jueves, abril 12, 2012

NOTICIA 1069ª DESDE EL BAR: DIEZ AÑOS DESPUÉS EN MUROS Y CARNOTA (Yo limpié "chapapote")

"(...) El viaje duró más de diez horas, ya que incluso nos perdimos en Galicia. Llegamos de madrugada y se dormía mal en el autobús, por lo que apenas dormimos tres horas o cuatro allá donde llegamos. Nos habilitaron el gimnasio de un instituto de la localidad de Muros [de su concejo, pues no era Muros]. Allí nos pusieron colchonetas de gomaespuma para dormir, mantas y toallas. Así que usamos Muros para dormir, desayunar y para dejar nuestras cosas, ya que en realidad comíamos, cenábamos y limpiábamos las costas de Carnota. Estuvimos pues en el límite entre las rías altas y las rías bajas. En el autobús me reencontré con Manolo Sancha, un viejo amigo de la época del Centro Juvenil Cisneros. Los ciento treinta voluntarios nos tuvimos que dividir en grupos para ser más operativos. A nosotros nos tocó en el mismo grupo, éramos el A-4. (...) El equipo era un mono blanco impermeable, desechable, unas botas de goma que se reutilizaban por otros voluntarios, guantes de goma, que debían ser pegados al traje con cinta aislante al traje para que no se colase el petróleo, una mascarilla de tela que filtrase el aire y unas gafas de plástico. Parecíamos espermatozoides, como alguien dijo. Yo además [era el manos blancas del grupo A-4] tenía la cinta aislante, una navaja propia y botellas de agua. Debía ir al coche del material cuando necesitaba papel o mascarillas nuevas. El domingo fue gracioso, porque también tuve la bota de vino y los del A-4 me pedían vino en lugar de agua. El sábado Carnota tenía sus piedras empetroladas, pero la arena sólo tenía petróleo en pequeñas cantidades. Sin embargo, con cada ola llegaban más restos de petróleo. El domingo fue el peor día. Teníamos el apoyo de una ambulancia de la Cruz Roja de Madrid, que habían venido de voluntarios, pero nada más. El equipo nos lo daba el ayuntamiento de Carnota. Nosotros nos pintábamos cosas en el traje (...) Nos pidieron los documentos de identidad la guardia civil, era el día en que abuchearon a Aznar en su primera visita a Galicia [el presidente del Estado, nosotros ni sabíamos que estaba en Galicia]. El domingo llovía y hacía un gran viento. Además estaba entrando mucho 'chapapote' [el nombre que le dieron los gallegos al petróleo hecho pasta con el agua marina]. La tela de las mascarillas se mojaba y no podíamos respirar, no paraba de cambiar mascarillas, de poner precintos, de limpiar sudor que creaban los trajes, a pesar del frío. Yo mismo no podía atenderme a mí. Atendíamos a uno y había dos más con problemas esperando que les atendieses. Tuvimos que dejar de trabajar en apenas una hora, normalmente se trabajaba cinco horas por recomendación médica, por la mañana, con marea baja. El mar estaba muy revuelto el domingo. El lunes Carnota salió por primera vez en los telediarios, porque allí iba la tercera mayor marea negra desde el hundimiento del 'Prestige'. Hoy los telediarios muestran una capa de 'chapapote' de un metro de grosor en Carnota. Era muy duro trabajar el domingo. Además nosotros no teníamos apenas palas, ni máquina alguna. Sólo el sábado contamos con un tractor-pala para cargar el 'chapapote'. Las manos enguantadas eran nuestra mejor (y única en casi todos nosotros) herramienta.

Nos daba pena tener que dejar de trabajar. Yo acababa de los últimos, porque debía de quitar con la navaja todos los precintos de los que estuvimos recogiendo. El domingo fue peor, apenas tuve tiempo para quitar mis propios precintos. No se daba a basto. (...)"

(Viernes, 20 de diciembre de 2002, Alcalá de Henares -Madrid-. Diario personal de Daniel López-Serrano Páez -Canichu, el Espía del Bar-.)

