martes, marzo 26, 2019

NOTICIA 1861ª DESDE EL BAR: MEGA AÑO ELECTORAL: LAS GENERALES (1)

Todo en España ha sido en los últimos tiempos una colección de anomalías, de cosas que nunca antes habían ocurrido en el actual periodo histórico de monarquía parlamentaria iniciado tras la dictadura del general Franco. Podemos poner el punto de arranque en los últimos meses del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con Rodríguez Zapatero, con el Movimiento 15 de Mayo (15M) en 2011, aunque ya se habían acumulado varias anomalías por la crisis económica mundial de 2008. Pero sin duda fue el gobierno del Partido Popular (PP) con Mariano Rajoy, que accedió por unas elecciones anticipadas, el que más cosas insólitas acumuló. En agosto de 2017 ya elaboré una primera lista sobre todas las cosas ocurridas entre ese 2011 y por entonces el verano de 2017 que eran sucesos sin precedentes en el actual periodo histórico (Noticia 1728ª). Algunos sucesos eran cosas que tenían mecanismos de respuesta elaborados en la Constitución de 1978, pero una gran mayoría no tenían respuesta posible y dio paso a la indolencia social o a la improvisación de respuestas. Así, a partir de octubre de ese mismo año empezamos a vivir un movimiento fuerte y una serie de sucesos políticos para lograr la independencia de Cataluña (Noticia 1741ª y Noticia 1744ª). Como quiera que no paró ahí la cosa, que incluso hubo dos mociones de censura al gobierno por la condena al PP a título lucrativo por la corrupción en las reformas de su sede, y uno de esas censuras al gobierno con éxito, devolviendo el gobierno al PSOE, ahora en manos de Pedro Sánchez, amplié el listado en el verano siguiente, en septiembre de 2018 (Noticia 1813ª). Al poco el gobierno anunció que sacaría al general Franco del Valle de los Caídos, para acabar con un homenaje y culto de Estado a un dictador (Noticia 1815ª), y aunque está anunciada su salida para el 10 de junio de 2019, lo cierto es que desde el verano de 2018 al de 2019 ha ido un año de tiras y aflojas que han resucitado a la extrema derecha en intención de votos, hasta el punto que, personificados en el partido Vox, ha sido clave para que la unión de las derechas (PP, Ciudadanos y ellos) formen gobierno en Andalucía esta primavera de 2019. En ese camino de subida de la extrema derecha Vox no iba sin pan en las alforjas, el nuevo líder del PP, Pablo Casado, alimentó esas ideas con muchas de las declaraciones y acciones que fue realizando en los pocos meses que lleva liderando el partido (Noticia 1833ª).

Cosas anómalas no han faltado desde septiembre de 2018. Por un lado el ascenso de la extrema derecha citado y el enrocamiento hacia esa extrema derecha del actual líder del PP, quien, por otra parte, al tipo de declaraciones que ya se comentaron en la Noticia que os enlazo, le ha sumado innumerables nuevas declaraciones de ese corte, el pacto con Ciudadanos y Vox para acceder al gobierno de Andalucía, donde nunca antes había gobernado la derecha en el actual periodo histórico, y otra gran tanda de declaraciones que caen en lo que se podría considerar machismo o tal vez misoginia. Está claro por otra parte que es algo anómalo que el PP presente por primera vez a las claras que hay personas en el partido que no están de acuerdo con la forma de llevar sus cosas su actual líder, mientras a la vez sale Aznar de las catacumbas para apoyar a Casado y arremeter contra un Rajoy que ha preferido hacerse a un lado e incluso bromear con Zapatero en un reciente acto conjunto no político.

