viernes, mayo 17, 2019

NOTICIA 1875ª DESDE EL BAR: MEGA AÑO ELECTORAL: LAS EUROPEAS

Pues como ya apunté el mes pasado, este año es el mega año electoral. Como de costumbre en esta bitácora, y a lo largo de mi vida, analizo la política. El asunto de las Generales, donde se vota doblemente a Congreso de los Diputados y al Senado (lo que es el Parlamento que ha de proponer un presidente de gobierno al Rey, para que a la vez proponga sus Ministros al Rey y compongan gobierno) ya fue despachado y analizado en la Noticia 1861ª y la Noticia 1865ª, con un análisis posterior sobre los resultados en la Noticia 1870ª. Como dije entonces, de momento nada indica que no tengamos que volver a votar en este concepto. En principio pareciera que se vaya a formar gobierno del PSOE con apoyo o con coalición de Unidas Podemos, pero ellos por sí solos no son suficientes y necesitan el apoyo o en caso extremo la abstención de cualquier otro grupo parlamentario, y las vistas están puestas en los partidos nacionalistas. Es un gobierno que aunque cuenta con una gran cantidad de diputados del PSOE respecto al resto de grupos no cuenta con una mayoría absoluta ni las cifras como mayoría simple le dan como para gobernar sin sobresaltos. No sólo es que tenga que salvar los escollos de la investidura, que los hay, si no que luego tendrá que salvarlos durante cuatro años para aprobar los presupuestos anuales del Estado o para innumerables leyes y eso siempre y cuando además no le presenten mociones de censura con visos de triunfar si en una carambola confluyeran en un voto idéntico aunque por diferentes razones partidos de derechas y nacionalistas, como ya pasó en la negación a apoyar los presupuestos del Estado de este año que llevó a adelantar las elecciones generales. Todo es complejo y nada garantiza que haya cuatro años de estabilidad, y menos sin resolver el asunto catalán. A todo esto Pedro Sánchez ha decidido no desvelar ni tomar decisión firme sobre cómo tratará de formar gobierno al respecto de sus posibles alianzas hasta que pasen las elecciones europeas, autonómicas y municipales del próximo 26 de mayo. Aunque Unidas Podemos parece lo más lógico, hay gente de PSOE que se siente más cómoda con Ciudadanos. Como sea, dado que ya es costumbre los análisis por deformación profesional y por gusto, y ya que PSOE ha decidido decidir tras ver qué pasa en las elecciones que siguen y en las que estamos inmersos ahora, procedamos por partes. Hoy, del mega año electoral: las europeas.

Las elecciones del Parlamento Europeo son cada cinco años. Puesto que esa bitácora nació en diciembre de 2005, en Noticias de un Espía en el Bar sólo se había analizado hasta ahora las elecciones europeas de 2009 y de 2014, que son los encuentros con las urnas que hemos tenido los europeos miembros de la Unión Europea (UE) desde que comenzó la crisis económica de 2008, y su preludio de 2007. Los partidos políticos nacionales se presentan dentro de las siglas de la unión con otros partidos nacionales de otros países cuyas ideologías son iguales o tienen algo en común. Eso hace que mucha gente se despiste, sobre todo en España, y no sepa muy bien quién es quién en Europa. En 2009 a pesar del estallido de la crisis económica en 2008, la gente no se había enterado muy bien de qué iba la cosa. No comprendieron que las personas del gobierno europeo y sus instituciones que habían tomado decisiones que nos llevaron a esa crisis son las mismas que decidieron reforzar. La mayoría del Parlamento Europeo fue democristiano y liberal, o sea: de derechas, conservador. Dirigía la batuta Alemania. En 2009 la crisis la habíamos empezado a notar severamente los estratos más bajos de la sociedad, pero según avanzó el año los despidos y cierres de empresas se fueron extendiendo hasta hacer comprender a gente que se creía clase media que en realidad no dejaron de ser nunca trabajadores, proletariado, con televisores y coches y vacaciones en avión, pero proletariado del siglo XXI. En 2010 la crisis económica azotó a todos los países del Sur de Europa con gran virulencia, más Irlanda, incluso a Islandia, aunque ellos no son de la UE. ¿Qué hizo el Parlamento Europeo y el resto de instituciones europeas bajo batuta alemana, cuyo gobierno era democristiano y liberal? Reforzar las medidas económicas liberales, privatizar, recortar el gasto social, dejar emprestados algunos Estados como Grecia... y así una serie de medidas que reforzaban justo la dirección económica que había provocado precisamente la crisis de 2008. Como solución a la enfermedad se tomaba reforzar las medidas que habían causado la enfermedad. Se olvidó por el camino a la sociedad para atender sólo el aspecto económico. Las personas pasaban a ser meros instrumentos de trabajo, y no individuos en sí mismos. Pero resultaba que en las elecciones de 2009 la gente había decidido mayoritariamente reforzar esa solución al votar a los mismos que ya estaban cuando estalló la crisis de 2008 por sus decisiones. Para más datos, el análisis de 2009 en Noticia 630ª.

