jueves, abril 14, 2011

NOTICIA 924ª DESDE EL BAR: 80º ANIVERSARIO DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA

"Las Instituciones de la República en el exilio ponen así término a la misión histórica que se habían impuesto. Y quienes las han mantenido hasta hoy, se sienten satisfechos porque tienen la convicción de haber cumplido con su deber."

(Declaración de la Presidencia y del Gobierno de la República Española en el exilio, 21 de junio de 1977, París).

Estas palabras las pronunciaba el último presidente de la II República Española, José Maldonado, en 1977. La II República daba en esa fecha fin a su existencia después de haber subsistido en el exilio. Otra muestra de esa subsistencia es la fotografía que os muestro, un folleto conmemorativo de 1946 que invitaba a asistir a un mitin que daría en París el presidente de la República en esas fechas, José Giral. Se puede encontrar en el archivo histórico de la Fundación Pablo Iglesias en el fondo de la Agrupación Socialista de París de exiliados y emigrados.

TIEMPOS PREVIOS:

La II República se había proclamado pacíficamente el 14 de abril de 1931 tras unas elecciones municipales que ganaron los partidarios de la República en las grandes capitales de España. La gente pronto se manifestó en las calles pidiendo el advenimiento de la República y el rey Alfonso XIII optaba por la abdicación y su exilio a Italia, una Italia que en esas fechas estaba gobernada por el fascismo de Benito Mussolini. No era raro ese destino del exmonarca, quizá por ello mismo perdió su trono. Basta con visitar hoy día el Palacio Real de Aranjuez para descubrir la gran cantidad de trajes militares que le gustaba usar desde la infancia.

Pero la República no vino porque sí. Durante el reinado de Alfonso XIII se había producido la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico en 1898, durante su minoría de edad, creando un gran descontento. Luego, desde su mayoría de edad, la gente cada vez fue más consciente de la corrupción de las elecciones, que no dejaban de ser un turno pactado por conservadores y liberales, mientras que otros partidos y sindicatos reclamaban democracia de verdad y mayor justicia social. Eso hizo que se aceleraran las crisis, empeoradas por la Guerra del Rif que nadie quería de entre la gente trabajadora. Los capítulos represores del ejército contra los ciudadanos en episodios como los de la revista Cu-Cut o los de la Semana Trágica de Barcelona fueron aumentando el disgusto con la monarquía hasta la huelga general de 1917. La jornada laboral de ocho horas fue lograda tras grandes esfuerzos de los anarquistas organizados en el sindicato CNT, fueron huelgas generales que implicaron la represión con cárcel y asesinatos por parte de las llamadas fuerzas del orden, pero se lograron, aquella fue la huelga de la Canadiense. Los logros de justicia social no se estaban ganando precisamente gracias a la monarquía, si no que esta los aceptaba como hechos consumados ante la presión social de los acontecimientos. Sin embargo, el propio lider de CNT que logró las ocho horas de trabajo por jornada, fue asesinado en las calles por pistoleros de la patronal, lo que provocó el inicio del pistolerismo barcelonés y la caida de gobiernos monárquicos que a menudo duraban horas o días.

Alfonso XIII, que admiraba a Mussolini en sus formas y al ejército en particular, aceptó el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, quien dirigió el país con una dictadura que duró de 1923 a 1930. Una dictadura con encarcelados políticos, exiliados y ejecutados. No obstante fue padre de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, el partido que trataba de emular en España al partido Fascista italiano. No fue raro que cuando en enero de 1930 el dictador se fue y Alfonso XIII trató de recuperar el ritmo de la monarquía parlamentaria anterior, todos sus partidarios le dijeran que la monarquía ya no se podía mantener. Hubo incluso un intento de golpe de Estado fallido en Jaca pidiendo la República. Al final la II República se logró gracias a las urnas y la manifestación en la calle, pacíficamente y con una gran mayoría pidiéndola.

