Con Septiembre se reactiva todo tipo de actividades que habían quedado en letargo veraniego. Entre ellas las actividades culturales... y entre estas otras, las actividades culturales que promueven los bares. Así que será mejor que os presente la nueva exposición de pintura que muestra el bar El Perro Verde, en la calle San Felipe Neri de Alcalá de Henares, desde el pasado día 5 de esta semana. Se trata de óleos de Antonio Mateos. Como el que se fotografió para el cartel que lo anuncia, que muesta a un conocido jazzman estadounidense. 
El estilo pictográfico del autor corresponde al realismo fotográfico, una variante del hiperrealismo el cual trata de mostrar en óleo una perfección y textura que asemeje ser una fotografía y confundirnos en esa percepción de la realidad al contemplarlo. El realismo fotográfico en óleos es una variante de eso en cuanto a que se basa en que sus imágenes no son salidas de la mente y concepto del artista, sino que trata de mostrar fotografías reales en pintura.
Es por ello que muchas de las imágenes que nos muestra Antonio Mateos o las conocemos ya o nos recuerdan conocidas fotografías de reporteros periodísticos o de fotógrafos artísticos. En algunos casos hasta podría citar del suplemento dominical de qué periódico salieron. Bien es cierto que lo bonito en este autor es también que él no encubre la realidad de que se tratra de un óleo, no trata de engañar al ojo, y que incluso en la elección de colores pastel y de temáticas nos muestra un pequeño escarceo con el arte pop en algunos de sus cuadros, donde las pinceladas tratan de ocultarse.
Pero del exótico mundo de imágenes también salen imágenes más costumbristas de otras épocas, quizá de las décadasa de 1950 y 1960, que hoy día nos son tan lejanas y cercanas como la cinematografía y las viejas fotos nos permiten recrear en nuestro cerebro como si fueran recuerdos comunes de todo el mundo. Con este cuadro hasta puedes recordar haber vivido algún libro del realismo crítico literario de aquella década de Celas, Pachecos, Delibeses y Ferlosios.
El agua, su reflejo, es en este tipo de estilo de pintura una metáfora de reflejo de la realidad falso, o de reflejo que muestra otras posibilidades de la realidad, siempre voluble y frágil ante un viento, una onda expansiva o la lluvia. Nos invita a reflexionar sobre lo que el mismo juego de la confusión entre realidad pintada y realidad fotografiada nos invita a reflexionar también, que en el fondo es algo más existencial y personal de lo espeable. Hace poco podíamos disfrutar de más hiperrealismo pictórico en Alcalá, en la Casa de la Entrevista, cuando durante las fiestas del 25 de agosto al 1 de septiembre se mostró una exposición llamada "Espacios" donde trece artistas locales mostraron cuadros y cerámicas de muy variados y distintos estilos y calidades.
Pero si no es el hiperrealismo, y en concreto el realismo fotográfico, el que más gusta al lector, o si bien el lector tras disfrutar de Antonio Mateos en El Perro Verde desea conocer otra exposición en otro bar, puede acercase a la calle Postigo, también de Alcalá de Henares, donde en el bar La Vaca Flaca se ha inaugurado el pasado día 7 de esta semana también una exposición de dibujos de Tezeta.
Tezeta es un joven autor que ya antes ha organizado lecturas de poemas en el mismo bar junto a Mario Misas, este también músico. Ha publicado algunas de sus ilustraciones en dos periódicos de tirada nacional, EL MUNDO y PÚBLICO, en ambos como colaborador. Sus dibujos van más allá de la realidad, como se dice en francés en un término ya castellanizado, son surrealistas. Pero va más allá para lanzar al que los vea claras sugerencias para pensar en la crítica sobre determinadas cuestiones de la sociedad o de tipo de personas que más o menos todos conocemos en nuestras vidas particulares, depende de la ilustración.
El autor ha cuidado también el detalle de la exposición de sus creaciones en folio. Para ello ha deshechado la idea de ponerlos enmarcados, los exhibe sobre cajas de cartón. Su idea principal es hacer de soporte, pero a la vez, como el propio autor me explicó ayuda también a cierta reflexión y, según el dueño del bar (Raúlclick, creador de lámparas artísticas con material reciclado), también invita a lanzar la idea de la reutilización de materiales como parte de la tan necesitada nueva sociedad que use de los conceptos de reciclaje.
Los trazos de Tezeta son muy definidos, tanto que da una gran importancia a la forma clara. Crea con ello unos personajes que son el principal actor del lanzamiento de sus ideas. En varias ocasiones podría recordarnos técnicas del cómic. Varios de esos personajes pertenecen a un mundo un tanto oscuro que se intuye por sus imposibles atribuciones físicas, casi de monstruo, que no dejan de ser metafóricas. La penumbra habitual de La Vaca Flaca ayuda a afianzar estos efectos.
Tezeta se llama en realidad César, y muchas de sus ideas espontáneas cobran vida a través de sus manos.
La calidad fotográfica de mi viejo teléfono móvil no da todo el detalle de todas las obras hoy mostradas con la calidad debida. Por ello os invito a ir a ambas exposiciones, por ejemplo hoy sábado, día ideal para salir por la tarde y la noche. Saludos y que la cerveza os acompañe.
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