En 2005 yo empezaba con investigaciones y cursos-asignaturas presenciales del Tercer Ciclo de Historia, el predoctorado, centrado en la Historia Actual. Para final de año, cambiaba y preparaba el CAP.
Año 2005: 26 años de edad.
Leí 27 libros completos.
La ideología alemana. Feuerbach. Contraposición entre la concepción materialista y la ideología (1845-1846, Karl Marx y Friedrich Engels): Lo leí para poder realizar uno de los estudios y ensayos de una de las asignaturas de los cursos del Tercer Ciclo de Historia. Ya había leído El Capital, de manera fragmentada a lo largo del resto de la carrera universitaria, pero en general podríamos decir que completo. También había leído otros textos de Marx y Engels desde el bachillerato, en torno a la Filosofía y la Historia. Este libro me sirvió para hacer una comparativa con el que leí el año anterior de Bakunin, acerca de la interpretación de la Historia y del análisis del rumbo de las sociedades. Aunque el profesor reconoció que había un ejercicio de reflexión muy alto, creo que no le caía muy bien, me puso una nota muy alta, un nueve, nada menos, de diez, pero se negó a poner el diez porque, en palabras de él, todo el mundo debe no obtener la nota más alta para que busque su mejora. El libro era de la biblioteca de Filosofía y Letras.
Tratado por el que se establece una Constitución para Europa (2004-2005, varios autores políticos europeos): La Constitución Española ya la había leído varias veces y por primera vez del tirón el año anterior. Ahora se proponía una enorme y extensa Constitución para Europa. Aún más, nos proponían votarla en referéndum. La prensa y los políticos te daban dos o tres ideas generales de ella para que votaras a favor, sin reflexión. Pero bien es cierto que había algunos políticos y sindicalistas que advertían de sus puntos oscuros en cuanto a los derechos laborales, entre otras cuestiones. La prensa de mayor tirada regaló ejemplares para que la gente pudiera leerla antes de ir a votar. Era un volumen jurídico de mucho volumen y muy intrincado, pesado y aburrido, en algunos casos resultaba farragoso hasta para quienes más entendían de ese tipo de lecturas. Yo me lo leí con atención, y guardo mi ejemplar. Hubo diversos artículos que no me convencían de manera grave. Pude usar esta Constitución, que al final la Unión Europea no la aprobó, para los trabajos de filosofía de la asignatura anteriormente mencionada.
Goya (1984, José Gudiol): Otro de los cursos-asignaturas del Tercer Ciclo que escogí fue sobre Goya. Y dada la orientación posible de mi posible doctorado recién comenzado, me puse a conocer a Goya en cuanto a pintor que pintó a las clases trabajadores a la vez que a las dirigentes. Así que me puse a estudiar su obra pictórica, tanto la que hacía por encargos, por trabajo, por ocio propio, la que se veía en público la que era sólo para él o para amigos, la de libretas, la de cuadros, etcétera. El estudio valió un diez sobre diez y fue publicado por partes en esta bitácora (Noticia 362ª, Noticia 363ª, Noticia 364ª y Noticia 365ª). Ha sido muy consultado. Este libro me lo compré en la tienda del Museo del Prado.
Grandes artistas y genios de la pintura: Goya (2004, Alfonso Pérez Sánchez): Este otro me lo compré de un coleccionable de artistas de la pintura, en una papelería que existía debajo de mi casa. Era muy sencillo y simple, pero contenía un vídeo documental que me interesaba y algunas fotografías de obras de Goya que quería tener a mano.
Goya (2002, Mar Sánchez Ramon): Este era un libretito que compré en el Museo del Prado al que tuve que ir varias veces. Era muy sencillo, pero lo interesante era las obras que recogía. A la vez consultaba en la Biblioteca de Filosofía y Letras un voluminoso libro edición de lujo con un análisis muy completo del siglo XVIII en su paso al XIX y la obra de Goya analizada pictórica y biográficamente. Contenía además textos de documentos de archivo de diversos protagonistas en torno a la vida de Goya. Una obra muy valiosa, cuyo título exacto no recuerdo, y que me hubiera sido imposible de adquirir económicamente. Podría valer fácilmente más de cien euros. Era un gran estudio. Pero mientras en biblioteca podía consultar ese tipo de libros, en mis posibilidades podía adquirir estos otros que eran más modestos, también con menos datos en cantidad y calidad.