Anomalía de anomalías, se tumbaron en el Parlamento los presupuestos del Estado propuestos por PSOE, mientras se juzgaba a los líderes políticos del independentismo catalán. PP y Ciudadanos votaron en contra para tumbar un gobierno al que llamaron traidor y golpista por pactar con los nacionalistas catalanes, la paradoja es que los nacionalistas catalanes también votaron contra esos presupuestos precisamente porque el gobierno del PSOE no había pactado con ellos la libertad de los presos ni ninguna ventaja independentista. De la política fracasada del dejar pasar primero y la mano dura después del gobierno Rajoy, se pasó a la política fracasada de la mano suave de Sánchez. ¿Qué proponen PP y Ciudadanos? Mayor mano dura. Como sea, aquel debate de los presupuestos trató permanentemente de Cataluña, casi nada de los presupuestos, hasta el punto que la Presidenta del Congreso pidió a los diputados que por lo menos algo comentaran de los presupuestos. En el Senado un senador gastó su tiempo de palabra en decir ochenta veces (literalmente) la palabra Cataluña, para denunciar al resto de políticos lo cansino del asunto y que hablar de Cataluña solamente provoca la parálisis del resto de temas que afectan a España. Entre tanto la lectura más acertada de lo que había pasado en el Congreso con el debate de los prepuestos la hizo el diputado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV): dirigiéndose a los diputados de PP y Ciudadanos, les hizo ver que ante la evidencia de que los nacionalistas catalanes no iban a votar a favor por no haber encontrado pacto con el PSOE, a ellos, PP y Ciudadanos, les daba igual que Sánchez se hubiera reunido con una tostadora (palabras suyas), porque todo era una excusa para derribar un gobierno porque sí, sin importar absolutamente nada. Y es que los presupuestos que se presentaron habían sido los más sociales de todo el periodo histórico actual. Los que más prometían en pensiones, ayudas, políticas sociales y la subida del sueldo mínimo de los 754€ a los 900€. Todo daba igual, en palabras de aquel senador: "Cataluña, Cataluña, Cataluña, Cataluña..." y así hasta el infinito. El monotema por encima del resto de ciudadanos. Aún con todo, desde el 1 de enero de 2019 se hizo por decreto la subida mínima a 900€, y es que el PSOE, acosado por muchos frentes, es el gobierno que más decretos ley ha aprobado, por no encontrar otra forma de sacar adelante el gobierno de la nación ante los constantes vetos de PP, Ciudadanos y nacionalistas catalanes, ocasionalmente también de Unidos Podemos.

Y suma y sigue. Se tuvieron que adelantar las elecciones, y ahí las tenemos: campaña electoral en Semana Santa y elecciones el 28 de abril. Es, junto al gobierno de la Unión de Centro Democrático de Calvo Sotelo entre 1981 y 1982, el gobierno más breve de la Historia actual. Al menos Sotelo cumplió un año de presidente, o sea que Sánchez es el presidente con el gobierno más breve, de momento. Ojo, de gobierno, que no de legislatura. La legislatura la comenzó Rajoy en 2016... ha sido muy movida y anómala en todo. 

Por medio, en uno de esos paquetes de decretos ley, cerca de las elecciones, Sánchez anunció la mayor oferta de empleo público. No se específico en un primer momento la cifra exacta. Unos medios hablaron de 30.000 empleos públicos, otros dijeron que 40.000. Los medios de comunicación escorados a la derecha le acusaron de usar el gobierno fraudulentamente en beneficio electoral propio, los escorados a la izquierda apoyaron la tesis de Sánchez de que en realidad era una urgencia social, no un acto electoral. Los organismos encargados de decidir sobre el carácter de la oferta de empleo público dieron la razón a Sánchez. Lo cierto es que tal como escribí en la lista de anomalías de 2017, ya el gobierno Rajoy había aprobado la que hasta entonces era la mayor oferta de empleo público, y probablemente con alguna intención de ganar réditos electorales perdidos, fueron entre 30.000 y 40.000... la misma cifra que se baraja con Sánchez. Pero nunca olvidemos que fue Rajoy quien congeló la oferta de empleo público en 2012, lo que ha provocado una grave crisis en la administración para encontrar un relevo normal. Si bien es cierto que la oferta de Rajoy hizo lo que tiene pinta que va a hacer la de Sánchez: dejar plazas vacantes, por lo que suena muy bien a los votantes las grandes cifras de generación de empleo, pero luego no se cumplen en su totalidad. El escándalo saltó a la prensa en las oposiciones de maestros y profesores, pero ha ocurrido en todos los ramos de la administración. Por el camino, la falta de personal deteriora los servicios y la administración públicos.

