domingo, febrero 19, 2012

NOTICIA 1051ª DESDE EL BAR: LA NOCHE DE LOS SUPERHÉROES

Músico del siglo XVIII, psicópata caníbal, pistolero norteamericano del siglo XIX, miliciano anarcosindicalista de la guerra civil española... y más en el pasado, el Llanero Solitario, Sandokán o D'Artañán. Los disfraces, ya mostré algunos propios en la Noticia 906ª, suelen dejar mostrar un yo profundo e íntimo en la persona, lo que se desea ser, lo que se anhela, lo que es contrario o completementario en la persona, o bien lo que oculta la persona en su interior. Todo depende del caso de quien se disfraza. Pero las lineas psicológicas generales son esas.

Hasta ahora cuando yo me he disfrazado he elegido el personaje de modo libre, pero como dije en la Noticia 1047ª, este año tocaba una fiesta temática en el Flamingo Rock Bar (aunque la entrada era libre y no era obligatorio seguir el tema) sobre superhéroes. Ya comenté entonces quién fue el primer superhéroe propiamente dicho y porqué nace este género del cómic en 1938 con Superman. Y dejé caer que yo elegí un héroe, que no un superhéroe para tal fiesta. Y ahí estuve, preparando mi traje reutilizando ropa vieja y como mucho comprando algún complemento por Ebay (las tiendas españolas no tenían lo que buscaba, y si lo tenían era de precios en exceso elevados, sobrevalorados, salía más barato, incluyendo gastos de envío, comprarlo de Reino Unido).

En buena parte esto del carnaval para mí es esto, poder hacerte en lo posible tú mismo el concepto de tu disfraz y crearlo. Me llena más de ilusión este tipo de fiesta que la Navidad últimamente. Además, antes de ir al Flamingo pasé por dos bares amigos, y es impagable ver reir y sonreir a caras bien conocidas con algo tan simpático e inocente como resulta aparecer de modo anómalo cuando normalmente hay ya establecida una rutina de maneras y formas. Hacer sonreir a alguien, sobre todo cuando lleva varias horas con la pesadez del trabajo en la barra de un bar, siempre es algo que de por sí ya merece la pena. Hacer sonreir a alguien es algo muy valioso, más en estos tiempos.

Pues el héroe que yo elegí es Flash Gordon (1934, por Alex Raymond), que no es lo mismo que Flash (1940, por Gardner Fox y Harry Lampert). Pasé una noche haciendo esa diferenciación a algunos amigos. Flash Gordon no es uno de los personajes más recordados hoy día, sobre todo entre la gente más joven, lo pude comprobar. Quien lo recuerda lo hace sobre todo a través de la película de 1980 (de Mike Hodges), por los dibujos animados que empezaron a realizarse en 1979, o por la música de la película citada, compuesta por Queen. Sin embargo, el personaje ha venido siendo popular desde su mismo comienzo, tanto es así que ya se hicieron hasta tres películas de él, una en 1936, otra en 1938 y otra en 1940.

Flash Gordon no es un superhéroe, no tiene superpoderes y, como dije, el superhéroe como tal propiamente dicho no nacerá hasta 1938 con Superman, cuatro años después de la creación de Flash Gordon. Sin embargo los estudiosos del Noveno Arte consideran que en este personaje ya hay prefiguradas muchas de las características que forman la figura del superhéroe. No es de extrañar que por ejemplo Superman sea un personaje de origen extraterrestre, quizá homenaje a Flash Gordon aparte de ser un recurso fácil para explicar sus superpoderes. No es lo único "en común" entre ellos. Aunque Flash Gordon ha cambiado de traje varias veces básicamente siempre ha tenido los mismos colores básicos en su traje (son fáciles para imprimir y quedan bien visualmente), que son los mismos que los del traje que tendrá Superman: azul, rojo y blanco o amarillo. En un tiempo tuvo también verde y negro. Sea como sea, son los colores de la bandera norteamericana también. Y es que Flash Gordon es el deportista de éxito, un triunfador en la vida de origen humilde (el sueño americano) que junto a su novia y un científico amigo suyo se van a recorrer el espacio y la galaxia para salvar al planeta La Tierra y a la Humanidad de las conspiraciones de un emperador galáctico y tirano llamado Ming, curiosamente de rasgos y vestimenta de emperador chino.