Pinturas negras (2003, Mariu Mariam): Este también era muy modesto y sencillo y también lo compré en el Museo del Prado, junto a otro que reproducía en un tamaño no facsimil todos los grabados, comentados. Este otro también lo consulté, pero su lectura completa del tirón la realicé años después, lejos de este trabajo. Las pinturas negras marcaban una época del pintor donde cambia la percepción pictórica de quien es el personaje importante a retratar. Es una de las etapas de Goya con más incógnitas, pero con más quiebros interesantes.
La CNT durante el franquismo. Clandestinidad y exilio (1939-1975) (2004, Ángel Herrerín López): Le pregunté a mi buen amigo Julián Vadillo por un libro de Historia que pudiera acercarme a la Historia de la Confederación Nacional del Trabajo posterior a la guerra civil. Primero por curiosidad. Segundo porque desde años anteriores ya venía leyendo y estudiando el movimiento obrero en todas sus vertientes posibles, y ponía especial atención a la Historia Actual, que era a la que me estaba dedicando. Julián me recomendó este libro, que era una tesis doctoral recién salida al mercado y que él ya había leído. Lo leí con total atención descubriendo para mí un mundo totalmente nuevo en la Historia, la trayectoria de este movimiento anarcosindicalista. Ya había leído y conocía de él a través de las obras generales de la Historia de España, pero ahora el monográfico daba datos no conocidos previamente de esa Historia de exilio, clandestinidad y cárceles. Un trabajo muy completo y valioso que, por otro lado, transversalmente te enseña el procedimiento por parte de las fuerzas del Estado para desmontar organizaciones. Así como la forma de la represión organizada contra las organizaciones en el franquismo. O la desmovilización de las ideas con el acomodamientos en el exilio o la persecución constante. Lo compré en Librería Diógenes. Tiene un lugar importante en mi biblioteca personal concerniente al siglo XX.
Proceso político a la CNT. Historia reciente de la CNT (2004-2005, por Castilla Libre es Anarcosindicalista, órgano de expresión de la Confederación Regional Interior-Centro, CNT-AIT): Se trata de una breve publicación en hoja suelta grapada a modo de suplemento. Lo compré en un puesto de venta ambulante de la CNT en la puerta del campo de fútbol Felipe de Lucas (PIPE), el campo del Avance en Alcalá de Henares, donde en ese momento iba a dar un concierto el grupo psicodélico Sidonie en ferias. Abarcaba la Historia de la CNT desde 1975 hasta avanzado los años 1990, pero se centraba en el caso Scala (un más que posible montaje de atentado de falsa bandera) y en el proceso de división entre lo que siguió siendo CNT y los que formaron la Confederación General del Trabajo (CGT) en los años 1980. Me seguía faltando datos de la Historia de la CNT después del franquismo, pero este suplemento me acercaba algo más.
