Llevaba unos días queriendo escribir algo nuevo por aquí, pero por unas cosas y por otras no lo he hecho, salvo en Las notas de los cíclopes libreros, y ahora que estoy frente al ordenador hoy me siento algo desincentivado, pensando en que debo cocinar la cena de hoy y la comida de mañana. La televisión no para de hablar de la misma noticia, sin aportar nada realmente de peso, salvo meras cuestiones estéticas, curiosidades.
Hoy al levantarme estuve oyendo un pájaro protestar. Pensé que era raro que tan temprano compitiera con otro pájaro, pero resultaba que entre los coches aparcados de debajo de la ventana un gato negro se lo llevaba, ya en silencio, con la boca. Eso me ha hecho pensar todo el día. El gato era callejero y come cazando, es evidente, y el pájaro no se esperaba que posarse en el suelo iba a tener ese efecto. Pensé en esa política de los documentalistas de la naturaleza por la cual siempre explican que no pueden intervenir, porque la Naturaleza funciona así. De todos modos, cuando me asomé a la ventana para abrirla del todo y vi al gato irse con el pájaro ya lo había cazado.
Realmente hoy solo cuento eso, una anécdota. No mucho más. El próximo día tendré algo mejor, pero quería refrescar la página. Saludos y que la cerveza os acompañe.
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