domingo, noviembre 19, 2023

NOTICIA 2271ª DESDE EL BAR: DESPUÉS EL GOBIERNO

 Ahora sí, de nuevo con permiso de esa fruta exótica que ha desprendido su olor a fruta pasada estas últimas semanas desde la Asamblea de Madrid, hay que comentar uno de los temas que se suelen comentar en esta bitácora cuando toca. El nuevo gobierno de España al fin se ha aprobado con la investidura de Pedro Sánchez, con lo que se renueva la coalición entre Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el actual Sumar, fórmula de coalición de diversas izquierdas cuya principal fuerza se conformó entre Unidas Podemos (que lideraba antes la coalición del anterior gobierno) y personas que salieron de Unidas Podemos, empezando por la misma Yolanda Díaz, que a pesar de que ella no para de decir que viene del Partido Comunista de España (PCE) y de Izquierda Unida (IU) donde este se encuadraba, es evidente que jamás hubiera llegado hasta donde ha llegado como Ministra de Trabajo y vicepresidenta de gobierno primero con Unidas Podemos y ahora con Sumar si no hubiera tenido el apoyo y el impulso de Pablo Iglesias desde Unidas Podemos por muy buena, larga y brillante trayectoria que haya tenido ella en el PCE, ya que le recuerda más y por encima que de IU. ¿O es que yo me equivoco y antes de la existencia de Podemos en 2015 todo el mundo estábamos votando al PCE como locos y este era la tercera fuerza política en España? Seamos serios, el PCE era un partido más dentro de IU, coalición en la cual, aunque él creó IU, estaba en horas bajas, muy bajas. Cierto que Díaz tuvo cargos en Galicia antes de 2015, pero siempre dentro de IU, del ala del PCE, pero en IU. Luego en 2015 se presentó con En Marea, que era una coalición gallega que aglutinó varios partidos, entre ellos tanto IU como Podemos. De ahí dio la evolución lógica a Unidas Podemos y su ascenso hasta ser ministra y vicepresidenta mal que le pese de la mano de Pablo Iglesias. Sin Unidas Podemos Díaz no estaría donde está con Sumar. Eso no le quita méritos a ella, por supuesto, bien merecidos, pero no se corresponde con algunas de las cosas que prefiere destacar ella de méritos únicos. Repito: ¿es que antes de 2015 estábamos todos votando en masa a IU o al PCE en concreto y en solitario? La humildad bien sana es en su justa dosis, pues tampoco es buena en exceso. Esto no quiere decir que Unidas Podemos sea la panacea y se le dé la razón a las ministras que no repetirán cargo en la nueva legislatura. Yo ya lo dije en un análisis anterior de este año, aunque hubieran hecho las mejores de las leyes, en política si quieres mantener tus políticas no vale sólo con eso, tus representantes además deben ser aceptados por sus actos y sus comentarios por la ciudadanía, y está claro que aunque hubiera sido la más acertadísima de las ministras, hay una ministra al menos de Unidas Podemos que más que sumar, restaba a la hora de recabar los apoyos que necesitan para recibir la confianza de la gente en las urnas. Faltó en ese caso un poco de humildad cuando la ciudadanía percibía que su ley estrella era un problema, fuese esa percepción acertada o equivocada, la gente lo vivía así. Por otro lado otra de las ministras levantaba recelos entre otros intermediarios políticos, lo que entorpecía numerosas negociaciones. Y esto va de democracia, por tanto no de egos. Y con esto no digo que se deba expulsar a Unidas Podemos de los cargos que proponga Sumar, pues Unidas Podemos sigue siendo un componente importante de entre los que votaron a Sumar. Repito, ¿o es que todos los votantes de Sumar eran la antigua IU? No, no lo son. De todos modos, Unidas Podemos recogen lo que sembraron, hubo un exceso de procesos internos sospechosos entre su militancia para quedarse sólo con los más afines a la cúpula, no de otro modo nacieron Más País, Más Madrid y otros, a la par que otras izquierdas no terminaron de casarse con Podemos del todo con total compromiso. Tampoco Unidas Podemos puede reclamar todo el espacio para sí.  

En parte no es algo nuevo. En el mismo momento del nacimiento de los socialismos entre el siglo XIX y el XX básicamente las divisiones más básicas, valga la redundancia, está en tres formas de entender el mismo para llevar a cabo una sociedad más justa: la que considera que lo importante es tener las ideas claras y por tanto apostar por el asociacionismo, lo importante es el objetivo común pero sin desatender a cada individuo y lo que pueda aportar, suele tener carácter confederal; la que considera que ese objetivo sólo es posible mediante la organización de un partido político (que no tanto un sindicato, pues el sindicato pertenece más a la primera forma dicho asociacionismo), esta forma con ese partido opta por participar de las instituciones del Estado, por lo que el partido suele ser federal, llegando al punto que a menudo se confunde ponerle más importancia al partido que a las personas asociadas en él; la forma que estando ya asentada en la idea del partido, asocia que el partido y el Estado se identifiquen y, más allá, incluso que el líder en el partido es el partido mismo y por tanto el que marca las ideas del partido, no tanto los asociados en él, aunque estos voten de manera federada, la discrepancia con el líder puede crear expulsiones hasta del partido, esta última forma se asemeja a formas políticas no necesariamente socialistas, desde las monárquicas a las burguesas, las tecnócratas y las fascistas, incluso las formas jerárquicas religiosas.  