Crónica de Aragón (1509, Lucio Marineo Sículo): El profesor Floristán, especialista en la Edad Moderna y que ya me había dado clases durante la licenciatura, nos dio un curso-asignatura de Tercer Ciclo dedicado a los procesos nacionales y formativos de identidades durante los siglos XV a XVII. En ese contexto nos mandó leer fuentes primarias de la época y hacer un trabajo de análisis y reflexión. A esas alturas yo ya había leído mucho de nacionalismo e identidades, así como había realizado estudios de psicología de masas. Ya conocía también la teoría de la inteligencia emociona de Goleman, a través de Esther Claudio. Encontré en la biblioteca de Filosofía y Letras un facsimil de la obra de Marineo Sículo para encuadrar el Reino de Aragón como un reino afín y predispuesto a la unión estatal con los Reyes Católicos. Trastocaba su propia Historia medieval y moderna para ponerla al servicio a una reinvención en favor del Reino Hispánico, pero sobre todo en favor de cambiar las ideas de nación y patria para beneficiar al Reino de Aragón y no quedara marginado frente al Reino de Castilla en esa unión. Aproveché para compararlo además con textos similares del Reino de Navarra y con las teorías y consejos de Maquiavelo en El Príncipe. El trabajo me valió un diez sobre diez y una charla con Floristán que recuerdo con gran cariño, pues este profesor vio en mí, seguía viendo en mí, la posibilidad de atraerme a la investigación de la Edad Moderna, de la que me creía muy capacitado para entenderla y para interpretarla. Pero yo estaba en Historia Actual. No obstante, este trabajo ayudaba a seguir una linea evolutiva con la actualidad, si bien algunos de mis postulados de entonces los he completado y limado, enriquecido, a estas alturas de 2018, es normal, hay más conocimientos acumulados. El título original de esta obra, en todo caso, estaba en latín y era algo más complejo que el de Crónica de Aragón, era De Aragoniae Regibus et eorum rebus gestis libri V (que sería: De los Reyes de Aragón y de sus logros).
Los carlistas (2002, Antonio Manuel Moral Roncal): Era un libro muy breve que creo que compré en la librería que había al lado de la calle de las Escuelas. Roncal era el profesor de una asignatura de Tercer Ciclo que trataba sobre la revolución y la contrarrevolución en el siglo XX. Ahora bien, se centraba más en la contrarrevolución que en la revolución. Roncal tenía un especial interés personal en el carlismo, por lo que había escrito esta pequeña obra que recogía en lineas generales la Historia completa del carlismo desde su nacimiento en el siglo XIX hasta las puertas del siglo XXI. Se analizaba sus postulados, su ultracatolicismo, sus divisiones, sus tendencias y sus etapas históricas, incluidas las guerras. Todas las semanas teníamos que trabajar y hablar un capítulo de libro en sus clases. Junto a estos análisis hicimos otros sobre los contrarrevolucionarios de la Revolución Francesa y de los revolucionarios franceses que fueron reprimidos por los propios revolucionarios en el gobierno al rebasarles a estos por la izquierda con peticiones obreras campesinas. Como sea, aunque ya conocía a fondo el carlismo, ahora estas sesiones monográficas me adentraron más en ese mundillo. El libro me es muy útil como libro de consulta.
Perfiles de la revolución sandinista (1984, Carlos María Vilas): A los análisis de los carlistas y los contrarrevolucionarios franceses, Roncal sumó que eligiéramos un movimiento revolucionario y su contrarrevolucionario para trabajarlo a fondo. No podíamos repetir movimiento, además, los asignaba él. Me adjudicó el sandinismo nicaragüenses. Yo ya tenía una amplia trayectoria de conocimiento de Historia de Hispanoamérica. Con este libro me adentré en los entresijos del sandinismo de los años 1920-1930, y posteriormente con el de los años 1970-1980, con la contra-nicaragüense como respuesta sostenida por Estados Unidos. Cuando años más tarde los sandinistas volvieron al gobierno y una amiga fue allí como bióloga le hablé sobre lo que se iba a encontrar. No me equivoqué en casi nada. Este movimiento revolucionario es muy peculiar, y tiene cosas que no serían propiamente de izquierdas en otras latitudes, pero hay que comprender la composición cultural de la sociedad en América y su evolución. Además, con estas profundizaciones en Centroamérica, las contrarrevoluciones en Nicaragua, Honduras, Guatemala, Panamá, etcétera, me acerqué a escuchar hablar a Rigoberta Menchú, tal como os trascribí mis notas de aquello en esta bitácora en 2007, Noticia 259ª.
