viernes, marzo 13, 2015

NOTICIA 1460ª DESDE EL BAR: ACTOR DE LA BARRACA

"LORCA: Hacer arte. Pero arte al alcance de la mano de todo el mundo. Vamos principalmente contra esas sociedades meramente recreativas, donde el baile o la cachupinada teatral son la principal razón de existencia. Tanto daño como el teatro en general , este teatro de ahora, ñoño y cursi por un lado, por el otro grosero y zafio; tanto como este teatro, repito, originan daño esas agrupaciones que vienen a ser su propia continuación. Da horror ver la Sociedad Fulano de Tal y Mengano de Cual con programitas febles que, más que para procurar un espectáculo culto, parece que van a servir de pretexto para que las chicas casaderas ganen frecuentes blancos en sus legítimas aspiraciones. Cualquier autor de obritas relamidas halla en seguida admiradores que colocan su nombre como rótulo de una entidad dispuesta a proseguir el amaneramiento que con tanto afán como torpe resultado han sabido lanzar contra el público.

ENTREVISTADOR: Entonces el propósito de ustedes es fundar varios Clubes teatrales, ¿no es eso?

LORCA: Exacto. Tantos como sean precisos para desplazar a las falsas sociedades domésticas que ya existen. Pero desplazarlas por la persuasión de las gentes. Nada de batalla. Nuestras actuaciones se encargarán de lograr su victoria.

(...)

LORCA: Lo importante es que comiencen estos Clubes Teatrales a actuar a representar obras que no admiten empresas. (...) [Las compañías de teatro domésticas] sólo representan obras ya caducas, fáciles, sin interés alguno. Así ni pueden surgir buenos intérpretes, ni menos autores.  (...)

(Entrevista a Federico García Lorca: "Una interesante propuesta, el poeta Federico García Lorca habla de los Clubes Teatrales", publicada en el diario El Sol, 1933).


"(...) Claro que le gusta al público. Al público que también me gusta a mí: obreros, gente sencilla de los pueblos, hasta los más chicos, y estudiantes y gentes que trabajan y estudian. A los señoritos, a los elegantes, sin nada dentro, a esos no les gusta mucho, ni nos importa a nosotros (...)."

(Entrevista a Federico García Lorca: "Vacaciones de La Barraca", publicada por Juan Chabás, 1934).


"(...) Lo absurdo y lo decadente [del teatro] es su organización. Eso de que un señor por el mero hecho de disponer de unos millones, se erija en censor de obras y definidor del teatro, es intolerable y vergonzoso. Es una tiranía que, como todas, sólo conduce al desastre. 

(...) Quisiera terminar la trilogía de Bodas de sangre, Yerma y El drama de las hijas de Loth. Me falta esta última. Después quiero hacer otro tipo de cosas, incluso comedia corriente de los tiempos actuales y llevar al teatro temas y problemas que la gente tiene miedo a abordar. Aquí lo grave es que las gentes que van al teatro no quieren que se les haga pensar sobre ningún tema moral. Además, van al teatro como a disgusto. Llegan tarde, se van antes de que termine la obra, entran y salen sin respeto alguno. El teatro tiene que ganar porque no ha perdido autoridad. Los autores han dejado que el público se les suba a las barbas a fuerza de hacerles cosquillas. No, no hace falta recobrar la autoridad perdida y poner dignidad artística en los camerinos. Hoy sólo algunos autores viejos tienen esa autoridad. (...) En cuanto los de arriba bajen al patio de butacas, todo estará resuelto. Lo de la decadencia del teatro a mí me parece una estupidez. Los de arriba son los que no han visto Otelo, ni Hamlet, ni nada, los pobres. Hay millones de hombres que no han visto teatro. ¡Ah! ¡Y cómo saben verlo cuando lo ven! Yo he presenciado en Alicante como todo un pueblo se ponía en vilo al presenciar una de las cumbres del teatro católico español: La vida es sueño. No se diga que no lo sentían. Para entenderlo, las luces todas de la teología son necesarias. Pero para entenderlo el teatro es el mismo para la señora encopetada que para la criada. No se equivocaba Molière al leer sus cosas a la cocinera. Claro que hay gente irremisiblemente perdida para el teatro. Pero claro, son aquellos que 'tienen ojos y no ven, oídos y no oyen'. Y patean porque una madre en escena vende a su hija, como ocurrió con Casa de naipes, de Ugarte y López Rubio."