La mayoría democristiana y liberal en las instituciones de la UE viene siendo ininterrumpida desde 2004. Como he dicho las elecciones son cada cinco años. Al ser renovada en 2009, para las elecciones de 2014 llevaban diez años haciendo predominar su visión de la sociedad, la economía y la política en la UE. El preludio de crisis de 2007 fue un azote fuerte, pero la crisis estalló en 2008, a finales de aquel verano en Estados Unidos de América. Rápidamente se expandió al mundo, pero a lo largo de 2009 lo notaron muy duramente los más débiles de la sociedad, tanto trabajadores como pequeños y medianos empresarios, pero aquello fue en crecimiento y se podría decir que la virulencia total llegó a Europa en 2010. Ese es el año clave en el que Alemania impuso los recortes económicos a las políticas y sectores públicos de toda Europa, cuando trató al resto de países como si fueran su patio trasero, y usó las instituciones a menudo a favor de los intereses económicos de ellos mismos. El Mediterráneo e Irlanda lo sufrió tremendamente. Ahora bien, algunas medidas, por mucho voto que se hubiera dado en el Parlamento Europeo, venían de la Comisión Europea, y esa Comisión no es elegida directamente por los ciudadanos. Ahí está el Caballo de Troya que hace que se desconfíe de la UE, porque vote lo que vote el ciudadano, quien manda no son sus elegidos directos y lo normal es que se impongan normativas con las recetas del Banco Central Europeo o de los conservadores en general. Quizá por ello la abstención, el desapego, el antieuropeísmo y el avance de la extrema derecha fue una evidencia notable en 2014 desde que desde 2010 los ciudadanos comenzaron a percibir que los intereses políticos no confluían con sus intereses de vidas comunes y diarias. Algo de eso comenté en el primer análisis de 2014, Noticia 1344ª.

Como he dicho, los partidos nacionales se unen en grandes coaliciones internacionales y a veces ocurren extraños compañeros de cama. En 2014 expliqué quién era quién en esas uniones y a la vez analice lo que suponía aquello, Noticia 1346ª. Este año os dejo el esquema que ha elaborado el periódico ABC y sobre su análisis os invito a que leáis su propia reflexión, ay que son ellos los autores del esquema, me parece justo que si uso su esquema os remita a que leáis de ellos su análisis. Más que nada me parece útil tener claro quien es quien en las europeas para no llevarse a líos a la hora de votar, ni a engaños. Ahora bien, le falta completarlo con quienes son los otros partidos del resto de Europa que están en esos bloques, pero eso los podéis rastrear vosotros mismos por Internet una vez que tenéis los nombres que adoptarán en Europa. Sólo anotaros que analicéis bien el esquema, porque ahí descubriréis esas extrañas uniones de cama, como la que hace que Ciudadanos y EAJ-PNV, por ejemplo, estén juntos en las europeas, o que PACMA, IU y Podemos vayan juntos también a las europeas, pero sin embargo no lo hagan en muchos municipios en las municipales. O que Junts per Catalunya ya no esté en el grupo de Los Verdes, cuando en el pasado, con otro nombre y formación política sí lo estaba. En fin, como sea, os lo dejo a vuestro análisis. Pero, aunque en ABC no salga, buscad el resto de partidos europeos que componen las coaliciones europeas, porque en algunos casos os vais a llevar sorpresas de con quien van de la mano, especialmente en los casos de PSOE y PP. Y sería muy recomendable también que busquéis los programas de las coaliciones europeas, más que nada porque luego los Estados miembros de la UE se ven obligados a legislar acorde a lo que las instituciones de la UE dicten como normativas legales.

