanas a volver a revisarlo y aceptar o repensar sugerencias de la correctora, Asela Moreno, de Domiduca. Sumemos luego asuntos personales que no podían más que acaparar mi tiempo. En fin, buena parte de los cómic leídos han sido, aparte de por gusto, leídos por motivos relacionados por algunas de las cosas que acabo de decir.

Tiempo de silencio (Luis Martín-Santos, 1962): Fue uno de los dos libros que destaqué en la Noticia 2016ª de entre los libros que leí en 2020. Era la primera vez que lo leía íntegro del tirón. Me encantó. Creo que es con creces la mejor novela española escrita en la segunda mitad del siglo XX, y en concreto de los tiempos de la dictadura, a pesar de los Camilo José Cela, los Delibes, los Sánchez Ferlosio y demás. He leído varios libros de esa época, pero este libro es el mejor. Compré un ejemplar de la primera edición sin censurar en España, sacada en los años 1970, en Domiduca, de segunda mano. Lo avanzado, lo atrevido y lo experimental para su época es excepcional. No me extraña los problemas del autor con la dictadura, de hecho es sorprendente que se atreviera a presentar un libro como este a las autoridades para su publicación. Es de lo mejor que he leído en varios años. El argumento básico se centra en los años 1950 o quizá principios de los 1960, en Madrid, donde un médico investigador consigue animales tipo alimaña que le suministra una familia chabolista que consigue así algo de lo que comer. La actividad no es muy lícita, pero se complica cuando le piden el favor de practicar un aborto. Hasta aquí cuento del argumento, que como se ve ya es altamente peligroso de narrar en el franquismo. La familia chabolista, e incluso el médico, son evidentes republicanos perdedores de la guerra, y hay rasgos de esto en varios fragmentos, pero lo realmente atrevido aquí es como se desarrolla una narración de una forma lineal pero sin recurrir al espacio tiempo lineal habitual. Todos los recursos de Martín-Santos usados hoy día no tendrían cabida para un editor actual, por lo arriesgados que eran, pero en mi mente han sido como una explosión de psicodelia... solo que en literatura. Muy recomendable, pero hay que leerlo con plena atención. La cosa es que esta novela la conocía, aparte de por los conocimientos de literatura que se dan desde el bachillerato, porque al terminar la universidad ayudé a diversos amigos en investigaciones cuando no podían ir ellos a investigar en persona a los archivos. Uno de esos amigos, Andrea Bresadola, que lo conocí como estudiante italiano becado en España, vivía ya en Italia y trabajaba haciendo ediciones críticas de novelas españolas de la segunda mitad del siglo XX para el mercado italiano, traducidos. Para él investigué varios expedientes de censura de diversos autores en el Archivo General de la Administración. Uno de esos expedientes (gigantesco) es el referido a Martín-Santos, y el libro que más molestaba a los censores era este, por lo que yo conocía lo que los censores dijeron de este libro antes de leerme el libro. He de reconocer que quizá le deba dar las gracias a Andrea Bresadola por haberme hecho este encargo años antes de que yo mismo tuviera el libro en mi propia biblioteca. Altamente recomendable, de verdad. Lo disfruté al máximo, aunque evidentemente no es como las novelas que se escriben ahora... para mí es mejor que muchas de ellas.
 
Mr. Witt en el cantón (Ramón J. Sénder, 1936): El otro libro que destaqué de mis lecturas de ese año en la Noticia 2016ª fue este. El autor, Ramón J. Sénder, periodista republicano exiliado, es uno de los grandes de nuestra literatura, pero no es tan leído por las nuevas generaciones y merecería la pena que le conocieran más allá de Réquiem por un campesino español (1953), novela que suelen recomendar leer en algunos institutos. La culpa está en el ostracismo que le provocó ser exiliado y prohibido durante la dictadura de Franco. La cosa es que Mr. Witt en el cantón lo estaba leyendo justo cuando se declaró el confinamiento del 14 de marzo por la Covid-19, por lo que acabé de leerlo en mi casa. En cierto modo no pude evitar enlazar en mi mente algunas de las cuestiones de este libro con el momento que se vivía, por ejemplo en cuanto a medidas excepcionales y gente encerrada en sus casas. La novela se desarrolla durante el periodo del Sexenio Revolucionario justo cuando se proclama la Primera República Española en 1873 y abarca todos aquellos meses hasta su caída en 1874. El cantón al que se refiere es el Cantón de Cartagena, el cual se declaró independiente de España en esos momentos, pero proclive a un gobierno federal-cantonal español, o más bien íbero, bajo unos principios socialistas (entendido el socialismo desde sus términos puros, pensemos que aún no se había ideado la socialdemocracia en aquel año). Esto abocó a una guerra entre el gobierno central y el cantón, pero también entre los conservadores y los republicanos, y entre estos entre los aburguesados y los socialistas. En este caos se desarrolla esta novela de ficción saliendo a relucir personajes y hechos históricos. El protagonista es un inglés apellidado Witt, el cual es médico y cuyas simpatías son conservadoras, aunque está casado con una española que es cantonalista. El matrimonio Witt se compone de edades diferentes. Él comienza a tener cierta edad y ella aún es relativamente joven, así que todos estos elementos se suman a una crisis existencial, emocional y de edad. Novela inteligentemente narrada, donde no hay nada al azar. Combina muy sabiamente el mundo interno de los protagonistas con los sucesos materiales de diversos problemas y violencias que atraviesa el cantón y de la lucha entre unos y otros, recogiendo una serie de rencores que, no hay que olvidarlo, empalman perfectamente con los habidos en la guerra civil de 1936-1939, el libro, no obstante, se acabó de escribir en 1936. Esta lectura me absorbió y me dio alguna guía de lo que yo mismo quería escribir en mi propia novela de ese confinamiento. Había comprado el libro de segunda mano en Domiduca un tiempo atrás.

Custer (Trillo, guionista y Bernet, dibujos, 1985): Esta fue la novela gráfica que destaqué en la Noticia 2016ª. Hacia finales de año encontré dos pequeñas novelas gráficas salidas de la colaboración de Trillo con Bernet en los años 1980 y las compré en Domiduca de segunda mano.  Custer como historia neo-punk, ciber-punk e incluso algo distópica dentro de la ciencia ficción. La historia se publicó por entregas en 1985 en una conocida revista de cómic de ciencia ficción y erótico, así que de todo eso tiene esta historia. La protagonista vive una vida que recuerda en buena parte a la película El show de Truman (Peter Weir, 1998),  que a la vez viene de un relato de los años 1960 ó 1970 de Yasutka Tsutsui que en España se editó por primera vez en 2010 en el recopilatorio Los hombres salmonela en el planeta Porno. El personaje de Custer y su mundo es mucho más crudo y violento. Me fascina de esta historia el ritmo que le imprimieron guionista e ilustrador, permitiéndose mentirse y desmentirse mutuamente el uno al otro en la narración, dando al lector una visión sobre el papel manipulador de los medios de comunicación y el poder en los tiempos actuales mediante los montajes en los medios audiovisuales. Una narración divertida, por otro lado, muy bien ilustrada, aunque el guion, a veces, por necesidad de su medio original, tire de sexo que podría ser considerado gratuito, aunque entre bien como un guante a una mano respecto al ambiente decadente de aquel futuro que se nos narra. Irreverencia total en la violencia y escenas que hoy día difícilmente tolerarían los editores por miedo a la crítica de lectores y lectoras en las redes sociales de hoy día. Me parece un cómic con gran libertad, aunque evidentemente no se tenga porqué estar de acuerdo con lo que se narra, del mismo modo que al ver una película de un psicópata no estás de acuerdo con el psicópata. No es fácil de encontrar, quería destacar estos autores que han trabajado tanto en España y cuyas historias secundarias respecto a la obra que les hizo famosos queda relegada y olvidada, como es el caso de este cómic. Invito a su redescubrimiento.
 
