lunes, febrero 01, 2021

NOTICIA 2024ª DESDE EL BAR: CHAPLIN, MÁS DE CIEN AÑOS

Charles Chaplin es un icono del cine que aún hoy día, más de cien años después de su primera aparición en una película de febrero de 1914, sigue siendo un éxito y sigue haciendo gracia. El otro día vi una película documental sobre él en La 2, no me había propuesto verla, pero esa noche repasé el resto de canales y esa era la mejor opción. Trataban su biografía desde su infancia hasta su gran éxito como icono pionero del cine centrándose en sus etapas creativas. No escatimaron tampoco en esos años infantiles y juveniles en los que su madre, actriz de vodevil, iba perdiendo la cabeza poco a poco, lo que provocó una alcoholemia en su padre, que por otra parte había abandonado la familia a los tres años de edad de Charles. Fue en una de las actuaciones de la madre en la cual perdió la memoria que él se subió al escenario para salvar su espectáculo, sin haber actuado jamás ante el público, era 1912 y él tenía 23 años. Todos los días iba de público a verla y se sabía las canciones de memoria. Fue muy aplaudido, pero el actor que relevaría a su madre será su hermano (de otro padre), que también pasaría a ser actor cómico de cine con cierto éxito y que, dado el éxito arrollador de Charles, quedó eclipsado y casi olvidado en la actualidad, se trata de Sydney John Hawkes.

La madre poco a poco quedó incapacitada total para actuar y el padre, poco a poco, igual. El hermano de Charles tomó las riendas y metió cada vez más a Charles en los espectáculos cómicos y de cante, pues hacían variedades, pero donde más éxito tenía Charles era en lo cómico. Charles le fue comiendo el protagonismo en la compañía a Sydney, pero el hermano se metió en el cine, por lo que fue un relevo sin conflicto. Fue Sydney quien le logró una primera oportunidad para actuar en un cortometraje en aquel febrero de 1914, Haciendo por vivir, que en España se llamó Charlot periodista a pesar de que no existía el personaje de Charlot aún, la razón es que se estrenó mucho después. El personaje de Charlot apareció en su segunda película, que al igual que la primera la dirigió Henry Lehrman. Si la primera película era del 2 de febrero, esta segunda fue del 7 de febrero, y si la primera pasó sin pena ni gloria en la recaudación, esta segunda fue un éxito. Se trata de Carrera de autos para niños. En realidad esta película es ciertamente interesante también para un historiador. Lehrman apenas había hecho caja con la otra película y el cine en esos momentos necesitaba de muchas producciones para exhibirlas rápido y ganar dinero. No se trataba de las grandes producciones que ya se hacían, si no de producciones sencillas con actores no muy conocidos que se rodaban prácticamente para "usar y tirar", podríamos decir. Lehrman se enteró de que en la ciudad donde estaban se celebraba todos los años una carrera infantil de coches que fabricaban ellos con sus padres. Era un evento festivo muy popular y acudía casi todo el mundo engalanado. Era todo un evento deportivo, pero también una fiesta familiar. A Lehrman se le ocurrió presentarse allí como cineasta que era junto a un camarógrafo con la excusa ante las autoridades de que iba a rodar la carrera para una película informativa. Le otorgaron una curva que eligió el director. Todo lo que se ve son personas de la vida real con reacciones de la vida real. Se puede decir que era una especie de "cámara oculta", sin serlo. Lehrman se compinchó con Chaplin para que se vistiera de vagabundo borrachín y se comportara como la típica persona que quiere aparecer en cámara todo el rato, pero de manera exagerada y obsesiva. Nadie sabía que aquello era un montaje y Chaplin se sintió en su salsa al llevar a la vida real varias de las tonterías y gracietas que había trabajado en el vodevil. Todo lo que se ve, salvo la actitud del personaje de Chaplin, es real. Pura improvisación. La película tuvo gran éxito, quizá porque muchos de los protagonistas se reconocieron luego en la pantalla, pero ahí comenzó el personaje de Charlot y una carrera de éxitos míticos.

