El 21 de abril de 1986 se inauguró el monumento en Alcalá de Henares al quinto centenario del descubrimiento de América, en la Plaza de los Santos Niños, cerca de la Casa de la Entrevista, pero también del Palacio Arzobispal, donde se daría la entrevista entre Cristóbal Colón e Isabel I, "la católica", en 1485. Fue obra del escultor Juan Antonio Palomo. Por entonces gobernaba Alcalá el PSOE, que además a partir de esos años modernizó la ciudad también en lo estético colocando estatuas de arte contemporáneo, de carácter surrealista y conceptual, a lo largo de las murallas medievales. La obra de la Plaza de los Santos Niños no es surrealista. Podríamos considerarla conceptual, pero no es surrealista, representa una rosa de los vientos, un instrumento náutico que en el siglo XV le fue vital a Cristóbal Colón en el viaje que le llevó a descubrir América. Un instrumento, por otro lado, con algún signo arábigo y con los signos del zodiaco en relación a las constelaciones estelares. El conjunto incluía una bancada en círculo donde en tres monolitos aparecen tres personajes importantes del descubrimiento de América y con relación a esta ciudad.
En origen uno de los primeros proyectos de reforma decorativa de la plaza llegó a considerar trasladar las estatuas de los cardenales Carrillo y Cisneros y ponerlas afrontadas a cada extremo, pero teniendo en cuenta que ambos tuvieron entre sí una enemistad, y sopesando que esas estatuas podían estar muy arraigadas en los alcalaínos en sus ubicaciones, a pesar de que ambos contribuyeron a los estudios generales y a la Universidad en torno a la actual Iglesia-Magistral de los Santos Niños, fue un proyecto descartado, para poner por entonces en valor ese aspecto alcalaíno en relación a América y a Colón, hoy día muy conocido, por entonces no tanto, pero esta estatua y la transformación de la Casa de la Entrevista en sala de exposiciones contribuyó a ello. Han pasado casi cuarenta años. Es, hoy por hoy, parte consolidada del aspecto de la ciudad y de la contribución cultural de la misma, incluso desde descubridores. También es parte de un gran número de generaciones que desde niños a adultos y ancianos han tenido su punto de encuentro, de descanso y de diversión en esa bancada. A pesar de que el comienzo del Mercado Cervantino, tras ganar el Patrimonio de la Humanidad en 1998, ha contribuido en mucho a destrozar esta obra de arte, pues eso es un conjunto escultórico, el monumento es un elemento propio y modernizante de la ciudad, por cómo se concibió. Y sí, lo deterioró ese mercado, pues los numerosos destrozos de los monolitos con los personajes se debieron a cuerdas que se ataron en las primeras ediciones, ya para retener animales, ya para mantener tenderetes. Los ayuntamientos de entonces, en ese momento del PP, no tuvieron reparos en que ocurriera, y la policía municipal no actuó demasiado tampoco. Tardaron varios años en reaccionar, cuando los destrozos en las piedras se hicieron más que evidentes, y ahí siguen.
De hecho, aunque se han celebrado numerosas ferias del libro antiguo y de ocasión en esa plaza durante muchos años, antes de que las reubicaran entre la Calle Libreros y la Plaza de Cervantes (según toque cada feria del libro), fueron los puestos de los mercados cervantinos y algunos escenarios musicales de otros festejos lo que han ido destrozando las plaquetas del suelo de la plaza. Esto se debe también gracias a que un cambio en la política de inmatriculaciones en épocas del gobierno central de José María Aznar (PP), hizo que nada más ganarse el Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1998, y aprovechando que la propia Iglesia Magistral iba a ser reformada, la Iglesia inmatriculó la plaza en 1999 como si fuera propiedad de la Iglesia, cuando en el catastro en realidad figura que es del ayuntamiento de Alcalá de Henares, por tanto de todos los alcalaínos, no de la Iglesia. Esta polémica ha paralizado muchas acciones, tanto de reforma como de algunos actos culturales. Aún así, uno de los extremos de la plaza, el longitudinal que no está la iglesia, vio una reforma pequeña con una quita de un par de árboles, de varios bancos de piedra y la puesta de un puesto de información turística que duró varios años. Con la llegada al gobierno del PSOE-Somos Alcalá en 2015 se planteó la peatonalización el centro de la ciudad en varias fases, empezando por la zona este del casco histórico (calle Libreros y aledañas). En 2019 siguió gobernando PSOE, pero su coalición cambió de tener un aliado de izquierda (Somos Alcalá) a uno de derechas (Ciudadanos). Fue con PSOE-Ciudadanos que se siguió el plan de peatonalización por fases, siendo que hacia el final del mandato, en torno a 2022-2023, se peatonalizó el entorno de la plaza (que eran sus carreteras), e incluso se eliminó la fuente de toda la vida para poner otras que nunca funcionan y cuando lo hacen, lo hacen mal. Con ello se entiende que sería la manzana central de la plaza la que generaba la polémica entre el obispado y el ayuntamiento, reclamando cada uno su propiedad. No había acuerdo sobre esto, por lo que no se reformaba, al no acordarse quién debía aportar qué, o quién debía reformar entonces, aunque se acordaba seguir haciendo eventos en la plaza.