(Entrevista a Federico García Lorca: "Los artistas en los ambientes de nuestro tiempo", publicada en el diario El Sol, 1934).


"(...) Yo soy español integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el mero hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política. 

(...) Muy poca gente conoce el canto gitano porque lo que se da frecuentemente en los tablados es el flamenco, que es una degeneración de aquel. (...)."

(Entrevista a Federico García Lorca: "Diálogos de un caricaturista salvaje", publicado en los comienzos de 1936, antes de julio, Lorca murió el 18 de agosto de ese año, ejecutado por el ejército nacionalista del general Franco).


"(...) Me va molestando un poco mi mito de gitanería. Confunden mi vida y mi carácter. No quiero de ninguna manera [mandar romances gitanos nuevos para la revista Verso y prosa]. Los gitanos son un tema. Y nada más. Yo podía ser lo mismo poeta de agujas de coser o de paisajes hidráulicos. Además, el gitanismo me da un aire de incultura, de falta de educación y de poeta salvaje, que tú sabes bien no soy. No quiero que me encasillen. Siento que me van echando cadenas. NO (como diría Ors).

Habrás recibido Litoral. Una preciosidad, ¿verdad? Pero, ¿has visto qué horror mis romances?

Tenían más de ¡diez! enormes erratas y estaban completamente deshechos (...)"

(Carta de Federico García Lorca a Jorge Guillén, 1927. Aún con todo, entre 1922 y 1931 dio varias conferencias y entrevistas defendiendo el cancionero gitano como la cultura popular más pura y más sincera, llegando a enraizar el cancionero gitano español con la poesía andaluza de los tiempos de Al-Andalus, aduciendo razones filológicas y de musicología ayudado por las tesis en el mismo sentido del músico Manuel de Falla.)


De Federico García Lorca he hablado algunas veces ya en esta bitácora, pero en concreto de Lorca y de su compañía de teatro La Barraca hablé en la Noticia 1097ª, cuando el Instituto Cervantes trajo una exposición itinerante a Alcalá de Henares para explicar todo aquello en lo que aquel proyecto trató de ser y de lograr en los años de la Segunda República entre 1931 y 1936, y su prolongación en la guerra civil sin Lorca hasta 1937-1938, no recuerdo la fecha concreta, pero sé que no llegaron al final de 1939. 

Este pasado Carnaval me disfracé de actor de La Barraca. Efectivamente, para los que más referencias visuales tienen del mundo del espectáculo, así eran los uniformes de los actores de la compañía de teatro de La Barraca, de Federico García Lorca en los años 1930, tal como se ve en la fotografía que os muestro de mí disfrazado. Eran monos de trabajo mecánico combinados con boinas de agricultor o ganadero y camisa blanca y corbata de trabajador intelectual. Los monos de trabajo de las actrices llevaban faldas y amplios cuellos blancos. Las actrices de Lorca eran todas universitarias y tuvieron especiales problemas tras la guerra a pesar de que sólo habían llevado el teatro y la cultura por los pueblos. Y sí, después de la guerra sus uniformes fueron imitados por la Sección Femenina de Falange, pero sin usar un mono de trabajo femenino. Por cierto, a pesar de que fueron muy perseguidos actores y actrices y cruelmente represaliados todos los miembros de La Barraca que tuvieron que ver con Lorca, algunos de aquellos actores durante la guerra se hicieron de Falange y fundaron una compañía similar en la zona franquista llamada La Tarumba.

Lorca compartía la idea anarquista y de algunos sectores comunistas, sin ser alguna de las dos cosas, acerca de que los intelectuales eran también trabajadores, por ello a los miembros de su compañía de teatro les uniformó con ese mono de trabajo mecánico, la boina propia del campo, y la camisa, la corbata y los zapatos. Más el logo que él mismo diseñó, que fue lo más complejo de coser, pero que cosí reciclando telas de pantalones y camisetas rotos, fijándome de modelo en las fotografías de un uniforme original que vi en la exposición temporal que antes cité. Como sea, con esa visión de conjunto de los actores de La Barraca salí disfrazado en Carnaval, como digo, acompañado por una amiga que iba también de actriz de La Barraca. Había aquel día una curiosa coincidencia, pues vimos a mucha gente disfrazada de gente del espectáculo, tipo mimos, payasos, actrices, etcétera. Mi gata, que se metió ella sola debajo de mis sábanas bajeras, se disfrazó de sábana bajera. Lo hizo bien. 

