sábado, mayo 31, 2025

NOTICIA 2390ª DESDE EL BAR: Y EL QUE NO...

El edificio donde vivo fue terminado de construir en 1974, año en el que comenzaron a habitarlo los primeros vecinos y otros, como mis padres, compraron su casa; casa que en el caso de mis padres comenzaron a habitar en los primeros días de 1975 tras casarse. La cosa es que el edificio ha cumplido más de cincuenta años de edad y el ayuntamiento lo ha listado como edificios que tendrían que pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Este es un barrio pobre y en consecuencia mi portal de vecinos también lo es. Invertir dinero para arreglar el tejado, los forjados o arreglar el sótano, como algo básico, es un imposible entre vecinos que deben numerosas cuotas a la comunidad de vecinos, gente que entra y sale del desempleo, o bien tienen sueldos bajos o son pensionistas. 

En la más reciente reunión de vecinos se le preguntó al administrador sobre las ayudas de la administración. Explicó el hombre que el Estado cede su gestión a las Comunidades Autónomas y la Comunidad de Madrid cede su gestión a los ayuntamientos. El de Alcalá de Henares, dijo, recibió la última vez cinco millones de euros para ayudas a las comunidades de vecinos en el sentido de ahorro energético. Obviando que los problemas prioritarios de numerosas comunidades de vecinos no es precisamente lo energético, aún teniendo posibles problemas en eso, nos explicó que en Alcalá los criterios para dar esas ayudas no están bien elaborados, y de los cinco millones de euros dieron tres o cuatro a una sola torre de pisos, que también administra él, que solicitó todo tipo de arreglos posibles y de muchas mejoras que no eran algo necesario, ni urgente, ni vital, pero entraban en los conceptos de ayuda. Todo esto según relato de nuestro administrador. Les fue concedido, agotándose así las posibilidades de ayuda a otras comunidades de vecinos, algunas altamente necesitadas, como por ejemplo, mi portal de vecinos. Se crea así un sistema de reparto de ayudas desigual e injusto que no alcanza a los más necesitados, y sin embargo puede llegar en su totalidad a vecinos que no lo necesiten. Faltan otros criterios racionales para distribuir las ayudas.

La cosa es que la nueva tasa de basuras venida desde la Unión Europea y que el gobierno de España tuvo que aplicar, aunque dejando en manos de los ayuntamientos decidir cómo la aplicarían y en qué porcentajes, en Alcalá los vecinos comunes la pagan este año al 100%, mientras los grandes empresarios en la ciudad la pagan en un porcentaje considerablemente menor, el 70% (Más Madrid lo criticó en Alcalá de Henares). Fue una decisión del gobierno local en manos de la coalición de PP-Vox. Esta tasa se está cobrando por comunidades de vecinos y se calcula, incomprensiblemente, según el gasto de agua que haga cada comunidad, según explicó nuestro administrador. Si nuestra cuota ordinaria de la comunidad de vecinos era de 55 euros al mes, de golpe nos ha subido a 65 euros al mes. Cuando PSOE y Más Madrid de Alcalá de Henares hablan en los plenos y en los medios de comunicación de "tarifazo" es aquí donde se entiende el porqué del término. En todo caso, llevábamos un año poniendo una cuota extra para poder ahorrar para los arreglos necesarios y urgentes del edificio, así como intentando conseguir desde hace más de dos años el dinero que se adeuda. Con la subida del "tarifazo" buena parte de la cuota extra se va no a ahorrar, si no a pagar la nueva tasa. El ahorro es imposible y eso se une a la ausencia de ayudas, aún a pesar de que la ITE sobrevuela en círculos sobre el edificio.

Y en estas estamos cuando una mujer mayor, no diré jubilada, pues no trabajó anteriormente por ser ama de casa de su familia, y lo sé porque yo nací aquí y ella es de las primeras vecinas del portal, mujer mayor por tanto pensionista no contributiva, o sea: que por sí misma jamás cotizó, y que a mí me parece bien que el sistema público asista económicamente a las personas en este sentido, pues esta mujer mayor propuso (algo enérgicamente, pero con voz amable) que se subieran las cuotas extra de manera brutal, no diré la cifra. La propuesta no fue admitida, porque además de un ahorro modesto para un arreglo modesto acordado desde tres años atrás, un nuevo vecino propuso un arreglo menos modesto que subía el arreglo en... trescientos mil euros... Una locura que otro vecino logró frenar, y eso tras decir que mi situación económica llegados a ese punto podía irse perfectamente a la ruina total. Como sea, este punto de la reunión quedó postpuesto para  un posible nuevo debate, si se convocara, no antes de que pase la mitad del mandato del nuevo presidente de la comunidad de vecinos. La cuestión de este asunto es que la señora quiso dar peso a su petición de subida brutal de cuota extra con la sentencia de que quien no pueda pagar que pida un crédito... Vamos, que se embargue con un banco. 