El pensamiento vivo de Sandino (1974, Augusto César Sandino, compilado por Sergio Ramírez): Se trataba de una compilación de textos y reflexiones del mismísimo Sandino. Una mezcla curiosa de ideas socialistas con ideas cristianas, la guerrilla, el nacionalismo, un cierto orgullo racial hispano frente al anglosajón, sentimiento de clase obrera, pero a la vez de respeto a los pequeños propietarios, etcétera. Muy útil para entender que el sandinismo es una extraña mezcla de ideas socialistas con algunas conservadoras de corte de arraigo cultural, como es el catolicismo, y eso teniendo en cuenta que en los orígenes y en los años 1970-1980 tuvieron un corte cercano al comunismo importante. No obstante, la Iglesia apoyó al sandinismo, lo que valió que el Papa Juan Pablo II considerara casi como rebeldes a sus obispos y sacerdotes allí. Pero esto nos ayuda a comprender porqué en el siglo XXI el sandinismo en el poder ha tomado contravertidas decisiones sobre el aborto o sobre las pensiones de jubilación. Ambos libros de Sandino los saqué de la biblioteca de Filosofía y Letras.
Nosotros (escrito en 1920-1921, publicado como libro en 1924, previamente por entregas en un periódico checoslovaco, Yevgueni Zamiatin): Tal como dije en la Noticia 204ª fue uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas de 2005. Lo leí a raíz de la curiosidad que me despertó al investigar sobre utopías y distopías en la asignatura de Tercer Ciclo que dirigía Diez Torres, mi tutor de doctorado. Descubrí a Zamiatin gracias a él, y a otros autores. Leí una gran cantidad de textos y artículos de estos temas, y ya tenía en mi haber una gran cantidad de utopías y distopías leídas, no sólo de corte literaria. Este libro llevaba muchos años descatalogado en España. Su edición más reciente era una edición de los años de la Transición, o bien otra mexicana de la editorial Abraxas, también de los años 1970. La distopía apenas era algo conocido en España, aunque en el resto de Europa y de Norteamérica había hasta enciclopedias, que por cierto también consulté en la biblioteca universitaria. Hice un trabajo que valió un diez sobre diez, muy valorado que intenté publicar sin éxito varias veces, por lo que lo publiqué en dos entregas en el comienzo de esta bitácora en diciembre de 2005, Noticia 2ª y Noticia 3ª. Tuvo éxito, lo que me hace pensar una vez más lo equivocado de los editores en sus presunciones editoriales cuando viene alguien desconocido con algo nuevo. En los pocos años después de aquello se reeditó en España hasta dos veces y con una introducción crítica. Una de esas reediciones tenía a su introductor claramente guiado por mi trabajo, ante mi sospecha lo conté en esta bitácora y él apareció y me reconoció que sí, que me usó de fuente, aunque no había citado fuentes. Me halagó a la vez que me hizo sentir mantenido en la sombra. Visto lo visto, la editorial bien pudiera haber contactado conmigo directamente para hacer esa introducción. Como sea, su trabajo es suyo, el mío es mío. La distopía comenzó a ser más conocida y aparecí citado en Wikipedia y en algunas revistas. Zamiatin era el inventor de la distopía tal como la conocemos, y el término no fue aprobado en español hasta hace muy poco. Orwell había escrito 1984 siguiendo la novela Nosotros, lo había hasta declarado a la prensa, aunque resulta muy evidente si se leen las dos obras. Yo comencé a escribir mi propia distopía, la cual está sin publicar. El libro, como estaba descatalogado en España y lo necesitaba para mi trabajo para Diez-Torres, me lo consiguió El Chico Gris a través de Internet, de una edición libre mexicana. Sus derechos de autor habían caducado y se podía leer gratis. Lo imprimí y lo encuaderné. Esa fue mi primera lectura, que me llenó de sorpresas al descubrir la fuente original de Orwell y alucinarme con un Zamiatin que escribía todo eso en 1920, con una Unión Soviética actuando muy tempranamente en la angustia de un escritor. Además indagué sobre otros autores rusos afectados. Con el tiempo me compré las dos ediciones españolas nuevas que sacaron, en años diferentes, una la compré en Librería Diógenes y la otra en La Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid. Así que tengo tres ediciones diferentes, y la primera, que es simplemente folios encanutados e impresos a ordenador, es la que me descubrió todo este mundo, un mundo alienado, aparentemente feliz, donde todos sus ciudadanos eran vigilados para que no rompieran un orden dado por un gobierno que trastocaba la verdad en otra verdad. Hasta George Lucas se influyó en su primera película THX 1138.