Me resulta interesante comentar hoy este inicio. En el documental había una cuestión permanente sin cerrar, que nadie sabe explicar por qué Chaplin triunfó tanto y que aún en el siglo XXI sea un personaje querido y gracioso. Hay numerosas teorías y explicaciones, no es mi intención escribir sobre ello. Pero no es la primera vez que me acerco a Chaplin. Aparte de haber visto muchas de sus películas, yo ya tenía en casa otra película documental sobre su vida y un par de recopilatorios de sus cortometrajes. Durante la carrera de Historia es una de las figuras del siglo XX que se estudian cuando te centras y especializas en la Historia Contemporánea y Actual. El mundo del Cine, la cultura de masas, el Star System, Hollywood, e innumerables cuestiones sociales se explican a través de la cultura popular y esta, en sus inicios contemporáneos está en Chaplin, Edna Purviance, los hermanos Marx, Paulette Goddard, Carlos Gardel, Judy Garland, Buster Keaton, Johnny Weissmuller o, entre otros, el Gordo y el Flaco (por cierto, el Flaco era compañero de Chaplin en el vodevil y en sus primeros cortometrajes).

La cosa es que creo que uno de los aciertos de Chaplin para su frescura y su aceptación en su tiempo y en tiempos posteriores puede que sea esa mezcla de la realidad del momento con ficciones, pero no como lo hacen ahora, donde las producciones parecen productos que señalan directamente con el dedo, se metan en política de lleno o simplemente si no hay algo explícitamente violento no hay producción, incluso el humor actual pasa por la violencia directa. No es que Chaplin no tuviera violencia en sus películas, o crímenes, pero el valor humano que les inculcó con humor no tiene nada que ver con todas esas otras producciones donde lo gracioso no es lo humano, si no el nivel de violencia en combinación con una situación o con una frase graciosa, véase algunas películas de superhéroes actuales plagadas de chistes o las películas de Robert de Niro más recientes, que son comedias llenas de humor negro. Más allá, Chaplin tocaba temas del momento para dejarlos evidenciados aunque fuera como telón de fondo que hace que los personajes se comporten como se comportan, mientras que muchas comedias actuales no cuestionan ni plantean la actualidad y lo principal es el comportamiento de los personajes, anómalo, que fuerza que la realidad sea como es, justo al contrario que los argumentos de Chaplin. El mundo hace a Charlot, pero si un oso de peluche habla es un problema interior de su dueño, un niño venido a adulto, no se plantea como problema de la sociedad actual y el síndrome de Peter Pan, aunque evidentemente eso también esté ahí, hablo de Ted (Seth McFarlane, 2012). Evidentemente también, la inocencia del personaje de Chaplin (relativa, pues son numerosas las películas donde tima o roba), comparativamente, no ahonda en los aspectos más oscuros de los personajes de humor que hoy día vemos.

Pensemos por ejemplo en su película Charlot, panadero (en realidad: Masa y dinamita), de octubre de ese 1914. La escribió, dirigió e interpretó él mismo. Hoy día se nos va el contexto de su rodaje y estreno, pero cuando Chaplin ideó esta película había en marcha una huelga salvaje de panaderos que dejó sin pan un par de semanas a una parte de las ciudades de Estados Unidos. Chaplin no entra a hablar de lo justo o injusto de las razones de los huelguistas, incluso introduce una bomba como una de las formas violentas de la reivindicación, sin embargo, a raíz de las cosas que le pasan al personaje Charlot para verse envuelto en los acontecimientos dejan claro que Chaplin comprende las razones de los huelguistas, quizá por ello no ganó su animadversión, todo lo contrario. De fondo Chaplin había lanzado un mensaje social envuelto en un mensaje humano de empatía, de comprensión hacia los problemas sociales. 