 Ante esta falta de solidaridad de alguien que, cuando yo fui presidente, accedí a tratar de arreglar todo tipo de cuestiones que quería que la arreglaran, me hace pensar también en la falta de humanidad. Así dicho, y de vecindad. ¿Y si sus ingresos fueran bajos? Entonces estoy convencido de que diría que no, que no se suban las cuotas, no diría que sí, que ella va a al banco a endeudarse sin problema, aunque pierda la casa. Ganas dan de decir que venga, que si se van a subir las cuotas que a 500 euros el mes y que si se queda sin casi pensión, pues mira, que vaya al banco a pedir créditos. Pero no, no hay que actuar así. Porque la vida no es esto. Sin  embargo, lo que sí, es esto es, como dije otros años de otras reuniones de vecinos en esta bitácora, una especie de reflejo en pequeña escala de lo que está pasando en España. Es mi sensación. 

Las formas de pensar de las personas hacen que voten así o asá, y sus representantes hacen eso, así o asá. Y en estos momentos tenemos sobre la mesa personas capaces de decir: "y el que no pueda, que se embargue".

En otros tiempos, eran otras formas.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

sábado, mayo 24, 2025

NOTICIA 2389ª DESDE EL BAR: TRAS ALGUIEN

El siguiente relato fue ganador del Premio San Isidoro de Sevilla de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá en 2004. Aunque la verdad no me enteré de que había ganado hasta que en el mismo momento de anunciar el ganador uno del jurado me reconoció por el pasillo y le oí "mira, aquí está". Forma parte de un borrador de libro no publicado que reúne muchos de mis relatos de adolescencia y juventud y algunos pocos más de estas épocas.

TRAS ALGUIEN

“¿Cómo fue?” “Le atropellé, fue un accidente”, le contestó el Hippie. “¿Vio su documentación? ¿Sabe quién era?” “No.” “¿Cómo era el cadáver?” “Exquisito”.

 Aquel viajero... nadie sabe en qué parada se subió, iba resguardado de un frío ajeno al autobús. Tenía algo entre atractivo y miserable. Hubiese estado bien dejar de mirarle, pero estaba el autobús tan lleno de personas que toda mirada, salvo la suya, confluía en las mismas miradas. Era la suya una forma de ser y de comportarse que, en aquel viaje, toda referencia era él o acabar bajando en la siguiente parada. El Hippie no tenía quejas ni alabanzas, y sí muchas ganas de tener su imagen, que le resultaba tan potente que si le volviese a ver sabía que corrompería todos sus viajes. Luego el autobús se llenó de gente, de mucha gente, de gente que hablaba, y hablaba alto, muy alto. Demasiada gente que hablaba alto y no dejaba pensar bien al Hippie. Necesitaba su imagen porque le estaba creando.

 Viajar en un autobús colapsado de cerveza y con los oídos tapados por unos auriculares saturados de música era una experiencia. No hay nada como el Strange Days de The Doors para que tu mente se abra a mezclar sangre y psicodelia. Las voces sólo eran vorágine y la música un parapeto.

 El viajero bajó en una parada que daba a un centro comercial de dos plantas llamado en letras grandes "El Val", aunque en realidad estaba en medio del asfalto de la ciudad. Entraron en un bar oscuro llamado "Paranoid". Uno de esos ponen música heavy y rock duro. Estaba bien construido, el suelo siempre estaba debajo de sus pies. El camarero era ese batería que tocaba en Plan B y ahora lo hacía en Tragedy. Había caras conocidas, como Jimi "Rizos", Psicopato y el alter ego del Capitán Paco. El viajero del autobús entró en el servicio y el Hippie le siguió, aunque ya antes había entrado en otros servicios de los que salió sin parar de reír con tres señoritas y un buen recuerdo...