Este es un fragmento de mi diario personal en 2002. Y la fotografía es una fotografía que tomé este pasado fin de semana, el jueves 5 de abril, en la playa de Carnota. La misma que limpié... o que tratamos de limpiar aquel A-4. Me invitó un grupo de amigos a pasar allí esas fiestas. Uno de ellos es de allí, él y toda su familia, de Muros, exactamente. Llegué con otros amigos a Muros el miércoles por la noche, y este amigo natural de Muros, a sabiendas que yo estuve limpiando Carnota diez años atrás, quiso llevarnos allí para que la viera. Allí había con nosotros otro natural de Muros, un primo suyo, que también estuvo allí. Tal vez nos vimos en el pasado y no nos conocíamos. La playa estaba limpia y bella. Alguna piedra tenía restos negros, pero no sé si por la humedad del mar o porque aún le quedan restos, pero la playa entera, rocas incluidas, está limpia. La última visión que tuve de Carnota fue un mar lleno de petróleo hasta el horizonte, un temporal de aire y lluvia, petróleo y más petróleo entrando a cada ola hasta cubrirlo todo, cubriéndonos también a nosotros, gaviotas andando entre nosotros con las patas sucias de las olas negras, y decepción manifestada en desesperadas discusiones de si debíamos seguir allí o irnos... era obvio que seguir allí era un absurdo improductivo, "suicida", pero nadie quería dejar entrar esa marea, nadie quería ver destruirse todo el esfuerzo de limpieza de días anteriores. Pero el mar es fuerte, y las personas, sólo personas... y nos fuimos, porque no había más remedio, con la tristeza de la derrota... como tantas y tantas derrotas de los que trabajan con sus manos que con paciencia esperan que algún día veamos un triunfo. Cuando fuimos sustituidos y nosotros estábamos de vuelta de Galicia a Madrid, los telediarios nos mostraban las imágenes de un metro de petróleo en las playas de Carnota, y sabías que tú habías limpiado los días anteriores y que justo el día de la peor parte de la catástrofe estuviste en primera linea de acción y no pudiste hacer nada. Había vecinos y familiares mayores, manipulados por falseadas imágenes de telediarios y falsos comunicados del ministro del momento, Rajoy, hoy presidente, que hablaban contigo aplicándote todos los tópicos de mentiras que Aznar y Rajoy dijeron del "chapapote" y de nuestra iniciativa altruista y espontánea... Y tú tratabas de poner las cosas en su sitio, y pensabas: "algún día tengo que volver". Volví. Y fue fantástico encontrar aquello limpio. Alguna amiga dijo este fin de semana que la playa estaba así gracias a gente como yo... yo sólo sé que fui a limpiar chapapote, y que, limpiando varios días, el día de la mayor tragedia, en primera linea, calado de agua de lluvia y de las olas del mar llenas de chapapote, tuvimos que abandonar una playa en parte vencidos por los elementos. Yo estuve allí, vi y sufrí entrar el metro de grosor de "chapapote" que lo cubría todo, hasta nuestras esperanzas, a cada golpe de ola. Pero le tuvimos que dar el relevo al siguiente equipo al día siguiente. Mi abuelo paterno, cuando me preguntó por lo de Galicia a mi regreso, dijo que lo que hice estuvo muy bien, aunque le preocupaba mis pulmones porque los telediarios decían que a los voluntarios se nos pegaría el petróleo a las tráqueas de por vida.

Estuvo bien volver y ver Carnota limpia. No cambiaría nada de lo hecho. Y le agradezco mucho a este amigo la oportunidad que me brindó de volver a ver Carnota diez años después de aquel hundimiento del petrólero "Prestige", que el 19 de noviembre de 2002 se hundió paulatinamente partiéndose en dos, llenando el mar de petróleo.


MUROS, LA CORUÑA, COSTA DE LA MUERTE

Los muertos salen de los vivos,
las gentes del mar lo saben,
hechos de alga y salitre,
se queda en tierra el marino.

Son las gaviotas que vuelan,
buscando alimento entre rocas,
buscando el agua en la playa,
las que guían el camino
al naufragio al que navegan.

Viejas costas con capillas
de piedra llena de musgos,
rellenan los pueblos gallegos,
todas conducen a Muros.

En la noche en esas playas,
de lluvia fina y niebla,
de frío que los huesos cala,
come el marino pulpo,
bebe vino de la tierra,
habita mientras puede su casa,
y oye del mar el murmullo.

Hay coches en la carretera,
en la ría, barcas,
un recuerdo permanece como estatua
mirando al mar,
camposanto eterno,
con los ojos de una anciana.

Permanece la vida en tierra bien alegre,
bien alegre en tierra,
en tres calles a la ría paralelas,
con marinos riendo en ellas,
de marinos en el agua.

Hechos de alga y salitre,
las gentes del mar lo saben,
son las gaviotas que vuelan
las que guían el camino;
viejas costas con capillas,
con fina lluvia y con niebla,
de frío los huesos calan,
miran al mar,
camposanto eterno,
en tres calles a la ría paralelas.

(Por Daniel L.-Serrano, "Canichu", en Muros -La Coruña, Galicia- 6 de abril de 2012, Viernes Santo).

Poema compuesto en la madrugada del día dicho para Muros, para Xaquín y su familia que nos invitaron a ir, y en especial, también, para las diecisiete personas que fuimos como grupo de amigos a estas tierras gallegas.

(Este poema tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. También usa de la Ley de Propiedad Intelectual vigente. De este poema no está permitida su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).

2 comentarios:

Eriwen dijo...

10 años han pasado... que rápido todo.

La verdad es que sí, los voluntarios hicisteis un gran trabajo. Tengo amigas que fueron y es una experiencia que ha marcado a todas las personas que desinteresádamente fueron a Galicia.

Me emociono, porque en las tragedias se demuestra que hay gente muy buena. Pero me jode, que se dejara a los voluntarios a merced de los elementos, que no se os dieran materiales.

Canichu, el espía del bar dijo...

No he querido poner aquí la lectura política y social que en ese momento hice y que en gran parte aún creo correcta. Pero ese aspecto también es tremendo y visto lo que pasó desde entonces a ahora no me he equivocado en nada. Algún día, si son públicos mis diarios, se podrá leer y comprobar. Creo que la generación que fuimos del Prestige despertamos una conciencia de actuar y de ser que enlazaba con otros tiempos, sin jerarquías pero con organización, y que han servido de puente para una mentalidad que nos ha llevado al 15 de mayo. No es muy diferente lo ocurrido organizativamente con el Prestige que lo ocurrido con el 15 M, de hecho en Alcalá de Henares, en el 15M nos reencontramos en asamblea de modo diario yo e "Indy", otro componente del A-4. Esto es ya para dedicarle una extensa conversación o un largo y reflexionado ensayo. Un saludo, Eriwen, y un abrazo.