LA II REPÚBLICA (etapa clásica, 1931-1939):

El 14 de abril de 1931 se proclamaba la II República, hace hoy exactamente 80 años. Los anarcosindicalistas incluso facilitaron en las urnas su advenimiento ejerciendo el derecho de voto y sin lanzar consignas en contra del mismo. No obstante un anarquista prefiere antes una democracia imperfecta antes que un gobierno no democrático, por muy imperfecta que sea la democracia. Tardaría poco tiempo en que los anarquistas le reclamaran a la República la revolución social, y por tanto en chocar con los gobiernos que se sucedieron. No hay que olvidar que la CNT era el sindicato mayoritario de la época. Sin embargo el partido comunista, el PCE, dirigidos por José Díaz, no apoyaron el advenimiento de la República, para ellos era algo de burgueses y no debía ser apoyada en las urnas ni en ningún sitio. El apoyo a la República por parte comunista sólo llegaría con las ayudas de Socorro Rojo a los encarcelados de 1934 y posteriormente con la guerra civil española. Quien no quiera creerlo, ahí tiene los archivos... incluso lo encontrará en los periódicos y documentos del PCE en la Fundación de Investigaciones Marxistas.

La República contó con un presidente católico, Niceto Alcalá-Zamora, que supo separar lo que era Iglesia de Estado. Tuvo gobiernos de partidos netamente republicanos (como Izquierda Republicana, de Manuel Azaña, o el Radical-Socialista de Lerroux), ministros del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), como Prieto, y también de la derecha conservadora como la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), de Gil-Robles. Supuso un gran avance sobre todo en educación, en voto auténticamente democrático, en asuntos femeninos (voto femenino, derecho al divorcio, derecho al aborto, derecho a una educación como la masculina...), en cultura, en economía respecto a la etapa anterior (pero aprovechando los logros anteriores supervivientes de la crisis de 1930), y en otras cuestiones.

Sin embargo, pronto se vio atacada por la Iglesia que se había beneficiado del favor de Miguel Primo de Rivera, el ejemplo claro está en los sucesos del cardenal Segura, lo que provocó una reacción contra ella misma. Se vio atacada por los monárquicos, sobre todo en un primer momento por el diario ABC y luego por un intento de golpe de Estado del general Sanjurjo en 1932. Se vio afectada por los movimientos huelguistas que querían cambios sociales y económicos ya, son célebres los sucesos anarquistas que alcanzaron la violencia como en Casas Viejas. Y en fin, cuando en 1933 hubo elecciones de nuevo, ganaron los conservadores de la CEDA, aunque formó gobierno Lerroux. Estos, guiados por Gil-Robles (quien había estado en Alemania e intentó trasladar a España algunas de las consignas de los nacional socialistas -NAZIS- alemanes), frenaron de golpe todas las reformas de la República iniciadas por Azaña y Prieto. La gente comprendió que eso no era lo que ellos mismos querían y les retiraron el apoyo popular rápidamente hasta dar lugar a la huelga general de octubre de 1934, que acabó en algunos lugares con actos revolucionarios violentos y que en Asturias fue duramente reprimida por el ejército de Franco para disgusto de Alcalá-Zamora y loas de Gil-Robles y Lerroux. Tras aquel octubre de 1934 la CEDA tomó mayor control del gobierno y cerró sindicatos y partidos de izquierda. Metió en la cárcel a los líderes de la oposición (de izquierdas). Cerró y prohibió los ateneos obreros y sus publicaciones. Y los ayuntamientos de izquierdas fueron disueltos para sustituirlos por administraciones temporales y de excepciones a cargo de simpatizantes de la gente de derechas. Sin embargo el pistolerismo ejercido por Falange durante los hechos de 1934 no fue castigado, entendiendo el gobierno que ayudaban a las fuerzas de la policía. El disgusto era total entre la población hacia comienzos de 1935. Alcalá-Zamora no sabía como deshacerse de su jefe de gobierno, y Lerroux, viendo que en 1936 habría elecciones de nuevo y la situación planteada por la CEDA era antidemocrática, concedió una amnistía general que puso en la calle de nuevo a la mayoría de los encarcelados, y volvía a legalizar partidos, sindicatos, ateneos y publicaciones. El PCE, con el Socorro Rojo ayudando a los presos, había crecido en militantes aunque seguía siendo pequeño.

