domingo, enero 25, 2009

NOTICIA 577ª DESDE EL BAR: ATADURAS

Los tópicos no me gustan. Aunque en muchos casos tengan ciertos sesgos basados en la realidad, no dejan de ser tópicos que en su buena parte no se cumplen tan literalmente como la gente les otorga como don. Todos usamos de tópicos alguna vez, aunque sea como extraña guía ante algo desconocido que queremos conocer, como inicio de aproximación. Otras veces, sin creerlos a pies juntillas, los usamos para poder usar del sentido del humor, el cual a veces incluso es para reírnos de nosotros mismos. Pero lo cierto es que los tópicos son algo que hay que combatir, pues si bien es cierto que muchas personas saben cogerlos con distancia y sentido común, otras muchas los cogen como una verdad absoluta, y esto a veces es peligroso. La mayor parte de las ocasiones es una forma más de hacer que la gente no piense y acepte por verdad algo que se les ha dado a su conocimiento sin pedir (ni esperando) que lo comprueben o lo reflexionen. Los tópicos han podido nacer con los siglos, con los choques culturales, los sociales o los políticos, la propaganda, determinados géneros de comedia mal entendidos por el público, o quizá de afirmaciones o creencias erróneas, o de anacronismos... sus orígenes son diversos.

En Historia los tópicos están a la orden del día, podríamos coger cualquier acontecimiento que estará salpicado de tópico en la mente de nuestros interlocutores y si alguien con conocimientos lo rebate o lo razona será puesto en tela de juicio. Eso es lo malo, que los que creen en los tópicos a pies juntillas no desean que se les rebata ninguna de sus ideas, todo es como ellos dicen y creen que es, sin dar lugar a la posibilidad de que así no sea.

Los tópicos son como los juicios previos, también estos me parecen algo fatal, sobre todo cuando estos juicios previos no dan lugar a poder hacernos conocer de verdad en el caso de que estos se den entre personas. Todos hacemos juicios previos, es una cuestión psicológica y cultural inevitable, lo que es evitable es que estos nos controlen respecto a la persona o la situación o lo que sea.

Si queremos ser libres, tenemos que ser capaces de serlo de nuestras propias ataduras. El mundo, está lleno de mundos.

3 comentarios:

Pareidolia dijo...

los tópicos ayudan a determinada gente a no sentirse desarmada. Tienen una idea errónea o un error de atribución, sí, pero algo tienen y que además es compartido por tantos otros (esconderse en la masa). Se prefiere eso que vencer el miedo, porque al fin y al cabo es miedo, es ignorancia, es inseguridad. Ataduras, sí, y camisas de fuerza mentales autoimpuestas

Bayadère dijo...

Seguro que casi todos a los que se les preguntase estarían de acuerdo con tu opinión. Pero luego todos volvemos a recurrir a los tópicos. Muchas veces, para excusar nuestros errores, quitarnos alguna carga de encima, o incluso para auto-compadecernos. Sirven para tantas cosas, y todas ellas son tan "insustanciales"...
La verdad, es que de aquí podría salir un debate curioso...
Una cervecita y un café para aclararnos las ideas!! ;-)

Bardamu dijo...

Razón tienes. La última frase, el mundo está lleno de mundos, se me recuerda mucho a un poema de Lizano: "soy un mundo lleno de mundos". Mola