Como sea, volvemos a 2010. Las medidas de recortes y "rescates" fueron bastante brutales y perjudicaron a las clases trabajadoras en gran medida, a la par que arruinaron a pequeños y medianos empresarios. El sur de Europa e Irlanda estaban revueltos. Islandia, que no era de la UE, optó por encarcelar a los banqueros que tuvieran culpa de la crisis por malas prácticas, de la noche a la mañana solucionaron la crisis económica con esa y otras medidas. Bélgica se quedó bloqueada políticamente durante un año y pico porque no podían formar gobierno y por tanto no pudieron aplicar las medidas alemanas... les fue bien y no les afectó la crisis. De hecho, Portugal, que sí se vio afectada por la crisis, decidió elegir un gobierno socialdemócrata que se apoyó en nuevas tendencias políticas más sociales, decidió regresar a los ideales socialdemócratas de después de la Segunda Guerra Mundial, ignorando las recetas conservadoras de Alemania y salieron de la crisis de manera rápida y con una mejora en las vidas de sus ciudadanos. Sin embargo tenemos que en Italia se fue de crisis económica a política y de ahí a social. Aumentó la extrema derecha y actualmente gobierna esta misma junto a un movimiento social transformado en partido político que no quiso definirse entre izquierda ni derecha, aunque se perfilaba de izquierda en principio. Del extraño híbrido italiano hay que hacer reflexión y sacar conclusiones acerca de aquellas formaciones que sigan rechazando los términos clásicos de la política. En Grecia se estuvo al borde de la revolución, con actos violentos incluidos hacia finales de 2010. A comienzos de 2011 estalló la misma reacción social en los países musulmanes del Mediterráneo, que no son de la UE, y en 15 de mayo saltó en España. Y de España al resto de países de Occidente. Reino Unido, Francia, Estados Unidos... fue ocurriendo. Las recetas ultraconservadoras llevaban al sistema ultraliberal (ultracapitalista) de la mayoría en las instituciones europeas a la quiebra entre ciudadanos y gobiernos. No obstante, habían sido las instituciones europeas, encabezadas por Alemania, las que habían mandado lo que se llamaba "hombres de negro" con serias amenazas políticas y económicas a los países del Mediterráneo que, además, consideraban vagos y ociosos, a pesar de que su trabajo y su consumo era lo que movía las economías de los países del Norte de Europa. Efectivamente, las deslocalizaciones de empresas y de capitales eran plato del día. Los empleos basura y los sueldos de miseria, otro tanto. El desempleo desorbitado. La migración masiva de unos europeos en países afectados por las medidas tomadas a los países más ricos se transformó en una especie de éxodo y fuga de cerebros y mano de obra que se vivió como exilios por motivos económicos de la gente. Todo temblaba. 

