miércoles, marzo 25, 2015

NOTICIA 1464ª DESDE EL BAR: DIOSES, HÉROES Y ATLETAS. LA IMAGEN DEL CUERPO EN LA GRECIA ANTIGUA

He visitado la nueva exposición temporal del Museo Arqueológico Regional de Madrid, que ya sabéis que son gratuitas. Esta vez está dedicada a "Dioses, Héroes y Atlétas. La imagen del cuerpo en la Grecia Antigua". Para más detalles podéis leerlo entrando por el título de la exposición a la página del museo, que está en la Plaza de las Bernardas de Alcalá de Henares. La verdad es que esta vez la exposición ha tenido una repercusión mayor que otras veces. Por poner un ejemplo, entre otros sitios se ha anunciado en la prensa nacional como El País y como ABC. Lo cierto es que se nota la publicidad, porque había un colegio esperando entrar en el museo y dentro había dos grupos escolares a la vez en diferentes lugares de la exposición, a cada cual más ruidoso, a cada cual con alumnos peor controlados por sus profesores, cuyo ejemplo por otra parte era explicarles las cosas y regañarles a grito suelto por toda la sala. ¿Y la guardia de seguridad? Dando vueltas, preocupada, por lo que la escuché comentar a mi lado con un compañero, por si una de las réplicas de escayola podría haber sido rallada o no por una de las adorables criaturas o incluso por el transportista que trajo las estatuas, pero de decir: "por favor respeten al resto de visitantes", nada de nada. En fin, el ambiente era un horror, nada que ver con anteriores ocasiones en otras exposiciones. 

La exposición durará hasta el 26 de julio. Se puede ver de Martes a Domingo por las mañanas y las tardes, aunque Sábados y Domingos sólo está abierta hasta las 15:00, que es algo que suele ocurrir mucho en Alcalá de Henares en muchos de sus sitios visitables en una muy equivocada política cultural y turística. Con el Museo Arqueológico Regional han colaborado esta vez la Embajada de Grecia en Madrid, el Ministerio de Cultura, Educación y Asuntos Religiosos de la República Helena y el Museo Arqueológico Nacional de Grecia, que está en Atenas. Se exponen réplicas de esculturas y cerámicas griegas creadas en los años 2000 en diferentes lugares especializados en España, pero también hay muchas piezas originales traídas desde Grecia, de Atenas, y de otros museos españoles. También hay algunas fotografías de comienzos del siglo XX cedidas por la Comunidad de Madrid y hasta un dibujo de Goya del siglo XVIII. 

Las cartelas no dicen gran cosa explicativa que te recuerde los, o te informe de, detalles mitológicos representados. Tampoco es que ahonden en explicaciones históricas. Te sitúan cronológicamente la obra, te dan el nombre, si acaso te dicen dónde se encontró la obra (hay obras encontradas a lo largo de todos los países del Mediterráneo ligados a la antigua Grecia), y la explicación histórica que se te da es una explicación que a mí, como profesional de la Historia que también soy, me parecieron tesis altamente subjetivas que, al no indicarse que son tesis, parecen ser verdades absolutas. La exposición se divide en cinco partes explicativas que se organizan en torno a lo que sus nombres propiamente indican: "El cuerpo de gimnasio", "La invención. El desnudo", "Dioses, atletas y héroes", "El desnudo femenino" y "El desnudo en las Academias". A través de estas secciones se podrá aprender cosas como que el desnudo masculino era un desnudo idealizado en las estatuas. Que el desnudo femenino se crea siglos después que el masculino y ligado a actividades de baño o de amante, pero no de admiración (según quien escribió las cartelas, aunque ese punto de vista subjetivo no se indica en esas cartelas), se explican los cánones de belleza, el contraste con otras culturas que también producían esculturas, etcétera. Todo ello orientado desde una perspectiva siempre estética en torno al cuerpo humano. Pocos datos estrictamente artísticos y pocos datos estrictamente históricos y arqueológicos, y los que hay, insisto, a mí me resultaron muy subjetivos, a pesar de que no se indica que sean teorías o puntos de vista de quien montó la exposición.

Sinceramente, según leía las cartelas me dio la sensación de que estaban escritas por una mujer. No por nada concreto, sino porque había una manera de hablar y de expresar ideas que me resultaron más propias de una mujer. Así por ejemplo, en una de las más conocidas esculturas griegas sacada de un conjunto funerario, el Kouros de Ptoion, hay una extensa explicación escrita sobre la belleza del cuerpo masculino que a mí por lo menos no me resultó en ningún momento un intento de situar artísticamente al visitante, me pareció realmente una loa propiamente dicha a la belleza de la desnudez masculina con un grado de admiración, por las palabras usadas, muy amable pero muy claramente poco común de que esas palabras las use un varón. Sé que esto suena machista, pero no lo es. No encuentro las mejores palabras para explicarlo, pero es cuestión de ir, verlo y leerlo. En otras palabras, si en una cartela me hablan de lo apetecible de un cuerpo masculino, ya digo yo que, en todo caso, como hombre heterosexual me puede parecer bello un cuerpo masculino desnudo, pero apetecible... eso es otra cuestión y otra valoración de belleza. Hay determinadas expresiones que al lector nos ubica desde el punto de vista de una mujer ante un desnudo masculino. No anoté ninguna para poder presentarla por aquí de manera literal, pero las hay y me hacen preguntarme qué hubiera ocurrido si se hubiera dicho eso respecto al desnudo en estatua de una mujer. Como sea, a mí me da igual. Me parece bien. Lo único que hecho en falta realmente es que se hubieran comentado las obras más desde el Arte y la Historia, menos desde lo subjetivo, porque es un Museo Arqueológico y no un Museo de Arte Contemporáneo. No están mal las informaciones de las cartelas, pero quizá se debiera haber indicado de algún modo la subjetividad, sobre todo porque en vista de que van muchos colegios, vendría bien que los alumnos en edad de aprender lo tengan en cuenta y no lo asuman como realidad única. 