Y con todo este grupo de anomalías vamos a las elecciones generales en un mes. Nada garantiza que no se tengan que repetir por falta de posibilidades de formar gobierno de ninguno de los grupos. Está claro que van a verse abocados a pactar. Más valdría que desde el primer momento los partidos nos dijeran con quién van a pactar el día después, en lugar de insistir en que quieren gobernar en soledad. Y sí, los pronósticos dicen que la extrema derecha de Vox podría tener diputados, aunque de hecho las intervenciones de Pablo Casado ya son un poema en sí mismas. Tanto es así que mientras convocaron una gran manifestación por la unidad de España, donde estuvieron todos los partidos de derechas del Estado, sin faltar ni uno de la extrema derecha, cuando llegó el 8 de marzo se produjo la mayor manifestación feminista que ha existido hasta ahora en contestación a las innumerables perlas de unos y otros, especialmente del razonamiento de Casado hablando de recordarles a las mujeres "lo que llevan dentro" cuando están embarazadas. Sin ahondar en todos los comentarios de Casado, a cada cual con menos desperdicio, incluso las mujeres históricas del PP dejaron el barco, caso más sonado el de Celia Villalobos.

Anomalía tras anomalía. El 28 de abril votamos a Congreso y a Senado, pero para finales del mes siguiente, mayo, nos tocará votar para los gobiernos autonómicos, municipales y para el Parlamento Europeo. Es el año electoral total. Quizá, llegados a este punto, nos podrían haber ahorrado dinero al menos convocando todas las citas en un sólo día. Se mencionó hacerlo, pero no se decidió hacerlo.

El gobierno del PSOE de Pedro Sánchez ha tratado de hacer una de las políticas sociales más generosas habidas, pero no nos engañemos, estas políticas sociales sólo han ocurrido porque su principal socio de gobierno ha sido Unidos Podemos, ahora llamados Unidas Podemos. Sin esa unión difícilmente podrá volver a darse tal lote de medidas sociales, máxime cuando varios líderes del PSOE ya han declarado que ellos preferirían pactar un gobierno con los conservadores y liberales de Ciudadanos. Para mantener una política preocupada en devolver a los ciudadanos comunes lo perdido con los recortes y la crisis hay que lograr un gobierno conjunto de PSOE-Unidas Podemos, de otro modo se volverán a las medidas liberales que favorecen sólo a grandes empresarios y bancos, que de vez en cuando da algo a los trabajadores pero no mucho (fueron ellos, empresarios y bancos, desde la CEOE, la CEPYME y el Banco de España los que dijeron no a los 900€ o a revisar las pensiones).

Y en esto estamos cuando entre tanto en los tribunales los líderes del independentismo catalán juegan en sus declaraciones a negar la mayor o a aceptar lo hecho a la vez que acusan al gobierno de hacer un juicio político a modo de Causa General donde, insinúan, la sentencia ya está decidida antes de que se iniciase el proceso. Cataluña, Cataluña, Cataluña, que decía el senador Carles Mulet, de Compromís. La realidad es que el asunto catalán monopoliza el gobierno de España desde octubre de 2017, y un poco antes. La prueba está en que incluso ya de manera directa o indirecta es capaz de subir y bajar políticos y ahora también presupuestos generales y gobiernos. Es como si el resto de las cuestiones de España y de las cosas que afectan a los españoles ya no importaran. Sin solución al asunto catalán no parece que pueda haber buen gobierno, o al menos provechoso. No hay más debate que el debate de Cataluña, y eso es un peligro para el bienestar social. Excesivo tema de Cataluña en las mentes de los diputados y senadores.

¿Y en otro temas? En otros temas algunos organismos internacionales señalaron a España como país que cuenta con presos y exiliados por usar de la libertad de expresión, o con multas. Y no se referían en este caso tanto al asunto de Cataluña, si no al de varios artistas. Es el abuso de la Ley Mordaza, una particular interpretación española de una recomendación de la Unión Europea a sus miembros, que la propia Unión Europea ya ha recriminado a España que usa mal.

En fin, que esta vez no hay mucho que aportar de cara a las futuras elecciones generales. Todos los que se presentan están bien retratados por ellos mismos. Las posiciones están polarizadas y lo único claro que hay que tener en cuenta es que todo gobierno futuro pasa por acuerdos o pactos con otros partidos, así como por solucionar el tema catalán, tan enrocado y tan sin solución mientras las posturas sigan inamovibles por ambas partes. Su parálisis paraliza a España. Esto es evidente. Para desbloquear una parálisis alguna de las partes debe empezar a mover pieza.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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