"Pasa el puente sobre las vías de tren del Parque O'Donell y camina recto por la parte izquierda de la calle a la que sale. Verás un bar llamado 'El Gallo Rojo', allí estaremos". La frase la escuché hace un par de horas por teléfono. Parece emocionante, como salida de una película de detectives, mafiosos o espías... o quizá, por el nombre del local, de los dibujos animados de Asterix el Galo. Me imagino a Phillipe Marlowe con su elegancia a la hora de levantar su cigarrillo encendido sentado en una de las mesas, como si no esperara a nadie, y al lado una Bettie Page de pelo negro distraida con algún martini rojo. Me acercaré y me saludarán. "Hola, Canichu, espía del bar", dirá Bettie. "Encontraste rápidamente El Gallo Rojo", dirá Marlowe. Me sentaré con ellos y para no romper el ambiente cambiaré la cerveza por el mismo tipo de bebida que beba Marlowe... Anoche bailé un sirtaki cerrando el Flamingo Rock Bar. Se lo comentaré y tal vez lo bailemos.
Me queda un rato para ver a una antigua amistad en El Gallo Rojo. Se fue a vivir a un pueblo del norte de Madrid Comunidad y ahora pasan por Alcalá de Henares a saludar. Será como ver a Page y Marlowe, emocionante.
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