La cueva (1920, Yevgueni Zamiatin): Este era un relato de 1920 de Zamiatin que venía junto a la versión de Nosotros que me imprimí. Se narraba un futuro caótico con un invierno profundo producto de una guerra. Hay quien ha querido ver un relato visionario de un futuro postguerra nuclear, sólo que las armas nucleares, y la misma energía nuclear, no existía en 1920. Pero sí había ocurrido la Primera Guerra Mundial y los grandes cañones. Zamiatin era un genio de lo inquietante de algunas de las posibles dimensiones del futuro de las sociedades dirigidas.
Poeta en New York (escrito en 1929-1930, publicado en 1940, Federico García Lorca): Lo vendían en una edición de tapa blanda del diario El País. Yo ya había leído poemas de este libro, ahora me enfrentaba a él de manera íntegra y con muchas más perspectivas y vivencias para comprenderlo. Años más tarde pude leer una edición censurada durante el franquismo, con cambios sustanciales. Conservo ambos ejemplares. Cuando era más joven sus poemas sueltos me parecían complicadísimos. No es que ahora fueran más fáciles, pero sí que se me ofrecían más fáciles. Me explico. La apertura de mente, la experimentación, el conocimiento de la Historia, de la biografía, de mi propia vida y de la vida, las experiencias, la comparativa con el resto de su obra y con obras de otros autores, en fin, un conjunto de cosas, como por ejemplo el mayor contacto con lo surrealista y su propia visión, me descubrió en este libro un libro maravilloso. Además, un profesor de literatura de bachillerato, como dije ya en su serial correspondiente, al leer mi primer poemario dijo que se me notaba influenciado por este libro de Lorca, pero yo por entonces, 1998, no lo había leído. Quizá por eso tenía curiosidad. Reconozco que de algún modo Lorca y yo tuvimos una visión peculiar, cercana, aunque él es el maestro.
Ensayo sobre la ceguera (1995, José Saramago): El año anterior había leído la segunda parte de este libro, como dije, la cual me regalaron en mi cumpleaños. Me gustó tanto que me compré la primera parte en la Feria del Libro, no me acuerdo si del Nuevo o bien del Antiguo y de Ocasión. La cosa es que al leerlo encontré que en su parte central había varias decenas de páginas seguidas repetidas de capítulos anteriores. Sin la intención de que me mandaran uno sustituto, ya que lo compré en la caseta de un librero de una feria del libro, escribí a la editorial para decirles que habían cometido un error de impresión. La verdad era que fue más un acto de inocencia de juventud que otra cosa, pero la directora de publicaciones me escribió unas semanas después mandándome un ejemplar nuevo editado correctamente. Me sentí tan contento con este acto que les dí las gracias y desde entonces me siento muy agradecido a esa editorial. El libro era otro gran libro que mezclaba la novela con la filosofía de manera apasionante. Me parecía mejor construido Ensayo sobre la lucidez, pero Ensayo sobre la ceguera también era una metáfora fantástica y maravillosa sobre la sociedad actual. Ambos libros merecen la pena. Empecé a buscar en prensa artículos de Saramago.
Juan Salvador Gaviota (1970, Richard Bach): Este libro es una novelita destinada a un público juvenil con un claro mensaje psicológico básico, al estilo del ya mencionado El caballero de la armadura oxidada, que leí años atrás. En este caso el tema central básicamente es la autorrealización mediante el aprendizaje del vuelo. Esta novela, como la anterior citada, fue un éxito de lectores y de aceptación en las generaciones jóvenes de los años 1970 y 1980, sobre todo pacifistas, y seguía siendo recomendado en los años sucesivos por pedagogos y psicólogos como libros de guía para personas con problemas sociales. Esto era algo que yo ya conocía a través de los estudios de psicología que recibí en los inicios de pedagogía y también en las optativas de Historia. No me llamaba la atención en absoluto. Conocía gente que lo había leído. Este me lo dejó alguien a quien se lo habían recomendado y le había gustado. Quizá es que yo lo leí a una edad ya avanzada, o quizá es que no necesitaba de este mensaje, o quizá es que este tipo de literatura me parecía fácil, no lo sé, no me llegó. Aprecio su ejercicio metafórico y su aceptación social, pero a mí no me llegó especialmente esta historia. No es mal libro, pero no me pareció para tanto como se decía de él.