 El servicio no era servicio, era Barcelona en 1936. Con las calles llenas de milicianos con pantalones de pana. Con anarquistas con pistolas automáticas. Con iglesias reconvertidas a cualquier partido obrero revolucionario. Con banderas rojas, con banderas rojinegras, con banderas catalanas. Con tiendas vendiendo gorras con visera. Con carteles coloridos sobre la revolución y la guerra explicados por el POUM, por CNT-FAI, por UGT, por el PSUC, por la Generalitat. Con mujeres con pantalones y fusiles mausser del siglo XIX. Con bombas de mano con cinta adhesiva como seguro, tan neutrales como letales entre los dos bandos. Con un ir y venir de gente entre la que se movía el viajero del autobús, ahora llamado Viajero del Autobús. La música sólo era un parapeto y el Hippie una nota.

 Viajero del Autobús dobló una esquina, pero por entonces ya había en la ciudad demasiadas esquinas dobladas. No parecía tener sentido esta frase, pero el Hippie le estaba creando. El Hippie dobló la esquina y todas las esquinas quedaron al fin dobladas. Le alcanzó casi en Las Ramblas y le agarró por las solapas. Cara contra cara le dijo a su perseguido: “Desde primera hora de la mañana hasta las tantas de la noche, tengo un dolor de cabeza venenoso, pero me siento perfectamente. Estoy empeñándote mi tiempo, deseando que también tú captes mi onda”, eran viejas palabras de Bob Dylan.

 Una niebla blanca les envolvió y se disipó para dejar al descubierto a la Gran Vía de Madrid, sin Viajero del Autobús agarrado por las solapas. El Hippie miró a su alrededor y le encontró entrando en unos grandes almacenes. Corrió. Corrió tras él. Tras alguien. Él.

 Todo se esfumó y estaba en el servicio del Paranoid. Ramón entró, después de un día perseguido por la policía por toda Alcalá de Henares. El Hippie salió aturdido. Se fue a la calle. El Capitán Paco se fue volando, Canichu estaba en alguna parte.

 Andando por el asfalto atropelló a alguien y lo mató. Pensó que lo mejor era llevarlo al mortuorio, al otro lado de la ciudad. Pero allí había una gran cola de gente que había atropellado y matado gente. Así que lo mejor era tirarlo al río, pero allí estaba Pepper y era mejor beber con él unos tragos que resguardasen del frío. Pepper llamó a Miriam, Miriam se despertó a desgana y el Hippie les dejó que hablasen de robustus, neanderthales y romanos. El Hippie se llevó su muerto, que era parecido a un viajero de autobús, de hecho era Viajero del Autobús. Alguien gritó un nombre y el Hippie se lo comió. No quedó ni cadáver ni nombre, al fin y al cabo la soledad sólo era un precio y la tasa: un Hippie más o menos recreado.

 Por Daniel López-Serrano "Canichu".


lunes, mayo 12, 2025

NOTICIA 2388ª DESDE EL BAR: OBSERVACIÓN

Hace ya mucho tiempo, pero en los años recientes algo más, que escucho en la radio, veo en la televisión y leo en la prensa como a la hora de dar noticias, ya sean de actualidad, culturales o lo que toque, y estas noticias afectan a un grupo de gente, digamos como ejemplo opositores, vecinos, determinadas profesiones, lo que sea, cuando sucede algo que se sale de lo común tratan de buscar el origen de esa anomalía preguntando no a las personas que lo protagonizan, sino a las personas o instituciones que lo reflejan. Gran error.

Así por ejemplo, ante las personas que no se presentan a determinadas plazas de oposición se le pregunta por las causas al que plantea la oposición y este dice lo que él cree que ocurre, que con frecuencia no corresponde con la realidad, pero los periodistas interpretan que esa es la única realidad y la versión del que plantea la oposición es dada por la única verdad válida. No se pregunta a los opositores o incluso a los que pudiendo optar por opositar, opta por no hacerlo. 

Otro ejemplo ocurre en lugares y en sectores de población que votan por una determinada opción y no por otra, se les pregunta a políticos, a veces analistas, pero no suele ir a la raíz pura: las personas protagonistas. O bien con lo que se pone de moda en actitudes, o en formas de hablar, o en consumo cultural, etcétera. Piense el lector el ejemplo que quiera.