El maestro de esgrima (Arturo Pérez-Reverte, 1992). Esta pudo ser una de las dos novelas que hubiera podido destacar, pero la dejé ahí. Lo leí a comienzos del año, antes del confinamiento. Recuerdo su lectura en autobús y suburbano hacia el Archivo General Militar de Madrid. Tengo el libro comprado de tiempo atrás de segunda mano en Domiduca, de una edición de una colección de libros publicada por el diario El Mundo, seleccionada como una de las mejores novelas del siglo XX en habla castellana. No es el primer libro que leo de Pérez-Reverte, al margen delo que pueda suscitar a cada uno el autor y su forma de ser. Conocía la existencia de una película, que tampoco había visto, salvo un par de escenas sueltas. De hecho, la casualidad quiso que viera la película meses después de leer el libro. De esas coincidencias de la vida, la puso la televisión. Me parece una novela entre la aventura y el misterio escrita dentro de las formas clásicas del género y está llena de dinamismo. Impecable. Tenía algo de Ramón J. Sender, quizá esa aparición de aventura y acontecimiento histórico cargado de política del Sexenio Revolucionario. Supongo que en parte estaba eligiendo estos libros tanto por mi trabajo de archivo de ese momento, como por la posibilidad de iniciar relatos de ficción ambientados en esa época, de los que escribí alguno, pero no los suficientes aún para pasarlos a libro. La historia narra la relación entre un maestro de esgrima entrado en años, pero no viejo, y una alumna joven, mientras a la vez los acontecimientos revolucionarios de la época les implican en los sucesos de un asesinato que lleva a la intriga, pero también a una oscura relación de deseo amoroso.
 
Vampir (Joann Sfar, 2007): Esta novela gráfica tuvo todas las posibilidades de haber sido destacada en mis lecturas de cómic en 2020, porque es un libro que sabe ser irreverente y combinar ilustraciones y guion de manera ejemplar a la hora de presentarnos sus hechos, pero lo había mencionado en los que leía a caballo ente 2019 y 2020, y eso hizo que destacara Custer en 2020, porque este ya había sido mencionado en enero de 2019. Se trata del primer volumen de este personaje. Lo compré en el bar y librería El Laboratorio en 2015 ó 2016. Se trata de una novela gráfica entrañable sobre un vampiro muy delicado con gusto por lo clásico y la Literatura y el cual convive con un gato en su castillo. Él tiene una novia con la que mantiene una crisis, porque ella estuvo con otro. En ese momento aparece otra vampiro que se interesa por él. Es un libro que rompe tópicos con un sentido del humor sutil y a la vez con un toque romántico que no es empalagoso. Le tenía muchas ganas a este libro y me parece muy buen libro. Aparte, personalmente me dio algunos momentos personales afectivos interesantes a comienzos de aquel año 2020. Fue muy bonito compartirlo.
 
Vampir, L'Amour (el amor sin amor) (Joann Sfar, 2014): El segundo tomo me lo regaló Zia Mei, una de las personas que llevaban adelante El Laboratorio. Me lo regaló al cerrar el local en 2016. Igual que el anterior, que empecé a leerlo en 2019, lo leía ahora, detrás de ese, en 2020. Lo cierto es que los monstruos clásicos se suceden en estas historias entre la poética de imágenes y textos y una delicadeza francesa muy divertida. A la vez denuncia algunas cuestiones como los prejuicios sociales. Al igual que el otro libro me permitió un momento personal muy bueno. Recuerdo su lectura en la cama. Y eso le da un valor afectivo propio, pero como libro en sí es un cómic muy recomendable incluso, o quizá por ello, para las personas que le gustan la buena literatura y el buen mundo de la ilustración y lo plástico, pero dicen no leer muchos cómic. En realidad ambos libros compilan historias largas que se publicaron por partes originalmente, pero son en sí cada uno una historia completa.
 
Socialismo en el siglo XIX (Julian Vadillo, 2017): De mi buen amigo y doctor en Historia especializado en Historia del Movimiento Obrero ya he leído varios libros. Este lo compré en la librería Diógenes, pero lo tenía pendiente de lectura y lo leí ahora, quizá llevado también por el influjo de mi trabajo de archivo de esos meses, tan metido en la segunda mitad del siglo XIX, especialmente en el último cuarto. Es un ensayo no muy extenso, pero sí muy abundante, que repasa las principales corrientes y personalidades del socialismo en su surgimiento del siglo XIX, aunque se recrea en las corrientes anarquistas. Toca las otras, pero se recrea en aquellas. Fácil lectura y ayuda a entender el porqué de las diferencias del socialismo, entendido este en sentido amplio para ir a lo concreto de cada una de sus esquinas. Hablé de él en Las notas de los cíclopes liberos.
 
Kilwa, historia y aventuras en el África olvidada (José Carlos Peña, 2019): Lo compré en la desaparecida librería Notting Hill, de Alcalá de Henares, hoy asociación cultural. Conozco al autor y tenía ganas de leerme esta novela suya. Actualmente quiero comprar otra de sus novelas, pero supongo que hay que esperar a la Feria del Libro. Este libro lo leí en los primeros meses del año y lo acabé antes del confinamiento. Es una novela extensa muy documentada. Se ambienta en el África del siglo XVI aún por descubrir, cuando apenas se conocían sus costas y las rutas hacia Oriente. Es una novela de ambientación histórica. Kilwa fue un reino que existió de verdad y el cual fue comercialmente muy próspero hasta que acabó con él un gran imperio del África profunda del que hoy día no sabemos todos sus detalles, pero es bien conocido, y que en su día destacó porque sus guerreros practicaban el canibalismo, lo que horrorizaba tanto a europeos como a musulmanes que se topaban con ellos. Precisamente unos navegantes portugueses terminan embarcados en una aventura comercial que les deja atrapados en Kilwa justo en el preciso momento en que es asediada y destruida. Las escenas de barbarie de la guerra son descritas con precisión. Es una novela de aventuras que ayuda a conocer con detalles este capítulo de la Historia de la Humanidad. La Historia de África negra previa a la expansión colonial europea queda muy bien ambientada y recogida. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros.
 