En las fechas en las que se creó Flash Gordon, enero de 1934, no sólo se había vivido el año más duro de la crisis económica de 1929, que fue 1932-1933, sino que mientras Estados Unidos de América había encontrado a un presidente salvador, Roosevelt (al que los miembros del partido republicano llamaban comunista, subió un 90% los impuestos a las fortunas más ricas como una de las medidas para acabar con la crisis económica), en Europa el fascismo llevaba gobernando en Italia desde 1922, el nacionalsocialismo (NAZI) había alcanzado el poder en Alemania en 1933, la Unión Soviética tenía a Stalin, el resto de Europa, salvo Europa occidental, se dejaba seducir por discursos políticos autoritarios y en Asia Japón se anexionaba Manchuria y amenazaba a China y a múltiples territorios de Extremo Oriente. Aún más, cuando se realizó la primera película de Flash Gordon en 1936, en España el régimen democrático de la II República se veía amenazado por el fascismo que inició una guerra civil. Roosevelt y la población civil americana apoyaron a los republicanos, mientras que los grandes empresarios norteamericanos apoyaron con petróleo, dinero y otras cuestiones materiales, a los golpistas de Franco. Flash Gordon era un personaje que representaba el sueño americano, que aunaba un equipo formado por un deportista de éxito de origen humilde, un científico famoso y una mujer de armas tomar, ellos juntos defenderían la libertad y la democracia frente al avance del totalitarismo de Ming, que se iba anexionando planeta tras planeta a su gobierno, o bien destruía a sus enemigos de un modo total. El mensaje y necesidad de crear el personaje ficticio era evidente. Se dio al público lector un salvador democrático y de valores norteamericanos de democracia frente al avance del totalitarismo.

Se publicó con la editorial y revista King Features Syndicate. Algunos estudiosos del Noveno Arte ponen en duda en nuestros días, desde hace unos años, que los primeros números puedan ser considerados cómic, ya que usan de la prosa, y no de los textos en globo (bocadillos) y sigue unos ritmos literarios que podría ser una novela ilustrada. Sin embargo, la mayor parte de los críticos consideran que la evolución de la historia en esos números usa perfectamente si no todos si buena parte de los recursos estilísticos y formales del cómic, por lo que sí sería cómic, y probablemente el primer cómic de éxito de masas norteamericano. Su creador, Alex Raymond aparece entre los nombres importantes del cómic, pero también entre los autores de la literatura de ciencia-ficción en el siglo XX. Hay unas cuantas cosas meritorias en este creador, pero quizá una de las más llamativas, aparte de todo lo comentado hasta ahora, sea lo visionario que resultó ser su obra en 1934, ya que buena parte de los artilugios que imaginó han resultado ser reales en este comienzo del siglo XXI. El caso más preclaro es el de imaginar ya no sólo la creación de un ordenador, sino de uno pequeño, portátil, personal y con capacidad para mantener conversaciones entre personas a muchos miles de kilómetros de distancia entre sí, y encima, para más regocijo, lo dibujó en manos de uno de los personajes malvados de la historieta con una forma idéntica a los ordenadores portátiles de este comienzo del siglo XXI. Nos lo contó bien Manuel Cerdá en Un Mundo Libre. La viñeta es de 1937, mientras que el primer ordenador, aparte de ocupar físicamente una habitación entera, se había ensayado por primera vez entre 1937 y 1942, se había logrado uno secreto durante la Segunda Guerra Mundial en 1941, comenzó a funcionar eficientemente en 1944, perfeccionado en 1946, y al final. un ordenador propiamente dicho sólo vería la luz definitivamente en 1949, y de las dimensiones mencionadas. Lo cuentan en Microsiervos.

Amigos y amigas vestidos de boda gitana, remarcando un carácter grupal y familiar, de sentimientos de solidaridad y unidad afectiva, supervillanos y villanos tipo Bulleye, Catwoman, Enigma, los niños mutantes de San Ildefonso, Jocker, superhéroes y héroes como Spiderman, Robin, el Motorista Fantasma, Tormenta de la Patrulla X, la Mujer Invisible de los 4 Fantásticos, Calico Electrónico, Duffman, Asterix, Elektra... Personajes sobrenaturales, como Noche, de Sandman... O muy naturales, como los glóbulos rojos de los dibujos animados de Érase una vez la Vida, o un caballo bien conocido. O también viajes al pasado, con guardias suizas del siglo XVI, u oficiales militares de la República Democrática Alemana, o el grupo musical de heavy metal KISS. Y yo, de Flash Gordon, elegí de entre sus trajes, el que usó en los años 1980' que le pintaron en 1979.


P.D.: Las fotos de mejor luz y textura las realizó el Chico Gris, la otra la realizó con la mala cámara de fotos de mi teléfono movil, mi madre.

2 comentarios:

Mauricio dijo...

Interesante. Nunca me había parado a pensar la relación entre Flash Gordon-Ming con la política del momento. la lucha de la democracia contra el totalitarismo fascista. Lo que viene a confirmar que nada es inocente y todo tiene un trasfondo mucho más profundo. Me ha gustado el post.
Salud

Canichu, el espía del bar dijo...

Pues Superman y batman por ahí van los tiros, pero los más evidentes son Flash Gordon y Superman. Saludico. Que la cerveza te acompañe.