Por mis venas aún corre sangre, y aunque esté sin empleo y mis ingresos bajan ya de modo muy peligroso, un par de amigos me han dado la oportunidad de servir en su bar las últimas noches de fiestas de la ciudad, y ahí llevo desde el miércoles a cargo del local (acabaré este sábado). Otro de ellos me cedió otra noche para poner música en otro local hacia el 9 de septiembre, en el Temple, casi en las afueras de Alcalá, siempre que este amigo no solucione sus horarios y pueda entonces ir él sin necesidad de mi ayuda. No es que solucione mis problemas económicos, pero lo poco que gane pagará alguna factura y volveré a quedarme con un agobio más suave que el de no poder pagarla. De este modo esta noche estaré en el Flamingo Rock Bar, poniendo cervezas y copas. Así que ya puede ver el Alto Mando del Servicio de Espionaje de Bares que no está mi sangre tan espesa por el alcohol como para impedirme hacer algo en tiempos económicamente difíciles. Estoy agobiado, eso sí, tras este sábado, y a excepción del viernes 9 de septiembre, volveré a no tener ningún tipo de ingreso... y necesito ingresos de una forma más que urgente, pero aún corre sangre en mis venas de modo fluido. Que la cerveza os acompañe.
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