Sea como sea, es evidente que si queremos seguir avanzando en políticas sociales y laborales no quedaba otra que apoyar la actual coalición de gobierno, aún cuando esta necesite del apoyo de todo el conjunto de otras fuerzas políticas de izquierdas y democristianas que representan los regionalismos y los nacionalismos en España, de todos modos cuanta mayor representatividad mejor quedarán representados el mayor número de intereses del mayor número de españoles. La otra opción liderada por los democristianos y liberales del Partido Popular (PP) se ha escorado tanto y se ha atado tanto a la extrema derecha de Vox que hace pensar en un peligro real incluso para la integridad de las personas que no piensan igual a ellos. No obstante, desde las elecciones municipales y autonómicas de este año ahí quedan sus gestos y sus medidas contrarios en muchos sitios a la lucha contra la violencia de género, como la retirada de los puntos violetas en muchas ferias y fiestas, contrarios a las leyes de igualdad de género sexual y también por los derechos homosexuales, ahí está la medida que Díaz Ayuso tomaba en Madrid contra esto mismo, contrarios a la libertad de expresión mediante el regreso de la censura en producciones y expresiones artísticas, pero también en medios de comunicación, los ataques a políticas ecologistas, los ataques a los servicios públicos negando con la boca que eso sea real pero tomando decisiones que efectivamente los debilitan, o el alineamiento e identificación con una gran patronal y con la Iglesia en sus posturas más extremadamente políticas y conservadoras. 

Ni que decir tiene que las manifestaciones de cerca de dos semanas venidas en violencias nocturnas frente a las calles con sedes del PSOE son puras alegorías a una dictadura de corte fascista. El PP se comporta tibiamente con esto, cuando no da alas, y eso envalentona a la ultraderecha que apoya un Vox que acusa de dictadura al gobierno legítimo elegido siguiendo las normas democráticas de nuestra Constitución.  

Banderas de España con el escudo monárquico recortado, banderas de España con el escudo de Franco, banderas del Imperio Español en tiempo de los Austrias, cánticos fascistas, vivas a Franco, saludos fascistas, insultos a Pedro Sánchez, al PSOE y a todo lo que sea izquierda y nacionalismos catalán y vasco, insultos al Rey, insultos a la Constitución (que también se han dicho), insultos a la policía que no les ha dejado hacer… aunque seamos serios, en manifestaciones de izquierdas la policía se suele explayar más disolviendo a golpes, aquí, por mucho disturbio que se ha visto es poco en comparación con lo que hemos vivido los de izquierdas pacíficos. Apoyarte en una valla en el 15M ya era recibir dos ostias, aquí las han movido hasta la saciedad y la policía como si nada. Es más, en telediarios hemos visto gente tirando bengalas encendidas a la policía y la policía quieta, en el 15M eso hubiera sido habernos masacrado… incluso en las protestas violentas del proceso independentista catalán por menos la policía se dejó los brazos a ostia limpia. Ahora bien, estos manifestantes de extrema derecha han recibido ostias y ya creen que se ha sido duro con ellos… claro que han tenido que intervenir los antidisturbios, pero cuidado que todo habría que mirarlo con detenimiento y comparando, no olvidemos que cuando después de las elecciones se publican lo que ha votado cada barrio, que eso no es estadística, son datos reales directos, resulta que los barrios donde residen militares y guardias civiles tienen máximos de votos a Vox… que es el partido que está apoyando todo esto. No olvidemos tampoco esos guardia civiles expedientados por decir que están dispuestos a derramar sangre en sentido de apoyo a esta idea de España que tienen estos manifestantes. Tampoco olvidemos aquella lista de gente de izquierdas a matar que se hizo pública en prensa de un grupo de conversación entre personas de los cuerpos de seguridad del Estado. Sí, dado lo delicado de todo, quizá habría que mirar con cuidado cómo está el sentir en policía, guardia civil y Ejército, en previsión de posibles complots. Pensemos que el último intento de golpe de Estado no fue en 1981, fue en 1985, se desarticuló antes de comenzar precisamente porque les controlaron en secreto los servicios de inteligencia de la época.  

No tranquiliza tampoco la postura de los obispos desde los púlpitos, salvo el más conciliador de Madrid, ni que los grandes empresarios de la CEOE entren en tromba en política haciendo como que ellos no son responsables de nada, cuando si ellos hacen sus negocios con normalidad y siguen sus políticas de empleo con normalidad no contribuirán a un malestar social mayor. La CEOE puede llegar a ser responsable del enrarecimiento de España o del apaciguamiento de los ánimos. En un principio parece que quieren intervenir en política alterando la economía a juzgar por sus actos contrarios al gobierno conformado. 