Vayamos a 1918, cuando sacó su película ¡Armas al hombro!, que contaba con todas las opiniones en contra de que la rodara por parte de todos sus amigos y conocidos del cine. La Primera Guerra Mundial estaba en su final. Millones de personas habían muerto, o habían sido mutiladas, o se habían arruinado, más las secuelas psicológicas de los combatientes. Esto no era ajeno a los combatientes norteamericanos que debían regresar o que estaban regresando, o bien a los muertos y sus familias. Sumémosle la llamada gripe española que estaba comenzando como epidemia y mataría a otra gran parte de personas. Chaplin creyó que había que hablar de aquella guerra desde un punto de vista del soldado raso que había sido enviado a combatir o que se había enrolado sin saber exactamente en qué tenía que ver los motivos de la guerra con él. Todos opinaban que ese sería el final de Chaplin porque estaba todo reciente y la gente se ofendería mucho cuando vieran que Chaplin se reía de todo lo vivido y de sus padecimientos. Sin embargo, la película fue un éxito e incluso hoy día es un clásico del humor. batió récord de taquilla. La gente encontró una vía de alivio, probablemente una crítica velada a lo que probablemente pensaban en las trincheras sin tanto buen humor. Lanzaba mensajes sociales profundos a través de historias humanas concretas y humorísticas. En aquellos años esto ya había ocurrido en Polonia con un personaje literario de humor, Svejk, creado por Hasek, pero no se publicaría y conocería hasta la muerte del autor, por entregas entre 1921 y 1922 antes de editarse en novela.     

Chaplin lo vendrá haciendo a lo largo de toda su carrera. En el fondo nunca olvidó sus orígenes humildes. Si damos un salto hacia su primer largometraje, La quimera del oro (1925, dirigida y escrita por él) nos encontramos con otra realidad social dura de esos tiempos y de la que Jack London ya había escrito novelas y relatos en las dos décadas anteriores. La década de 1920 es recordada como una década feliz y llena de prosperidad, pero en realidad eso es un mito creado en contraposición a la década de 1930. Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial fueron dramáticas en la economía y en lo social, millones de vidas se habían perdido para siempre y otras no veían un futuro en el que despegar. En buena parte es la explicación de la Revolución Rusa, la dictadura fascista en Italia, la de Miguel Primo de Rivera en España, Pilsudki en Polonia, el expansionismo japonés, la crisis política y revueltas en China y el surgimiento de los nazis en Alemania, eso por no hablar de todos los movimientos revolucionarios tan interesantes que surgen en Iberoamérica. En Estados Unidos hubo un bienestar económico a raíz de las oportunidades que brindaron todos los huecos económicos que dejaron libres los países europeos, principalmente Reino Unido, pero a la vez había un creciente número de desposeídos a los que no se prestaba atención y buscaban fortuna en Alaska, en busca de oro, aunque en ello les fuera la vida, literalmente, a muchos. La película de Chaplin muestra las miserias humanas que llevan a este tipo de vidas extremas, así como a las atrocidades a los que se está dispuesto por la supervivencia. Y eso que aún no había estallido la Gran Crisis de 1929, el Crack bursátil, pero Chaplin no habla directamente de esas miserias, solo muestra a personajes afectados de ellas para que sus vidas se crucen en Alaska. Se presenta al público un problema, pero no se habla directamente de él.

En su segundo largometraje, Luces de la ciudad (1931), volverá a hacerlo. Esta vez pone en evidencia las desigualdades sociales y el clasismo de la sociedad norteamericana, no escatiman tampoco en mostrar a una policía con perjuicios ante los pobres. Un vagabundo y una vendedora de flores ciega buscan sobrevivir económicamente cuando se encuentran con un millonario depresivo y alcohólico al que Charlot salva del suicidio. El millonario le premia con dinero, pero la policía cree que Charlot le ha robado. Será más evidente todas estas cuestiones todavía más en Tiempos modernos (1936), donde además critica la alienación del trabajo fabril actual en cadenas de montaje basadas en el sistema de Ford, dentro de jornadas de trabajo extensas y mal pagadas que quedan intuidas en las innumerables huelgas que aparecen en el largometraje interrumpiendo el trabajo de Charlot. Más aún aparece la lucha de clases y el movimiento obrero dentro de Estados Unidos en una famosa broma donde Charlot agita sin saberlo una bandera roja encabezando una manifestación, al estilo de un líder comunista. El resto de la película muestra a un Charlot tratando de ganarse la vida para salir de la vida en la calle con una novia que ha conseguido, y eso nos lleva, de fondo, a mostrar colas de desempleados y trabajos variopintos siempre mal pagados. 