Fort Wheeling (Hugo Pratt, 1962): Podría haber destacado a Pratt entre los cómic leídos en 2020. Compré entre 2019 y 2020 algunas historias que llevaban décadas sin editarse en España, pero a este autor le he destacado muchas veces anteriormente, y otros autores como que leí en ese 2020 Manara, Vázquez, Jon y demás tampoco terminaron de llenarme del todo aunque me gustaron bastante. La cosa es que se estaba editando una colección con todo lo de Pratt en España y me compré varias historias que me interesaban, no todas, por falta de dinero y de espacio. A pesar de ello, tengo muchas obras de Pratt. Lo compraba habitualmente en una papelería de la estación de Metro Moncloa, en Madrid. Aunque alguno lo compré en la papelería de El Corte inglés de Alcalá de Henares. Esta historia se repartía en cuatro volúmenes. Se trata de una historia entre un joven colono que se cruza con jóvenes milicianos de un Estados Unidos que se encuentra en pleno nacimiento, y el cual se cruza a la vez con indios de frontera. Una historia cruda sin sentimentalismos que está dotaba de enormes poetizaciones visuales de los acontecimientos y los paisajes, así como de un mundo pasado que está dando a nacer un mundo no exento de violencias que ya va anunciando los intereses contrapuestos de unos y otros en una época a caballo entre el final de la Guerra de los Siete Años en esa parte del mundo y la Revolución Norteamericana que da comienzo a Estados Unidos. Tiene diversos trazos de tinta preciosistas. Junto al citado libro de Ramón J. Sender, que lo acabé de leer al comienzo del confinamiento, estos cómics fueron de lo primero que leí confinado. Había tiempo para recrearse en textos e imágenes.

Tintín en el país de los Soviets (Hergé. 1929-1930): Leído también durante el confinamiento. Lo compré no me acuerdo bien si en Notting Hill o en Diógenes, yo creo que en Notting Hill. La obra fue la primera historia que pintó Hergé del personaje de Tintín, publicada por entregas en 1923-1930, pero se negó a su publicación en álbum hasta 1973, y creo que a España llegó más tardíamente. Este fue mi primer cómic de Tintín. De niño y joven eran cómics muy caros y mis padres no podían comprarlos. Leí algo a través de entregas semanales que se publicaban en un suplemento infantil del periódico El País, que se llamaba Mi Pequeño País. Pero nunca llegabas a leerlo entero. Se publicaba una hoja por semana y, aunque mis padres compraban siempre el periódico, perdías el hilo de lo extenso que se hacía. Así que prácticamente era la primera vez que tenía propia una historia completa de Tintín... ¡con 40 años! La primera historia completa que leí de él ya la comenté hace años en otra entrega, cuando trabajaba en el bar La Vaca Flaca, donde se guardaba un ejemplar de Tintín en el Congo. Este en el que Tintín se encontraba en la Unión Soviética tenía numerosos acontecimientos de carácter algo reaccionario, no obstante Hergé previo a la Segunda Guerra Mundial tenía su punto conservador. Sin embargo, las líneas claras y el surrealismo estaban ahí. Me planteé comprar otros cómic de Tintín, pero es algo que abandoné como idea, por un tiempo.

Para y sueña (Mariana Romero-Nieva, 2015): Lo había comprado hacía poco en Domiduca de primera mano, pero lo leí durante el confinamiento. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Conozco a la autora, con la que he coincidido en recitales en 2015. Tiene ya una edad avanzada. Me parece una gran poeta. En redes sociales pensé si no se sentiría más sola con el confinamiento y creí que por un lado era hora de leer este poemario y por otro escribirle una reseña que quizá le haría sentir que seguía estando ahí. Es un poemario siempre profundo y emocional, con un buen positivismo, aún pareciendo melancólico. La autora se ha ido transformando en una poeta reconocida.

Viaje del Parnaso (Miguel de Cervantes, 1614): Lo leí en una edición digital durante el confinamiento. Y lo leí para hablar de él en Las notas de los ciclopes libreros. La última obra de Cervantes era un extenso poema donde hacía un repaso a todos los escritores destacados de España y parte de Italia, ya fuese para bien o para mal, pues los buenos literatos se enfrentan en batalla a los malos literatos. Le valió más de una enemistad. Un libro lleno de fantasía y algo de humor que nos acerca tanto a todo un catálogo de escritores de su época, como a un Cervantes crítico y tal vez algún apunte encubierto sobre su vida personal. No es una obra de fácil lectura. Necesita de notas críticas aclaratorias.

Doña Perfecta (Benito Pérez Galdós, 1876): Me habían regalado este libro hace años y lo tenía en una estantería que reorganicé durante la pandemia. De hecho lo leí durante ella, recuerdo su lectura sentado en el suelo de mi terrazo acompañado de mi gata Reina. Si no recuerdo mal me lo regalaron o bien de una papelería del barrio que ya no lo vendía o quizá fue una amiga ya fallecida, de entre los libros que ya no quería tener por casa. En un pueblo de la España profunda se produce un fuerte enfrentamiento personal entre personas de diferentes generaciones e ideas sociales, políticas y religiosas, siendo el personaje más conservador y castrante de la sociedad una mujer llamada Perfecta. Galdós siempre me ha parecido un autor que sabe crear novelas muy perfectas en su construcción. Mide ritmos, construye personajes, hace que las historias se mezclen con la Historia y se adapte al servicio de los relatos personales... Quizá no sea el tipo de novela que ahora mismo atraen a la lectura a la primera, pero una vez que empiezas a leer sabes que es un acierto.

Astérix. La hija de Vercingétorix (Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, 2019): Este cómic fue una alegría leerlo. Recibirlo me gustó mucho, aunque el día que lo trajeron a casa hubo un percance. Fue el día de mi cumpleaños durante el confinamiento. Cumplo años el mismo día que una muy querida amiga mía y desde hace muchos años nos regalamos mutuamente. Este año se me ocurrió sorprenderla mandándole a su casa una compra de un elemento de cocina que me había dicho que necesitaba y que con el confinamiento no tenía, pero a ella se le había ocurrido lo mismo sólo que con un regalo más por ocio, que ese este cómic, que me envió a través de librería Diógenes, que repartieron libros a domicilio a partir de un determinado momento posible del confinamiento. Era la primera vez que leía a Astérix adaptado por los nuevos autores. Estéticamente lo hacen igual. Los guiones están a la altura, aunque quizá un poco más adaptados a edades jóvenes, mientras que los antiguos eran más para toda edad. Supongo que en parte es por la historia donde una protagonista es una niña. Como sea, fue un regalo que me hizo sentir muy bien.
 
Astérix y Obélix: La hoz de oro (1960-1961), Y los godos (1962-1963), El galo (1960), La residencia de los dioses (1971) (Uderzo y Goscinny): La lectura del anterior y la muerte de Uderzo me hizo leer estos otros álbumes que había ido comprando de segunda mano en Domiduca y alguno de primera mano en Diógenes, salvo el de El galo, que lo compré en una librería de Madrid del barrio de Moncloa. Todos ellos leídos en el confinamiento. Estos cómic también eran caros en mi juventud y le pasaba lo que ha Tintín, pero de estos sí era más fácil ver las películas de dibujos animados en los días de Reyes. Pero ya dije en otras entregas que de mayor me dio por localizarlos y comprarlos de segunda mano y ahora tengo muchos. Me hago la colección poco a poco, sin prisa. Son divertidos y me devuelven algo de infancia. Pero también tienen algo de adultos si se saben leer con atención. Además, en Bachillerato nos los hacían leer en latín y todo ello es algo entrañable en mis recuerdos personales. Estas lecturas ligeras, por otra parte, permitían que mi cabeza se ocupara más de mi propia novela que estaba escribiendo, sin que le pesara historias de otras novelas y autores.

El Jarama (Rafael Sánchez Ferlosio, 1955): Julián Vadillo me había regalado este libro de una feria del libro antiguo de Alcalá de Henares, puede que de la de 2019. Lo leí ahora. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Aprovechando la recolocación de libros en una de mis estanterías en el confinamiento y el buen sabor de boca que me dejó el de Tiempo de silencio, comencé a leerle. Me sorprendió descubrir el protagonismo de Alcalá de Henares en esta novela. lo leí entre la terraza y mi salón, con y sin gata. Creo que fue el primero en el que ya podía desplazarme para ir a trabajar, pero no para mucho más. Así que recuerdo pensar en el libro cuando el autobús pasaba a la altura de San Fernando de Henares y de Coslada. El autor era un autor del que nos hablaba mucho de él un viejo profesor común en Bachillerato. Supongo que lo aprecié tardíamente más ahora, aunque más por la recomendación de mi amigo Julián que por aquel profesor, aunque le profesor siempre estuvo ahí, y sus lecciones bien aprendidas. La historia de un grupo de jóvenes que van a pasar un día en el río en lo que fue escenario de una batalla de la guerra civil, pero esto se intuye más que se dice. El drama llegará.

El efecto Tyndall (Javier Rodríguez Álvarez, 2020): El librero alcalaíno ya retirado Javier Rodríguez publicó este libro aquel 2020 y fue el primero que fui a comprar precisamente a su Librería de Javier o Librería Cervantes, nada más poder ya dar paseos largos todos tras la parte más dura del confinamiento. o leí y hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Le pedí que me lo firmara, pero se negó con la excusa de que lo haría cuando lo leyera. La cosa es que no lo hizo y repitió jugada cuando le compré la segunda parte. En fin. La novela tuvo muchos compradores y bastantes críticas en medios. Él mismo hablaba de ella en un espacio de radio que tenía en SER Henares. Una historia de una mujer de ciudad que se va a vivir a un pueblo de la sierra madrileña, donde funda una librería y revoluciona a las mujeres de allí. En medio de ello hay una historia de amor encubierta y la España de Franco, que va languideciendo para dar paso a la Transición. Se narra lo que eso supone para las mujeres y para el mundo homosexual, pero también aparecen algunas imágenes de Alcalá de Henares en aquellas épocas.

Las puertas de la percepción (1954); Cielo e Infierno (1956) (Aldous Huxley): Son dos libros, sólo que yo los compré juntos en un sólo volumen. Quería leer el primer libro desde adolescente, cuando supe de su existencia no tanto por Un mundo feliz, sino por el grupo musical The Doors. Lo compré de primera mano en una librería de Moncloa. Son dos ensayos. En el primero Huxley experimentó con las alucinaciones alterando su percepción consumiendo LSD. En el segundo reflexiona sobre la estética y lo moral. El primero, por otra parte, hace consideraciones sobre el Arte y cómo percibirlo que me hizo pensar mucho sobre la relatividad de cómo vemos las cosas y las infinitas posibilidades de coloes y formas dependiendo quién y cómo mire. No es mera estética, sino también todo el mundo interior y vivencias de la personas del que mira lo que hace que la mirada sea diferente siempre, siendo imposible un sentido único y estable. Lo que sintió Van Gogh pintando su cuarto es imposible de saberlo por muchas aproximaciones que se traten de establecer, pero igualmente para mi propia percepción. Luego Huxley hablaba de liberadores y otras dimensiones, pero eso está ya más unido a la experiencia lisérgica. En esto como en todo hay que saber lo aprovechable para cada uno.

El cuento de la isla desconocida (José Saramago, 1997): Es un pequeño librito que recoge un cuento breve que es una rareza que escribió el autor con fines solidarios. Lo conseguí de segunda mano en Domiduca. Cuento con moraleja metafórica. No sé si lo compré más por Saramago o por coleccionismo. Supongo que en el futuro se revalorizará como objeto.

Sin grises (David Escarpa, 2020): Un amigo mío desde hace muchos años. Buen músico y buen autor de cómic. Precisamente sacó este librito de cómic en junio y fui a comprarlo en su presentación. Es un recopilatorio de varias de sus ilustraciones de humor. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Muy sugerente. Lo promocioné por mis redes, aún había algo de confinamiento.

El perfume del invisible (Milo Manara, 1985): Lo leí, creo recordar, por primera vez en digital, pero con el tiempo lo compré en papel en segunda mano. En esta ocasión creo que fue la digital, si me equivocara, el ejemplar de papel lo tengo de segunda mano de Domiduca. Sinceramente, admiro a Manara, es algo más que un autor de cómic erótico, aunque esta obra en concreto es muy evidentemente erótica. Él sabe hacer guiones con más sustancia que el mero sexo, aunque en este caso primer lo erótico, aunque también el humor. También es uno de los grandes autores del cuerpo y de los paisajes y recreaciones, y cuando quiere sabe darle literatura. En este caso es un cómic muy de la década de 1980 más erótica, por lo que es más un "juguete" para las fantasías, pero es uno de sus clásicos. Inspirado, claro está, en el hombre invisible.

Industrias y andanzas de Alfanhuí (Rafael Sánchez Ferlosio, 1951): Como sabía que en este libro también aparecía el Henares a su paso por Alcalá de Henares, de forma breve, lo compré en Domiduca de segunda mano en la misma colección de el diaro El Mundo ya mencionada con Martín-Santos. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Esta es una de sus novelas más conocidas, aunque él habló de ella rebajándola bastante según fue ganando años y más profesión literaria. Sin embargo es una novela bastante instructiva y con un punto de fantasía en medio del realismo. Hay que saber verla. Funciona como una novela de viaje tanto físico como interior. Habla en buena parte del desarraigo y cómo afecta eso a la persona. La falta de sentirse propio de un sitio. El embrutecimiento y el intentar hacerse uno mismo.

Anacleto, agente secreto (Vázquez, 2020?): Se trata de un tomo recopilatorio de historietas publicadas en la década de 1970 por Bruguera. Está dentro de una colección de cómics de humor de Bruguera. Lo compré en la Papelería Ana de Alcalá de Henares. Este personaje es uno de los que más me hacían reír de niño, y por eso lo compré y por admiración a Vázquez. Puro surrealismo inteligente, no es mero humor de mamporrazo, esto es algo más. Una maravilla.

Super López, la Casa Amarilla (Jan, 2006): Otro personaje de Bruguera que me hacía reír bastante de niño y cuya película también me ha hecho reir. No pude tener ninguno de los cómic que tuve de niño y me encontré este cómic en Papelería Reyes Católicos. Compré uno para mí y otro para la amiga que me envió el cómic de Astérix, porque sale un pintor que le gusta bastante, Van Gogh. No es el humor de Jan en los 1980, este cómic es de 2006 y es otra cosa, pero es el personaje. No está mal, pero tiene otra mirada más de adulto, incluso por el propio autor. 

El hombre del Caribe (1976), El hombre de Somalia (1979), El hombre del sertón (1987) y El hombre del Gran Norte (1980-1981) (Hugo Pratt): Posiblemente haya cometido fallos en las dataciones. Se trata de historias de cómic que publicaba Hugo Pratt entre la década de 1970 y la de 1980 en revistas dentro de la colección "Un hombre una historia". Actualmente se publican como álbumes independientes con otros nombres y eso hace difícil localizarlas con su nombre original. Las reeditaron dentro de la colección sacada en 2019-2020 que yo compraba en la papelería del Metro de Moncloa. Historias de aventuras más  menos de grandes gestas humanas de determinados personajes ficticios, al margen de valoraciones éticas o morales, pues una de estas historias en realidad narra la historia de una persona que pierde la razón de manera criminal. Quería completar Pratt con estas historias, porque de algunas había leído algunos detalles de la evolución creativa del autor y quería leerlas.

El testimonio de Yarfoz (Rafael Sánchez Ferlosio, 1986): Supe que en este libro de "épica" Sánchez Ferlosio se había inventado toda la historia de un reino con un heredero destronado y amenazado tras un golpe de Estado y un conflicto bélico en una época prehistórica, pero en un territorio que, según los analistas, se trata ni más ni menos que hasta cierto punto la antigua Carpetania, donde se encuentra también Alcalá de Henares. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Así que me lo compré en Librería Diógenes y me lo leí con atención. Fue aquí donde descubrí en el autor una increíble labor de construcción de un mundo, un lenguaje y una mitología previamente inexistente tremendo. Debió costarle varios años de creación y estudio para que todo cuadrara. Lo sorprendente de todo es que hacia el final del libro termina hilvanando todo de tal manera que deja justificado el periodo de la Transición española en una especie de alegoria. Es por tanto también una reflexión política y filosófica. No es un libro de lectura rápida. Requiere de mucha reflexión. Pero es un libro maestralmente escrito y pensado. No es fácil de leer ni lo que uno espera de la épica, pero es un libro que demuestra unas dotes creativas y de pensamiento del autor más allá de sus libros más conocidos. Lo leí con mucha atención.

Sin noticias de Gurb (Eduardo Mendoza, 1990): No lo leí cuando se supone que hay que leerlo, en la juventud. Lo compré para regalarlo durante el 15M de 2011 a una compañera que cumplió años durante el campamento, pero yo lo compré ahora de segunda mano en Domiduca. Cierto es que es una comedia que tiene sus puntos, pero la verdad es que creo que tiene muchos chistes construidos a través de cosas de la cultura popular del final de la década de 1980 y principios de 1990 en España. Yo viví esa época y los entendí, algunos chistes han envejecido mejor que otros. Creo que en el futuro, si no ya, necesitará de ediciones críticas para explicar algunos de esos chistes a generaciones futuras. En todo caso, en líneas generales es un libro que se entiende y manda un mensaje inteligente sobre la sociedad consumista actual a través de un extraterrestre. Para mí tiene el "pero" citado, aunque se le reconoce su gran éxito y sus muchos seguidores.

El asombroso viaje de Pomponio Flato (Eduardo Mendoza, 2008): Lo compré junto al otro en Domiduca y lo leí seguido. Se entiende mejor, ya que su historia tiene referentes más universales, menos concretos. Un crimen en Jerusalén en los tiempos que Cristo predica y va a ser crucificado. Un romano lo investigará como si fuera una novela clásicas de detectives. Y ahí saltan diversas escenas de humor que cuestionan diversas cosas sociales y del relato religioso. No es que esto sea algo totalmente inédito, pero la historia es divertida y funciona. A fin de cuentas, Mendoza es un Premio Cervantes.

El rey Mono (Milo Manara y Silverio Pisu, 1976): Lo encargué y compré en Librería Diógenes. Hacía mucho que quería leerlo y tenerlo. Es la cuarta obra de Manara, aunque es coautor. Es una obra que le consagró. Recoge una vieja leyenda japonesa que ellos revisitan y ponen en términos eróticos, aunque en realidad tiene más de relato japonés de mito de dioses, que de erotismo. Tiene mucha experimentación y algo de barroquismo. No es lo más usual de ver ahora en Manara, pero fue una obra iniciática que es una referencia en él. Pintada en blanco y negro. Estéticamente bella y un trozo de la mitología oriental.

Letras Libres, especial George Orwell (varios autores, 2020): Lo compré en un quiosco de prensa de Moncloa. Lo leí entero por interés y para el tema de la censura de mi libro Superman, Batman y Franco. Contiene ensayos sobre Orwell pero también muchos artículos que escribió él sobre censura, mentiras en prensa y manipulación en la Europa de Hitler y Stalin.

Una vasta elegía (Salustiano Masó, 1976): Localicé el libro por Iberlibro en una librería de viejo de Cantabria o Asturias. Lo pedí y hubo problemas en Correos con temas de restricciones por la pandemia, pero lo conseguí. Masó es un poeta de Alcalá que también fue traductor con premios de diversas clases. Escribí de él varias veces porque es de los grandes poetas que ha dado Alcalá en el siglo XX, aunque muchos alcalaínos no le conozcan. La revista Vasos Comunicantes me pidió escribir de él para ellos, y de ahí la compra y lectura de este poemario. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Para mí este es uno de sus mejores poemarios. 

Canto para la muerte (Salustiano Masó, 1968): También busqué en Iberlibro este otro, lo compré y lo leí con ocasión de lo ya contado. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. En este poemario es algo experimental y se atreve a deslizar, como buenamente puede, alguna crítica política social a la dictadura, pero es discreto, porque la época era la que es. Sorprendentemente se atreve a presentarse como agnóstico. Un poemario para leer también dispuesto a pensar verso a verso. 

La sombra del cóndor (Gerardo Balsa, 2019): Es un cómic que me regaló tardíamente por mi cumpleaños un amigo gran aficionado a los aviones de guerra. Se trata de un relato sobre un aviador en la guerra civil española. Su punto fuerte es la gran precisión de dibujo de los aviones y sus combates. Líneas muy claras y muy técnico. El resto de guion es menos complejo.

Las ratas (Miguel Delibes, 1962): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Narra la historia de un pueblo muy atrasado de la posguerra, donde hay mucho analfabetismo, hambre y miseria. La caza de ratas para comer es algo que está en el aire en medio de rencores de pueblo. Este es otro de esos autores que leerlo siempre acierta. Estaba en este año leyendo mucho realismo social, como se ha podido ver, por lo que este iba completando esas apetencias.

Los atentados contra Franco (Eliseo Bayo, 1976): Es uno de esos libros que a los meses de morir Franco se publicaron en España, aún sin haber cambiado del todo el régimen. El autor es anarquista y habla de los atentados anarquistas contra Franco con el conocimiento posible que él tiene con documentos anarquistas desde la guerra civil en adelante y hasta donde él puede llegar en 1976. Fue en su día de lo más avanzado que se pudo leer en España sobre esto. Es un libro de referencia histórica, aunque ahora mismo esta temática está más profundizada y avanzada. Lo compré de segunda mano en Domiduca, en su primera edición original.

No temer a los fantasmas -relatos- (varios autores, 1979): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Lo leí en busca de un relato que contar en Halloween, pero luego leí de otro libro. Son relatos clásicos de la antigua China. Curiosamente el libro está publicado en español por la propia China y la orientación de estos cuentos de fantasmas no se narran con intención de terror, sino que contienen explicaciones adoctrinadoras desde el comunismo chino que usan estos relatos para explicarlos desde los miedos sociales por los cuales sea bueno entenderlos como herramientas de control y explotación social con el uso del miedo. El punto de vista es curioso, pero no dejan de ser historias antiguas de fantasmas chinos y nos aproximan a esa cultura también. Algunas cosas difieran culturalmente de nosotros.

Retrato del artista cachorro (Dylan Thomas, 1940): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Siempre quise leerle desde que supe de su influencia en Bob Dylan. Había leído poemas, pero no la novela. Inspiró a numerosos beatniks posteriores y a parte de la generación perdida. Tiene algunas cuestiones autobiográficas y reivindicaciones obreras. Quizá no lo leí en el momento más idóneo, pero me interesó igualmente.

Light and Bolt (Trillo y Bernet, 1990): Comprado este cómic de segunda mano junto al citado de Custer. Historia de personajes duros aparentemente incompatibles entre sí, pero totalmente dependientes el uno del otro. Como la bella y la bestia, pero con violencia.

Vindicación de los derechos de la mujer (Mary Wollstonecraft, 1792): Hablé de él en esta misma bitácora, Noticias de un espía en el bar. Lo encontré de casualidad en la Papelería de Reyes Católicos y lo compré. Ella es una de las primeras feministas de la Historia tal como la entendemos hoy día con militancia y con un cuerpo de ideas desarrolladas y conscientes sobre los derechos de la mujer. Fue la madre de Mary Shelley. Es una de las voces de la Ilustración a la que se le está prestando más atención ahora, aunque, a pesar de que era anglosajona, su voz fue escuchada entre las mujeres de la revolución francesa. Frente a los derechos del hombre ella proclamó los derechos de la mujer, aunque ciertamente tiene un punto de vista clasista y tal como habla de los derechos de la mujer, da preferencia a la mujer burguesa, como si la clase otorgara unos derechos pero no otros. Sea como sea, estamos en los inicios de los postulados, igual que en otras cuestiones de hombres y mujeres en esos años, por lo que ya su postulado era un gran avance. Lo compré y lo leí, porque lo conocía, pero no lo había leído, y completé algo más mi biblioteca de filosofía. Sin embargo no hay que olvidar que el feminismo en España no entra tanto del lado de las mujeres burguesas, sino de las ideas anarquistas en el siglo XIX.

SuperMortadelo, nº 93 (Francisco Ibáñez, 1972): Comprado de segunda mano en Domiduca. Siempre se me quedó morriña de los cómic que tuve de niño. Este no lo tuve, pero me aproximaba. Además, los Mortadelos antiguos siguen teniendo su punto de gracia.

Poemas para llevar en el bolso (Antonio eMe/María S, 2016): Comprado de primera mano en Domiduca. Un breve poemario, casi epistolario, en el tono romántico de Antonio eMe. Quería completar su bibliografía en mi casa. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros.

lunes, febrero 03, 2025

NOTICIA 2372ª DESDE EL BAR: FUTURISMO EN EL HOY

Esta mañana empecé mi nuevo proyecto de archivo en teletrabajo. Me instalaron desde control remoto diversas cosas en mi ordenador de trabajo. Ahora por la tarde, dado que necesito algunas aplicaciones de teléfono móvil, estoy intentando configurar un teléfono nuevo que me regaló mi compañía de teléfono en una promoción a la que me acogí a finales del año pasado. Llevo más de una hora configurando y actualizando. Hacía muchos años que no estrenaba un teléfono móvil nuevo, por lo que he saltado de la noche a la mañana de encender el teléfono por primera vez y apenas hacer un par de cosas, a encender por primera vez este teléfono y parece que tenga que hacer la carrera de telecomunicaciones. No deberían hacerse las cosas tan complejas. Se debería simplificar. Hace un rato le di por accidente a borrar una aplicación que no quería, y resultó que la orden que di era borrar una cantidad innumerable de archivos que no sé qué eran. Fui a buscarlos en la carpeta de eliminados, para reinstaurar, porque en mis otros móviles se podía hacer, pero aquí veo que no hay ni rastro de lo que quiera que sea que ha desaparecido por un error mío. 

De verdad, la vida debería ser más sencilla. Sirva esta anécdota de metáfora, porque parece que en los últimos tiempos todo es así. Se hacen las cosas que parece que como cierres los ojos un momento para parpadear ya estás fuera del mundo conocido cuando los vuelves a abrir. 

Por otro lado, no sé a qué diseñador de estos teléfonos se le ha ocurrido que estamos especialmente ilusionados en gastar horas en configurar el aparato, ni tampoco sé porqué narices tenemos que ceder a innumerables accesos personales al teléfono y a Google cuando lo único que queremos es usar el aparato, no que mis cuestiones personales queden en manos de esta tecnología. 

La verdad es que me he parado de configurar, porque además el teléfono está instalando solito innumerables juegos que me dan absolutamente igual, tan igual que los voy a desinstalar luego. Yo ya mi tiempo me gusta gestionarlo yo. 

En fin, me he levantado algo triste y con una sensación de soledad grande mientras sabía que iba a teletrabajar por primera vez. También por primera vez he tenido mi primera reunión con ordenador y audio, la semana que viene tendré la primera con video, porque ni siquiera en la pandemia de 2020 hice ninguna de estas conversaciones. Cuando era niño aquellas películas del futuro donde alguien contacta con alguien con imagen y sonido me fascinaban. Eran algo maravilloso. Supongo que de todas esas películas esa realidad futurística sí se ha hecho realidad, no otras cosas, pero ahora mismo no somos niños y lo que en aquellas películas parecía algo de cercanía entre las personas, a mí me ha dado mayor sentimiento de soledad. Quizá todas estas cosas no son las mismas para personas que conviven con alguien o tienen a alguien con quien luego esta o hablar, que para alguien que está en soledad. Y eso es lo que a mí me pasa, soledad. Ya no hay ni siquiera transporte público, ni café con gente, ni gente en los lugares de tu trabajo. 