En cuanto a los ataques al Rey, la extrema derecha más pura no es monárquica, a pesar de que en España haya un cacao mental tras el gobierno de Franco. Ni Primo de Rivera era monárquico. De hecho Franco optó por la monarquía en 1947 sólo para intentar simpatizar con las potencias europeas occidentales y Estados Unidos y ante las conversaciones de don Juan de Borbón con el PSOE. Franco no confiaba en los Borbones, a los que culpaba de la Segunda República por haber malogrado su reinado Alfonso XIII. Cuando las cosas se ponen feas para los monárquicos, por mucho que siempre se apoyan en las derechas y el catolicismo y todo esto, cuando todo se pone muy feo, llaman en ayuda a la izquierda, que por cierto, acudió cuando Fernando VII en las últimas les necesitó a pesar de haberles represaliado. Dieron su sangre frente a los carlistas por Isabel II. Evidentemente las izquierdas evolucionan y se dividen. Pero con la Segunda República, a pesar de las represiones, fueron las izquierdas más a las izquierdas las que acudieron al rescate y ayudaron hombro con hombro a los mismos policías y militares que les represaliaron cuando en 1936 estos lo necesitaron. En 1947 ya hemos hablado de don Juan de Borbón frente a Franco. Y ahí estuvimos en la Transición y en 1981 con el intento de golpe de Estado fallido cuando Juan Carlos I lo necesitó frente a la extrema derecha. A ver si ahora, esta policía que nos pegaba el 15M y en otras va a tener que darnos las gracias junto a  Felipe VI si todo se va de madre. Con esto lo que hay que entender que aquí nadie es más y nadie es menos, y que esta estigmatización a la izquierda que ha llevado a la pervivencia perpetua de la extrema derecha y de la derecha más faltona debe acabar. Debe haber un reconocimiento de legitimidad. Debe acabar el repartirse carnets de quien es y quien no es español o como dijo Feijoo, líder del PP, “personas de bien”.  

También es un error que desde la aprobación de las reformas educativas que crearon y dieron cuerpo a la Educación Secundaria Obligatoria y reformas universitarias se haya potenciado los estudios basados en la economía y en lo más netamente técnico y científico, olvidando los humanismos que forman a las personas. Inútil es explicarle que la bandera imperial española de los Austrias, a pesar de que Franco reivindicó el pasado imperial español, representa una forma de política polisinodial donde además no existía el concepto España (que es Borbón) sino Reino Hispánico, compuesto por varios reinos, cada uno con sus propios fueros, consejos, parlamentos, economías, lenguas, tropas, etcétera… Esa política de autonomías y nacionalismos que critican en la coalición y tratos de PSOE con Junts está más cerca de esa bandera que lejos.  

En cuanto al uso de frases como la de Ayuso (“devolveremos golpe por golpe”) efectivamente recuerda a un verso de Machado, pero viene de un discurso de García Oliver, Ministro de Justicia por la CNT durante la guerra civil, mientras que la frase del joven que lleva una pancarta que dice “prefiero morir de pie que morir de rodillas”, efectivamente la usó Ernesto Che Guevara, Dolores Ibárruri y Emiliano Zapato, todo lo contrario políticamente a lo que él defiende, pero cuidado, porque puede que no se deba a una ignorancia total, que puede que algo de ello haya. Cuando la extrema derecha se hizo con el poder en Italia no hace mucho, uno de sus ideólogos alentó al resto de partidos de extrema derecha de Europa, entre ellos Vox, a apropiarse de las frases y las producciones culturales de la izquierda dándoles un uso que les conviniera a ellos, pues, en su razonamiento, funcionan mejor que lo que ellos han venido usando desde los años 1920. Así que yo me lo tomaría con seriedad. En ese campo la batalla sólo se puede dar de un modo: recuperando las humanidades y cultura, cultura, cultura. Luego que cada uno piense como quiera, pero que a la gente no le falte medios para pensar por sí misma. 

Sería útil democráticamente que el PP se haga valer como demócrata y se aleje con rotundidad de estas corrientes neofascistas. 

Por otro lado me cansa la gente que conozco de toda la vida, que sé no sólo no hablan de política, sino que además no saben ni de ellas ni de las instituciones ni de nada, porque es toda una vida conociéndonos, y estos días, alentados por el PP y la Iglesia se han lanzado a poner en sus redes sociales banderas de España y frases propias al prefascismo que me excluyen como español y como demócrata. Nada más antidemocrático y excluyente que todo ese uso de las banderas de España y la españolidad sólo si se piensa como ellos. Ojalá no llegue el día en que nos vuelvan a enterrar en cunetas desconocidas. 

Por lo demás, de la amnistía, ya hablé en la Noticia 2260ª, el arduo camino a la amnistía. Estoy a favor. Otra cosa es que tal como se ha pactado el nuevo gobierno pareciera en un principio que pueda haber ingobernabilidad o un gobierno en exceso complicado de acabar los cuatro años de legislatura. Junts debiera saber que ellos a cambio de la amnistía también deben dar algo, paz social, como mínimo, y saben muy bien cómo se logra eso. También ellos deben hacer sacrificios. No es que renuncien en lo que creen, pero sí que no fuercen con reincidencias peligrosas… las calles ya están demasiado peligrosas. 

Saludos y que la cerveza os acompañe. 


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