Comenzaron a ascender al gobierno muchos grupos políticos nuevos, como en Grecia, España e Italia. En origen regresaban a las viejas recetas de la izquierda socialista, de la socialdemocracia antigua del siglo XIX y comienzos del XX, pero los conservadores lo llamaron comunismo o populismo, según conviniera, y decidió dar castigos ejemplares con la amenaza de la asfixia económica si no se hacía lo que se quería. Así, Grecia resistió... hasta donde pudo. Y España vivió en 2012 que el nuevo gobierno conservador del PP se aprestaba a aplicar todo lo que le dijeran de Europa y se vivió una era de recortes sociales y civiles sin precedentes en la actual Monarquía Parlamentaria. Así las cosas, la gente en España saltó de las plazas a las asociaciones, grupos y hasta a un partido político, Podemos, que fue demonizado e incriminado por un montaje policial que hoy día está en los tribunales. No olvidemos que Podemos nace en 2014 y se presentan a las elecciones Europeas, ganando ampliamente una gran representación y aumentando votos en 2015, que eran elecciones municipales y autonómicas, y así su escalada y ascenso hasta las generales. Este ascenso no ocurría sólo en España o en Grecia. Los socialdemócratas de Portugal ya he dicho que decidió regresar a sus orígenes e ignorar las recetas conservadoras. En Italia alcanzaron gobierno, aunque juntándose a la ultraderecha. En Francia comenzaron con manifestaciones y revueltas bastante virulentas, la más activa ahora mismo la llamada "los chalecos amarillos". En Reino Unido se votó a favor de irse de la UE. Las recetas económicas de los conservadores estaban extendiendo el descontento. Pero no es la única clave. En Alemania se había ensayado una coalición de gobierno entre democristianos y socialdemócratas. Ese modelo de gobierno quiso ser imitado en otros países europeos como Francia y España. Y donde no se imitaba o no se terminaba de imitar, los socialdemócratas, salvo en Portugal, optaron por hacer leyes y tomar medidas que eran más propias de los liberales, no de gente de izquierdas y socialistas. Recordemos que a finales de 2011 PP y PSOE se unieron para hacer una reforma constitucional sin consulta al pueblo para poder acomodar las necesidades económicas de la UE a nuestra Constitución democrática. Todo eso la gente lo percibía de manera clara. No es casualidad que los partidos socialdemócratas clásicos de Europa, como el francés, el alemán, el español o el italiano, o los laboristas británicos, que no son socialdemócratas pero se aproximan, se derrumbaran electoralmente en todos los sitios. Los socialdemócratas se estaban y están comportando como liberales. La gente de izquierdas se volcó a los nuevos partidos y agrupaciones que, aunque negaran la mayor, tenían y tienen propuestas y políticas de izquierdas netamente. O en otras palabras: las medidas que no se han aplicado desde 2008, salvo en Portugal. 

Y pese a todo lo dicho, en 2014 volvió a ganar en el Parlamento Europeo los democristianos y los liberales. Y eso lo analicé bajo la perspectiva del voto en Europa, en España y en Alcalá de Henares, Noticia 1347ª. Las recetas a aplicar seguirían siendo las ultraliberales comandadas por Alemania, sólo que Alemania esta vez no quería comerse el sapo sola, porque su imagen estaba cada vez más desprestigiada, y el propio Partido Democristiano Alemán, a pesar de ganar elecciones, iba perdiendo más y más votos en sus propias elecciones, y ahora hacen carambolas de coaliciones de gobierno para gobernar. Hasta el punto que algún político conservador de la UE ha reconocido que se excedieron en las recetas ultraconservadoras... y sin embargo: ahí siguen. 