Me puse, como siempre cuando trabajo y puedo, la radio de fondo. Quería oír las voces conocidas, pero ni siquiera esa falsa compañía ocurrió, pues las diversas audio llamadas implicaron tenerla apagada para poder oír bien a quien llamaba.

Al final han sido demasiadas novedades tecnológicas para mí, me encuentro algo saturado con esto hoy, e incluso cansado mentalmente mientras, esto es así, ahora, a últimas horas de la tarde, ya con cielo nocturno y frío, mucho frío en mi casa, el sentimiento depresivo de soledad ha aumentado de manera considerable, y no sé si habrá  tenido que ver en parte que todas estas novedades tecnológicas son en realidad un pozo de vacío mayor, aunque aparenten los contrario.

miércoles, enero 29, 2025

NOTICIA 2371ª DESDE EL BAR: ALCALÁ ENTIENDE LAS COSAS QUE PASAN

En la noche del sábado al domingo hubo en Alcalá de Henares una agresión homófoba muy brutal a una pareja que, resulta, son amistades mías. A él le conozco desde 2011 y a ella desde hace unos años menos, desde hace tres o cuatro años, quizá me falle la memoria y sean cuatro, no recuerdo si entre los tres o los cuatro últimos años. Sí que es cierto que cuando organicé un recital en Alcalá de Henares contra la guerra de Ucrania en 2022, con varias personas poetas, ella participó. Yo conté con ella, que además era la primera vez, creo, que se subía a un escenario a compartir uno de sus textos. Ella es una mujer transgénero que, por cierto, tiene un hijo biológico propio de antes de recibir el cambio de sexo mediante procedimientos médicos, pues evidentemente ella ya se sentía mujer antes de las operaciones y las hormonaciones pertinentes.

La agresión fue denunciada por vías sociales por la asociación Alcalá Entiende, dedicada a la defensa de los derechos de identidad sexual en Alcalá de Henares. En seguida la senadora madrileña Carla Antonelli, también una mujer transgénero, de hecho la primera diputada de esa condición que ha tenido España, primero por el PSOE y actualmente senadora por Sumar, amplificó la denuncia a través de su red social X. La pareja de amistades agredida lo fue denunciando desde el primer momento. Primero con una denuncia formal en la policía, luego en redes sociales. En el día del lunes 26 había visto alguna de las publicaciones, pero eran tan planas y llenas de texto en letra pequeña que creí que sería un largo texto sobre otra cosa y no le presté mucha atención, hacia el final del lunes vi en varios perfiles de varias amistades dos retratos robot de los dos agresores, algo muy común en perfiles de personas que se implican en cosas sociales y tampoco supe muy bien de qué iba. Fue en la mañana del martes, ayer, que vi que casi todas mis amistades compartían los retratos robot y el largo texto. Lo leí y supe de la agresión homófoba a una pareja en Alcalá de Henares y que se había hecho eco Carla Antonelli.

Para esa hora también se había hecho eco la Cadena SER Madrid, lo oí mientras trabajaba, pero no sabía quiénes eran los agredidos. Fue por la tarde de ayer que vi la fotografía de mi amiga llorando con la cara destrozada por la paliza recibida. En seguida le escribí a la pareja, a él, porque no encontraba manera de contactar con ella. Él contestó varias horas más tarde por conversación privada de Whatsapp, diciéndome que se estaban recuperando de los golpes en casa, que estaban bien y que deseaban que cogieran a los dos agresores. Yo entre tanto había empezado a buscar noticias. La noticia salió en Dream! AlcaláLa Luna de Alcalá Puerta de Madrid, tardó más tiempo en salir en Alcalá Hoy, de hecho en esa prensa salió a lo largo de la tarde de ayer. También se publicó en la prensa a nivel nacional, como 20 Minutos, La VanguardiaPúblico, ABCLa Razón, El Mundo, la Sexta o Telecinco, entre otros, mientras también aparecía en Telemadrid.  

En redes sociales lo denunciaba en la tarde de ayer Izquierda Unida de Alcalá de Henares. Compartí su publicación, mientras compartía algunas de las publicaciones de mis amistades en diversas redes sociales. Ayer por la tarde el ayuntamiento comunicaba en voz su concejal de Cultura (PP) la condena expresa a la agresión y el total apoyo y disposición hacia la pareja agredida. Santiago Alonso, el dicho concejal fue claro en esto. 

Según la descripción de los hechos, cuando se encontraban en la calle fueron insultados por estas dos personas, las cuales terminaron uno agrediendo y sujetándolo a él para obligarle a ver al otro cómo le daba una paliza a ella al grito de diversos insultos homófobos.

La cosa es que el retrato robot de ambos me resulta muy familiar. Altamente familiar. Estaría por decir que son dos caras muy conocidas de bares del centro ciudad e incluso quizá de la barriada de reyes Católicos, quizá en cuanto a la barriada tengo dudas importantes, pero sé que los he visto más de una vez, pero no sabría precisar dónde exactamente. Con lo cual supongo que, como yo, otras muchas persona de Alcalá de Henares les conocerá de vista como yo, sobre todo porque uno tiene un lunar en la cara muy llamativo, muy peculiar. Esos retratos robots se han difundido por decenas y decenas de perfiles sociales, no obstante la pareja agredido es muy conocida y es amiga de una gran cantidad de personas, especialmente de las asociaciones y de la vida nocturna. Tal vez los agresores no contaban con que ese hecho, que probablemente desconocerían, iba a hacer que sus caras estén ahora mismo en los teléfonos móviles de media población alcalaína. Sea como sea, el caso está en manos de la policía. 

Si nos remontamos años atrás, unas décadas, también existía aquella Alcalá de los años 1990 donde por tener un aspecto físico que más o menos podía corresponder con gustos musicales de la izquierda o simplemente con visiones de cómo distinguir a alguien de izquierda sólo por cuestiones materiales, había grupos en esta ciudad que se dedicaban a agredirles. Sabíamos por entonces hasta sus bares nucleares. También lo sabían las personas con autoridad que podían haber hecho algo, pero no se hizo nunca nada. Me pregunto si Alcalá está a punto de volver a esos grupos que, aunque sean minoritarios, siembran la violencia, el mal y el terror, así como el miedo y la coerción y la autocensura. Provocan el miedo a la propia imagen, a la libertad de ideas, a la libertad de expresión y otras libertades reconocidas en el Título Primero de la Constitución, sobre los derechos fundamentales de los españoles. Sí, el Defensor del Pueblo también se ha hecho eco en su página de la agresión del otro día. 

Hace bien el gobierno local, por lo menos por lo que toca al PP que leyó el comunicado, en condenar la agresión, pero han de completarlo. Han de completarlo porque de lo que hablamos es de unos valores que teóricamente compartimos como punto básico: los derechos constitucionales, la democracia y la libertad. Y todo lo que no sea poner algo más que palabras, no es que sea estar en contra de eso, pero sí que evita que quienes pudiendo hacer, no hagan todo lo que se pueda hacer para frenar lo que en estos tiempos parece avecinarse de parte de los que se creen cada vez más justificados en sus actos más contrarios a la libertad. 