Si en esa película parece que Charlot había sido más explícito que de costumbre, en la siguiente será muy directo al tomar posición totalmente anti nazi y en defensa de los judíos en El gran dictador (1940); aunque parezca extraño en esa fecha, este largometraje puso en alerta contra él a una parte de la sociedad norteamericana más conservadora, quizá ya en guardia desde los dos largometrajes anteriores. La siguiente película ya no la haría hasta 1947, será Monsieur Verdoux, basada en un hecho real. Un hombre respetable de la sociedad norteamericana de clase media asesinó a su esposa y logró mantener las apariencias. Solía buscar millonarias para casarse más veces y hacerse con su dinero tras matarlas, hasta que encuentra el amor verdadero. Para ese momento las autoridades norteamericanas le tienen en el punto de mira de la llamada "caza de brujas", o sea: la persecución de presuntos comunistas y actividades comunistas en el mundo público, especialmente en el cine por sus cualidades de transmitir ideas de manera directa o indirecta. La película tuvo que censurarse temporalmente en Norteamérica y Chaplin tuvo que irse del país en esos años.

Su siguiente película será en 1952, Candilejas, en la que reflejará en cierto modo un punto de autobiografía anímica por lo ocurrido en 1947. Sitúa la trama en 1914, el año que él comenzó, y tratará de un humorista alcohólico y venido a menos que evita el suicidio de una actriz. Para animarla a la vida le enseña trucos nuevos del oficio que él hacía y, de fondo, está la depresión del actor y su duro regreso a los escenarios, desacreditado por el público. En la vida real de Chaplin no había descrédito alguno de él en Europa y otros lugares del mundo, salvo en los más conservadores de Estados Unidos, pero la etapa de la caza de brujas tendría su fin en pocos años después y Eisenhower se iría en 1960. Los nuevos tiempos le permitirían regresar con toda la gloria.  Aún con todo, antes, volverá al tema en 1957 en Un rey en New York, en ella un rey europeo debe exiliarse a Estados Unidos cuando estalla la revolución. Trae consigo secretos nucleares. Para sobrevivir allí, donde no es nadie, le ofrecen trabajar en el mundo de la publicidad. Entre tanto conocerá a un joven con discurso anarquista y padres comunistas. La película habla en cierto modo de él, pero también de la Guerra Fría, no fue permitida en Estados Unidos hasta 1973. Chaplin moriría en diciembre de 1977.

Su última película no contaría con él de actor, sino como director, guionista y músico, se trata de La Condesa de Hong Kong, de 1967. De nuevo podría tratarse de su propia vivencia personal traumática de 1947. El ex embajador de Estados Unidos en Arabia regresa a su país cuando en su vida se cruza una noble rusa exiliada y que ha residido en Hong Kong. Ella desea ir a Estados Unidos para prosperar, pero es complejo. Se plantea el tema del exilio, pero también de la emigración ilegal, la Guerra Fría, el significado de ser apátrida, etcétera.

He prolongado el tema al recrearme en los largometrajes de Chaplin, pero lo que quiero decir es que Chaplin supo dar en sus argumentos temas de fondo que cuajaban y eran de actualidad social en su día, que en cierto modo son atemporales en el mundo moderno dentro de los problemas de las clases trabajadoras, todo ello sin que esos argumentos se montasen hablando y apuntando directamente al tema social. No sé las claves del triunfo de Chaplin en más de un siglo, pero entiendo que esto pudiera ser parte de ese éxito. Se mostraba amable para todo público. A decir verdad, solo atacó a quien abusaba del débil o de quien tiene menos recursos.

No hay comentarios: