miércoles, noviembre 19, 2025

NOTICIA 2425ª DESDE EL BAR: 50 AÑOS SIN FRANCO

Este 20 de noviembre se cumplen cincuenta años desde la muerte de Franco. Abre el pistoletazo de en España de las celebraciones de los cincuenta años que abrieron el proceso de la Transición que llevaría a la monarquía parlamentaria actual. Sería algo más complejo, pues ya en el tardofranquismo de la primera mitad de la década de 1970, incluso unos años antes, ya se habían comenzado a abrir procesos de cambio, no sólo entre exiliados, la oposición clandestina y la silenciosa, obreros y estudiantes. La Iglesia, una parte de los grandes empresarios y banqueros y de los monárquicos, incluso un sector reducido de Falange habían comenzado a reflexionar alternativas al franquismo. El proceso de cambio, sin embargo, en España se produjo de manera reformista y pactista, en ningún caso rupturista, como sí ocurrió en Portugal desde la Revolución de los Claveles de 1974, donde se llegó incluso a nacionalizar los bancos o a intentar el reparto de la tierra entre los trabajadores. 

Ocurre que precisamente Portugal y España han iniciado desde 2024 una serie de celebraciones conjuntas sobre su cambio político a las democracias (una republicana y la otra monárquica). Cada país tiene sus propias rutas, pero hay eventos compartidos. Portugal comenzó desde 2024 con exposiciones, documentales y diversos actos, y España se incorporó desde comienzos de este 2025 a hacer públicos ese programa común de celebración. Si Portugal marca su hito inicial en la primavera de 1974 con la Revolución de los Claveles, España  lo marca con la muerte de Franco en noviembre de 1975, aunque ambos países tienen sucesos previos significativos años antes, por ejemplo, ambos comparten un trasiego muy comprometido por los sucesos de 1973 que, ya por gente armada o clandestina, ya por la colaboración de los servicios secretos, pasaron de un lago a otra de la frontera. Sea como sea, si bien en España se suele dar como fecha simbólica el fin de la Transición con el golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981, y Portugal un poco antes con la normalización de su gobiernos democráticos en torno a 1979-1980, en esas celebraciones conjuntas se ha querido marcar como fecha común de ambos procesos la entrada conjunta en la Comunidad Económica Europea, la CEE (hoy Unión Europea, UE) en 1985, hecho que se materializó de facto en el comienzo del 1 de enero de 1986. No obstante, a lo largo de este 2025, esa firma tuvo su cuarenta aniversario y hubo celebraciones simultáneas en Portugal y en España.

Tuve yo la suerte entre finales de 2023 y comienzos de 2024 ser el archivero contratado en España para tratar, describir y proponer una serie de documentos y fotografías con motivo de unas exposiciones conjuntas que se harían en Portugal y después en España. Aquí pasó por Salamanca hace unos meses, aunque creo que aún harán algo más con lo trabajado, aunque mi nombre es mero trabajador anónimo. El que figura es, serán, el de quien o quienes ejerzan de comisarios o, simplemente, el de los archiveros y archiveras funcionarios. Los contratados solemos hacer el trabajo y quedar anónimos, cuando no, silenciada nuestra existencia. Sin embargo, cuando fueron las celebraciones del aniversario de la firma de adhesión a la CEE, hicieron un pequeño reportaje en Televisión Española de cómo era el aniversario en el Palacio Real. Allí se hizo una pequeña muestra de documentos del momento y me alegró reconocer varios de los que yo traté y propuse como interesantes para todas estas celebraciones.

Lo cierto es que mi trabajo, mi profesión, que ejerzo desde 2009 con diversos periodos de desempleo, me ha puesto en mis manos y mis ojos muchos documentos importantes de muy diferentes índoles, incluso de personas importantes de la cultura, no sólo cosas de gobierno, de la historia actual (del siglo XIX en adelante, algunos del XVIII), o de política o de sindicatos y partidos. Soy consciente que si llego a anciano y algún día hablo de esto, nadie me va a creer y creerán que soy un viejo gagá y loco, un viejo chocho con delirios.