Entre tanto, los primeros en derrumbarse y perder seguidores fueron los socialdemócratas, percibidos como traidores de clase por muchos trabajadores. Los siguientes en derrumbarse, pero más lentamente, son los democristianos y liberales. ¿Quiere esto decir que los ganadores son la nueva izquierda nacida de 2011, acomplejada de llamarse izquierda y acusada por sus adversarios de populismo y comunismo, a pesar de no ser más que meramente socialdemócratas en esencia? No. Los medios de comunicación en buena parte amiga de los viejos partidos y necesitada de los ingresos de grandes empresarios hicieron la campaña de la desinformación y el ataque, y lo apoyos se desviaron. Además, muchos grupos políticos nuevos defraudaron al llegar al gobierno a modo diputados y entretenerse con asuntos menores, también en asuntos menos urgentes para las vidas diarias, en entretenerse con dialécticas o en tomar decisiones que en origen no eran las que se esperaban de ellos, cuando no se metieron en un laberinto de "purgas internas", por llamarlas de algún modo. En otros casos sus cambios iban muy lentos o por caminos que no eran los esperados. Que el Movimiento Cinco Estrellas italiano gobierne con la ultraderecha es el paradigma de todo esto, pero ya antes tenemos que el Syriza griego tuvo que tragar con los hombres de negro  que le mandó Bruselas, o que el Podemos español critique al PSOE y después quiera gobernar con el PSOE y en medio un jaleo de rencillas internas que desvía las fuerzas de los asuntos políticos que más interesan a los ciudadanos de a pie. Por poner algunos ejemplos. 

Uno de los bloques políticos beneficiados en toda Europa fue el de los diversos partidos de extrema derecha. No sólo campan en Italia. En Bulgaria, en Polonia, se hicieron fuertes en algunas zonas de Francia e incluso se infiltraron en los chalecos amarillos, lograron que Reino Unido votara a favor de la salida de la UE, el pasado abril lograron 12 diputados porque les votó más de dos millones seiscientas mil personas, en Alemania son clave para algunos gobiernos de sus Estados federales, en Suecia ponían en jaque al gobierno, etcétera. En buena parte todo lo ya dicho empujó al ascenso a estos grupos, pro hay muchas más razones. La fuerte y masiva inmigración hacia Europa de gente de África y Asia es usada por estos grupos como peligros sociales, tal como usó Adolf Hitler a los judíos, negros y comunistas en los años 1930. Los países del Este de la UE tienen una alta subida de estos partidos de ultraderecha incluida Grecia con Amanecer Dorado. En ellos se combina el rechazo al socialismo por el pasado de la Guerra Fría y sus dictaduras, pero también el miedo a Rusia y su potencial militar actual. El miedo al radicalismo islámico y la asociación de inmigración con delincuencia y pérdida de trabajo o abaratamiento de los sueldos, o que se aprovechan de las ayudas de los países europeos son el tema central de los argumentos de estos partidos. Hubo una fuerte oleada de inmigración durante varios años seguidos por la Guerra de Siria contra el ISIS y también sus complicaciones de Guerra Civil desde 2011. Pero también la hay desde África por hambre y por el avance de la desertización. La UE juega ahí con hipocresía. Deja el trabajo sucio, literalmente, a Turquía, Libia, Argelia y Marruecos, se quejan cuando ocurren graves sucesos de atentado contra los derechos humanos, pero luego no lo pone fácil para asistir incluso en el mar a aquellos emigrantes que están al borde de la muerte. Una idea propuesta es ayudar al desarrollo de los países de origen, incluso a mejorar su ecología, de al que depende el planeta, pero los mecanismos de la UE se mueven con desgana y lentos. Al final sólo se beneficia la extrema derecha con el uso de la demagogia y el desconocimiento, con ideas además fácilmente asumibles y sencillas por parte de muchos trabajadores depauperados por las políticas ultraconservadoras adoptadas desde 2010. Y sin embargo, si se va a Alemania, esa xenofobia no sólo existe contra gente de fuera de la UE, también está contra gente de los países de la UE que son del Mediterráneo. Se ha llegado a hablar de aporofobia más que de xenofobia, o sea de miedo al pobre más que miedo al extranjero, odio, más bien o recelo que cae en resentimiento profundo y acusación constante de ser causa de los males propios.

