sábado, septiembre 22, 2007

NOTICIA 333ª DESDE EL BAR: EL CACTUS

Entré en mi casa y había algo nuevo, un cactus. Mi madre me compró un pequeño cactus, con flores rojizas, y me lo dejó allí. Ahora estoy yo, la gata y el cactus en la parte de la casa donde vivo. Hace mucho tiempo alguien me comparó con un cactus. Y cuando de niño me compraba muñecos de plástico de indios y vaqueros, al abrir la bolsa de papel siempre me tocaba algún cactus... lo que no era gran cosa para jugar, pero decoraba al lado de los indios.
Esta noche es la Noche Blanca en Madrid capital, esa en la que abren los museos de noche y algunas personas van a verlos porque es algo que les mueve a verlos con una copa en la mano, aunque muchos dejan de ir en horarios normales porque no les interesa verlos sin copa en la mano. Hacen cuenta cuentos y teatro y conciertos y esas cosas y los bares abren hasta más tarde. Y quería ir con unos amigos, no por hacer de tipo interesante que luego dice "entré en un museo de noche y fue fantástico", sino por disfrutar de una noche madrileña en ambiente festivo. Pero a decir verdad, el desempleo, y sólo llevo un par de días, afecta a mi ánimo. No termino de explicarme las causas reales de mi jefe, ya que las dadas son falsas y cumplí con todos mis deberes, y sólo me cuadran cuestiones personales y una hipotética trama de asfixia con videocámaras vigilándome cual KGB o Stasi... Y no es una visión del todo paranoica, ya que esas videocámaras fueron instaladas incluso en la cocina del salón de juegos, área de trabajo y de descanso de los empleados. Y según sé, se usaron para conseguir argumentos con los que despedir a una empleada anterior a mí, la cual tenía más simpatía y actividad con los clientes que el propio jefe. Y los lograron el día que se quedó embarazada, para más INRI de un compañero de trabajo. Sea como sea, no sé si esta noche iré a la Noche Blanca. Sólo estoy en el sofá sin saber como hacer frente al mantenimiento económico de mi casa, esperando la llamada de mi abogado, leyendo el periódico, leyendo blogs que me interesen en Internet, escuchando música, escribiendo fragmentos para un relato, transcribiendo la información sacada del AGA de expedientes de gente que fue depurada en 1940... Sólo yo, la gata, y el cactus. Sin muchas ganas de nada, buscando una careta que haga parecer que estoy contento, que estoy feliz, que estoy bien. Sólo yo, la gata y el cactus.

8 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

me dicen que el chico que han contratado en mi lugar (a falta de contratar a otro para sustituir a otro compañero más) es amigo de un compañero que sigue en la empresa. Esto no quiere decir nada, es sólo una nota lacónica.

Fran dijo...

Bueno hombre, bueno, te quejas del catus que acompañaba a los indios en aquellos sobrecillos de papel que tan buenos ratos nos hicieron pasar, pero más lamentable era el kanguro que venia con la división de infanteria australiana!!!
saludos de plastico!!!

Fran dijo...

"catus" es "cactus"...disculpa mi torpeza, ayer me sentó mal algo, ciao!!!

3'14 dijo...

¿Y para qué buscar una careta?

Al único que tienes que rendir cuentas sobre tu estado de ánimo es a ti mismo frente al espejo, y ahí por más muecas que hagamos, no nos acabamos de engañar. Así que empieza a disfrutar del cactus, la gata y ante todo, de ti mismo.

Un abrazo

anaisnit dijo...

Hay días en los que sólo me apetece entornar los ojos y escuchar música, triste y dulzona. No es evasión, es supervivencia. La vida a veces nos empuja sin remedio y es bueno parar y analizar la situación. Pero de todas formas, no te quedes mucho rato junto a tu pequeño catus y tu gata, sólo justo para reponerte. Luego despierta y salta dentro de las Noches Blancas de tu ciudad. Disfruta de la vida, tal y como llega. Eso, de momento es lo más sensato. Ánimo, y a seguir creando!

Sett dijo...

Los cactus son unas plantas tan especiales como infravaloradas.

Escuche un dia que a las mujeres les excita mucho que les regalen cactus...vete tu a saber porque...

Un abrazo,Dani!!

xx dijo...

Daniel,
ánimo, fuerza y salud!

Liliana Sáez dijo...

Arriba ese ánimo. El cactus es despreciado por mucha gente, sin embargo contiene en su interior suficiente agua para sobrevivir en el desierto.
Creo que tiene puntas que lastiman para no ser lastimado, algo parecido a muchos de nosotros.