En febrero de 1936 la izquierda se presentó con una coalición política llamada Frente Popular. Los propios anarquistas comprendieron que el ambiente enrarecido de 1935 hacía oscilar a España hacia el fascismo, más aún cuando Calvo Sotelo, que había conocido ya la Alemania gobernada por Hitler, había regresado a España para fundar un partido que intentaba ser el nacionalsocialista español, mucho más radical que la Falange de José Antonio Primo de Rivera. Por ello la CNT no apoyó al Frente Popular uniéndose a él (no hasta el estallido de la guerra), pero sí le apoyó abriendo una reflexión entre sus militantes sobre la necesidad de votar, igual que hicieron en 1931. Se cree que la acudida al voto masivo de los anarquistas en 1936, igual que en 1931, hizo triunfar las posturas republicanas de izquierdas, lo que explicaría en parte el triunfo conservador de 1933, ya que entonces la CNT sí se movilizó en contra del voto.

Sea como sea, en julio de 1936, y tras pasar varios meses en los que el presidente de la República, Manuel Azaña, había sufrido varios intentos de asesinato fallido de mano de falangistas y otras personas de derechas, una serie de generales y militares coordinados por el general Mola se sublevaron e intentaron un golpe de Estado fallido que derivó en una guerra civil que duró del 17 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939. Hay quien menciona el inicio justo por el asesinato de Calvo Sotelo a manos de un guardia de asalto de izquierdas, en venganza del asesinato del teniente Castillo a manos de unos falangistas. Durante esa guerra civil ocurrieron gran cantidad de sucesos trascendentales, de los cuales hemos hablado en este blog varias veces. En general diremos que el general Franco acabó dirigiendo el bando de los golpistas. Ganó la guerra con ayuda de NAZIS alemanes y fascistas italianos frente a una República que en sus últimos momentos estaba presidida por Negrín y abandonada por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), única potencia que fue claramente a ayudarla, y por Francia, Reino Unido y Estados Unidos de América. Miles de repúblicanos, los que no murieron ni se quedaron atrapados en la España de Franco, huyeron al exilio.

Toda esta etapa está mejor sintetizada hoy en Fraternidad Universal.

LA REPÚBLICA EN EL EXILIO (1939-1977):

Aunque el gobierno de Franco en España fue reconocido implícitamente, incluso antes de acabar la guerra civil, por el gobierno y la autoridad del Vaticano, y a última hora por Reino Unido y Francia, aunque de modo no formal, en 1939 sólo Italia y Alemania reconocían abierta y legalmente aquella dictadura nacionalcatólica de origen fascista. Sin embargo, los republicanos eran acogidos en un primer momento por la URSS, Francia y Reino Unido (estos últimos a regañadientes). Pero hubo un gobierno que desde el primer momento no sólo acogió a los republicanos, sino también a su gobierno. Se trataba de México, gobernado por Lázaro Cárdenas. Negrín, presidente de la República ahora en el exilio, trató de quedarse en Londres vilipendiado por todos, pero aún con el gobierno exiliado en sus manos. El gobierno en esos momentos de poco valía. El caos de la ida hizo que comunistas, anarquistas y socialdemócratas pelearan entre ellos al margen de un gobierno que consideraban traidor por haber abandonado España mientras había gente que aún había intentado resistir más tiempo en la guerra.