En la defensa de las libertades debemos estar unidos los que creemos en ellas, luego, nuestras visiones de cómo mejorar pueden democráticamente diferir, pero en determinadas cuestiones, no actuar juntos es el primer paso para perder la posición ganada desde la Transición.

Mi amistad y mi aprecio a la pareja amiga que ha sufrido este descalabro.

En la noche del sábado al domingo hubo en Alcalá de Henares una agresión homófoba muy brutal a una pareja que, resulta, son amistades mías. A él le conozco desde 2011 y a ella desde hace unos años menos, desde hace tres o cuatro años, quizá me falle la memoria y sean cuatro, no recuerdo si entre los tres o los cuatro últimos años. Sí que es cierto que cuando organicé un recital en Alcalá de Henares contra la guerra de Ucrania en 2022, con varias personas poetas, ella participó. Yo conté con ella, que además era la primera vez, creo, que se subía a un escenario a compartir uno de sus textos. Ella es una mujer transgénero que, por cierto, tiene un hijo biológico propio de antes de recibir el cambio de sexo mediante procedimientos médicos, pues evidentemente ella ya se sentía mujer antes de las operaciones y las hormonaciones pertinentes.

La agresión fue denunciada por vías sociales por la asociación Alcalá Entiende, dedicada a la defensa de los derechos de identidad sexual en Alcalá de Henares. En seguida la senadora madrileña Carla Antonelli, también una mujer transgénero, de hecho la primera diputada de esa condición que ha tenido España, primero por el PSOE y actualmente senadora por Sumar, amplificó la denuncia a través de su red social X. La pareja de amistades agredida lo fue denunciando desde el primer momento. Primero con una denuncia formal en la policía, luego en redes sociales. En el día del lunes 26 había visto alguna de las publicaciones, pero eran tan planas y llenas de texto en letra pequeña que creí que sería un largo texto sobre otra cosa y no le presté mucha atención, hacia el final del lunes vi en varios perfiles de varias amistades dos retratos robot de los dos agresores, algo muy común en perfiles de personas que se implican en cosas sociales y tampoco supe muy bien de qué iba. Fue en la mañana del martes, ayer, que vi que casi todas mis amistades compartían los retratos robot y el largo texto. Lo leí y supe de la agresión homófoba a una pareja en Alcalá de Henares y que se había hecho eco Carla Antonelli.

Para esa hora también se había hecho eco la Cadena SER Madrid, lo oí mientras trabajaba, pero no sabía quiénes eran los agredidos. Fue por la tarde de ayer que vi la fotografía de mi amiga llorando con la cara destrozada por la paliza recibida. En seguida le escribí a la pareja, a él, porque no encontraba manera de contactar con ella. Él contestó varias horas más tarde por conversación privada de Whatsapp, diciéndome que se estaban recuperando de los golpes en casa, que estaban bien y que deseaban que cogieran a los dos agresores. Yo entre tanto había empezado a buscar noticias. La noticia salió en Dream! Alcalá, La Luna de Alcalá y Puerta de Madrid, tardó más tiempo en salir en Alcalá Hoy, de hecho en esa prensa salió a lo largo de la tarde de ayer. También se publicó en la prensa a nivel nacional, como 20 Minutos, La Vanguardia, Público, ABC, La Razón, El Mundo, la Sexta o Telecinco, entre otros, mientras también aparecía en Telemadrid.  

En redes sociales lo denunciaba en la tarde de ayer Izquierda Unida de Alcalá de Henares. Compartí su publicación, mientras compartía algunas de las publicaciones de mis amistades en diversas redes sociales. Ayer por la tarde el ayuntamiento comunicaba en voz su concejal de Cultura (PP) la condena expresa a la agresión y el total apoyo y disposición hacia la pareja agredida. Santiago Alonso, el dicho concejal fue claro en esto.

Según la descripción de los hechos, cuando se encontraban en la calle fueron insultados por estas dos personas, las cuales terminaron uno agrediendo y sujetándolo a él para obligarle a ver al otro cómo le daba una paliza a ella al grito de diversos insultos homófobos.

La cosa es que el retrato robot de ambos me resulta muy familiar. Altamente familiar. Estaría por decir que son dos caras muy conocidas de bares del centro ciudad e incluso quizá de la barriada de reyes Católicos, quizá en cuanto a la barriada tengo dudas importantes, pero sé que los he visto más de una vez, pero no sabría precisar dónde exactamente. Con lo cual supongo que, como yo, otras muchas persona de Alcalá de Henares les conocerá de vista como yo, sobre todo porque uno tiene un lunar en la cara muy llamativo, muy peculiar. Esos retratos robots se han difundido por decenas y decenas de perfiles sociales, no obstante la pareja agredido es muy conocida y es amiga de una gran cantidad de personas, especialmente de las asociaciones y de la vida nocturna. Tal vez los agresores no contaban con que ese hecho, que probablemente desconocerían, iba a hacer que sus caras estén ahora mismo en los teléfonos móviles de media población alcalaína. Sea como sea, el caso está en manos de la policía.

Si nos remontamos años atrás, unas décadas, también existía aquella Alcalá de los años 1990 donde por tener un aspecto físico que más o menos podía corresponder con gustos musicales de la izquierda o simplemente con visiones de cómo distinguir a alguien de izquierda sólo por cuestiones materiales, había grupos en esta ciudad que se dedicaban a agredirles. Sabíamos por entonces hasta sus bares nucleares. También lo sabían las personas con autoridad que podían haber hecho algo, pero no se hizo nunca nada. Me pregunto si Alcalá está a punto de volver a esos grupos que, aunque sean minoritarios, siembran la violencia, el mal y el terror, así como el miedo y la coerción y la autocensura. Provocan el miedo a la propia imagen, a la libertad de ideas, a la libertad de expresión y otras libertades reconocidas en el Título Primero de la Constitución, sobre los derechos fundamentales de los españoles. Sí, el Defensor del Pueblo también se ha hecho eco en su página de la agresión del otro día.

Hace bien el gobierno local, por lo menos por lo que toca al PP que leyó el comunicado, en condenar la agresión, pero han de completarlo. Han de completarlo porque de lo que hablamos es de unos valores que teóricamente compartimos como punto básico: los derechos constitucionales, la democracia y la libertad. Y todo lo que no sea poner algo más que palabras, no es que sea estar en contra de eso, pero sí que evita que quienes pudiendo hacer, no hagan todo lo que se pueda hacer para frenar lo que en estos tiempos parece avecinarse de parte de los que se creen cada vez más justificados en sus actos más contrarios a la libertad.

En la defensa de las libertades debemos estar unidos los que creemos en ellas, luego, nuestras visiones de cómo mejorar pueden democráticamente diferir, pero en determinadas cuestiones, no actuar juntos es el primer paso para perder la posición ganada desde la Transición.

Mi amistad y mi aprecio a la pareja amiga que ha sufrido este descalabro.