Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
los hombres, alegres, tendremos un gran corazón
y una tripa ligera.
Felices sabremos –divina recompensa-
duplicar nuestra dicha con el amor al prójimo.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
los hombres, alegres, tendremos un gran corazón.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
ya no se verá quien sufra de hambre
al lado de los ebrios;
seremos sobrios y ricos en víveres,
de los mal nacidos será el final.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
todos satisfarán el hambre en salud.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
el trabajo será nuestra recreación
y no nuestra pena;
el cuerpo será libre y el alma serena,
se desarrollará en paz.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
el trabajo será nuestra recreación.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
nuestros pequeños recibirán en la cuna
el beso de las madres;
todos cuidados, todos iguales, todos hermanos,
el mundo nuevo así crecerá,
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
nuestros pequeños tendrán la misma cuna.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
los amados ancianos, poetas pastores,
bendiciendo la tierra;
se extinguirán los beatos bajo el cielo del misterio,
después de vivir tan lejos de sus alturas,
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
los ancianos serán muy dulces pastores.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
la Naturaleza será Edén de amor
y la mujer soberana:
esclava hoy, nuestra reina mañana,
buscaremos “tus órdenes del día”.
Cuando estemos en los tiempos del anarquismo,
la Naturaleza será Edén de amor.
Aún muy lejano parece ese tiempo del anarquismo,
pero por lejos que esté, sabemos que llegará.
Una fe profunda
nos hace entrever ese mundo feliz
que nuestro espíritu ya dibuja en torpeza.
Aún muy lejano parece ese tiempo del anarquismo,
pero por lejos que esté, sabemos que llegará.
(Letra: Jean Baptiste Clèment; Música: Antoine Renard. “Les Temps des Cerises”, 1866).
Esta canción se hizo famosa durante La Comuna de París de 1870-1871, cuando los mismos autores la dedicaron a una enfermera muerta en las barricadas del periodo de la Semana Sangrienta de La Comuna en 1871. Flor O’Squarr, un periodista belga que atacaba al anarquismo, la incluyó en su libro “Los Entresijos del Anarquismo”, de 1892, entre otras. Curiosamente el presidente francés socialdemócrata François Miterrand (1916-1996) la hizo tocar mediante petición póstuma en su funeral el 8 de Enero de ese 1996. Digo curiosamente, pues este presidente francés (de 1981 a 1995) había ido virando desde su juventud en los 1930' de la extrema derecha de Acción Francesa, a militar al conservadurismo popular de De Gaulle durante la Resistencia de los 1940' y parte de la IV República en los 1950', a pasar a intentar aunar a las izquierdas en los 1960'-1970', en la V República, y finalmente a liderar al Partido Socialdemócrata Francés en los 1980' y 1990', rompiendo con los comunistas franceses. La petición de esta canción en su funeral de corte anarquista, y teniendo en cuenta su evolución, contrasta con que fuese uno de los padres de la Comunidad Económica Europea (posterior Unión Europea). Pero apunta muy bien a que creía en la fraternidad de los seres humanos que venciese a toda ambición y diferencia económica o política.
Toda esta historia viene a costa de lo que comentaba hace pocos posts acerca de que me publicaron una recesión sobre el libro citado de O'Squarr. La canción anarquista está en ese libro recogida. Germinal se publicó con retraso y os expongo mi recesión publicada en la revista en papel en la Noticia 515ª, que es donde en origen estaba anunciado. Os publico la Noticia 515ª tal cual apareció esos días, incluída una especie de polémica, que no era polémica pero que dio mucho que comentar, acerca de mi error de publicar tal cual entonces. Agradezco a Germinal y a Mauricio en concreto la oportunidad que me dan de poder publicar ahora en el blog, recogida en esos mismos comentarios, una vez publicado en papel en la revista. Recomiendo igualmente la lectura de esa revista de Historia, la cual no sé cuánto cuesta, pero que podréis conseguir mediante la Fundación Anselmo Lorenzo. Muy recomendable de verdad si se quiere seguir desde investigaciones muy serias la Historia social del anarquismo desde todos sus ángulos. Sin cortapisas. Creo que todos los que se dedican a la Historia no sólo queremos saber más y más, sino que nos satisface saber que logramos transmitir nuestros conocimientos. Es por ello que la oportunidad de autopublicarme, tras publicarme ellos, que me da Germinal, es de gran valor. Espero que los lectores que se aproximen a la recesión del libro encuentren sus propios juicios sobre lo que se dice o completen conocimientos, siempre en contraste, pues no es mía la verdad, como no lo es de nadie en concreto. Un saludo y que la cerveza os acompañe.
2 comentarios:
Nunca me lo hubiera imaginado de Miterrand. Un besazo.
Pues para más frikismo... autopropaganda. Me citó el blog un alcalde socialista de Cataluña, exactamente la Noticia sobre los exiliados de 1939. Aquí: http://pacoboya.blogspot.com/2009/02/exili.html
Un saludico.
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