Ocurre con esto que sea cada vez más habitual que ocurran noticias que a los propios comunicadores les resulta sorprendente o inesperadas. Pero no reflexionan que en realidad no eran cosas tan inesperadas si  simplemente se hubiera recurrido a escuchar a los protagonistas reales, que son gente común, como quien esto escribe o quien esto lee. Claro que ese "simplemente" implica una actividad de implicarse en estar con toda esta gente común que somos para escuchar. Suele ser cada vez más habitual una cierta sensación que me da en que muchos medios de comunicación tienden a que la noticia les venga a ellos y no ellos a la noticia, especialmente en medios locales, lo que es paradójico, porque uno pensaría que sería a la inversa, que ocurriera más en los grandes medios. No deja de hacerme gracia, por poner otro ejemplo, que en Alcalá de Henares toda explicación del ayuntamiento pase por sentenciar desde hace ya mucho "es una reivindicación histórica de los vecinos" y no se pregunte ni a los vecinos, ni se cuestione nada de lo que implique esa afirmación, empezando por si realmente es una "reivindicación histórica", o bien es de hace cinco minutos, y no de los vecinos en su totalidad, si no de un grupo más bien escaso y reducido.

Claro que luego tenemos ese otro factor donde uno, si todos los días uno en su trabajo o en su tiempo libre sigue durante mucho tiempo determinados programas de televisión o de radio, se da cuenta que lo habitual es que todo se quede entre un núcleo de amistades que colaboran y trabajan entre sí. Eso hace que la realidad quede interpretada por una visión que comparten, porque son visiones que parten de esa realidad sino igual entre todos ellos, sí muy cercana, de su propio núcleo social viendo al resto de la sociedad.

Tengo otro ejemplo, cuando se interpreta la cada vez menor venta de periódicos en papel achacada siempre a Internet, curiosamente por medios que cada vez aumentan  más sus líneas de negocio en Internet. Nunca hablan de las cada vez menos páginas, los cada vez más aumentos de precio, o los cada vez más habituales noticias que son capaces de repetirte en su redacción cinco veces lo mismo, rellenando la página que le toca, cumpliendo la papeleta de su trabajo el periodista, pero también dando cada vez más pereza al lector para querer leer las noticias ante este tipo de planteamientos. 

Se me ocurre cuando recurrentemente se sorprende alguien porque los libros en papel siguen siendo muy comprados, o cuando achacaron a la baja venta de discos compactos a cincuenta razones que pasaban siempre por la piratería musical y nunca se les ocurrió los muy elevados precios que llegaron a alcanzar y jamás se les ocurrió rebajar. 

Cuando actualmente aparecen noticias que chocan con los análisis previos que se hicieron de cómo serían las cosas, o se preguntan por qué no son las cosas como se esperaba, me temo, en mi opinión, que es por esto que comento. 

Falta observación de la realidad... y no sólo en el periodismo.

viernes, mayo 02, 2025

NOTICIA 2387ª DESDE EL BAR: CUANDO LO IRREAL ES REAL

Del gran apagón ibérico del pasado lunes 28 de abril hay un aspecto que me retrotrae a una parte del análisis que los historiadores de carrera solemos atender, los profesionales, que no aquellos que sin formación tratan de ejercer y, aunque puedan tener algunos algún libro a tener en cuenta, se les nota las costuras. Se trata de aquel factor en el cual lo irreal es real. 

Cuando lo irreal es real es algo que no sólo lo tienen en cuenta los historiadores para hallar toda la profundidad de lo probable en lo cierto, también lo tienen en cuenta sociólogos, psicólogos, analistas incluso de la economía, filósofos, antropólogos y otras profesiones que se dedican al comportamiento humano cuando este influye tanto en el individuo como en la sociedad. Lo que viene a ser: cuando lo irreal influye en el devenir. Más aún, también los servicios de inteligencia, la politología y con ella los políticos y asesores o los servicios de defensa lo suelen tener en cuenta a la hora de realizar análisis sobre todas las posibilidades abiertas.