Desde 2004 a 2019 han sido quince años seguidos de mayoría democristiana y liberal en el Parlamento Europeo. Tiene pinta de que van a repetir cinco años más. Los países del Este de Europa parecen dispuestos a renovarles a ellos y a dar puestos a la ultraderecha, Alemania parece dispuesta a renovarles también. En varios países más ascendió la ultraderecha. Esto es algo que está ahí... y van a crear normas para dirigir la UE hasta 2024 como mínimo. Ahora mismo una perspectiva de izquierdas clara parece darla Portugal, España y Grecia. Los franceses generan duda. Su gobierno es liberal, pero ha causado descontentos profundos, estas europeas son como un plebiscito para ellos. ¿Y la Europa ecologista? Se haya dividida en varios bloques, como veréis en el esquema de ABC, pero se espera que ascienda. Ellos normalmente son de izquierda y también nacionalista. Y quizá las necesidades ecológicas sean las que más urjan a la UE ahora mismo, aunque parezca que no. El peligro del cambio climático es mucho más serio de lo que los grandes empresarios se lo quieren tomar. Pero más allá de políticas ecológicas se necesita un cambio de mentalidad en las personas para que cambien sus hábitos y sus hábitos de consumo... o estaremos totalmente perdidos, según la ONU para 2030. Nos quedan 11 años, más o menos. Un gobierno ecologista fuerte en el Parlamento Europeo podría ayudar a crear leyes que pusieran fin a muchas prácticas empresariales altamente contaminantes y tal vez al consumo eléctrico de millones de europeos.

Claro que otro reto de estas elecciones de 2019 es el asunto de la salida de Reino Unido. Debería haberse producido ya, pero su retraso fuerza a que Reino Unido deba participar de las elecciones, y por tanto tener diputados. Si al final Reino Unido se va sus escaños quedarán vacíos y eso es un problema relativo para el funcionamiento normal de las instituciones europeas hasta 2024, aparte de lo que suponga en dinero, en millones de euros. El tiempo que se queden, ¿cuál será el comportamiento de los eurodiputados británicos? ¿Serán leales a la UE o boicotearán sus debates? ¿Se producirá un bloqueo al estilo del Parlamento catalán, aunque en menor escala? Normalmente los británicos aportan un gran número de eurodiputados laboristas, su salida supondría otro punto a favor para los conservadores y sus medidas. No olvidemos que fue propuesta de los británicos poner sobre la mesa la posibilidad de que los robots coticen impuestos como los humanos por su trabajo. Los empresarios deberían pagar impuestos por cada robot, ya que el futuro nos indica que el trabajo robot anulará millones de puestos de trabajo humano, lo que generará problemas. También, lejanamente, abrieron el debate sobre si debían haber grandes uniones de sindicatos europeos. En fin, si se van o si al final hacen otro referéndum y se quedan es algo que probablemente paralizará y monopolizará montones de debates de las instituciones europeas.

Sea como sea, desde 2004 ha habido mayoría conservadora y no parece que a los europeos en general les haya hecho cuestionarse si sus medidas son las mejores a pesar de estar detrás de la crisis de 2008 y de todos los recortes posteriores. En el conjunto de la UE parece que hay compañeros de viaje que tienen sobre la mesa otras cuestiones para valorar que quieren renovar esa mayoría. Me gustaría escribir que este año sí se producirá un cambio en el Parlamento Europeo y ver cómo se afronta esta situación de crisis permanente con otra perspectiva no conservadora ni liberal, pero todo indica que no será así y que además entrarán un mayor número de diputados de extrema derecha. Quizá, ante todo este panorama, lo que urge en la UE es reforzar a los ecologistas... nos va mucho en ello. Y sin embargo, este mismo mes la UE ha dado vía libre para seguir adelante con el tratado de libre comercio con Canadá llamado CETA, que es más lesivo que el TTIP que tiene programado con Estados Unidos. Se trata de tratados comerciales ultraliberales que dañarán derechos democráticos, derechos laborales y que amenazan los ecosistemas y la ecología, todo a favor de generar más y más dinero a los grandes empresarios con recompensa para los gobiernos, para los políticos de los gobiernos. A los ciudadanos se les dice que es para generar empleo, pero en realidad va en su contra. Gane quien gane en Europa la mera presencia del CETA y del TTIP hace que toda política e iniciativa europea estén condenados a ser ultraliberales y antiecologistas.

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