Fue peor aún cuando estalló la II Guerra Mundial en aquel verano. Negrín había colocado en su exilio a varios ministros comunistas, a pesar de que él era del PSOE (bastante gente del PSOE no le aguantaba ya). Los comunistas siguieron las indicaciones de la URSS. Estas indicaciones eran no atacar a los NAZIS y fascistas europeos, ya que la URSS y Alemania tenían un pacto de no agresión. Mientras que los españoles exiliados hacían caso omiso al gobierno republicano y al PCE y se implicaban en la II Guerra Mundial fundando la resistencia francesa o bien enrolándose en el ejército inglés, entre otros, ese gobierno republicano se fue desprestigiando él sólo al verse ligado a las controvertidas decisiones de Negrín. Cuando en 1941 Alemania invadió la URSS al fin la República en el exilio dio carta blanca para atacar a los NAZIS, igual que el PCE. Incluso se fundó la Unión Nacional de manos de los comunistas para invadir España. Sin embargo los socialdemócratas del PSOE y los anarquistas de CNT, incluso los reconstituidos trotskistas del POUM, criticaron, desconfiaron y no apoyaron a aquella Unión Nacional que invadió el Valle de Arán hacia el final de la guerra mundial.

El gobierno republicano español exiliado en México se trasladó en 1945 a París, ya liberado desde 1944. Su nuevo presidente era José Giral, del PSOE, quien eliminó de todos los ministerios a los comunistas tras hacer un balance personal de qué habían supuesto estos en la trayectoria de la República desde mayo de 1937 a ese 1945.

Entre tanto se fundaba la Organización de Naciones Unidas (ONU). Fue allí donde México se transformó en el primer país que reconoció formalmente el gobierno de la II República Española en el exilio como legítimo. Acto seguido, en ese 1945, la Yugoslavia comunista de Tito también realizó ese reconocimiento. Enseguida todas las naciones del mundo en la ONU les imitaron y añadieron una condena y aislamiento a la España de Franco por su origen fascista. El único gobierno legal de España reconocido por la ONU era la República en el exilio.

En 1947 el PSOE, con Prieto, hablaron con Gil-Robles y con don Juan de Borbón para instaurar en España una hipotética monarquía parlamentaria que acabara con Franco, mientras Franco también hablaba con don Juan para que le diera, como así fue, la tutela de su hijo Juan Carlos para criarlo como posible heredero político de su dictadura, a modo de rey (como así fue también en 1975). Aquellos actos desprestigiaron más al gobierno republicano exiliado de cara a los propios españoles exiliados. Giral volvió a contar con los comunistas, y su sucesor, Llopis, también. Pero el siguiente presidente, Álvaro de Albornoz, prescindió totalmente de ellos entre 1947 y 1951, sólo contó con ministros republicanos. El gobierno se trasladó a Toulouse, donde también estaba el comité ejecutivo del PSOE, sin embargo cada vez estaban más desprestigiados. Los comunistas buscaron mayor representatividad en el propio PCE, cada vez más fuerte, los anarquistas en la CNT, y el PSOE en el PSOE.

En 1953 Estados Unidos de América y el Vaticano reconocieron y pactaron con la España de Franco. En diciembre de 1955 la ONU reconoció legítimo el gobierno del dictador por los intereses de la Guerra Fría existentes. Sólo México, el bloque soviético y países como Yugoslavia, se negaron a reconocer a Franco. Sin embargo, el reconocimiento de la ONU al general supuso un duro mazazo para la República en el exilio. Ni siquiera los organismos internacionales contaban ya demasiado con ellos, preferían contar con grupos del PCE europizado por Santiago Carrillo, entre otros grupos. A lo largo de 1960' y de 1970' esto fue evidente y un hecho.