Para explicarnos, por así decir, un ejemplo clásico que se solía dar en la licenciatura de Historia cuando yo la cursé entre el final de la década de 1990 y principios de los 2000, suele ser el de la religión. La existencia de Cristo, por poner el ejemplo que solían poner los profesores en aquel momento, Cristo como hijo de Dios con toda la historia narrada en los Testamentos tal cual, no se demuestra más que como acto de fe, como creencia en esta narración. Creencia que se puede reforzar mediante otras historias de otras personas con hechos maravillosos que se narran enraizados a la existencia de Cristo tras su venida al mundo terrenal. Que todo aquello ocurriera es acto de fe. No hay prueba ni nada que pueda hacernos pensar la realidad de los hechos narrados. Cristo como hijo de Dios puede ser real o irreal. De hecho, la existencia de una persona cuya predicación pudiera haber sido algo muy destacado en los sucesos políticos de un pequeño territorio del Imperio Romano en Palestina-Israel, la existencia con todas las actividades narradas de esa persona aún si descontamos los milagros como algo literario, tampoco tenemos certeza, pues tal cual se narran sólo se narran en los textos de los seguidores de un cierto nacionalismo hebreo que en cisma devendrá en lo que será el cristianismo. Son hechos narrados unos sesenta a setenta años después de los supuestos sucesos por primera vez y en algunos casos de algunos Testamentos incluso más de cien años después. Ahora bien, sí existen textos no judaicos ni cristianos, de aquellas épocas y de origen de crónicas de romanos en los que sí se menciona la existencia de ciertos alborotos pacíficos agitados por una persona que predicaba de una manera que no era convencional y por ello incluso molestaba al sanedrín de Jerusalén, esos textos pudieran confirmar que al menos existió un predicador o profeta que pudiera cuadrar con lo que es la Biblia en el Nuevo Testamento. Sea como sea, lo cierto de esta historia es que sesenta a setenta años después de unos supuestos sucesos concretos se comenzó a narrar un relato que implicaba la venida del hijo de Dios al mundo, salvación, redención, milagros, un código ético y moral nuevo, etcétera. Este relato cuajó con fuerza en un grupo de gente que creyó en él firmemente y que, por una serie de circunstancias sociales, políticas, de cisma dentro del hebraísmo de la época, de creencias esotéricas y también supersticiosas, y otras cuestiones complejas muy estudiadas hoy día y aún con nuevas hipótesis formulándose, se expandió cada vez más hasta cambiar en su totalidad el curso de la Humanidad. Fuese o no fuese el hijo de Dios, la creencia en que lo fuese y que lo narrado en la Biblia es cierto se transformó en una realidad que cambió la realidad en la que vivía el mundo. 

Este ejemplo podría ponerse igualmente con si fuera cierto o no que Mahoma ascendió al cielo desde una roca, que Buda se transformase en un elefante blanco, que la ciudad de El Dorado existiese, que la Tierra era plana, que el rey Arturo contaba con el mago Merlín, que los vampiros andan en la Transilvania, que los vehículos blindados que en realidad eran hinchables de aire estaban sobre suelo inglés durante la Segunda Guerra Mundial o que Irak tuviese armas de destrucción masiva en 1991. 

Cuando lo irreal, o quizá hay que hablar más bien de aquello que no se puede comprobar, que es real porque lo creemos real, pasa a ser eso: real, y tiene capacidad de influir en las personas y de que los acontecimientos y sociedades se desarrollen acorde a ello, ocurre precisamente un fenómeno a tener en cuenta en todo análisis: lo irreal es real y no se le puede excluir como factor de realidad, sino que se le ha de tratar como eso, como factor de realidad. 

El Coco, la maldición de las momias, el Kraken... 

¿Y a qué viene todo esto con el apagón del lunes? Viene a un hecho que no he leído ni oído aún que se haya analizado en toda su seriedad y profundidad. He escuchado a muchos periodistas y políticos advirtiendo contra las falsas noticias, pero no he escuchado a ninguno aceptar lo evidente y obvio: falsas noticias o no, la realidad del lunes es que algo que probable sea irreal ha sido y sigue siendo real en una gran mayoría de la sociedad española. ¿Cuántos no pensaron el lunes según avanzó el extraño apagón que estábamos siendo víctimas de un ataque híbrido de guerra, el comienzo de la Tercera Guerra Mundial en suelo europeo y empezando por España? ¿Cuántos no pensaron, bromearon o escucharon a otros mencionar a Putin, a Rusia o incluso a Trump y Estados Unidos? Yo incluso escuché mencionar a Israel. Así, como suena.

Aún hoy, cuando todo apunta a un extraño fallo aún analizándose, mucha gente en conversaciones normales siguen hablando de Putin y de Trump. Juntos o por separado. Uno u otro o ambos. 