En la primavera de 2023 ganó el ayuntamiento el PP en coalición con Vox y heredaron todo el plan de peatonalización por fases, con fondos de la Unión Europea, quedando pendiente las peatonalizaciones de la Plaza de Cervantes y la de Santos Niños. Tanto PSOE-Ciudadanos como PP-Vox planificaban no sólo peatonalizar, sino transformar, pero eso le ha llegado con amplia difusión a los ciudadanos cuando está todo cerrado y bien cerrado, sin darle opción real a opinar sobre los cambios planteados.
Pues bien, ayer 11 de junio de 2025 el gobierno actual de PP-Vox anunciaron en un acto protocolario público entre ayuntamiento y obispado la intervención definitiva de la reforma de la Plaza de los Santos Niños. Lo han hecho a través de los diversos medios de comunicación de prensa en Alcalá, tanto de radio como periódicos, por ejemplo en Cadena SER Henares, Onda Cero Alcalá, Alcalá Hoy o en La Luna de Alcalá. Lo primero que ha hecho PSOE al conocerse la noticia es pedirle al PP que haga público el pliego de condiciones del acuerdo ayuntamiento-obispado, pues dicen que en su día a ellos el obispado llegó a amenazar con vallar la plaza, por lo que creen que el ayuntamiento ha cedido el reconocimiento de la propiedad de la plaza al obispado, cuando en realidad está en el catastro como propiedad del ayuntamiento. Se trataría de, entiendo que es lo que quiere decir, que el PP desde su gobierno municipal habría cedido a la Iglesia la plaza, pues el mero hecho de llegar a este acuerdo es una manera implícita de reconocerles la propiedad, aunque la legalidad sea más difusa y no esté claro. De todos modos, el Soto del Henares, otorgado por el gobierno del PP en la Comunidad de Madrid al gobierno de Torrejón de Ardoz, en manos del PP, a pesar de ser terrenos de Alcalá de Henares, cosa que ocurrió en tiempos del PSOE en Alcalá, fue otro hecho naturalizado y aceptado sin más por el actual gobierno del PP en Alcalá.
Es evidente que para el PP es fácil vender la idea de que ellos hacen algo por los Santos Niños, repararlo, mientras que el PSOE no hizo nada. A fin de cuentas el suelo está destrozado y hace un mes que lo han hecho más evidente al parchearlo con material muy blanco brillante, sin buscar un color más acorde, aunque se notase. Evidentemente nadie quiere ver una plaza destrozada, aunque los destrozos los provoque el propio ayuntamiento con el Mercado Cervantino. Creo que todos aplaudimos que se arregle el suelo, sólo que habrá quien no reflexione más y no caiga en porqué antes no se hacía y porqué ahora sí. Se tendría que haber solucionado hace años saber quién es el propietario, si la Iglesia, y por tanto los Santos Niños es un lugar privado, o si el ayuntamiento, y por tanto es un lugar de todos los alcalaínos, público. Que algo esté abierto al público siendo privado es posible, pero siendo privado, también es reversible, o bien puede decidir sobre sus usos, como la no celebración de X actos y la sí celebración de otros.
En todo esto, por otra parte, y dado que se ha llegado a esta situación mediante un acuerdo con la Iglesia, ¿pagará una parte del dinero la Iglesia? Si eso hiciera, el ayuntamiento le daría más razones para que ante un tribunal la Iglesia reclamara sus "derechos". El tema es delicado.
En cuanto a lo que se pretende hacer, no sólo arreglar el suelo, sino eliminar el monumento del descubrimiento para ponerlo fuera del centro histórico, colocar en su lugar un parterre con plantas y una estatua al emperador alemán Fernando I, nacido y bautizado en Alcalá de Henares, nada más, poner más bancos bajo los árboles y colocar placas de metal en el suelo que muestren los restos romanos bajo ese mismo suelo, mis consideraciones a continuación.
Creo
que el monumento del descubrimiento no debería moverse y de hacerlo se debería dejar al lado del Palacio Arzobispal, o al menos cerca, en la calle donde está la Casa de la Entrevista, y no fuera del casco
histórico, pues eso suena a colocarlo en una rotonda y por tanto a denigrar el monumento y su significado. Incluso si se sitúa en un parque, ¿qué sentido tiene desnaturalizarlo de esa manera? ¿Qué sentido tiene atacar cuarenta años de arraigo? Claro que ya se han oído antes en prensa en estos años a
gente del entorno ideológico del actual gobierno (más de un lado de la derecha gobernante que del otro lado de la derecha gobernante) hablar contra el arte
contemporáneo (entendido como surrealismo). Esta estatua, que no es de ese estilo, no lo es, no es surrealista, pero puede que sufra las consecuencias de esas formas de pensar. Formas de pensar que décadas atrás no eran ni del franquismo, pensemos que Dalí simpatizó con Falange y que era franquista y que aquel gobierno le correspondió (en realidad ir contra el arte contemporáneo era más de los nazis alemanes, que a los -ismos los llamaron "arte degenerado"). No obstante, también el actual ayuntamiento decidió trasladar las estatuas surrealistas de las murallas a otro espacio. Es una visión conservadora y anticuada de comprender una ciudad que por décadas ha sabido combinar lo clásico y lo actual, y por ese camino: la mezcla y convivencia de sus gentes. Si
quieren poner una estatua al emperador de Alemania Fernando I esa plaza
no es su sitio, aunque le bautizaran en la Magistral. Más bien los sería el patio del Palacio Arzobispal o su entorno, donde ya están su abuela Isabel I "la católica" y su tía Catalina de Aragón, también relacionadas con el palacio, como él. Tengo la impresión que la eliminación del conjunto escultórico por poner una estatua de otro emperador de origen español no es algo gratuito ideológicamente, aún cuando Fernando I nació aquí. Claro que puede tener una estatua, pero darle ese espacio protagonista y no llevarlo junto al del resto de la realeza que tiene ese lazo con el Palacio Arzobispal me da que pensar que la intención no es tan inocente como pretenden decir en declaraciones públicas. Ay, la España de los emperadores y su unidad de destino.
Por
otro lado indirectamente da la sensación en las declaraciones de la alcaldesa Judith Piquet de que el ayuntamiento cede que ese espacio sea de la Iglesia, pese a la polémica de la
inmatriculacion, y pareciera que sólo interpreta Alcalá y ese espacio
desde un punto de vista católico, cuando ese espacio sobrepasa social,
cultural e históricamente ese aspecto. Y lo sobrepasa con mucho. Ya puestos, ¿por qué no recuperar la Plaza de la Picota, la entrada porticada de la puerta lateral, las capillas y el arco trasero? Y si todo ha de girar sólo en torno a la catedral y a los deseos del obispado, ¿por qué no ir todos a misa? ¿Por qué no mantener todos un decoro católico, o al menos cristiano, en ese entorno so pena de multa? Que no, gente, que no, que la Plaza de los Santos Niños no es ese espacio de espiritualidad que (literalmente) ha dicho Judith Piquet. Pero la gente sólo escuchará que van a arreglar el suelo de la plaza, darán el visto bueno y criticarán a quien ponga un "pero", vete a saber si no le llamarán "sanchista" a modo acusación o desacreditación, y es que el suelo está muy mal, si nadie discute que se debe arreglar, el problema es el fondo.
Una sociedad crítica siempre será una sociedad sana, democrática... aunque siempre que no se rompa la convivencia por romper los consensos al intentar que la balanza siempre esté decantada del lado extremo del que pone el dedo en la pesa para que ahí se mantenga.
Saludos y que la cerveza os acompañe.