Dos revolucionarios: Andreu Nin, Joaquín Maurín (1975, Víctor Alba): Lo compré en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Era una rareza en sí mismo que se escribió en el último año de vida de Franco y que pudo entrar en España desde 1976. Su escritor era Víctor Alba, un periodista que era del POUM y había vivido la guerra civil. Así que hablaba con propiedad de las biografías y de las ideas de los fundadores entre el anarquismo y el trotskismo del POUM. La editorial era Hora H, una editorial que duró poco tiempo en la Transición, aunque hizo un importante trabajo en el tardofranquismo por recuperar libros de izquierdas prohibidos por la dictadura, y por dar a conocer en la Transición la Historia reciente con testimonios de primera mano de los vencidos, que era una versión silenciada hasta entonces. De este libro me habló Julián Vadillo y lo encontré de casualidad y barato. Yo me enfrentaba a este libro con amplias lecturas ya de los sucesos de mayo de 1937, del POUM, y con visionados de películas y documentales... Con estas biografías completé una visión más del movimiento obrero, así como de las conspiraciones de Estado. Muy interesante. Rellena una parte de la Historia más delicada de la España reciente.
Bob Dylan. Crónicas. Volumen 1 (2004, Bob Dylan): Me lo regalaron en mi cumpleaños. Yo me había fijado en el libro, pero para mí era caro. No me lo podía pagar. Dylan firmó un contrato por el cual escribiría su biografía en tres libros. Sólo escribió un tomo, este. En realidad más que autobiografía se trata de unas memorias muy experimentales. Se capta el ambiente del Green Village de New York antes de ser un lugar famoso, y de los artistas y cantautores que por allí desfilaron. Me recordó años más tarde al ambiente vivido en Alcalá de Henares estos años, en concreto al periodo 2015-2016. La películas sirve de base para la película de los hermanos Coen A propósito de Llewyn Davis. Muy poético. Es algo enrevesado de leer si se pretende leer algo cronológico, pero interesante si tratas de abrir la mente a los posibles enlaces mentales de Dylan, ya que salta de un lado a otro.
Prensa y política, el caso de "El Amigo del Pueblo" de Alcalá de Henares (2004, Julián Vadillo): Otro de los artículos que escribió Vadillo investigando para el encuentro de historiadores del Valle del Henares, que se encuentra en su respectivo libro de actas. Este artículo me fue muy útil para dos de mis propias investigaciones años después, una sobre depuración de maestros en Alcalá entre 1939 y 1941, y otra sobre García Gutiérrez, director de ese periódico.
Pactos, acuerdos y uniones entre la CNT y la UGT en Alcalá de Henares durante la República y la guerra civil, 1931-1939 (2002, Julián Vadillo): Este también era otro artículo de investigación para otro encuentro de historiadores del Valle del Henares, también en su libro de actas respectivo. Julián me regaló estas separatas. Esta en concreto es muy jugosa y me desveló varios datos que necesitaba para varias investigaciones de las que participé después, tanto colaborando con Julián, como para mí. Creo que Julián quería acercarme a que me orientara a la investigación del movimiento obrero tras la guerra civil en Alcalá de Henares, pero no estoy seguro de esta afirmación. Me regalaba sus obras por nuestra más pura amistad, y de eso sí estoy seguro. Él trabajaba el movimiento obrero alcalaíno del siglo XIX hasta el fin de la guerra civil.
La UGT en Alcalá de Henares (2003, Julián Vadillo): Y también otro artículo de investigación para otro encuentro más de
historiadores del Valle del Henares, igualmente en su libro de actas
respectivo. La cosa es que Julián es un pionero de la Historia actual de Alcalá de Henares. Es una referencia obligada. Estos artículos son precedentes claros de su futura tesis doctoral sobre el movimiento obrero en Alcalá de Henares, que revelaba una gran cantidad de sucesos caídos en el olvido o el silencio.