Sea como sea, efectivamente las autoras de las cartelas son sus comisarias, son dos mujeres, Carmen Sánchez e Inmaculada Escobar. La orientación de sus explicaciones, en todo caso, incide en la idea de que el mundo es muy machista ayer y hoy y los griegos no eran menos. Eso dicho de manera totalmente tal como lo he percibido al leer, y leí esa idea de tan diferentes maneras, pero tan repetidas veces, que pasada la mitad de la exposición dejé de leer las explicaciones. No es una idea que comparta, ni creo que sea la mejor de las lecturas de esta exposición, ni la más aleccionadora para todos esos colegios que van de visita a que los alumnos preadolescentes y adolescentes aprendan. Los contextos culturales son importantes, esos mismos que no se explican en esas cartelas. Creo personalmente que hay muchísimas lecturas que hacer en torno a esos desnudos, tanto masculinos como femeninos, diametralmente opuestas y más positivas que todo lo que me ha parecido que se da a entender en plan negativo contra la mujer. No creo que cuando se crearon se pensase en más de la mitad de las cosas que se señalan en la exposición, a la que por cierto, le adjudico además algunas piezas alejadas del punto desde donde debe observarlas el visitante y, al ser la letra de las cartelas pequeña, no se puede leer bien lo que se dice de ellas. 

Donde se sobreentiende por algún escrito explicativo una cierta opresión al mundo femenino en la antigua Grecia, también cabe una interpretación opuesta no indicada en el museo. Lo que parece la visión de un obseso sexual cuando aparece el primer desnudo femenino en una Venus que es sorprendida en su baño, a mí me parece más bien un motivo más de mostrar el desnudo como modo de admiración al cuerpo de la mujer, del mismo modo que se usa la excusa del atleta limpiándose el sudor para mostrar desnudos masculinos. Entender una cuestión de sexo en el uso de una excusa de argumento para una estatua femenina, pero una cuestión de admiración en el argumento de una escultura masculina, me parece una visión desacertada. Quizá no esté la desigualdad en el ojo del creador, sino de quien observa.

No niego que el desnudo femenino se dé siglos después que el masculino en la cultura griega, en estas estatuas, pues arqueológicamente, según esta exposición, no parece que haya hayazgo que lo contradiga. Obviamente hay que buscarle explicación a eso. Es lo que tratan de hacer las dos comisarias, pero discrepo en algunas de sus tesis tal como las han expuesto. Quizá me serían más aceptables esas mismas tesis con matices, matices importantes, en algunos casos, grandes matices. 

Como sea, se podrán ver reproducciones y originales de estatuas muy conocidas y no tan conocidas, incluyendo también cráteras y otras cerámicas con preciosos dibujos en blanco sobre fondo negro con Ulises, Teseo, el Minotauro, Hércules y otros personajes míticos. A mí me resultan muy bonitas algunas esculturas como la de la Venus que trata de cubrir su desnudez con sus manos sin lograrlo, o el cuerpo, también femenino, de una Venus acuclillada (sin cabeza ni brazos) cuyo color de la piedra fue elegido por el escultor con un asombroso parecido al color de la piel humana, o bien me quedo con esas cráteras, en concreto con una con jinetes de varios siglos antes de Cristo, o con algunos atletas que se atan cintas en el pelo, se limpian el sudor o simplemente muestran su torso, o bien los cuerpos que usaron para representar a Apolo. Siempre me llamará la atención cómo los escultores sabían manejar sus herramientas sobre la piedra para detallar músculos, pelos y venas con tal destreza que parecen humanos petrificados por arte de magia. Un sólo error del cincel pudiera haberlo estropeado todo, y sin embargo ahí siguen, siglo tras siglo, milenio tras milenio, con sus sinuosas curvas perfectas y puras como de ser humano.  

Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

Maria dijo...

Estoy de acuerdo con prácticamente todo lo que comentas, cuando yo fui a verla llegó un momento en que dejé de leer las cartelas porque no me estaban aportando nada, y tenían un enfoque muy limitado. Son obras que merecen ser mostradas con mucha más información. Por otro lado llegó un momento en que estuve más pendiente de un niño de unos 4 años que no paraba de corretear alrededor de un original romano como si nada. Y si, la venus acuclillada me pareció impresionante

Canichu, el espía del bar dijo...

El asunto "niños" en esta exposición no lo tienen dominado.