lunes, junio 03, 2013

NOTICIA 1214ª DESDE EL BAR: BROCHERO Y OZORES, EL HUMOR DE MANIPULAR

Van ocho meses en la Filmoteca Española como becario y ya hemos dejado bien archivado el Archivo Luis Buñuel, así que hemos vuelto al Archivo Gráfico con los programas de mano, la cartelería, los libretos de prensa y demás. Quizá por ello me animo a escribir sobre dos películas que me han llamado la atención, y de las que tengo la ligera sospecha de que querían reflejar un estado de opinión y percepción de la sociedad a la vez que intentaban alterarlo. Tienen una base ideológica bastante propagandística, pero a la vez la sociedad española actual tiene algunos rasgos muy derivados de lo que se relata en estas tres historias que hoy os acerco.
 

Por un lado tenemos una película española de humor no muy conocida o recordada hoy día, a pesar de que su tipo de chistes es muy propio del humor de muchos de los títulos que emite el programa "Cine de Barrio" en Televisión Española. Buena parte de esas películas de humor rodadas en España entre la década de 1950 y la de 1970 tenían una clara base de propaganda de la dictadura franquista, al menos en cuanto a lo que sociológicamente deseaban. La película de la que hablo se llama "Suspenso en Comunismo", que se rodó en 1955, pero que fue estrenada en enero de 1956. El director del metraje no es otro que Eduardo Manzano Brochero, que, a pesar de que ha pasado a la Historia como director de películas de Spaguetti-Western, se especializó en películas comerciales a menudo muy acordes a los ideales nacionalcatólicos de la dictadura, y muy en concreto de la Falange refundada por Franco al unirla con los carlistas en plena guerra civil. Brochero fue también el guionista junto A José María Palacio, pero el colofón que hace de esta película un total acto de propaganda de la dictadura es la elección de los actores, que, quitando a Juanjo Menéndez, contó con Antonio Vico y Alfredo Mayo. Alfredo Mayo era el actor predilecto de todos los cineastas simpatizantes de la dictadura, casi no hay producción cinematográfica de los años 1940 y 1950 con clara ideología de ensalzamiento de Franco que no cuente con él. No obstante, varios de los cineastas nombrados habían hecho la guerra a favor de la dictadura y militando alguno en Falange. esta película en concreto muy difícilmente se verá por la televisión pública hoy día. A pesar de que usa de todas los mecanismos técnicos de otras películas de humor aparentemente más amables de la época, su guión está claramente politizado. Su destino es mostrar el comunismo como el mal más absoluto, infantil, corrupto, vicioso y pernicioso. Es una rareza en sí misma en el cine español, ya que se permite mostrar sin aspaviento banderas comunistas y hasta consignas comunistas, sólo que para ridiculizarlo o para deformarlo de manera infantil con la intención de hacer de ellos psicópatas. Sin embargo, al hacer estas gracias el regimen franquista no se dio cuenta de que estaba haciendo algo que había evitado muy activamente desde que ganaron la guerra, más concretamente desde 1948, esto es: mostrar de manera activa que existían españoles exiliados que no podían regresar a España por cuestiones ideológicas, que estos vivían en una democracia, la de Francia, que no existía en España, y que en España sólo existía un código moral y ético para la sociedad custodiado por policías y guardias civiles, y mantenido por la Iglesia católica, e igualmente el reconocimiento de que en España existían clandestinos, esto es persona que por miedo a la represalia debían ocultar sus ideas. El metraje, entretanto, nos muestra una España falseada a costa de mostrar medias verdades, mujeres dueñas de sus negocios y que trabajan aparentemente sin permiso de su esposo, cosa que obviamente no era así, una España rica en trabajo y sin hambre, cosa que también era irreal en muchas zonas rurales y algunos barrios de las grandes ciudades, una España moderna, más que Francia, cosa total y evidentemente falsa, y, en fin, otra serie de cosas por el estilo que se combinan con abominaciones y abyecciones supuestas de la persona de ideas comunistas. A todo esto Brochero se delató en otra broma, la veneración de la célula comunista por el fútbol bien examinada es el equivalente a reconocer la utilización de la cultura de masas por el deporte para distraer a la sociedad de los problemas sociales y políticos que le afectaban, o lo que es lo mismo: el adormecimiento de la sociedad usando los medios que ofrece la cultura de masas que hoy día continúa. A pesar de todo esto, y haciendo de tripas corazón, te puedes reir con todo esto, aunque no por lo que intentaba hacernos ver Brochero, sino por todo lo contrario. Pero también es verdad que mucho me temo que una parte de la sociedad más acólita de la derecha política española aún cree reales algunas de las exageraciones que se hacen aquí para ridiculizar a las personas que piensan en un sentido de izquierda político social. Una lástima.