Los campos de concentración de los refugiados españoles en Francia (1939-1945) [Odysèe pour la liberté] (1995, Marie-Claude Rafaneau-Boj): El segundo libro que destaqué en la Noticia 204ª de entre los libros que leí este 2005. En mi búsqueda sobre la España actual para mi posible discurrir por el Tercer Ciclo me encontré con este libro en la biblioteca de Filosofía y Letras. Lo leí porque me apetecía. Mi rumbo hubiera sido el de los cambios sociales en relación al impulso de la cultura popular, en especial la música a mediados de siglo, pero como ya conté se me reorientó al movimiento obrero, y en estas yo seguía intentando ir encaminándolo a una relación social y cultural. Como sea, diversas cuestiones ocurridas, o quizá no ocurridas, en mi tutela doctoral, mientras veía otros tratos a otros alumnos en similares circunstancias, me fue desincentivando. Vi cosas en el comportamiento de la Universidad que no me hacían sentir estar en mi lugar en esa vía formal. Aprecio a la Universidad y hago uso de ella en otros sentidos, pero ya no formal. Comencé a reforzar mi autodidactismo en muchos campos. Con los años he visto que no he sido el único. He conocido a muchas personas que abandonaron el camino por estar desincentivados, y también personas que habiéndose quedado hablan en privado de todo tipo de vicios y problemas de base del funcionamiento de la Universidad. No es de extrañar algunas de las cosas que este año se han visto en prensa a modo de escándalos. Y aún con todo no perdí el contacto con determinadas cuestiones de la Universidad, pero no como receptor de formación reglada. Como sea, digo, este libro fue escrito desde el revisionismo francés que había comenzado en los años 1990, sobre todo desde el aniversario de 1995, en el que se reconocía que no todos los franceses eran contrarios a las ideas fascistas en la Segunda Guerra Mundial, y se afrontaba el colaboracionismo y el protagonismo de los españoles tanto como víctimas, como fundadores de la resistencia o como libertadores en los ejércitos aliados. El libro era algo muy novedoso sobre el trato que se le dio a los españoles exiliados al final de la guerra civil en suelo francés. Un drama tremendo que explica parte de una de las mitades de España, y por ende: de España en su ser actual. Fue en su día un libro que decía cosas que no se habían dicho apenas. Cosas que habían sido silenciadas en gran parte aunque no del todo. Y a partir de aquí comenzó a ser más de conocimiento común. Era importante que los historiadores franceses, aunque fuera cincuenta años después, abordaran estos temas al fin con seriedad y tratando de no tomar partido patriótico en la narración de los hechos. Era importante sobre todo para los propios franceses. No hay duda de que hubo altavoz de aquellas revisiones que hicieron y fueron un ejemplo para historiadores de otras nacionalidades. De los años 1990 en adelante nos hemos enriquecido mucho a través de afrontar el presente reciente de manera más sincera.
Aullido y otros poemas (1956, Allen Ginsberg): El Chico Gris, cuando me dio la copia gratuita de Zamiatin que cité, me dio de paso otra edición digital gratuita de este libro de poemas del estadounidense Ginsberg. A él le gustó y quería que lo leyera, porque coincidíamos mucho en gustos literarios y porque sacábamos adelante la revista La Botella Vacía. También me lo imprimí en papel y lo encuaderné. Era otro de los poetas malditos. Leí sus poemas enormes y crudos. Ásperos. Tenían un trasfondo social crítico con Estados Unidos y a la vez defensor de sus libertades. Me orientó para un par de poemas que se me ocurrieron. Era otro nuevo giro de rumbo para mí. Otro enriquecimiento en cuanto a temáticas poéticas y en cuanto a como orientarlas. Libro por otra parte bilingüe, por lo que practiqué mi inglés.