Hay cosas de las que puedo hablar, otras mejor no o directamente no, depende de cada caso y de las confidencialidades comprometidas. Sí creo que la Historia actual tiene mucho margen para su reinterpretación, su redescubrimiento y para una reescritura más correcta y ajustada a la realidad, y por tanto distanciada de la versión o visión oficial repetida desde 1978, si no antes. Y estoy hablando de documentos desclasificados, que yo mismo he puesto a disposición con su descripción y archivado correcto. Pero entiendo que algunas cosas le chocarán a muchas personas que, habiendo vivido las épocas y habiendo escuchado versiones oficiales desde el mismo momento que se producen, y con el repicar constante de los periodistas diciendo que ellos saben la verdad, aunque en realidad ignoran la realidad que también se les escapaba a ellos, la no visible por entonces, pues producirá con seguridad resistencias y negaciones que preferirán acogerse a la realidad conocida, aunque imperfecta, y llamará al resto de la realidad no conocida algún  termino poco menos que cerca de cosas irreales. Costará hacer entender que las realidades eran más complejas o con más vertientes a tener en cuenta.

A fin de cuentas es tarea del historiador, que también lo soy, de hacer estudios de años, que no de meses, a fin de poder encontrar y contrastar todo lo posible para poder lanzar una visión e interpretación ajustada a lo posible, a lo real. Y por ello mismo, haber  intentado hacernos creer que los relatos periodísticos o que la tarea de historiador que se haya podido hacer ya en la década de 1980 era suficiente, o la ampliada en los 1990, pues algo bastante iluso, porque una gran mayoría de documentación aún no era consultable. Bien está haber recavado la memoria colectiva (y aún falta mucho también en ese cambio, la memoria colectiva y social de los anónimos), pero es evidente que la documentación oficial, del gobierno, de la administración, de la Justicia, de los cuerpos de orden, de los sindicatos, de los partidos políticos, etcétera, juegan también un papel fundamental para poder escribir la Historia actual. En los 2000 y 2010 se comenzaron a abrir muchos documentos de este tipo. Ahora en la década de 2020 parece que se van abriendo muchos más, pero aún queda mucho por abrir, y algunos tardarán décadas, por el derecho a la intimidad, a los datos personales, etcétera. Pero quiero decir que es a partir de esta década, según se vaya abriendo más y más, cuando mejor vamos a poder historiar toda esa época y esto, por fuerza, entrará en contradicción con muchas de las verdades oficiales y tópicas establecidas desde los años 1980. Habrá resistencia a creer en mucha gente. Es un proceso normal. Son vidas enteras y, aparte, la visión de un protagonista de esos años (aunque sea anónimo) está tan implicada con su juventud que puede perfectamente negar la visión en la distancia de los que no fueron protagonistas porque o no nacieron o eran bebés o niños. 

La tarea ya ha comenzado, y no sólo desde historiadores y periodistas, también desde el cine, curiosamente.

Lo que sí me parece lamentable son cosas como la que asistí esta tarde al ir al mercado a comprar. Un charcutero le daba una perorata a una cliente sobre que España ya no era una democracia... comprando el discurso falso de la extrema derecha y  de una parte de políticos del Partido Popular que hablan en grandes medios de comunicación y en asambleas, Congreso y Senado. Y debería ser el Partido Popular uno de los principales interesados en contribuir a enseñar a sus simpatizantes que esto sí es una democracia y porqué lo es aún cuando quien gobierne no sea de sus ideas. Debería estar ahí, pues animar una idea contraria por interés puntual de alentar animadversión al partido contrario sólo ayudará a aquellos que de verdad sí que no son demócratas ni piensan en una España para todos y plural. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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