Cuando Franco murió el 20 de noviembre de 1975 hubiera sido lógico que se volviesen los ojos hacia la República en el exilio, sin embargo Juan Carlos I de Borbón no contó con ellos. A lo largo de 1976 su presidente Adolfo Suárez pasó a legalizar partidos políticos y sindicatos de cara a unas elecciones constituyentes en 1977. El PSOE abandonó a la República a favor de ser legalizados pronto (no tanto así el PSOE en el exilio), ya que aceptó su legalización a pesar de que partidos como Izquierda Repúblicana no iban a ser legalizados hasta después de las elecciones de 1977, tal como se les había indicado. El PCE, que se había auto erigido ya como defensor por excelencia de la II República, no dudó en abandonar la bandera republicana y lo que ella significaba para abrazar la bandera monárquica y lo que ella signficaba. La CNT hubiera sido el primer sindicato legalizado, se les prefería por delante de los comunistas de CCOO, si no fuera porque fueron los únicos que al sentarse con Adolfo Suárez le plantearon que sus condiciones sólo se podían hablar una vez que se hiciera un referendum donde se preguntara si se quería una monarquía o una República. Fueron los últimos en ser legalizados como sindicato... y los únicos que ejercieron la defensa de la República como hicieron en 1931 y 1936, aunque en el fondo no representaba esta sus aspiraciones finales.

Finalmente se produjo en junio de 1977 las elecciones generales y constituyentes que, dentro de la monarquía parlamentaria actual de Juan Carlos I de Borbón, darían a luz la constitución de 1978 y la evolución subsiguiente hasta la actualidad de la política y la sociedad. Por ello, la II República en el exilio, muy mermada y abandonada por todos, se disolvió 11 días después, el 21 de junio de 1977, con las palabras recogidas al comienzo. Además incluían la reflexión de que aquella legiimidad democrática, aunque trataba de imitar la republicana, no era la republicana, si no una nueva, donde lamentablemente no se había querido contar ni con un referendum republicano ni con la participación de partidos republicanos (legalizados posteriormente). Aún más, el presidente Maldonado metía el dedo en la llaga de algo que aún escuece, la ley electoral creaba un desequilibrio entre votos y escaños que hacía de la representación de los ciudadanos en el Parlamento algo que no se corresponde con la realidad. Aún hoy así es, sólo hay que mirar los votos y escaños correpondientes a Izquierda Unida, Unión, Progreso y Democracia o Esquerra Republicana de Catalunya. Y es que la Historia de la Transición, como ya se ha dicho varias veces a lo largo de esta bitácora, debiera ser también desmitificada y revisada con sus luces y sus sombras, no sólo con sus luces. Sea como sea, en aquel 1977, muchos exiliados y represaliados por la dictadura al defender la democracia se sentían satisfechos de haber cumplido con lo que consideraban lo justo y un deber. Aún les debemos mucho, como mínimo un reconocimiento que nunca llega.

ACTOS:

En conmemoración al 80º aniversario del advenimiento de la II República que se celebra hoy informo: Aparte de este artículo, el espía del bar dice al Alto Mando del Servicio de Espionaje de Bares, que mañana, viernes 15, a las 18:00 h., junto al también historiador Julián Vadillo, le dedicaremos un programa de radio especial en Radio Arrebato en el programa Parlamento Pirata. Se podrá escuchar por Internet (es una radio local de Guadalajara) por esta puerta violeta, y se podrá contactar en directo por el chat. El sábado habrá en Alcalá de Henares una ofrenda floral y una comida en homenaje.

6 comentarios:

Harry Reddish dijo...

salud!!

Canichu, el espía del bar dijo...

salud-os

WWW.INFOCONTINENTAL.COM dijo...

WWW.INFOCONTINENTAL.COM

Gracias por compartir este post, estaría bien poder llegar a más personas para poder transmitir lo dicho aqui, te deseo suerte con tu blog.

Un saludo!!

Canichu, el espía del bar dijo...

Muchas gracias. Saludos.

argonauta dijo...

MUAK!!

Canichu, el espía del bar dijo...

MUAK también para ti.