Debo ser el único español que habiéndole dicho su jefa que le diga las vacaciones, aún no ha dicho las fechas, y eso que este verano, con el calor, ganas dan de dejar de ir todos los días al trabajo bajo el sol. La cosa es que no puedo viajar, así que me da absolutamente igual. Además, sospecho que me corresponden más días de los que me dan (en realidad lo he calculado, no es una sospecha), y paradójicamente me ha desincentivado en la petición en lugar de haberme animado a decir: "oye, faltan días". Pero todo es multicausal en las cuestiones psicológicas, nunca hay monocausas.
Estoy pensando en solicitarlas para los días de las fiestas grandes de Alcalá, las de San Bartolomé, o bien una semana más tarde... Lo curioso es que uno de los argumentos que más me anima a pedirlas en ferias está siendo que el abono transporte se me agota el 22 de agosto y si cojo las vacaciones en esos días de fiesta me da tiempo a no tener que renovar hasta el día 29, o si desplazo un día, hasta el día 30, y eso haría que solo pagara uno o dos días de billetes sencillos antes de agarrarme al descuento o gratuidad del descuento del abono transporte para poder seguir yendo a trabajar, que no para viajar ni a los alrededores, porque ya no tendré días libres.
Así las cosas mientras en los telediarios hablan de tal y cual cosa de la gente que sí va de vacaciones... como si no existieran otras realidades y problemas mayores en otras vida... A veces pareciera que algunas personas solo fuéramos argumentos del Parlamento para que cuatro parroquianos de bar digan gilipolleces a favor y en contra de los argumentos de unos y otros como si fuera un partido de fútbol.
Yo entre tanto tengo que pensar si mis vacaciones serán en la Plaza de los Santos Niños o en la Plaza de Cervantes, como hace años.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
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