domingo, noviembre 28, 2021

NOTICIA 2097ª DESDE EL BAR: UNA DE CÓMIC (2 de 2)

 

Toca hoy escribir la segunda parte de una de cómic que empecé el otro día (Noticia 2096ª). Como dije me iba a centrar en los cómic que me regalaron de Marvel, y voy a obviar el resto, como el de Superman y su capítulo donde aparece un Clark Kent que en su tiempo libre juega a la lotería, y lo debe hacer frecuentemente, pues el lotero le conoce a él y a su número habitual. Los cómic de Marvel estaban censurados en España. Solo en los últimos dos o tres años pudieron colarse algunos aunque de cara a un público adulto, pero son testimoniales, anecdóticos. Marvel llegó con retraso a España, con la Transición tras la muerte de Franco. Las editoriales que habían comprado los derechos de Marvel para España habían ido pasando el problema los unos a los otros. Y no solo era un problema económico por tener los derechos de algo que no se podía publicar. La propia Marvel para mediados de la década de 1970 estaba al borde de la ruina total. Esto lo declaró ya en la década del 2000 el dibujante, guionista y por aquel entonces cargo directivo Rob Thomas, que a la vez se lo dijo el responsable económico de la editorial. Las líneas editoriales de Marvel estaban muy agotadas. Habían innovado y revolucionado el cómic de superhéroes en la década de 1960, pero a la altura de mediados de la década de 1970 los personajes se habían vuelto repetitivos y las historias no atraían lo suficiente. Además, la editorial competidora, DC, veía un auge nuevo  con el tirón de ventas que supuso desde mediados de la década de 1960 la serie de televisión dedicada a Batman y para mediados de la década de 1970 el anuncio de la película de Superman que terminó estrenándose en 1978. Marvel recibió el encargo de crear un cómic promocional de una nueva película galáctica, en pleno momento donde esos cómic ya apenas se vendían. Era Star Wars, y recibió el encargo Rob Thomas desde 1975, aunque tomó forma a lo largo de 1976. Cuando la película se estrenó en 1977 y salió el cómic, fue la película la que tiró con fuerza que el cómic se vendiera y no el cómic el que hizo que la gente fuera al cine. Estas ventas fueron las que salvaron a Marvel entre 1977 y 1978. En medio de todo esto se produjo la muerte de Franco en noviembre de 1975 y a lo largo de 1976 la censura fue haciendo la vista gorda con las publicaciones de Marvel
 
Novaro, la editorial mexicana que editaba DC en España, llegó a sacar algo de Marvel, pero los derechos los vendió a Mundi-Cómic, y estos a Vértice. Con los nuevos tiempos políticos llegaban también estas novedades y en España tuvo por resultado un conocimiento lento pero sin pausa de este mundo de superhéroes. Aunque Marvel se editó en España como cómic para adultos de la mano de Vértice, en blanco y negro, los personajes cuajaron y se hicieron más populares que los de DC en nuestro país a partir de comienzos de la década de 1980. En las segunda mitad de los 1970 Vértice tuvo los derechos de ambas editoriales. En España habían llegado tardíamente los de Marvel y nos parecía altamente novedoso historias que habían sido narradas fuera de España desde comienzos de la década de 1960. La editorial más potente en España era Bruguera, especializada en cómics de humor. Bruguera practicaba una política muy agresiva con todos los medios de los que disponía para hacerse con el control absoluto de los cómic que se vendían. De este modo, Bruguera llegó a tener en los primeros años de 1980 el control de la publicación tanto de los personajes de Marvel como los de DC. Todos los superhéroes estaban en sus manos. Hizo de Spiderman el personaje emblema de Marvel en España. Sin embargo, Bruguera tendría sus propios problemas y pasó los derechos de Marvel a Forum y así podríamos seguir hasta las épocas actuales con Panini y Planeta y otras editoriales planeando una y otra vez sobre los derechos de edición en España, incluso en épocas tan fructíferas para Marvel con toda su maquinaria cinematográfica.

El material Marvel que se comenzó a publicar a partir de 1976 en España son en su gran mayoría, si no su totalidad, el material antiguo que a lo largo de la dictadura estuvo prohibido, pero presentado como si fueran novedades editoriales, lo eran solo en España. Alguna vez introducían capítulos que se publicaban en esos momentos en Estados Unidos, aunque incluso en estos casos a menudo llegaban con un año de retraso. Más aún, con una censura cada vez más testimonial, incluso se permitieron el lujo de publicarlos en español mexicano, cosa que la censura de la dictadura había legislado para que se publicara solo en español de la península, con el ideal de la conservación de la pureza del idioma de una España llamada a un destino nunca concretado por la propaganda de Franco.

Me regalaron un Patrulla X publicado en España en 1979 por Vértice que me ha gustado bastante leer. Dentro de los personajes de Marvel estos personajes eran muy rompedores. Violencia y sexo, inadaptados, rebeldes políticos, un aliado soviético, contrarios a las normas, parias, un Lobezno llamado Wolverine que tenía muchos nexos en común con un anarquista a su modo.
 
Y también me regalaron un Spiderman publicado por Bruguera en 1981 a color, aunque era una historia de 1978, como anunciaban los créditos y los derechos de autor. Aparece en él un superhéroe que tuvo una vida excesivamente corta, sin pena ni gloria, llamado Tigre Blanco. Pero lo más interesante de este cómic, el número 37 en España, es la inclusión en la segunda historia, que siempre se publicaba a modo de extra, de la presentación en España de unos nuevos superhéroes que iban a tener cómic propio, aunque en España habían sido y seguían siendo los más populares de Marvel en Estados Unidos, estos son los Cuatro Fantásticos, nacidos en realidad en 1961. En muy pocas páginas, como superhéroes invitados y secundarios en Spiderman, se publicó la primera historieta de los Cuatro Fantásticos. Se trata de su origen, de su comienzo, siendo al principio apreciados como una especie de monstruos en New York cuyos superpoderes aún muy poco controlados por ellos mismos, crean una serie de caos en cadena en la ciudad cuando Richards, el Hombre Elástico u Hombre Maravilla, activa una señal parecida a la de Batman para llamar a su compañeros. Se muestra también las peleas y diferencias entre ellos al comienzo de formarse como equipo de salvadores, como muy bien quedaron recogidas en sus películas más actuales. Pero una de las cosas que pueda llamar más la atención es la alusión explícita y no implícita de ser unos superhéroes que nacen con claro carácter para luchar contra el comunismo de la Unión Soviética. Cuando Stan Lee los creó estaba la Guerra Fría muy caliente con la crisis de los misiles en Cuba. Otra cosa es que los Cuatro Fantásticos posteriormente derivaron en una lucha contra enemigos extraterrestres y contra enemigos con superpoderes en La Tierra.
 
Y esto es todo por hoy. Saludos y que la cerveza os acompañe.

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