¿Qué nos viene a decir esto? Que aunque lo más probable es que la realidad se deba a un fallo técnico desconocido a fecha 2 de mayo, para mucha gente la realidad X le rondó por la cabeza probablemente porque en el subconsciente, que se niega a nombrar la tragedia propia, el lunes 28 de abril se abrió a reconocer en cada uno que esa realidad X era real. Reconocía algo que no se puede comprobar, algo irreal, era real. Fue una realidad el lunes. Lo sigue siendo en pequeño comité hoy viernes. Nadie quiere ser acusado de apoyar una mentira, una falsa noticia, pero lo cierto es que en España ahora sabemos desde el lunes que la gran mayoría piensa en realidad que estamos al borde de la guerra y que esta nos va a afectar de lleno. Puede ser irreal, pero sabemos ahora que tiene cuerpo de sustrato de realidad en muchas conciencias. Ahora bien, aún siendo así, hay que destacar que nuestra reacción fue en general ir al bar a gastar las cervezas frías o a la tienda a comprar... las cosas del equipo de emergencia que la presidenta de la Unión Europea recomendó meses atrás, agua embotellada, radios a pilas, comida enlatada, tener dinero en efectivo, que esa es la causa de que el lunes mucha gente dijera que los cajeros automáticos no funcionaban cuando fueron a sacar dinero... ¿y cómo iban a funcionar? Sabían que no funcionarían, pero el hecho de intentarlo es lo que en esta parte del análisis del lunes es lo que importa. En otras partes del análisis del lunes esto es anecdótico, pero en esta parte del análisis no lo es.

Del mismo modo, sospecho que tanto los servicios de inteligencia españoles, como otras partes del gobierno de España, pero también las embajadas rusa y estadounidense han tomado muy buena nota de lo que los españoles dijeron, comentaron, bromearon y pensaron este lunes pasado. Os aseguro, y puedo deciros que por cuestiones de mi profesión os lo puedo asegurar al cien por cien, que las embajadas todas estas cosas las analizan y las tienen muy pero que muy en cuenta, por cuanto afecta a sus intereses en nuestro país o respecto a los españoles en su relación con ellos.

Poco se ha hablado de esto, cuando lo irreal tiene cuerpo de realidad. Mucho se habla de las falsas noticias, poco, muy poco, de que no hay que menospreciar que las creencias populares pueden alterar las realidades.

Fue el filósofo Adorno en el siglo XX el que dijo que si una creencia o una falsa realidad era repetida y aceptada por muchos, pasaba a realidad. Pero ya Marco Aurelio en el siglo II había meditado sobre esto mismo. La creencia de la mayoría o de todos en algo, crea de ese algo una realidad y puede alterar la vida y las sociedades.

Lo que veo yo en el lunes es que hay instalada subconscientemente en la sociedad española la creencia de la posibilidad real de que vamos a la guerra, y el lunes con el apagón hubo mucha gente que mediante bromas o mediante conversaciones o sus propias compras lo expresaron. El propio presidente de gobierno, ejerciendo correctamente, no descartó ninguna posibilidad, como es el deber de todo gobierno ante unos sucesos como los del lunes. O como haría un buen científico: no descartar ninguna hipótesis hasta llegar a los hechos concretos y reales mediante investigación de cada hipótesis.

Pero en esta parte del análisis, el de la psicología de la masa, de la sociedad, importa ese hecho, el hecho de que X tomó cuerpo y expresión de posible realidad. Puede haber influido en esto también el consumo masivo en los últimos años de series y películas que parten de premisas muy similares a los sucesos del lunes. No olvidemos que en la vida real se nos ha dicho en algún documental que en una explosión nuclear, un poco antes de ser afectado se paralizan los relojes y aparatos eléctricos. Todas estas informaciones y ficciones pueden haber alimentado también parte de los pensamientos y bromas del lunes. Pero ahí están. 

¿Va a aceptar la mayoría de los españoles la realidad de un fallo tecnológico, o en su fuero interior va a seguir pensando que estamos viviendo una guerra híbrida y fría que podría estallar en otra caliente, siendo esto irreal o parcialmente irreal? Esto es algo que no tengo duda que tanto España como los países en la diana en las mentes españolas están ahora mismo analizando y van a estar muy atentos a qué pensamos. Sobre todo también para mejorar las relaciones o ya o en un futuro. Porque para eso trabaja en realidad las diplomacias, para mejorar lazos. Luego pueden estar públicamente hablando de las falsas noticias, pero privadamente saben que una cosa son las falsas noticias y otra cosa las mentalidades y las creencias de psicología de masas, que son, en definitiva, las que marcan el rumbo de las sociedades, ya sea con su comportamiento, con su voto o de otros modos. 

Es en este difuso campo de lo verdaderamente real y de lo irreal como algo real donde se alimentan las tendencias del comportamiento de las gentes.

Saludos y que la cerveza os acompañe... como el lunes.