Ya me he leído la obra completa de Lorca, la acabo de terminar, y, ya que el año pasado di un recital explicativo de los poemas de Lorca, pues me apetecía disfrazarme de esto y convencí a una amiga, como he dicho, para que ella también lo hiciera. Llevaba tiempo queriendo hacer este disfraz. No he encontrado mejor modo de compartirlo este año con vosotros que dando voz al propio Lorca transcribiendo estos fragmentos de entrevistas y de una carta suya sobre el tema del teatro y algún otro vital en él. Fue mi amigo Lluis Coll quien me regaló en 2013 el libro de la obra completa de Federico García Lorca publicada por primera vez en España en 1957, con censura no indicada en ninguna de sus partes. Es un volumen en tapas de cuero con un dibujo de Lorca troquelado en su lomo y también su firma en letras doradas en la cubierta. Lo editó la Editorial Aguilar en Madrid, en papel fino, de Biblia o de fumar, nunca mejor dicho pues en España era el mismo fabricante el que surtía de papel fino a editores de Biblias y a Tabaquera. Cuenta con un prólogo del poeta Jorge Guillén y con un epílogo del también poeta Vicente Aleixandre, que fueron amigos y compañeros de Lorca. La edición de este libro fue delicada, pues Lorca había sido asesinado por los falangistas en el comienzo de la guerra civil en 1936. Aquel crimen, denunciado ante las autoridades por Manuel de Falla por primera vez, persiguió a Franco y su dictadura a lo largo y tendido de todo su gobierno y hasta la actualidad. Cuando en 1943 comprendió que Hitler podía perder la guerra mundial comenzó un viraje para acercarse en simpatías a los aliados, pero el asunto de Lorca, entre otros muchos, pesaba como una losa. Al acabar la guerra mundial en 1945, cuando se vio que los aliados no entrarían en España para acabar con Franco, Franco reinició a un ritmo elevado las ejecuciones de opositores al régimen, nunca se habían interrumpido, pero entre 1943 y 1946 se habían aminorado. Los peores años fueron 1947-1948. La Organización de Naciones Unidas recibió varias quejas. España estuvo aislada económica y políticamente hasta que en 1953 recibió el visto bueno de Estados Unidos y del Vaticano. Franco hizo una serie de gestos que pudieran simpatizar a las democracias europeas. Entre esos gestos permitió que su Ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz-Giménez, iniciara una política de acercamiento a la Cultura de los republicanos exiliados, que había estado totalmente censurada. Es por ellos que la editorial Aguilar y otras pudieron publicar libros como este, a pesar de tener partes y textos omitidos. Ruiz-Giménez fue cesado de su cargo en 1956 por una serie de revueltas universitarias y de choques entre alumnos muy de derechas con alumnos que pedían democracia, todo en torno a la figura del recién restituido parcialmente para la memoria y el pensamiento Ortega y Gasset, el pensador republicano, que volvió al cajón de los no autorizados. Como sea, la obra completa de Lorca, aunque mutilada por la censura, se editó en este libro de 1957, cuyo uno de sus ejemplares fue de una de las tías de Lluis Coll cuando era estudiante universitaria en aquellos años, ella se lo dio a él y él consideró que yo lo sabría apreciar, por lo que me lo dio. Me ha gustado mucho leerlo y conocer más a Lorca, incluso di un recital explicativo de su poemario en la tetería Güama el año pasado.
  
Espero que estos fragmentos que os he compartido también os sirva a vosotros, como a mí, para conocer mejor al autor respecto a temas que en general sabemos que le atañen, pero no conocemos tanto en concreto. Muchas veces atañemos a autores cuestiones que ellos ya dejaron muy claro su punto vista, hay quien les otorga en la actualidad hipotética que apoyarían equís cosa que en realidad ya dijeron en su día que no apoyarían. Siempre es interesante releer sus reflexiones y debates propios para repensarnos incluso a nosotros mismos. 

Un saludo y que la cerveza os acompañe.






Otros disfraces:
Noticia 544ª: Halloween. Noticia 584ª: En un mundo paralelo. Noticia 906ª: De disfraz en disfraz. Noticia 1051ª: La noche de los superhéroes. Noticia 1187ª: De entre el fuego. Noticia 1327ª: Fuimos quienes fuimos.

2 comentarios:

María dijo...

Bonito homenaje a Lorca, tanto por el disfraz como por la entrada. Me hubiera gustado ir a la charla de la tetería,pero no pude. Tuvo que ser interesante.

Canichu, el espía del bar dijo...

No sé si proponer algo similar en otros sitios.