Damos un salto de 1956 a 1982 y nos encontramos con "¡Que vienen los socialistas!", de Mariano Ozores. Este director, aunque nos ha hecho reir a todos mucho, sobre todo con sus películas de los años 1970 y 1980, las del "Destape" de la "Transición", tiene en su haber una gran cantidad de metrajes donde por medio del humor desarrolló muy activamente y muy sutilmente toda la propaganda social del proyecto de España que la Falange menos católica tenía previsto. En la "Transición" de la dictadura nacionalcatólica de Franco a la Monarquía Parlamentaria de Juan Carlos I no es que renuncie a todo esto sin más, sólo que él también evolucionó en sus ideas, como muchas otras personas, y abrazó los idearios democráticos, aproximándose a ideas de izquierda política. Sin embargo, en más de una ocasión la criticó. Y he aquí una de esas películas. Haciendo gala, como durante toda su vida hizo, de pertenecer a una familia de comediantes, hizo aparecer a su hermano Antonio como actor, y acertó en contar también con José Sacristán y Luis Escobar, entre otros muchos, algunos famosos por programas de televisión del momento. La Unión de Centro Democrático (UCD) había perdido a Adolfo Suárez como presidente, gobernaba Calvo Sotelo, tras sufrir un intento fallido de golpe de Estado en 1981 que buscaba la involución a la dictadura. 1982 sería el año en el que hacia finales ganó las elecciones el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), todas las encuestas le daban por ganador indiscutible, en ese contexto se le ocurrió hacer este metraje. Por sus secuencias desfilan socialistas del PSOE, liberales de pasado franquista de Alianza Popular, católicos, liberales de la antigua República, comunistas... Pero en definitiva Mariano Ozores parte de la idea principal de que todos los partidos son en definitiva lo mismo, y siempre gobernará lo que considera un partido de orden, que curiosamente es el de los valores que durante los cuarenta años anteriores de la dictadura eran los considerados valores españoles, pero en realidad valores conservadores de una sociedad acorde con determinados intereses de una determianda clase social que suele predominar en el control del capital que mueve nuestra economía. Dentro de esa corrupción moral inicial, donde se incluye pactos ocultos y un engaño al votante, al que se le desprecia y se le toma por manejable e inepto, se nos muestra al candidato socialista de un municipio pequeño, el cual es aparentemente honesto y sincero, con deseos de justicia social. Parodiando (mal) a "Bienvenido Mr. Marshall" (Berlanga, 1953), va desmontando la personalidad de este candidato socialista; lo fanatiza como Brochero fanatizó a los comunistas en su metraje anteriormente citado, aunque de una manera menos violenta. La fanatización que hace Ozores del candidato socialista es para mostrar su doble moral, su alma corruptible y lo enfermizo del sistema democrático, consideraciones todas ellas si nos dejamos llevar por lo que el guión nos cuenta. De este modo nos viene a contar, con humor, para que el público lo asimile más fácilmente, que la democracia es un sistema de corruptos y sinvergüenzas. Y lo peor es que, igualmente que con la anterior película, te ríes, pero a la vez reafirmas en tu ser que lamentablemente más de una persona es muy probable que considere de esta manera tanto a los socialistas como al sistema democrático, como aquello de que todos los políticos son iguales, yendo a sus asuntos personales en nombre de intereses presuntamente comunitarios de la sociedad. El humor desde luego le sirve bien para lanzar estas ideas tan perniciosas y peligrosas. El espectador apenas se da cuenta del transfondo del asunto, aunque lo interioriza, ya que es ese transfondo el que dota de humor a los chistes.

No son dos películas que hayan hecho Historia del cine en España, ni mucho menos en el mundo, pero llaman la atención en cuanto a su temática similar, con directores que se prestaron a un cine determinado durante la dictadura y que siguieron trabajando de manera muy activa y con éxito durante la democracia. Estas películas quizá sí sirvan a sociólogos e historiadores para analziar otras cuestiones propagandísticas y sociales, como políticas. A mí por lo menos me llaman la atención, hasta cierto punto, todo sea dicho de paso, para analizar una época, la suya, en relación a la herencia social que han dejado determinadas propagandas en determinadas personas afines a una creencias o ideas. Y me pregunto, de paso, si algún miembro del actual gobierno del Partido Popular no sería adicto a un determinado tipo de cine o de cineastas. Al menos algunas de sus intervenciones y declaraciones parecen salidas de las mentes de los guionistas de estos metrajes... Qué peligro tienen...

Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

Mauricio dijo...

Añade que Manzano realizó también un documental titulado "¿Por qué morir en Madrid?", en contestación al de Frederic Rossif "Morir en Madrid". Este segundo es un gran documental sobre la Guerra Civil española realizado en Francia. En el interior del país no gustó nada y Manzano hizo una constestación utilizando casi las mismas imágenes que Rossif y utilizando otras "inéditas" hasta esa fecha (documental históricos de la CNT, por ejemplo) No le gustó demasiado al franquismo que se mostraran en imágenes muchas de las barbaridades que hicieron y el documental quedó en el más absoluto anonimato. Se ensalzó, por otra parte, el de Mariano Ozores "Morir en España", también en contestación al de Rossif. Una perfecta fascistada que pone a Franco como un ente divino providencial que salvó a España de la "hecatombe comunista".
Buenas reseñas de ambas películas

Canichu, el espía del bar dijo...

Brochero tiene incluso un documental biográfico de Franco.

Gracias.