El artículo como arma política. La prensa y el declive de la Restauración (1905-1930) (2001, María Arroyo Cabello): Lo leí sacado no sé si de la biblioteca universitaria o del archivo municipal o del archivo de la Fundación Pablo Iglesias. No recuerdo. Lo cierto es que en breve en mis investigaciones y en mi trayectoria profesional, mi relación con el conocimiento de las publicaciones y sobre todo de las periódicas, así como los asuntos de censura y de política, iban a tener un papel central y relevante. Aquí, por ejemplo, ahondé en el caso del asalto y censura a la revista de humor Cu-Cut por reírse del ejército y la Guerra de África de forma crítica.
Educación y sistema educativo (2005, coordinado por Antonio Monclús, varios autores): Y de los cursos del Tercer Ciclo (predoctorado) en la Universidad de Alcalá salté a preparar el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) en la Universidad Complutense. Aquí intervino otra cuestión de desilusión con el sistema, pero a la vez con la ilusión de poder ser profesor de secundaria. Lo más importante del CAP no parecía la formación que la dejaban a la suerte del alumno, sino tu matriculación y la entrega de un trabajo de unas prácticas cuya realización real era más cosa ética del alumno (no había grandes comprobaciones de que se hacían, yo sí insistí en dar clases y las dí) y un examen. La matriculación era muy cara económicamente, la pagué con lo que me quedaba de mi sueldo de limpiador de un gimnasio y algún otro trabajo breve, como repartidor de propaganda, por ejemplo. Era cara porque te vendían con la matrícula tres libros de pedagogía y de leyes actuales de aquel momento sobre educación. No había clases de preparación del CAP, debías leerte los libros y buscarte las prácticas para realizar el trabajo y el examen en el año siguiente. Los libros los escribían profesores universitarios relacionados con el CAP. De todos modos yo tenía lecturas y libros de pedagogía en casa, que luego regalé a una amiga que terminó siendo educadora social de manera muy provechosa. Este libro pedagógico tenía ideas muy avanzadas y progresistas. Me sentía en sintonía con él. Repasaba los diferentes sistemas legales educativos que había existido en España hasta ese 2005 y se centraba en explicar del porqué y del cómo del sistema que se debía implantar en ese momento. Por supuesto que con todos los cambios que han habido en educación esto ya está desfasado, pero en la base de la motivación progresista de quienes escribieron este libro se recoge bien el espíritu de la educación como formación de la persona, no tanto como evaluación de la persona.
El proceso de enseñanza y aprendizaje (2005, coordinado por Primitivo Sánchez Delgado, varios autores): Este es el segundo libro que leí de los tres que me dieron para preparar el CAP. Este me interesó más aún. Eran libros más bien pesados, aburridos, pero me despertaban un interés. Los leí con atención. Creía en mi formación como profesor de Historia, aunque lo cierto es que la Licenciatura y el CAP no te garantizaban un trabajo. Tras esto había que buscar trabajo, y no lo daban a gente joven en los centros privados y concertados, y en la educación pública había que estudiar más para realizar otro examen, la oposición, con otro temario diferente también a comprar... Todo era, todo es, todo sigue siendo, un gran negocio económico, y no un buen sistema de lograr insertar en el trabajo a quienes se ven formados, preparados y motivados a trabajar en su sector de formación y/o vocación. Las oposiciones, por otro lado, son exámenes que se plantean en España de forma desfasada, al estilo más propio del siglo XIX, y no garantizan la ausencia del fraude y del truco, del amaño o del amiguismo (por ejemplo), como tampoco garantizan el trabajo a los vocacionales, ni a los mejor preparados, ni a los más aptos, que son tres cosas diferentes. En cierto modo este libro habla de esto, aunque sin criticar al sistema de manera directa. Se pone en valor la importancia del auténtico aprendizaje del individuo y su formación como persona, y eso no es algo igual a la equivalencia con notas de evaluación o tasas. Luego están las técnicas y métodos de enseñanza, las experiencias pedagógicas. Leí con atención. Yo daría clases a alumnos de bachillerato y COU al año siguiente, en prácticas. Aún hoy me cruzo con antiguos alumnos que me reconocen por la calle.
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